Skip to main content

BUENOS DÍAS. Por ANTONIO GARRIDO / “La paz es más difícil que la guerra, se necesitan dos para hacer una paz, y solamente uno para hacer una guerra”. (Paul Valery). Lleva razón el escritor francés, aunque frases parecidas se han repetido por otros personajes, y ya estamos viendo cómo está el orden mundial, pues las desgracias no vienen solas, el conflicto de Rusia con Ucrania, que aunque viene de antiguo, lleva ahora dos años muy activo y con un balance dramático, y la presión de un sujeto tan controvertido y peligroso como es el presidente ruso Vladimir Putin, al que no le tiembla el pulso, por razones de poder, que es lo que tristemente mueve al mundo, para mantener la guerra sin contemplaciones, es decir, con una operación militar contundente y un balance sangriento y pesimista, ante el desasosiego de la comunidad internacional que se ve impotente ante este panorama tan dramático. Y qué decir de la situación, cada vez más dolorosa, que se vive en la Franja de Gaza, y en otros lugares del mundo, porque estamos dominados por gobernantes ávidos de poder y sin escrúpulos. El escritor alemán Thomas Mann escribió con acierto que “la guerra es la salida cobarde a los problemas de la paz”, en tanto que el escritor estadounidense Henry Miller tiene este criterio: “Cada guerra es una destrucción del espíritu humano”. Qué razón tenía Isaac Newton al aseverar que “los hombres construimos demasiados muros y no suficientes puentes”. En fin, las guerras siempre traen consigo dolor, miseria y sufrimiento, y no solo en los escenarios donde se sitúa la mayor tensión, esa es la consecuencia de vivir en un mundo globalizado donde los problemas viajan de una punta a otra del planeta en segundos. Por eso es tan común encontrarse en las redes sociales múltiples mensajes en favor de la paz, que no valoramos hasta que la perdemos. En fin, es tanta la indignación que nos produce este sobresalto mundial de los que aspiran a regir o directamente rigen los destinos del mundo en el que vivimos, que no hay mejor frase para poner el punto y seguido que la del político Julio Anguita, que tenía autoridad moral para expresarse: “Malditas sean las guerras y los canallas que las hacen”… Ahora una sentencia de John Berger: “El pecado de nuestro tiempo es la pereza, la enorme tentación del hombre contemporáneo a no comprometerse. Probablemente porque se le ha despojado de futuro. La necesidad de comprometerse, de resistir, está allí como un proceso. Y, paradójicamente, es en ese proceso donde puede aparecer la esperanza”. Esta es una frase recogida del escritor, pintor, ensayista y poeta británico, uno de los más influyentes de su generación, que no hace mucho nos dejó. Y está en lo cierto, porque una de las muchas cualidades que le adornaron a él y a su obra, fue precisamente el compromiso. Desde esa atalaya de los privilegiados es desde donde se puede divisar a una sociedad angustiada, que ansía la esperanza pero que no hace demasiado por atraparla…Por otro lado recordamos a Víctor Hugo, el máximo representante del romanticismo francés, nacido tal día como hoy de 1802 y autor de Los miserables, novela que describe y condena la injusticia social de la Francia del siglo XIX. Suya es esta frase: “En los ojos del joven arde la llama, en los del viejo brilla la luz”…También rescatamos al poeta, novelista y ensayista francés Michel Houllebecq, nacido un 26 de febrero de 1956, cuyas novelas Las partículas elementales y Plataforma se convirtieron en hitos de la nueva narrativa francesa de finales del siglo XX y principios del XXI. Tres frases de su autoría: “Acumulamos recuerdos para sentirnos menos solos en el momento de la muerte”, “Algunos seres humanos se aferran con ferocidad a la vida, la abandonan, como decía Rousseau, de mala gana” y “La alegría es una emoción intensa y profunda, un sentimiento exultante de plenitud experimentado por toda la conciencia; se puede comparar con la embriaguez, con el arrebato, con el éxtasis”…Una expresión de Miguel Delibes: “La máquina ha venido a calentar el estómago del hombre, pero ha enfriado el corazón”. La cita corresponde al novelista, miembro de la Real Academia Española y uno de los escritores más premiados de nuestro país durante su larga trayectoria. Fue una de las primeras figuras de la literatura española posterior a la Guerra Civil, gran conocedor de la fauna y flora de su entorno, y gran apasionado de la caza y el mundo rural. Le recordamos con estas otras frases: “Para el que no tiene nada, la política es una tentación comprensible, porque es una manera de vivir con bastante facilidad” y “No existe la felicidad. A lo largo de la vida hay briznas de dicha que se deshacen como pompas de jabón”…Un recuerdo al poeta español Manuel Molina, del que recogemos estos dos preciosos textos: “Quedan cosas en el mundo que el dinero no puede comprar, por ejemplo una caricia, que acaricie de verdad” y “Mira si yo a ti te quiero, que juro no verte más, y rezo por verte luego”…Otro poeta, el leonés Leopoldo Panero, brilló por su talento, experimentando con el verso libre, el dadaísmo y el surrealismo. Un homenaje a su memoria con este fragmento: “…Movido levemente por el aire,/es como tu sonrisa que se acaba/dejando su hermosura entre los árboles”/…Para terminar rescato una frase de Rafael Alberti sobre Andalucía, sacada de sus Coplas de Juan Panadero. Esto escribía el poeta gaditano: “Pueblo que quiere entender lo que es su tierra y la quiere, sin soñarla, poseer”.

TRISTES GUERRAS

Miguel Hernández

Tristes guerras

si no es amor la empresa.

Tristes, tristes.

Tristes armas

si no son las palabras.

Tristes, tristes.

Tristes hombres

si no mueren de amores.

Tristes, tristes.

PAZ, PAZ, PAZ

Rafael Alberti

¡Paz, paz, paz! Paz luminosa

una vida de armonía

sobre una tierra dichosa.

Paz sin fin, paz verdadera,

paz que al alba se levante

y a la noche no se muera.

Dejar un comentario