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JAÉN, 29 DE SEPTIEMBRE DE 2017

Para mañana, sábado, a las siete de la tarde, desde la glorieta de Blas Infante, la Plataforma por la Sanidad Pública de Jaén ha convocado una manifestación que pretende reivindicar una mejora en términos generales de la calidad asistencial en la provincia. La decisión de salir a la calle se tomó hace varios meses y durante todo este tiempo, la plataforma, que engloba a diferentes colectivos como sindicatos, organizaciones profesionales, partidos políticos, colectivos, etc., ha ido sumando adhesiones. Finalmente, y aunque se trate en muchos casos de organizaciones antagónicas, han conseguido el respaldo del Colegio Oficial de Médicos de Jaén, que está presente en la plataforma ciudadana “Jaén Merece Más”, que han anunciado su presencia en la manifestación. El Colegio de Médicos no es sospechoso de nada, pero cree que su sitio es estar en cualquier lugar donde se reivindiquen avances en la sanidad jienense. Lo mismo que “Jaén Merece Más” que acudirá con su pancarta y que ha pedido a sus organizaciones miembros que mantengan la misma actitud del pasado 17 de junio. Esta vez los convocantes es seguro que exhibirán banderas y mensajes dirigidos sobre todo a la administración que tiene las competencias en el área, la Junta de Andalucía. Creo que va a haber más de un partido político representado, supongo que se dirán que la ocasión no es para desaprovecharla, desde luego quien no estará es el PSOE, que defiende a la Junta a capa y espada, está en su derecho de hacerlo, lo peor del caso es que la defienda tanto cuando la Junta lleva razón y cuando no es así, es lo que tiene ser la fuerza política que sostiene al gobierno andaluz.

Precisamente en las últimas semanas, a medida que se iba acercando la fecha de la manifestación, la Junta, su Consejería de Salud y la delegación en Jaén, han protagonizado una potente ofensiva propagandística por tierra, mar y aire, para vender todas las bondades del sistema sanitario en Jaén y su provincia. No hubiera hecho falta ese esfuerzo, ya sabemos que en el Complejo Hospitalario de Jaén y en el conjunto de la sanidad jienense en general, se producen avances, algunos significativos, al menos desde mi punto de vista no pretendo hacer al hilo de esta manifestación convocada para mañana una enmienda a la totalidad, en el sentido de afirmar que todo funciona mal en nuestros centros. No sería justo ni cierto. Pero de la misma manera no entiendo que tanto la Junta como el PSOE tengan tantos reparos a que la sociedad jienense representada en las organizaciones convocantes y las que libremente se sumen, salgan a la calle para llamar la atención, porque, en efecto, la situación no es ni lo alarmista que algunos quieren pintarla, ni tan excelente como otros pretenden hacernos ver.

Lo mejor de la asistencia sanitaria es en gran medida el personal, que en todos los servicios suple todas las posibles carencias, y en muchos casos también, los medios con que se ha ido dotando a los centros y servicios. Pero es una obligación de los colectivos sociales, es un derecho reconocido en nuestra Constitución, poder manifestarse, en este caso para exigir que la sanidad que se ofrece en Jaén no sea de tercera. Hay datos, ofrecidos por el propio Colegio de Médicos, que nos merece confianza, y por la plataforma convocante, que indican que estamos en la provincia donde menos se invierte en sanidad y si no es cierto que lo desmientan las autoridades, pero con todos los datos en la mano. Si los profesionales se quejan y son capaces de concretar un listado de carencias, por algo será.

Por otro lado es incontestable la existencia de la tercermundista tercera cama en los hospitales, aunque ahora se nos asegura que esta situación va a quedar resuelta en breve. Podemos confiar en la palabra dada, pero es la misma promesa que hicieron hace ya muchos años y no se ha hecho realidad. Vamos a pasar por alto la afrenta de la Ciudad Sanitaria, que ya algunos ni reivindican porque lo creen un proyecto perdido, pero es una deuda pendiente de la Junta para con Jaén, por supuesto mucho más urgente que el tranvía. Incluso la Facultad de Medicina despertó ilusión cuando hace siete años se comprometió para Jaén, y también se ha quedado en un brindis al sol, en otra alegría política que resultó ser un mensaje interno para suavizar las tensiones entre propias familias socialistas. Hay otros problemas más de funcionamiento en los hospitales y en la sanidad jienense, como por ejemplo el futuro del Hospital Doctor Sagaz (El Neveral), del que se insiste ahora que se va a mantener, pero que todo hace indicar que las autoridades sanitarias en realidad no saben qué destino darle y ya han hecho experimentos que han logrado causar un enorme molestar en el personal, sobre todo porque se dialoga poco y cuando esto es posible no se tienen en cuenta las opiniones de los interlocutores. No hablemos de la situación tan singular de los trabajadores del O61, 112 y Salud Responde, que me parece indigna.

En definitiva, como defensor que soy a ultranza de la sanidad pública, como paciente que he debido utilizarla en varias ocasiones, por cierto con una valoración satisfactoria, convencido de que hay muchas cosas que funcionan bastante bien, creo que es legítimo por quien libremente lo haya decidido, sumarse a esta manifestación sin ningún tipo de complejos, porque hay que pedir que se nos dé lo que nos corresponde, que no seamos como siempre la última provincia en todo, y que los compromisos que la Junta está publicitando estos días lo que debe hacer, de una vez por todas, es ejecutarlos.

Hemos visto, además, las protestas que ha habido en otras ciudades, como la vecina Granada, y cómo se les responde porque las administraciones parece que no entienden más que el clamor de la protesta en la calle. Por cierto han comentado que va a estar mañana en Jaén el famoso Spiriman, que es todo un personaje, aunque personalmente preferiría que se expresara con toda contundencia pero a ser posible sin faltar a nadie, no es necesario. Tampoco creo que sea necesaria su presencia aquí, salvo que nos guste el seguidismo y el espectáculo, debemos acostumbrarnos a resolver los problemas por nuestra cuenta, pero aquí me parece que se juega un poco al río revuelto, es lo que ocurre cuando en la organización hay colectivos tan dispares y algunos con claras intenciones políticas, legítimas, claro, pero que pueden distorsionar la realidad, y ahí lo dejo.

Quiero decir por tanto que no dudo que en la manifestación de mañana también haya quienes acudan defendiendo intereses ajenos a la convocatoria, pero allá ellos, el grueso de los que acudan, que al parecer van a ser muchos, quiero creer que responde a la única finalidad de exigir que en efecto la sanidad pública andaluza sea de verdad “la joya de la corona” y esto mismo lo podamos reconocer en Jaén, donde si somos algo es una especie de cenicienta, la imagen de las tres camas ya es bien expresiva, si le llamáramos a eso “la joya de la corona” nos estaríamos engañando a nosotros mismos y esto es lo que nos corresponde denunciar públicamente para que le llegue a la señora Díaz, que parece que en algunas ocasiones habla de oído. Precisamente eso es lo que tienen que pedir mañana en la calle los jienenses, que tengamos motivos para sentirnos orgullosos del funcionamiento de la sanidad pública, y que hemos de exigir que tenga la suficiente calidad y recursos.

Tiene que servir para cambiar nuestra tradicional indolencia y la capacidad de aguante de siempre. Por eso me parece muy bien que haya una manifestación y que la gente se exprese libremente demandando que de las palabras se pase a los hechos, y que todo lo que nos están prometiendo estos días con la intención de amortiguar un derecho ciudadano, lo conviertan en realidad. Obras son amores, cuando las autoridades sanitarias hagan sus deberes lo diremos sin ningún género de dudas. Se trata de exigir a los poderes públicos aquello a lo que creemos tener derecho para que no haya ciudadanos de primera, de segunda y de tercera categoría, según el territorio o los malos o buenos políticos que nos toquen en suerte. Lo que reivindico, en definitiva, es la militancia ciudadana y la rebeldía cívica ordenada y con su hoja de ruta.

Creo, por otra parte, porque no es incompatible, que hay que dejar gestionar a los políticos y a los directivos responsables, porque siempre tiene que haber un orden y una medida de las cosas, pero del mismo modo hay que estar muy alertas para que se respeten todos los intereses que confluyen en el tema sanitario. El fin tiene que ser la calidad del sistema y la plena confianza de los usuarios. Por todo ello, ¿cómo no me va a parecer bien que la gente salga a la calle a manifestarse, si así lo desea? Espero y deseo que sirva para avanzar, porque unos se pongan las pilas y otros no dejen su labor de vigilancia y denuncia para que Jaén, que ahora pinta poco, pueda ser un referente. ¿O es mucho pedir?

Foto: La última concentración demandando la mejora de la sanidad pública en Jaén.

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