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BUENOS DÍAS. Por ANTONIO GARRIDO / “Recuerda que cuando abandones esta tierra, no podrás llevarte contigo nada de lo que has recibido, solamente lo que has dado” (San Francisco de Asís). El santo del que hoy celebramos su fiesta, nos recuerda, si se quiere, una obviedad, pero que no siempre tenemos presente. Únicamente nos vamos a llevar al otro mundo en la “maleta” el corazón que ojalá hayamos enriquecido con el paso del tiempo, y algo más del “equipaje”, el amor que hayamos sido capaces de dar. Ya lo dice San Juan de la Cruz, “en el atardecer nos examinarán del amor”. Mejor no aferrarse a las cosas que carecen de importancia, en el momento final todo nos va a sobrar. El propio San Francisco de Asís, tiene otras muchas frases que son dignas de enmarcar, como las siguientes: “Necesito pocas cosas y las pocas que necesito las necesito poco” y “Señor, haz de mí un instrumento de paz. Que donde haya odio, siembre amor; donde haya dolor, perdón; donde haya duda, fe; donde haya desesperación, esperanza; donde haya oscuridad, la luz; y donde haya tristeza, felicidad”. Precisamente en honor de este santo se conmemora hoy el Día Mundial de los Animales, por el especial cariño que les profesaba y a los que llamaba “hermanos”. Recogemos para la ocasión dos testimonios referidos a los animales: La escritora Lilian Jackson Braun nos dice: “La gente que realmente aprecia a los animales siempre pregunta sus nombres”, en tanto que el escritor y Premio Nobel de Literatura, Anatole France, nos deja esta bonita sentencia: “Hasta que uno no ha amado un animal, una parte del alma sigue sin despertar”…Un recuerdo al dramaturgo toledano de la Escuela de Calderón, Francisco de Rojas Zorrilla (4 de octubre de 1607), autor de obras tan conocidas como Entre bobos anda el juego o Del Rey abajo ninguno, entre otras muchas. Una frase de este autor: “El amor es una herida que siempre deja señal”…Un día como hoy, de 1924, nacía el actor Charlton Heston, una leyenda del cine, ganador del Óscar. Siempre le recuerdo con esta frase: “Lo que no se puede curar se debe resistir”, que es lo que justamente trato de imitar…También en esta jornada merece recuerdo un gran escritor como fue Armando Palacio Valdés, nacido el 4 de octubre de 1853, perteneciente al realismo del siglo XIX y, junto a Blasco Ibáñez, el escritor español de ese tiempo más leído en el extranjero. El autor asturiano, que fue nominado para el Premio Nobel de Literatura, destacaba como creador de tipos femeninos aparte de ser diestro en la pintura costumbrista, al tiempo que sabía también bosquejar personajes secundarios. Dos frases de su autoría: “No hay nada más triste que la tristeza de un hombre alegre” y “En la soledad está nuestra grandeza, pero en la sociedad nuestra eficacia”…Un día como hoy, de 1941, nació la escritora estadounidense Anne Rice, cuya obra más conocida es la serie literaria Crónicas vampíricas, con la temática principal del amor, la muerte, la inmortalidad, el existencialismo y las condiciones humanas. De sus libros se han vendido cerca de ¡cien millones de ejemplares!, por tanto es una de las escritoras más leídas a nivel mundial. Recojo estas sentencias suyas: “El orgullo engendra siempre destrucción: el orgullo engulle vivos la mente y el corazón y el alma” y “Vengarse es el objetivo de aquellos que se sienten de algún modo derrotados. Yo no estaba vencido, me dije. Y siempre es mucho más interesante pensar en la victoria que en la venganza”…Por supuesto, cómo olvidar que un 4 de octubre, esta vez de 1582, fallecía Teresa de Cepeda y Ahumada, más conocida como Santa Teresa de Jesús, una santa y escritora mística, con obras como Camino de perfección, Conceptos del amor de Dios o El castillo interior (o Las moradas), y que dejó un legado que sigue siendo actual al paso de los siglos, como estas hermosas expresiones: “Si en medio de las adversidades persevera el corazón con sinceridad, con gozo y con paz, esto es amor”, “Tristeza y melancolía no la quiero en casa mía”, y “La vida es una mala noche en una mala posada”. Aunque la cita que más me gusta, forma parte de un lindo poema que resumo: “Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa. Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza. Quien a Dios tiene, nada le falta. Solo Dios basta”…Una parada también en un personaje ilustre, el pintor holandés Rembrandt, fallecido el 4 de octubre de 1669, uno de los grandes de la historia del arte en Europa, a quien además debemos testimonios como estos: “Elige solo una maestra: la naturaleza” y “Practica lo que sabes y esto te ayudará a ver lo que todavía no sabes”…Otro recuerdo, esta vez dirigido a la cantante argentina Mercedes Sosa, fallecida este mismo día del año 2009, una inolvidable, que se definía a sí misma como “cantora” y no “cantante”, porque como dijo en su día Facundo Cabral: “Cantante es el que puede y cantor el que debe”. De la intérprete de canciones como Gracias a la vida, y álbumes referentes como lo fueron Canciones con fundamento o Yo no canto por cantar, quedan hermosos mensajes, como estos: “Toda censura es peligrosa porque detiene el desarrollo cultural de un pueblo” y “Lo peor que le puede pasar a uno es no creer en nada. Quien no cree en nada se vuelve extranjero en la vida”…Me queda, por último, dedicar un pequeño homenaje a un grande de la comunicación que ayer nos dejaba, el periodista Jesús Quintero, también conocido como El loco de la colina. Un personaje admirado y admirable, cuyas entrevistas eran puro deleite, por su manera de abordar a los invitados, por sus expresivos silencios y los pequeños discursos desbordantes de sabiduría. Les dejo estos mensajes que le definen como ser humano y libre de cualquier tipo de ataduras: «¿Por qué hay que adaptarse a la mediocridad, al mal gusto, a la basura, a la mentira, al paro, a la corrupción, a la guerra, al miedo, a la infelicidad permanente» o «Me llaman Loco porque aún creo en los grandes sueños, en la utopía, porque no renuncio a la felicidad, para todos». Y esta última sentencia: «Amarlo todo, besarlo todo, acariciarlo todo, probarlo todo, sentirlo todo, mirarlo todo, leerlo todo, tratar de comprenderlo todo… Vivir: he ahí la consigna. Vivir, vivir, vivir, hasta morirla». Descansa en paz.

VIVO SIN VIVIR EN MÍ
Santa Teresa de Jesús

Vivo sin vivir en mí,
y de tal manera espero,
que muero porque no muero.

Vivo ya fuera de mí
después que muero de amor;
porque vivo en el Señor,
que me quiso para sí;
cuando el corazón le di
puse en él este letrero:
que muero porque no muero.

Esta divina prisión
del amor con que yo vivo
ha hecho a Dios mi cautivo,
y libre mi corazón;
y causa en mí tal pasión
ver a Dios mi prisionero,
que muero porque no muero.

¡Ay, qué larga es esta vida!
¡Qué duros estos destierros,
esta cárcel, estos hierros
en que el alma está metida!
Sólo esperar la salida
me causa dolor tan fiero,
que muero porque no muero.

¡Ay, qué vida tan amarga
do no se goza el Señor!
Porque si es dulce el amor,
no lo es la esperanza larga.
Quíteme Dios esta carga,
más pesada que el acero,
que muero porque no muero.

Sólo con la confianza
vivo de que he de morir,
porque muriendo, el vivir
me asegura mi esperanza.
Muerte do el vivir se alcanza,
no te tardes, que te espero,
que muero porque no muero.

Mira que el amor es fuerte,
vida, no me seas molesta;
mira que sólo te resta,
para ganarte, perderte.
Venga ya la dulce muerte,
el morir venga ligero,
que muero porque no muero.

Aquella vida de arriba
es la vida verdadera;
hasta que esta vida muera,
no se goza estando viva.
Muerte, no me seas esquiva;
viva muriendo primero,
que muero porque no muero.

Vida, ¿qué puedo yo darle
a mi Dios, que vive en mí,
si no es el perderte a ti
para mejor a Él gozarle?
Quiero muriendo alcanzarle,
pues tanto a mi Amado quiero,
que muero porque no muero.

GRACIAS A LA VIDA
Original de Violeta Parra, que pudimos escuchar en la voz de Mercedes Sosa

Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me dio dos luceros que cuando los abro
Perfecto distingo lo negro del blanco
Y en el alto cielo su fondo estrellado
Y en las multitudes el hombre que yo amo

Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado el oído que en todo su ancho
Cada noche y días
Grillos y canarios, martillos, turbinas
Ladridos, chubascos
Y la voz tan tierna de mi bien amado

Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado el sonido y el abecedario
Con él las palabras que pienso y declaro
Madre, amigo, hermano y luz alumbrando
La ruta del alma del que estoy amando

Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado la marcha de mis pies cansados
Con ellos anduve ciudades y charcos
Playas y desiertos, montañas y llanos
Y la casa tuya, tu calle y tu patio

Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me dio el corazón que agita su marco
Cuando miro el fruto del cerebro humano
Cuando miro el bueno tan lejos del malo
Cuando miro el fondo de tus ojos claros

Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto
Así yo distingo dicha de quebranto
Los dos materiales que forman mi canto
Y el canto de ustedes que es el mismo canto
Y el canto de todos que es mi propio canto

Gracias a la vida

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