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JAÉN, 12 DE SEPTIEMBRE DE 2017

Por lo que se oye, se ve y se lee da la impresión de que en este momento la Cámara de Comercio de Jaén se encuentra en la sala de autopsias, se la han cargado por inanición. Las fuerzas vivan le han negado toda posibilidad de ayuda. De hecho la convocatoria electoral ha resultado un fracaso y esta ha sido la punta del iceberg para acelerar esta especie de eutanasia.

Cierto que la historia reciente no ha sido precisamente ejemplar, que unos gestores irresponsables y aprovechados la pusieron en el límite, gastando con pólvora de rey y esquilmando sus recursos hasta la extenuación. Los poderes públicos, tutelantes o no, debían ser conocedores de la situación que se estaba viviendo, pero nadie abrió la boca, acaso por las complicidades tan recurrentes y en algunos casos sospechosas que se han dado en esta provincia. ¿Y los empresarios? Los empresarios también ahora han mirado hacia otro lado, pero tampoco fueron capaces de alertar de la gravedad de los hechos que se estaban produciendo en la Cámara y eso que algunos formaban parte de las distintas entidades empresariales jienenses. En este momento la Confederación de Empresarios (CEJ) como organización que sigue funcionando y que tiene cierta proyección, se ha encogido de hombros y no ha alentado candidatura alguna para tratar de recuperar la Cámara. Lejos quedan ya los contubernios para repartirse los poderes empresariales, la Cámara para ti, la CEJ para mí y Comercio Jaén para él. Así han funcionado las cosas durante mucho tiempo, no sin problemas y tensiones, pero al menos había estos ententes y reparto de papeles, y aunque fuera con intereses de por medio y no exclusivamente por servicio, este panorama se daba e iba funcionando mal que bien.

La historia de la Cámara de Comercio de Jaén representa una pesadilla de enorme calado. Se han cargado una institución histórica, que llegó a tener un patrimonio saneado e importante. Cierto que la hipotecaron, que le dieron el mando, no se sabe bien los motivos, a personas que llegaron para darle la puntilla, se veía que desde la presidencia y la gerencia, con más colaboraciones de dentro y de fuera, se la fulminaron. Ahí están las acusaciones en los juzgados. Los exdirectivos han de hacer frente aún, puesto que no ha salido el juicio, a acusaciones de falsedad documental, estafa, fraude en subvenciones, prevaricación, cohecho, malversación de fondos públicos y administración desleal…¿hay quien dé más? El presidente era el conocido empresario baezano Luis Carlos García, que contaba con todos los apoyos desde el poder político, como lo prueba que hacía compatible su puesto en el entonces edificio emblemático de la calle Hurtado, hoy vendido a la Diputación, con la presidencia de la Institución Ferial de Jaén, IFEJA, sin olvidar el sector de la hostelería. Mucho mando en sus manos y apoyo generalizado en las principales instituciones, hasta el punto de convertirse en personaje imprescindible a causa de los cargos ostentados.

Recordemos que hace ya siete años que estalló la crisis de la Cámara, fue en 2010. Recuerdo que hubo en aquel momento clamorosos silencios, incluso de administraciones que al principio hicieron la vista gorda, tal vez porque en algunos casos tuvieron que ver en la ascensión de agentes empresariales a los que desde instancias políticas se les dio una especie de cheque en blanco y barra libre. Nadie se quejó, nadie hizo dimitir al equipo directivo y especialmente a su responsable y a su gerente y mano derecha, que procedía de la sociedad Inverjaén y con el que se conformó un tándem para hacer y deshacer. Si algo se les reconoce ahora desde la distancia en el tiempo, es que disfrutaron de patente de corso.

La herencia era envenenada, grave, qué digo grave, gravísima, en la Cámara se habían cometido, también en otras épocas, auténticas tropelías, casos de enchufismo, amiguismo, clientelismo, de todo hubo, porque a un panal de rica miel acudían los aprovechados de turno, y algunos empresarios, más bien de tipo vip, próceres, algunos representantes camerales con antigüedad, confundieron la Cámara con un pequeño cortijo e hicieron y deshicieron a su antojo. Bueno es recordarlo para dejar las cosas claras en el sentido de que en esta provincia sectores de la clase empresarial han venido pecando casi a la par que la política, y en muchas ocasiones han sido líneas convergentes. Sálvese quien pueda, pero nadie alzó su voz para denunciar. Por todo esto no me extraña lo más mínimo la situación límite en la que se puso a la Cámara, con una pesada hipoteca absolutamente perniciosa para los intereses de Jaén y de lo que va a costar recuperarse, en el caso de que realmente interese. Creo, además, que nadie se debe ir de rositas en torno a estas responsabilidades y que la Justicia debe poner a cada cual en el sitio que le corresponde en esta lamentable historia.

Hace más de dos años, julio de 2015, cuando el fragor de la batalla estaba en su punto más álgido, un grupo de empresarios, en un alarde de valentía sin parangón, por lo que se trataba, emprendieron la aventura de tratar de salvar la entidad cameral. El empresario de Sierra Mágina, Manuel Barrionuevo, un ejemplo de heroicidad, de tenacidad, de aguante de desplantes y de humillaciones, pero con la ilusión por bandera para tratar de salvar una historia de 135 años, con el recuerdo permanente de su amigo y presidente Ángel Martínez Villén, emprendió una lucha sin cuartel en la que entre fracasos y algún que otro rayo de esperanza, llamó a todas las puertas posibles, sin desfallecer, explicando su convicción de que a pesar de las inmensas deudas, del conflicto de los trabajadores que tanto han hecho para salvar la entidad a costa de grandes sacrificios económicos, de todas las dificultades habidas y por haber, si se quería, se podía, utilizando el patrimonio aún en manos de la enfermiza Cámara. Decenas de reuniones en Sevilla, en Jaén, en las entidades bancarias, en el Ayuntamiento, en la Diputación, en la Junta…nadie le puede restregar a Barrionuevo que no hiciera todo lo humanamente posible y más. Hasta el agotamiento de ver que ya parecía claro que algunas puertas, imprescindibles para la búsqueda de una solución definitiva, habían optado por cerrarse del todo, incluso inexplicablemente. Y a otra cosa.

La Cámara está prácticamente muerta. Como jienense lo lamento porque realmente creo, que no se han escrutado todas las posibilidades para salvarla, que no se ha hecho el último esfuerzo para recuperar y al tiempo regenerar, una institución que, funcionando adecuadamente, podría prestar, como lo ha hecho tanto tiempo, un eficiente servicio a los sectores empresariales de Jaén. Ahora se dice que las cámaras de Linares y de Andújar podrán acudir a la capital y ofrecerse al empresariado, pero a nadie le produce ningún rubor la acción de cargarse un instrumento que siempre tuvo aquí su capitalidad y desde aquí fue foco de atracción hacia la provincia. Esto es empobrecer los recursos que deben estar siempre en una capital que se precie. Más en los momentos actuales donde, por la situación que ocupa Jaén en todas las estadísticas, es de suma urgencia sentar las bases para la recuperación del tejido productivo que está tan debilitado por los estragos de la crisis y también porque han faltado en el peor momento los medios adecuados. Para el progreso y el desarrollo de Jaén todos los sumandos son necesarios, y la Cámara podría ser providencial, si existiera.

En un comentario hace meses me preguntaba si ya estábamos preparados en la provincia para dejar morir a la Cámara de Comercio de la capital. Confiaba poco en una respuesta positiva y bien que lo lamento. Me hubiera gustado que Manuel Barrionuevo y su gente tuvieran la oportunidad de desarrollar un programa y trabajar en serio por los objetivos que con tanta ilusión y apasionamiento anunciaron. Ha pasado el tiempo y me sigo preguntando quiénes son los que se muestran tan interesados en liquidar la Cámara en vez de empujarle para que viva. Mala hora para los empresarios y comerciantes jienenses, que son, que nunca se olvide, las víctimas de este fatal desenlace. Y una pregunta final, ¿creen que estamos donde estamos por un simple capricho del destino?

ADEMÁS…

SISTEMA TRANVIARIO.-El Ayuntamiento ha comunicado hoy que ha procedido a la adjudicación del contrato de asistencia técnica para auditar el estado actual del sistema tranviario, por un importe de 37.500 euros. Esta actuación tiene un retraso acumulado de muchos meses, a pesar de lo cual lo importante es que efectivamente se haga el chequeo correspondiente. ¿Quiere esto decir que el tranvía se va a poner en marcha? Pues no, y no será así mientras no se muevan las posiciones que mantienen tanto la Junta, que ha ofrecido pagar el 40% del importe de la explotación, y el Consistorio, que ante la ruina económica en la que se encuentra, no ve otra salida que endosar a la Junta la responsabilidad de hacerse cargo del importe total que suponga la puesta en servicio del polémico tranvía. De modo que si no media un milagro o algo parecido, me temo que es posible que dentro de algún tiempo haya que volver a plantearse otra vez el estudio de la viabilidad. Lo sensato sería que aprovechando este avance se haga una operación parecida a la del Museo Íbero, es decir, que se junten las partes implicadas y no se levanten de la mesa hasta llegar a un acuerdo, aunque sea por vergüenza torera, porque nadie entendería que se siga mareando la perdiz con los mismos argumentos y el dichoso tranvía, lo digo por el hartazgo que nos produce, no por el servicio que pueda prestar, esté en la calle y nos enteremos de verdad si nos sirve o no este medio de transporte.

LA OFERTA DE FCC.-También el Ayuntamiento, que parece que se ha puesto las pilas en el inicio del nuevo curso, ha comunicado hoy que la empresa FCC ofrece al municipio la cantidad de 14,3 millones de euros por revalidar su concesión del servicio de limpieza y recogida de basura de la ciudad. La potente empresa, que siempre ha sido la favorita, también para los propios trabajadores, que así se han expresado rotundamente cada vez que se hablaba de otra posible opción, ha ofrecido una cantidad algo superior a la que figuraba en el pliego de condiciones. De acuerdo con la comunicación municipal, FCC ha planteado algunas mejoras con respecto a la situación anterior y que ahora se mantiene como provisional, y, lo más importante, en contra de algunas propuestas que habían figurado en los borradores para tratar de ahorrar dinero, se descarta definitivamente la reducción en días de la prestación del servicio, es decir, se mantendrá los siete días de la semana. Ahora es el momento de que el Ayuntamiento apriete las tuercas a FCC, que será la adjudicataria sin ningún género de duda, sobre todo para imponerse de manera muy seria el objetivo de mejorar la imagen de la ciudad, en la que se mantiene la queja generalizada de que está muy sucia. Ya sabemos que no cabe aplicar toda la responsabilidad a la empresa concesionaria, sino que también hay que contar con un incivismo bastante asentado como hay en la ciudad, pero tal vez sea el momento de tomar en consideración esta cuestión que no es en absoluto de menor importancia.

EL QUIEBRAJANO, AL 25%.-La sequía sigue haciendo estragos y debe ser una preocupación para todos. Acabo de consultar los datos disponibles y tenemos al pantano del Quiebrajano, bajo mínimos, al 25% de su capacidad y con perspectivas a la baja si se mantienen estas temperaturas y sobre todo si no llueve. De un potencial embalse de 32 hm3 se encuentra actualmente en menos de 8. El año pasado por estas mismas fechas su capacidad estaba al 40,63% mientras que la media de los diez últimos años ha estado en torno al 55%. Nos tenemos que concienciar de la situación de sequía que padecemos y que juega en contra de los intereses de Jaén, sobre todo los económicos y sociales. La siguiente medida serían las restricciones, aunque la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ha tranquilizado hace unos días en el sentido de que no será necesario, a la espera de que lleguen por fin las tan deseadas lluvias, aunque tengamos que salir en rogativas.

 

Foto: El edificio del Vivero de Empresas, la última llamarada de una Cámara de Comercio que languidece.

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