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Una buena noticia de estos últimos días ha sido que la decepcionante Inversión Territorial Integrada, la famosa y polémica ITI, nos ha dejado en la capital un buen regalo, que por cierto se ha hecho esperar más de la cuenta desde que fue anunciado, se trata de la inversión de dos millones de euros para actuar en el entorno de la Catedral, para lo cual vino el vicepresidente Juan Marín, porque esta foto bien lo merecía.

Uno de los grandes impedimentos para ser declarada en su día fue la situación del entorno, una asignatura pendiente que se sigue sin aprobar. Hace un tiempo recuerdo haber publicado, por anuncios que no quede, que entre los 29 famosos proyectos de la Junta que estaban en línea de salida para la primera fase de la Inversión Territorial Integrada, la ITI que iba a ser milagrosa y que se quedó en agua de borrajas, se encontraba una partida de dos millones de euros para mejorar el entorno de la Catedral. No se volvió a saber nada más, ya conocemos de sobra que las cosas de palacio van despacio, muy despacio. Lo que es notorio es que en su día no se hicieron los deberes en el sentido de salvaguardar el deteriorado entorno, que no está a la altura de la magnificencia del templo, centro del Jaén monumental y del corazón del casco histórico. También recuerdo las declaraciones del concejal de Cultura, José Manuel Higueras, con referencia a la necesidad de poner en estado de revista esta zona para entonar con el monumento, y puse de manifiesto si existía la posibilidad de que el expediente para declarar patrimonio de la Unesco los Paisajes del Olivar, con el principal impulso de la Diputación, podría perjudicarle y adelantar a la más antigua ilusión. Espero y deseo como jienense que no compitamos entre nosotros y nos hagamos daño enfrentando intereses.

MESA POR LA CATEDRAL. A propósito he recordado la imagen de hace dos años por estas fechas en la Plaza de Santa María, ante el soberbio edificio de la Catedral, de una serie de representantes de instituciones que formaban parte de la constitución de la mesa de trabajo con el objetivo de relanzar, por tercera vez, el expediente para la declaración del primer templo jienense como Patrimonio de la Humanidad. Es una fotografía que hay que analizar, por las personas que aparecen en esta imagen, también por el encuadre elegido, que es el que habitualmente se utiliza y sobre todo los políticos ya le han tomado la medida, los locales, los regionales y los nacionales, todos al mismo sitio emblemático, y hay que recordar que en los últimos quince años se han hecho fotos parecidas podríamos decir sin temor a la exageración centenares de veces, desde la etapa en la que la concejala Cristina Nestares, en 2005, va ya para 17 años, inició el camino que luego ha sido tortuoso porque a la postre nos llevamos dos decepciones y los impulsores de cada momento no supieron reaccionar ante la adversidad como hicieron en su día las ciudades de Úbeda y Baeza, donde el revés, les sirvió de estímulo para salir airosos de esta ambición. 

Me gustaba esta foto, porque estaban todos los que tienen que estar (se ha caído María Cantos, ya se conoce el famoso dicho de que el que se mueve no sale en la foto, pero debe sustituirle la primera teniente de alcalde, María Orozco, la que le hace sombra a Millán) y por una vez, y a lo mejor sin que sirva de precedente, decidían implicarse en algunas de las tareas, porque solo sumando se puede llegar a un final satisfactorio. De modo que la interrogante que nos va a acompañar durante algún tiempo, creo que unos años, va a ser la de saber si esta foto y las que sigan, porque esto ahora no va a parar, van a ser simples brindis al sol o se trata de compromisos juramentados de todas y cada una de las partes. Por lo pronto han pasado dos años de la iniciativa y mi primera impresión empieza a ser pesimista, no tengo elementos para pensar que se haya avanzado hacia alguna dirección, salvo el propósito de actuar en el entorno del templo, pero también llega con retraso porque es una obra que debería estar más que finalizada. 

Por cierto, el tiempo ha demostrado que la actuación promovida en la etapa de Carmen Peñalver al frente del Ayuntamiento, en la Plaza de Santa María, si bien puede salvarse como iniciativa, porque seguramente se hizo con la mejor voluntad, el resultado visto ahora con perspectiva no llena a los jienenses y además se ha deteriorado mucho, van a llevar razón los que desde el principio lo criticaron abiertamente. Fue una obra de campanario, se tiró la casa por la ventana, pero la declaración por la Unesco requiere de más elementos, hay que apostar por la emblemática plaza en la que, eso sí, deslumbra la fachada del principal monumento de Jaén, pero no se puede ni se debe olvidar todo el entorno.

Hace dos años, una vez más, porque no era la primera vez que se intentaba, nos ilusionaron. Estamos tan faltos de alegrías, que a pesar de que la confianza en los políticos es escasa, todavía seguimos dando margen cuando observamos que mueven ficha hacia aspiraciones sentidas de Jaén, aunque finalmente nos llevemos la decepción. El anfitrión era el alcalde, Julio Millán, acompañado por su concejal de Cultura, José Manuel Higueras y de la entonces teniente de alcalde y responsable de Promoción Económica, María Cantos Alcázar, hoy concejal rasa, quienes tenían como principal misión ocuparse de la mejora del entorno de la Catedral, que en las anteriores ocasiones fue uno de los obstáculos para la negativa de la Unesco, porque este organismo suele dar mucha importancia no solo a los monumentos sino al conjunto donde están situados, y el de la seo jienense es manifiestamente mejorable. Estaba también la subdelegada del Gobierno, Catalina Madueño, porque el Gobierno central se viene ocupando de la atención a la techumbre del templo, lo han hecho con todos los ejecutivos, con mayor o menor cuantía, pero la administración estatal es la única que ha cumplido habitualmente propiciando las actuaciones en la techumbre, de hecho estamos ahora con la obra integral en las cubiertas. Aparte de esto, desde el punto de vista político, es esencial la implicación del Ministerio de Cultura en el momento en que esté rodando el expediente, porque la política está en todos lados y tendrá que apoyar el anhelo de Jaén. 

Por parte de la Junta de Andalucía asistieron a la reunión la delegada del Gobierno, Maribel Lozano y su delegado territorial, responsable entre otras áreas de la de Cultura, Jesús Estrella. El papel de la Junta de Andalucía es clave. Hasta ahora los gobiernos socialistas no movieron un dedo en favor de este objetivo de la ciudad de Jaén, en cambio se volcaron con Medina Azahara, que está muy bien y nos alegra, pero a esta ciudad les negaron apoyo y estímulo. De modo que está todo por hacer y será una oportunidad para verla actuar, a la Junta me refiero, implicándose como corresponde.

Igualmente se encontraba en esta imagen el presidente de la Diputación, Francisco Reyes, y es una novedad, que él mismo explicó desde el punto de vista de que el organismo provincial se propone apoyar porque la declaración, en su caso, como Patrimonio de la Humanidad, sería un hecho de trascendencia provincial, que afectaría a distintos ámbitos, entre ellos el hecho turístico, como ya ocurre en Úbeda y Baeza. La Universidad, pieza clave en este ilusionante proyecto, está representada por Felipe Serrano, que es el vicerrector de Proyección Cultural. La mayor parte del peso de esta iniciativa descansa precisamente en la institución universitaria, porque ha sido la que ha promovido varios congresos y la que tiene en su poder todo el material para rebatir los argumentos que sirvieron en su día a la Unesco para negar la declaración. Es la parte científica, demostrar la “excepcionalidad” del monumento jienense. Tenemos que confiar en la UJA y animarla, porque con ella Jaén se juega el ser o no ser. Finalmente otro de los miembros de la mesa constituida hace dos años no es otro que el deán presidente del Cabildo, Francisco Juan Martínez Rojas, una autoridad en el conocimiento de nuestra hermosísima Catedral, y que con este nuevo paso renovaba su ilusión porque creo que con todas las vicisitudes habidas en los últimos años, también se había dejado llevar, como tantos jienenses, por un cierto escepticismo.

Ya lo dijeron todo en su día los protagonistas y es algo más que conocido, que el horizonte entraña dificultad, que no podemos hacernos ilusiones al cien por cien, porque nos puede caer otra decepción, y que con declaración o sin ella tenemos una Catedral que es un lujo y un orgullo legítimo para Jaén, y lo sabemos muy bien. Pero hay que mantener intacta la ilusión, hay que volver a contagiar a la ciudad para que surjan iniciativas de apoyo a las propuestas que vayan surgiendo desde la mesa, tal vez la propia mesa de trabajo deba ser ampliada si alguien se ofrece a colaborar, en fin, que al menos no quede por intentarlo y que la frialdad y la indiferencia que ha habido durante años sirva ahora para aspirar con mayor entusiasmo si cabe, todo esto lo mantengo al cien por cien.

Pero insisto, tengo la impresión de que entre unas cosas y otras, los años han pasado, estamos en la recta final del mandato municipal, y sobre este clamor de la ciudad por el momento no parece haber más que voluntad, indispensable desde luego, pero por lo demás, como suele ocurrir con demasiada frecuencia, se colocan primeras piedras de ilusiones que se van quedando atrás, en este caso una fotografía que nos habíamos tomado en serio, y que hasta ahora no deja de ser una instantánea más ante una fachada en la que tantas veces se ha jugado con la buena fe de los jienenses. Por todo lo dicho mi pregunta final es: ¿sigue existiendo esa mesa?, ¿se ha reunido y ha avanzado durante estos dos años?  

Foto: Esta imagen tiene dos años y fue la constitución, en este mandato municipal de la Mesa por la Catedral, que debe seguir existiendo, aunque ya sin la presencia de María Cantos.

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