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Por ANTONIO GARRIDO / Tras la constitución de las corporaciones locales de las que se extraen sus representantes, acaba de constituirse la Diputación Provincial, el llamado ayuntamiento de ayuntamientos, porque su labor es, en esencia, el apoyo a los municipios, empezando por los más pequeños, prestando servicios muy relevantes, canalizando inversiones, una labor a veces desconocida pero insustituible, en la que, además, y no es lo menos importante, no es que cumplan sus competencias, es que de manera habitual se exceden de ellas para dar respuesta a las expectativas de la provincia. Los que la critican probablemente la conocen poco o ansían liderarla y esa posibilidad se les escapa. Estuve visionando ayer el acto oficial de la constitución de la entidad supramunicipal, tampoco me llamó la atención su poder de convocatoria, porque estaba el “todo Jaén” y esto en nuestra capital es de nota, acaso se deba a que la Diputación siempre está, a las duras y a las maduras. Procuro hacer una distinción porque aunque parezca lo mismo, hay matices y muy notables al menos para quien esto escribe. Una cosa es el PSOE organización y otra la Administración Provincial como institución. Al primero, en muchos aspectos, se le puede estar reprochando de la mañana a la noche, sigue estando en deuda permanente con Jaén, que le ha dado durante todo el periodo democrático un importantísimo caudal de votos. De la segunda no me cabe la menor duda de que sigue siendo imprescindible para seguir apoyando el progreso y el desarrollo de Jaén y ni siquiera tengo que recordar todos los frentes en los que se implica porque es más fácil resumir diciendo que está en todos los sitios donde se dirimen los intereses y el futuro de la provincia de Jaén. Que merece crítica, ya lo creo, y no la hemos escondido ni lo haremos en el futuro, pero en la propia presencia institucional y de la sociedad en ese acto constitutivo se puede medir el peso que se le da y el reconocimiento a una tarea que es encomiable. Cuando finalice este mandato de cuatro años el PSOE cumplirá 48 años al frente de la Diputación, ininterrumpidamente, pero aunque tal vez por salud democrática hubiera sido conveniente la alternancia, lo que hubo y lo que hay es simple y llanamente el reflejo de lo que cada cuatro años han querido los jienenses.

Seguí con mucha atención los discursos tras la toma de posesión de Francisco Reyes, cuya carrera política parece que no va a terminar, aunque el adversario lo esté deseando y lo daba ya por amortizado. Lo cierto es que, con independencia de que los mandatos no debían ser tan prolongados, por higiene democrática, esta es mi opinión, llevaba razón Pilar Parra al recordar a Zorrilla, como ya había hecho un servidor días antes en esta misma crónica: “Los muertos que vos matáis, gozan de buena salud”. Intervención muy correcta y en su papel de jefe de la oposición, de Luis Mariano Camacho, del Partido Popular. El también alcalde de Bailén fue elegante al reconocer la victoria del PSOE y agradecer el respaldo en votos a su partido “en esta provincia bendita e históricamente olvidada”. Hizo una defensa del diálogo y el entendimiento, que cree que es lo que demanda la sociedad jienense y pidió al presidente que sea capaz de capitanear el barco y hacer frente a los graves problemas como el paro, la despoblación,, etc. Luis Mariano Camacho mostró la disposición de su grupo a arrimar el hombro y a combatir las situaciones acomodaticias y el sectarismo.

Por su parte, como portavoz socialista, intervino Pilar Parra, la ya experimentada vicepresidenta, leal colaboradora de Reyes, que empezó con halagos hacia el recién designado presidente por cuarta vez: integridad moral, sabiduría, valentía, y que lleva marcado en su ADN el municipalismo. Valoró acto seguido el papel destacado que corresponde a la oposición en una democracia, y resumió la filosofía del organismo provincial: mientras hay un esfuerzo que otros esquivan, ahí está la Diputación. Reconoció que la prioridad es dar solución a los problemas de los ayuntamientos. “Nos consideramos la Administración más comprometida con el territorio y la buena administración es nuestra fortaleza”, continuó diciendo, para hacer una llamada a que en esta etapa que se inicia, se estaba dirigiendo al Partido Popular, “presida el respeto, la ejemplaridad, y que la confrontación de ideas legítima no caiga en el insulto”. Dijo asimismo que la sociedad les necesita y que la institución también debe estar abierta a la sociedad, porque muchas veces las mejores ideas no nacen en la política. Finalmente se planteó el reto de que juntos, gobierno y oposición, cada uno desde sus respectivas responsabilidades, logren llegar más lejos en los grandes objetivos que persigue la Diputación Provincial en los cuatro próximos años.

Finalmente llegó el discurso del presidente al que había visto emocionarse en el momento de la toma de posesión. Francisco Reyes Martínez empezó sacando pecho de los resultados electorales en la provincia, con el resultado de 48 alcaldes y 510 concejales, y acto seguido hizo autocrítica: “Estoy seguro de que podíamos haber hecho muchas cosas mejor”, pero de momento se vino arriba para expresar que afronta la nueva etapa “con ilusión, fuerza, ganas y compromiso con los 97 municipios”, en lo que considera que sigue siendo un camino apasionante “y no por ello fácil”. Habló de su equipo, 8 mujeres y 7 hombres, todos ellos comprometidos con el municipalismo “y que amamos a nuestro Jaén, somos más de Jaén que un olivo”, remachó. A continuación pasó revista a la coyuntura compleja por el desapego a la política, los mensajes de odio especialmente en las redes sociales, de ahí que hiciera una llamada general a luchar contra la radicalización, “y una manera de hacerlo es dar ejemplo”, dijo, y demandó convivencia y respeto con el adversario político. Aludió seguidamente a algunos de los objetivos para el mandato, “porque estamos para trabajar, establecer una hoja de ruta, planificar el futuro sin dejar de lado lo urgente, el día a día”, y tras mostrar su fe en el porvenir de la provincia expresó su convencimiento de que “esta Diputación va a estar a la altura y sabrá reivindicar lo que Jaén necesita. Para mí el único camino es el trabajo, nos podemos equivocar, el que no hace nada, no yerra y esta Diputación es la voz de una provincia que nos ha otorgado su confianza”.

Reyes expresó algunas preocupaciones, empezando por el cambio climático y una de sus consecuencias, la sequía, que tanto afecta a la provincia y en concreto a su principal riqueza, el olivar y el aceite de oliva, señalando que la política más cercana es la que mejor puede gestionar los problemas previstos y los sobrevenidos. Se mostró receptivo para trabajar “de la mano de la oposición, porque se lo merecen nuestros hijos y nietos y las futuras generaciones, y hemos de ser 27 diputados la voz que se oiga en todos los ámbitos para defender nuestro territorio”. A continuación reivindicó seguir trabajando para conseguir más proyectos a través de los fondos Next Generation, y rechazó de plano los mensajes catastrofistas que a su juicio perjudican al territorio, y continuó: “¿Que hay necesidades? Por supuesto, pero esta provincia no es un erial”. Hizo una apuesta por el mantenimiento de la población, aunque también negó que Jaén sea una provincia despoblada, y para que esto no ocurra en su opinión hay que mantener con eficiencia servicios como la sanidad, la educación y las políticas sociales. También comentó los mejores datos de paro, y en lo que sí se mostró enérgico es en la necesidad de exigir a los gobiernos de España y de la Junta planes especiales para Jaén y específicamente para desarrollar las comunicaciones.

“Sólo queremos aquello a lo que los jienenses tenemos derecho”, abundó, para reclamar suficiencia financiera para la UJA y que se lleve a cabo el proyecto del Cetedex, “que tanta ilusión ha despertado y cuya velocidad inicial no se puede frenar”. Capítulo aparte mereció en su discurso el tren, la necesidad de contar con el AVE y terminar vías de comunicación como la A32. En la parte final de su intervención, entre otros destacados asuntos, puso énfasis al señalar que la Diputación va a estar vigilante, hizo el anuncio de que al II Plan Estratégico en marcha le va a seguir un III, porque se ha demostrado su eficacia, “aunque la mayoría de las competencias no las tiene esta Diputación”, y se comprometió a no “caer en la autocomplacencia”, porque “la mejor manera de afrontar el futuro es construyéndolo”. Sus palabras finales, tras un capítulo de agradecimientos: “Comienza un viaje apasionante”.      

Foto: El pleno de la Diputación Provincial, en foto de grupo, a las puertas del Palacio de la Plaza de San Francisco.

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