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Estamos todos juramentados en que en esta provincia la principal preocupación es el desempleo y que con este tema no se pueda jugar. Estamos pendientes de los datos del paro registrado del mes de febrero, a punto de darse a conocer, y ya recuerdo que el año pasado se superaron todas las previsiones y nos colocábamos a la cabeza del desempleo en España. Por tanto lo lógico es buscar instrumentos que vengan a paliar la difícil situación. Cuidado con los discursos que se ofrecen porque hay que conservar mínimamente la coherencia, no se puede transmitir una preocupación no ante un problema sino ante el problema más grave que tiene la provincia, y luego actuar de espaldas a él. Resulta que esta mañana en el pleno de la Diputación se ha aprobado una moción del grupo socialista en el gobierno reclamando a la Junta de Andalucía, gobernada por PP y Ciudadanos, la puesta en marcha de los planes de empleo para que sean gestionados por los ayuntamientos y sirvan para dar oportunidades laborales, aunque sea por un tiempo limitado, como ha señalado el diputado Luis Carmona, ya que estos programas, en las peores circunstancias de la crisis, han contribuido a paliar la situación del mercado laboral mediante la contratación temporal de los desempleados.

PP y Ciudadanos se han abstenido, al menos no se han opuesto, pero es ahí donde se requiere el concurso de todos los responsables públicos, en hacer una piña y no estar pendientes de si sus decisiones agradan o molestan en Sevilla. La Diputación tiene autoridad en este asunto porque ya se adelantó en poner sobre la mesa 20 millones de euros para dar ejemplo en la que tiene que ser la prioridad absoluta, y en cuanto al Gobierno de la nación hay que exigirle con toda contundencia porque aquí todas las administraciones tienen que arrimar el hombro. De hecho en el pleno se ha aprobado, esta vez por unanimidad, una moción del diputado de Ciudadanos, relativa al aumento de la partida destinada al Programa de Fomento del Empleo Agrario. Hay que sumar y estar en la política constructiva de afrontar los problemas.

Por cierto, mañana es martes y se celebra Consejo de Ministros. No sé si a estas alturas en el ejecutivo de Pedro Sánchez y de Pablo Iglesias, se habrá recibido ya el clamor del CES provincial, que le pidió hace unos días que las administraciones competentes se comprometieran íntegramente en sus aportaciones a la Inversión Territorial Integrada (ITI). La Junta, en principio, hace semanas que hizo sus deberes y puso en marcha las comisiones que reciben las propuestas de proyectos que pudieran integrarse, pero del Gobierno PSOE-UP no sabe absolutamente nada, pasa el tiempo y cunde la preocupación. Y lo peor de todo es que se percibe una sorprendente calma en los ámbitos políticos del territorio. Una de dos, o lo tienen controlado aunque sea “in extremis” o son unos irresponsables que se atreven a jugar con las cosas de comer. Estamos casi en tiempo de descuento, en la primavera que llama a la puerta hay que decidir las actuaciones y si llegamos tarde podemos perder este recurso que es una lotería. Lo que percibo me asombra, la tranquilidad con la que se ven pasar los días mientras que un plan tan ambicioso está pendiente de una decisión. Y no pasa nada.  

En la crónica política lo más destacado del día es sin duda el resultado de la votación para elegir a los seis compromisarios que han de asistir representando a Jaén en la Asamblea de Ciudadanos de los días 14 y 15 en Madrid, donde se decidirá el liderazgo de la formación naranja, tras la estampida de Albert Rivera, ya instalado en un prestigioso despacho de abogados. Según los datos que se han hecho públicos, sobre un censo de 336 afiliados han participado 243, que representan el 72,32%. Los elegidos por las bases entre más de una veintena de candidatos que han optado a estar presentes, son, por este orden: Miguel Moreno Lorente (145 votos), Pablo Quesada Ruiz (138), María Orozco Sáenz (132), Javier de Jesús Cantalejo Guio (129), Javier Barranco Ortega (122) y Ángel Montoro Martín (119). El más votado y por tanto el que más apoyos recibe es el alcalde de Porcuna, Miguel Moreno Lorente, que nuevamente sale reforzado y es uno de los principales activos de Ciudadanos en la actualidad, una excelente persona querida y reconocida, como se acaba de apreciar y desde luego un alcalde valorado por sus vecinos y de aplastante mayoría absoluta, por algo será. Se da la circunstancia de que consigue plaza la teniente de alcalde y concejal de Hacienda, María Orozco, y en cambio no obtiene pasaporte a Madrid la portavoz en el Ayuntamiento, María Cantos, que se ha quedado en 74 votos. Tampoco logra plaza la parlamentaria andaluza Mónica Moreno, por mucho que pueda extrañar, ya que su respaldo ha sido de 65 militantes. Ni que decir tiene que el resultado de esta votación hay que verlo en clave interna, como suele ocurrir en los cónclaves de los partidos, en el naranja también funcionan las familias y por tanto se puede trasladar el concepto de vencedores y vencidos.   

En el ámbito municipal, mientras se esperan noticias del recurso sobre Onda Jaén que ha presentado el alcalde, Julio Millán, que desde el primer momento tiene fijación por este asunto, como si le fuera la gestión en ello, en tanto que se plantean otros temas que son muy cuestionables, a expensas también del dictamen sobre los autobuses urbanos para ver qué toca después en la hoja de ruta, el equipo de gobierno sortea como puede las críticas a las últimas subidas impositivas aprobadas en pleno, en concreto el 48% para la celebración de las bodas civiles, que pasaría de 122 a 222 euros. Una subida que se justifica en ajustar el precio a su coste real y que ha sido especialmente rechazada por el grupo municipal del PP, cuyo portavoz, Manuel Bonilla, traslada la inquietud por “la subida de impuestos masiva”. Lo que de verdad molesta a los ciudadanos es que sean ellos, nosotros, los que tengamos que pagar los platos rotos de una gestión municipal de muchos años que ha sido irresponsable, que ha tratado de hacer política de campanario a costa de transferir las responsabilidades a los paganos de siempre, las vecinas y vecinos de Jaén. Eso es lo que lleva al hartazgo, no que puntualmente se varíe un impuesto o una tasa, incluso cuando se había comprometido por activa y por pasiva que en vez de subir iban a bajar. Debía ser problema de desconocimiento de la realidad, pero esto es lo que nos deja perplejos, porque al Ayuntamiento hay que ir con las lecciones aprendidas y no abusar del donde dije digo…

Estos días se ha difundido también que el Ayuntamiento busca pagar la subvención a la Agrupación de Cofradías para que haga frente a los gastos de la Semana Santa ya próxima, a pesar de que últimamente parece que se les ha ido liquidando cantidades atrasadas. En esto sí quiero sacar la cara por el alcalde, las cosas como son, porque el presidente de la Agrupación, Francisco Latorre, tuvo el pasado año por estas fechas, una actitud impropia de su cargo. Fue tras la presentación del cartel en Fitur de 2019 y al parecer hubo problemas para usar el stand de la Diputación, y no se le ocurrió otra cosa que arremeter contra los socialistas anunciando que las elecciones le pasarían factura “teniendo en cuenta –dijo—que los cofrades somos cristianos y la cruz es la que nos representa”. Fue una salida de tono inconcebible, porque cada cual tiene derecho a votar a quien quiera y él se extralimitó pidiendo el voto para el partido que entonces estaba en el gobierno local. Esto no lo ha tenido en cuenta el alcalde que no solo ha recibido varias veces al presidente de la Agrupación sino que ha asistido a diferentes actos cofrades, porque eso sí distingue a Millán, habla y recibe a todo el mundo, incluso a los que deberían tener un cierto grado de prudencia y modales.

También en estos días he visto con agrado que hay buen entendimiento entre la Junta y el Ayuntamiento, la delegada Raquel Morales y el concejal José Manuel Higueras, de cara a que la capital jienense forme parte del Plan Turístico de Grandes Ciudades, con dinero e ideas. De confirmarse, será un paso adelante en los proyectos que tiene la capital para subir peldaños en su condición de recurso turístico a la sombra de su flamante marca “Jaén Auténtica”. En la misma línea hay que saludar el acuerdo Diputación-Ayuntamiento para salvar el Archivo de la ciudad, que se encuentra en unas condiciones deplorables por la desidia de las diferentes corporaciones que no apostaron por algo tan elemental como la memoria escrita. No sé cómo se puede descuidar algo tan elemental en un tiempo en el que todo el mundo sabe que hay que conservar todos los signos de nuestra identidad. Parece que conforme avanzamos en tantas cosas perdemos la sensibilidad con lo más elemental, el legado de nuestra propia historia. Que el Señor los perdone. El organismo provincial y su presidente, Francisco Reyes, se ha comprometido a recuperar, catalogar y difundir todo ese enorme patrimonio documental. Como jienense y amante de la cultura me agrada poder celebrarlo.

 

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