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El Consejo Económico y Social de la Provincia de Jaén (CES provincial) acaba de presentar su memoria correspondiente al ejercicio pasado que ofrece una radiografía poco novedosa del tejido social y económico jienense. Siempre hemos dado por buenos todo este tipo de estudios porque lo que abunda no daña, lo que sucede es que nos pasamos la vida diagnosticando la situación de la provincia y desde hace mucho tiempo, repitiendo el mismo panorama, hasta el punto de que en ocasiones llega a aburrirnos.

El órgano consultivo de la Diputación Provincial, que en este momento lidera el profesor Manuel Parras Rosa, que es una de las personas que mejor conocen el diagnóstico de la realidad de Jaén, señala en la memoria una ligera salida de la recesión económica, pero la realidad se impone, y datos como el aumento en la creación de empresas y sociedades cooperativas, el aumento asimismo de las exportaciones, e incluso del consumo interno, pueden mostrar, siendo optimistas, porque tal vez necesitamos serlo, que “podemos ir en un camino acertado”, para utilizar las propias palabras de la memoria del CES provincial, pero una vez que despertamos del sueño, lo que la realidad nos dice es que la provincia sigue en crisis y la causa no es otra que el desempleo a finales del pasado año estaba en torno al 38%, una auténtica barbaridad, y este registro es absolutamente incompatible con lanzar las campanas al vuelo ni siquiera de un atisbo de recuperación. Por tanto el mismo CES ha marcado la prioridad de él mismo y de las diferentes administraciones, que no puede ser otra que abandonar ese lugar en que la provincia se encuentra condenada y no llegan a cuajar ninguna de las iniciativas que se ponen en marcha.

No diremos que este tipo de trabajos no se hagan, simplemente lo que se necesita es hacerles caso, porque en los estudios que elaboran los expertos, llámese CES o en la tarea que viene desarrollando desde su singular observatorio el Plan Estratégico, se marcan con claridad las prioridades que tiene Jaén y el lastre que destaca sobre todos los demás y que se llama desempleo.

Al final todos los estudios y los especialistas vienen a decir lo mismo. Que esta provincia necesita inversiones productivas y sobre todo planes de empleo que la sitúen en otra órbita. Cuando nos encontramos que sólo la Diputación Provincial se ha convertido en un motor que siempre está en marcha, de acuerdo con sus posibilidades, y que otras administraciones se inhiben bastante, lo que ocurre tiene su explicación lógica. El PSOE, y no sin razón, pero también los expertos, señalan al Gobierno de Madrid, como un deudor para con Jaén, por no aplicar medidas especiales frente a una situación extraordinaria de paro.

Creo que hay bastante incomprensión política hacia la realidad de Jaén. Pero parecido panorama le ocurre a la Junta de Andalucía, que tiene la mayoría de las competencias y tendría que persuadir a los demás actores y agentes sociales y económicos para liderar un impulso con tal de salir de la zona de peligro en la que se encuentra y donde no se ven expectativas de que pueda abandonar a corto y medio plazo. ¿Es esto lo que queremos para Jaén? Pues de esto se trata, necesitamos, reivindicamos, exigimos, que nuestros políticos se retraten sobre este Jaén real sobre el que tantas veces, tal vez porque es incómodo actuar de otra manera, pasan solo de puntillas. La provincia tardó en sumarse a la crisis por su singular estructura económica. Ya dijimos en su día que también saldría de ella con  retraso, cuando el resto de España lo hubiera hecho, y estábamos en lo cierto por lo que ahora se percibe. La explicación está precisamente en la fragilidad de su economía, y, lo peor de todo es que si no funcionan los mecanismos que deberían estar actuando sin parar, es probable que la crisis se quede con nosotros todavía algún tiempo más.

Por cierto, interesante la propuesta del CES provincial para que Jaén no se duerma en los laureles y se empiece a reflexionar ya, y quede abierta el debate, con tiempo, sobre la Política Agraria Común (PAC) de cara al año 2020. Me parece acertado que haya tiempo suficiente para discutir sobre algo tan vital para la provincia como es la política en la que tienen que ponerse de acuerdo Bruselas y España. Se trata de las cosas de comer y la última PAC dejó al olivar jienense bastante insatisfecho, por tanto hay que trabajar desde ya, sin prisa pero sin pausa, sobre todas las razones que tenga Jaén para levantar su voz y que a la hora de la verdad no se la corten la política que sabe más de disciplina de partidos que de mirar por los intereses de quienes les pusieron donde están con sus votos.

Foto: Presentación de la memoria del CES provincial. 

 

 

 

 

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