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Por ANTONIO GARRIDO / La primera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Jaén y concejal responsable de Hacienda, María Orozco, acaba de anunciar que ya está listo el presupuesto para este año 2022, más en concreto que se encuentra en Intervención para que sea examinado por los técnicos y hagan los reparos que en su caso estimen convenientes. El camino siguiente será su envío al Ministerio de Hacienda para que le dé el visto bueno, esto ya es confiar demasiado, pues como se sabe nuestro Ayuntamiento, por su singular situación financiera, necesita el plácet ministerial para cualquier movimiento económico, la puesta al día del severo plan de ajuste, vigente desde el año 2012, ya que en la práctica somos un Ayuntamiento con un altísimo nivel de riesgo y por lo tanto bajo la tutela estatal. Orozco ha escogido este momento político, con las elecciones autonómicas a la vista, para anunciar que ya están disponibles las cuentas municipales, pero hace la salvedad de que no las llevará a pleno hasta que no reciban la conformidad del Ministerio, para abreviar en los plazos.

Este presupuesto es continuidad del elaborado en 2017 por el anterior gobierno del PP, que como el actual equipo eludió sus deberes por dificultades para cuadrar el documento. La actual responsable de la Concejalía de Hacienda había anunciado en varias ocasiones la presentación del borrador, pero es ahora cuando afirma que el trabajo está concluido. Lo complicado viene a partir de este momento, sacar a flote el presupuesto y que pase sin dificultad todos los controles.

En el fondo subyacen los oídos sordos de la ministra María Jesús Montero para con las peticiones del Ayuntamiento de Jaén, de buscar soluciones para el gravísimo problema económico. El pasado año hubo una reunión de la responsable de la cartera con el alcalde, Julio Millán, con el resultado de buenas palabras, pero sin soluciones. Tampoco parece haber cuajado la voluntad de varios consistorios de buscar una salida común, me refiero a las poblaciones de Jerez y Parla, con situaciones similares a las de esta capital. La realidad es que en este mandato apenas se ha tratado en pleno la ruina económica, es más, para vender buena imagen, hace pocos días se ha dado a conocer el superávit de 2,5 millones en las cuentas de 2021, que no digo que no sea cierto, pero que puede dar lugar a equívocos y que la gente se piense que ya ha pasado lo peor de nuestra crisis y que estamos en jauja. Desde la oposición el PP responde recordando que menos euforia cuando el pago a proveedores está en casi 700 días. Es verdad que los políticos tienden sin remedio al triunfalismo. Todavía recuerdo en un reciente mitin del PSOE cómo el líder socialista andaluz, Juan Espadas, pronosticaba que Millán acabaría en breve con la deuda y la ciudad se convertiría en un edén de proyectos, sin duda el hombre estaba totalmente desinformado y eso que en el mismo acto se encontraba la señora ministra de Hacienda, que nos regaló un clamoroso silencio.

Insistir en la propuesta de que el Ministerio haga una quita me parece una quimera. Sé que sería una salida, pero también es un agravio para los ayuntamientos responsables y cumplidores, es decir, los que no han sido manirrotos y han administrado tan rematadamente mal los recursos públicos, con el agravante de haberse ido de rositas. Por eso me parece otro brindis al sol la propuesta que acaba de hacer el grupo municipal de Unidas Podemos, por medio de su portavoz, Javier Ureña, en pos de una solución financiera a lo que él llama, con toda razón, la gran losa del Ayuntamiento, pero que sobre todo lo es de la ciudad, varios cientos de millones, hemos perdido la cuenta, porque es verdad que se negocia la deuda, pero los intereses nos comen y sepa Dios por dónde vayamos ya, pues cada equipo va sumando su cuota parte, parece que se han acostumbrado a que lo mismo da ocho que ochenta. Por cierto que Unidas Podemos tiene una vía directa en el propio gobierno de España para hacer valer su proposición, a ver si le hacen caso, aunque me temo lo peor. Lo que sí es verdad, aunque se trate de maquillar al entender que de lo que no se habla es como si no existiera, es que esta deuda estructural del Ayuntamiento es una gravísima rémora, por lo cual todo lo que se haga de gestión tiene mérito y conviene enfatizarlo, hay que echarle imaginación y buscar fondos hasta debajo de las piedras, porque lo que son milagros mejor no esperarlos. Y hemos de ser conscientes de que tenemos deuda para rato, que unas cuantas generaciones de jienenses van a estar mirando a la fachada del Ayuntamiento para lamentar tan pésima administración, somos uno de los consistorios más endeudados de todo el país y estaremos pagando deuda, si nadie lo remedia, hasta el año 2050, que no se nos olvide, y me atrevo a pronosticar, lamento ser tan pesimista, que como en la ley de Murphy, este panorama es susceptible de empeorar, aunque me cueste hasta escribirlo.

Recuerdo que fue en julio de 2021 cuando se aprobó en pleno la refinanciación de la deuda, un total de 430 millones, que también es verdad que representaba aminorar de 28 a 15 millones la amortización anual. Ojalá que de la noche a la mañana a alguien se le ocurra alguna salida, si es que la hay, porque de lo contrario seguiremos hipotecando el futuro de esta capital por mucho tiempo. No le arriendo las ganancias ni al actual alcalde ni a quienes puedan sucederle.

Foto: Ayuntamiento de Jaén, uno de los más endeudados del país.

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