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BUENOS DÍAS. Por ANTONIO GARRIDO / “Cuando el poder del amor sobrepase el amor al poder, el mundo conocerá la paz” (Jimi Hendrix). En este panorama bélico al que se enfrenta la comunidad internacional en este momento, le viene que ni pintada esta frase del que fue un gran músico, considerado el maestro indiscutible de la guitarra. Es verdad, las guerras son preferentemente el fruto de la ambición por el poder a costa de lo que sea, empezando por el económico y la influencia y las amenazas sobre el mundo. Un día más clamemos en favor de la paz, que es tanto como decir por el fin de esos personajes que parecen disfrutar teniendo en tensión permanente a la humanidad…Además traemos al recuerdo al escritor y novelista John Steinbeck, nacido tal día como hoy de 1902, autor conocido por obras como Las uvas de la iraLa perla Al este del Edén, Premio Pulitzer y Premio Nobel de Literatura, por su escritura realista e imaginativa, combinando el humor simpático y la aguda percepción social. Suyas son estas frases: “De todos los animales de la creación, el hombre es el único que bebe sin tener sed, come sin tener hambre y habla sin tener nada que decir” y “La tristeza del alma puede matarte mucho más rápido que una bacteria”…También rescatamos al poeta Henry Wadsworth (27 de febrero de 1807), que figura entre los más populares y celebrados de su época, con obras como UltramarLas voces de la noche o Evangeline. Algunas frases de este autor: “Los libros son sepulcros del pensamiento”, “El ocaso de una gran esperanza es como el ocaso del sol: con ella se extingue el esplendor de nuestra vida” y “La mayoría de la gente tendría éxito en las pequeñas cosas si no estuviera tan preocupada por grandes ambiciones”…Otro escritor que rescatamos hoy es el novelista británico Lawrence Durrell (27 de febrero de 1912), que se dio a conocer en la década de los treinta y obtuvo el primer gran éxito con la novela autobiográfica El libro negro. Por otra parte, El cuarteto de Alejandría es considerada como su obra maestra. Se resistió a que lo asociasen con el Reino Unido y prefirió ser considerado cosmopolita. Póstumamente se descubrió que en realidad nunca tuvo la ciudadanía británica. Dos testimonios que le retratan: “La música ha sido inventada para confirmar la soledad humana” y “Una idea es como un pájaro raro que no se puede ver. Lo que uno ve es el temblor de la rama que acaba de abandonar”… Un día como hoy, de 2001, fallecía el destacado poeta ovetense José García Nieto, que en su trayectoria se hizo acreedor a numerosos premios, entre ellos el Nacional de Literatura y el Cervantes. Fue miembro, junto a CelayaBlas de Otero y José Hierro, de la generación poética de la posguerra española. Autor de una amplísima obra poética, caracterizada por una gran facilidad y sencillez de expresión, reconocida por los críticos como “sosegadamente apasionada”. Juan Ramón Jiménez elogió los sonetos de García Nieto, comparables a su juicio con los mejores del siglo de oro…Hoy, además, se celebra el Día Mundial de las ONGs, para subrayar el valor de estas organizaciones de voluntariado que con su vocación solidaria contribuyen a hacer una sociedad civil más fuerte. Dijo Homero: “Llevadera es la labor cuando muchos comparten la fatiga”, y Voltaire lo expresaba de este modo: “Yo no sé de ningún gran hombre, excepto de aquellos que han prestado un gran servicio a la raza humana”…Una cita de Napoleón, para concluir: “No hay que temer a los que tienen otra opinión, sino a aquellos que tienen otra opinión pero son demasiado cobardes para manifestarse”.

BARRO DE LA PALABRA

José García Nieto

Hoy he tomado el barro de la palabra en frío;

su piel ya me conoce; poco a poco, temblada

por mi caricia, vibra, responde a la llamada

de la costumbre. Toco. Me adueño de lo mío.

Penetro en la palabra. Las orillas del río

me acogen, me conducen, y se siente creada

la mano creadora… ¿Vive la enamorada

mi amor, o me amenazan su ocaso y su extravío…?

¡Qué torpe es el amante, qué ciega su porfía!

No dice la palabra lo que ayer le decía.

O sí: dice lo mismo, miente lo mismo, inventa

lo mismo… «¡Calla, calla…!», le increpa. Y luego llora

su soledad. Y vuelve. Y, arrastrándose, implora:

«Quiero morir tocando tu barro, aunque me mienta».

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