Skip to main content

Todo hace indicar, por las impresiones que en estos días han hecho los responsables de la organización y lo que se ha visto durante los días de la Feria Internacional del Aceite de Oliva e Industrias Afines, que termina oficialmente mañana, sábado, que la Expoliva 2021, a pesar de los pesares, es decir el desarrollo contra viento y marea y después de su aplazamiento debido a la pandemia, ha confirmado las buenas expectativas y pasará a la historia como una más de las celebradas hasta el momento, que han sido nada menos que veinte, y da la impresión de que de todas ellas se han sacado enseñanzas. En esta ocasión se ha vuelto a confirmar la dimensión mundial del evento, toda vez que han estado presentes casi una veintena de países productores, es cierto que menos de los que suelen acudir en un escenario normal, pero también es la garantía de que la cita que cada dos años se celebra en Jaén es el principal nexo de unión de todo el sector del aceite de oliva en el mundo.

Muchos son los aspectos que se podrían resaltar de Expoliva 2021, el primero de ellos, sin duda, es que no han pasado aún demasiados años desde que nació, y mejor aún, de que se estrenaron sus nuevas y magníficas instalaciones, y como todo el mundo ha podido observar, constituyen todo un acierto. Se ha vendido todo el suelo disponible, si bien es cierto que el montaje ha estado condicionado por las medidas que rigen la covid-19, lo cual indica que de seguir en esta misma senda es posible que en el futuro haya que ir ampliando el espacio para que la Feria gane en prestancia y sea cada vez más representativa del universo olivarero, que cada Expoliva exhibe sus principales novedades, del tipo que sea. Por otro lado ha funcionado el tema de la movilidad, pero todavía me parece que es una cuestión mejorable, si bien hay que contar con que se trata de un evento bienal y cualquier inversión debe ser medida. Lo mejor de todo, que esta cita se ha hecho ya imprescindible para el sector del aceite de todo el mundo, como lo prueba el hecho de que los expositores manifiestan edición tras otra su deseo de no perderse la oportunidad.

Por cierto y para que no quede ninguna duda, Expoliva existe porque sus verdaderos protagonistas han apostado por ella, nos estamos refiriendo al sector, que es tan diverso y variado, incluso al margen de la provincia, cientos de firmas de todo tipo que son las que le dan vida y en cuyo haber hay que colocar las bondades y la altura que ha conseguido reunir la Feria. Las administraciones y los políticos son necesarios, incluso imprescindibles para darle oficialidad, pero a veces se abusa en exceso de la presencia de políticos que aparecen por todos lados sin que haya razones que lo justifiquen, estos días pero hoy en concreto, ha habido una exhibición de la politiquería, de todo punto injustificada, cateta y hasta molesta, en detrimento de los profesionales que son los que deben administrar ya la fortaleza de la Feria, porque es de ellos, cuando ellos no se impliquen la Expoliva estará condenada al fracaso, y cuando el sector representativo puje por su Feria seguirá alcanzando todas las metas que se proponga.

Hay que dar la enhorabuena a los organizadores, porque montar la Expoliva requiere de mucho trabajo y esfuerzo continuado durante muchos meses, y que todo salga a pedir de boca demuestra bien a las claras que en Jaén hay proyectos que se saben hacer muy bien, y este es el mejor ejemplo del Jaén de la ambición, del progreso, con el que se ha sabido situar al principal producto de la provincia, el aceite de oliva, en el lugar que le corresponde en el mundo partiendo de que somos la primera potencia productora y lo hemos exhibido sin complejos, y la experiencia no ha podido salir mejor. Buen trabajo de la Institución Ferial de Jaén, de sus directivos y de su personal, y también de la Diputación,  Junta de Andalucía y la Fundación del Olivar que de ella depende, de la Caja Rural, la Universidad, en fin, de todos los que están firmemente comprometidos con esta gran empresa provincial.

El hecho de que la Expoliva 2021 haya cubierto objetivos, en sus ya XX ediciones y 38 años de historia, no debe evitar que se haga una reflexión para ver en qué se puede avanzar todavía más, porque si hay algo en lo que no debemos caer es en la complacencia. Creo que hay margen para llegar a la excelencia con el éxito del camino recorrido y las aportaciones que seguro se harán por parte de quienes tienen la responsabilidad de sacarle a la Feria el máximo provecho. Por ejemplo en una Feria del Aceite de Oliva sería deseable contar todavía con más aceite, hemos visto que han llegado visitantes con deseos de encontrar una tienda de ventas de marcas, y como esta algunas sugerencias más con la intención de mejorar lo que ya es para Jaén la joya de la corona, nada hay que se le parezca o que se le acerque a este esfuerzo que hacen el sector y la provincia y que nos da buena imagen y posicionan cada vez al aceite de oliva virgen extra como el producto estrella que es, avalado por la calidad, que es su mayor garantía, junto con sus cualidades beneficiosas para la salud.

Desde el año 1983 en que se organizó la primera Expoliva, gracias al impulso de la Cámara de Comercio, entonces presidida por el providencial  Hermenegildo Terrados del Cerro, hasta hoy, se ha cubierto un camino lleno de expectativas. Aquella iniciativa de la entidad cameral presidida por un jienense de adopción de excepcional visión de la realidad de Jaén, se inició con modestia, pero servía para demostrar que ese era el camino. Por fortuna administraciones como la Diputación, cuando Felipe López ocupaba la presidencia, se implicaron en el proyecto de la Institución Ferial, que ha sido un revulsivo de la máxima importancia no solo para albergar la Expoliva, que fue su principal razón de ser, sino que se ha convertido en un espacio al servicio del dinamismo económico y de las iniciativas empresariales más sugestivas de Jaén, junto a otros acontecimientos que le han dado valor añadido a la provincia. Por este motivo ha sido satisfactorio que en la Expoliva que está a punto de cerrar sus puertas, al cumplirse 24 de la Feria en este marco de IFEJA, nos paremos a valorar esfuerzos e iniciativas que han ayudado al éxito. De bien nacidos es ser agradecidos, y hay que saber valorar cuando las personas, políticos, empresarios, o lo que quiera que sea, dan pasos decisivos para hacer más grande Jaén, como ha ocurrido con la Expoliva durante todos estos años y no hay que regatear elogios al reconocerlo.

Como resumen, hay que mostrar la satisfacción por el desarrollo de la Feria Internacional del Aceite de Oliva e Industrias Afines, por sus actividades, en particular el simposium y el Salón del Aceite de Oliva con los aceites del mundo representados, si bien creemos que todavía es posible conseguir más contenido y tal vez mayor publicidad a este escaparate, agradecer el apoyo institucional, empezando por el Rey Felipe VI, y destacar que las circunstancias del propio sector, en especial el precio del aceite tras una época muy adversa, han hecho que Expoliva haya estado marcada por una visión algo más optimista, dentro de las penurias que tantas veces acompañan al mar de olivos, ahora preocupado por la inminente PAC y una próxima cosecha mermada por las condiciones climatológicas, pero el optimismo es lo que mejor conviene a nuestros intereses, porque todo el empeño se ha puesto en generarlo y en demostrar que el oro líquido tiene muchas cualidades y futuro. El volumen de negocios y de contactos, el ambiente favorable que en términos generales ha reinado en el recinto ferial, los miles de visitantes que han desfilado, entre otras razones de igual peso, justifican plenamente los días intensos de actividad frenética, porque se ha visto que el sector está vivo, tiene mucha fortaleza y es el primer interesado en seguir promocionando un producto cada vez más reconocido y valorado en el mundo. Y, sobre todo, hay que felicitarse por haber podido celebrar esta edición, que casi se puede considerar una heroicidad dadas las circunstancias, encima con la presencia de la lluvia, que siempre es como una bendición del cielo.

Ha sido satisfactorio comprobar, asimismo, el ambiente de la propia capital, el lleno de los establecimientos hoteleros, la vida que le han dado los días de la Feria, por tanto la repercusión económica que se produce cada dos años y en este caso de 2021 de una manera singular porque ha sido en tiempo de descuento, aunque por fortuna con resultado favorable. Felicitar al Ayuntamiento por las iniciativas para demostrarnos a nosotros mismos y desde luego dar a conocer a los numerosos visitantes, que somos la Capital Mundial del Aceite de Oliva y sabemos actuar como anfitriones en ocasión tan señalada. En definitiva, que Expoliva ha merecido la pena, ha vuelto a poner el listón en su línea habitual, y con ello se ha transmitido un mensaje general de confianza que en estas horas de Jaén es lo mejor que nos puede pasar.

 

Dejar un comentario