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El secretario general de los socialistas jienenses, Francisco Reyes, ha hecho hoy unas declaraciones sobre la actualidad política, y en concreto sobre la situación financiera del Ayuntamiento de la capital, que merecen algún comentario. El PSOE ha solicitado del Gobierno, y esta es una propuesta que se debe considerar como aceptable, “una quita importante” de la deuda de los ayuntamientos por los planes de pago a proveedores y una moratoria de dos años para la amortización de capital. 

En este asunto abordado por Reyes hay una parte positiva y es ofrecer un camino de salida a un problema que agrava la asfixia del Ayuntamiento de la capital y de otros muchos de la provincia, de Andalucía y de España. Ahora bien, lo que no es de recibo es cuando carga contra la filosofía de dicho plan de pago a proveedores con la justificación de que ha beneficiado sobre todo a los bancos y a empresas multinacionales. 
Es verdad que a los antes citados también les ha favorecido, pero si se refiere a empresas como FCC, en su momento sirvió para aliviar tensiones y dejar a un lado posibles conflictos laborales. En cambio la mayor parte de las empresas beneficiadas fueron pequeñas y medianas compañías jienenses, en muchos casos con serios problemas económicos y con deudas muy importantes por parte del Consistorio, que representaban una inyección que permitía la supervivencia. 
Por supuesto que no entramos a valorar otras circunstancias, como por ejemplo el papel de FCC como empresa concesionaria de un servicio esencial en la ciudad y que no responde a las expectativas, más bien al contrario, y a pesar de todo el equipo de gobierno se mantiene en una incomprensible postura, la de mantener a esta empresa fuera del ámbito de lo que era su compromiso formal, ya que desde hace años no se ha publicado el nuevo pliego de condiciones para la contratación de este servicio, una situación completamente anómala. Pero bueno, cada cosa en sitio.
Más preocupante aún que esto me parece la declaración de Reyes Martínez, cuando en referencia a las salidas que hay que buscar a la extrema situación económica del Ayuntamiento de Jaén señala con toda contundencia que “no se puede privilegiar al último de la clase, al que lidera todos los rankings negativos en España con una deuda de más de 700 millones de euros”, sin hacer una autocrítica a la cuota parte que corresponde al PSOE en esa deuda acumulada, que es bastante notable dicho sea de paso, por tanto lo que corresponde es adoptar iniciativas, tratar de ayudar, pero no echar toda la culpa, como así lo parece, sobre la otra parte, los gobiernos que sucedieron al socialista. Menos mal que Reyes, al tiempo que hace la crítica, comparte “la necesidad de poner medidas sobre la mesa que permitan paliar la situación extrema en la que vive el Ayuntamiento de la capital”.
No voy a defender al PP en el gobierno municipal, porque es el culpable de bastantes cosas de las que han sucedido en el Ayuntamiento, entre ellas el propio aumento de la deuda que tanto criticó, y de haber dirigido sus proclamas reivindicativas hacia las demás administraciones sin hacer sus propios deberes, de hecho en este momento el PP, porque se encuentra acorralado en términos políticos en la Corporación, atado de pies y manos, ha sido cuando ha visto la necesidad, in extremis, de ensayar el consenso, tan complicado en tiempos de insensibilidad y de mezquindad política, en la que se piensa en casi todo menos en los problemas generales de los ciudadanos.
Reyes parece que está en poder de las soluciones y si es así haría muy bien en plantearlas, como ha hecho con la propuesta del plan de pago a proveedores, que es una vía posible para disminuir la tensión y la presión sobre los gobiernos municipales como el de Jaén. Y si no, se podía haber presentado a alcalde, porque ese síndrome parece que le acompaña y hasta se le nota, y estaría hoy directamente implicado en la solución de los problemas y no tanto en ver los toros desde la barrera.
Finalmente y para que no quepa la menor duda de la opinión que vengo manteniendo desde siempre, las rémoras de Jaén figuran en el debe de sus dos principales partidos políticos, que son los que han tenido responsabilidades de gobierno. Ni PSOE ni PP han hecho justicia a Jaén, lo digan como lo digan y se pongan como se pongan, y hay datos suficientes para sostener este criterio. 
Por esta razón no es muy entendible que el PSOE haga exigencias al Gobierno de la nación, hasta ahora con Rajoy a la cabeza, tan insensible como el que más, pero no se le haya ocurrido hacer lo propio con la Junta de Andalucía, con ninguno de sus presidentes, ni por supuesto ante su admirada Susana Díaz, y no será porque no hay cuestiones que reivindicar y exigir desde Jaén a la autonomía. En esto se dan la mano las dos grandes formaciones que han dominado el escenario político de Jaén, les ha temblado la mano para exigir unos a Madrid y otros a Sevilla, todo aquello que Jaén necesitaba y merecía. Por eso cuando escuchamos algunas declaraciones, da igual de donde procedan, nos siguen causando inquietud y profunda desconfianza, por decirlo de una manera suave.
Y lo peor de todo es que no esperamos que ante la nueva legislatura en España vaya a variar la situación. Los políticos que llegan al Parlamento van a cumplir con sus formaciones, es habitual que digan que se va a oír la voz de Jaén, pero ya sabemos que es un simple recurso, la voz de Jaén en verdad se ha escuchado muy poco, casi nada. Esta vez hay un hecho especial en el Congreso, la presencia del ínclito Cañamero, que no sé si defenderá el protagonismo de Jaén, pero lo que sí es seguro es que se hará notar, y si no vamos a darle tiempo.

Foto:
Francisco Reyes, hoy mismo en conferencia de prensa, para analizar la situación política nacional y local.

 

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