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Algo empieza a cambiar en el panorama de Jaén, no nos cansaremos de repetirlo, aunque sea lentamente esta provincia despierta del sueño profundo de décadas, qué digo, de toda su historia. A la espera de que el día 1 se presente la gran plataforma con sesenta colectivos, que es un motivo de esperanza en un futuro mejor para Jaén, es agradable constatar que el propio sector vinculado al ferrocarril, el comité de empresa de Adif, haya anunciado para el día 9 de marzo una manifestación en toda regla en Jaén, como antes la hicieron en Linares, pero ahora pretenden que los mensajes lleguen directamente a las administraciones públicas y sus responsables que tienen la obligación de escucharlas y transmitirlas.

Los datos son más elocuentes que las palabras y en realidad hablan por sí solos. De acuerdo con los que Adif ha puesto estos días sobre la mesa, desde el año 1992, es decir, en 25 años, se han perdido en nuestra provincia el 95% de los trenes. De hecho pasaban en torno a 140 circulaciones férreas entre mercancías y pasajeros y ahora no pasan de 12 o 14, observen la diferencia y en qué situación hemos quedado. Pero hay más, antes del nuevo acceso de la Alta Velocidad desde Sevilla-Madrid todo el tráfico de Andalucía pasaba por Linares-Baeza, y desde entonces el aislamiento ha sido progresivo.

De todos los cambios que se han ido operando la zona peor parada ha sido la de Andalucía Oriental, por eso las provincias hermanas se están movilizando activamente, pero en Jaén hemos sido tremendamente pasivos. Hace unos años, por una actitud crítica y reivindicativa, se consiguió mejorar los trenes de media distancia, pero otras mejoras, como la utilización de la vía AVE, en el trayecto hasta Sevilla, quedó en agua de borrajas al surgir problemas que no se pudieron resolver. El hecho es que ahora el comité de Adif está en disposición de dar la batalla, de hecho se ha dirigido a Fomento, Junta, Parlamento andaluz y Congreso de los Diputados y buscará el respaldo por consenso de todos los grupos políticos, aunque en esto es fácil preveer alguna dificultad.

La cuestión es que seguimos con la asignatura pendiente con el tren, que ha sido siempre el gran enemigo de Jaén, bueno, para mejor decir, el tren y los políticos sumisos de esta provincia. Hace unos días leí un estupendo reportaje de Enrique Alonso, en Diario Jaén, refiriendo con todo lujo de detalles, las dificultades para que nos puedan rozar los beneficios del Corredor Central. Una vez más me ha sorprendido la actitud empresarial, el presidente de la CEJ, Manuel Alfonso Torres, ha señalado que “Jaén siempre es la gran olvidada”. Y yo me pregunto, ¿qué han hecho los empresarios para poner a los políticos en su sitio y que den a Jaén el trato que se merece? No se trata de hacer declaraciones y pasar por todas sino exigir y reivindicar como corresponde a un agente social que tiene para ello toda la autoridad y legitimidad.

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