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Ya teníamos el estado de alarma decretado por el Gobierno de España con carácter general, pero tal y como se esperaba, la Junta de Andalucía, administración competente en la comunidad autónoma, oído el parecer de los expertos, ha decidido esta noche una serie de medidas con el objeto de tratar de frenar la escalada de la covid-19 que en este momento ofrece un panorama muy pesimista, de acuerdo con los registros de afectados, fallecidos, y, especialmente la presión hospitalaria. Poco antes de las nueve de la noche ha comparecido desde el Palacio de San Telmo el presidente de la Junta, Juanma Moreno, tras la reunión mantenida con el grupo de especialistas que asesoran al gobierno andaluz. Hay que felicitar la intervención del presidente, ha sido directo, sin concesiones a la galería, didáctico, prudente, creíble, y ha demandado de la sociedad andaluza que nos tomemos muy en serio la situación sanitaria por el coronavirus.

Por lo que se refiere la provincia de Jaén, tal como se esperaba, es de las tres que quedan literalmente cerradas desde la medianoche de mañana hasta el 9 de noviembre, junto con Granada y Sevilla. Afecta a todos los municipios jienenses, a los que no se podrá entrar ni salir, salvo las excepciones que sean contempladas. El toque de queda se mantiene lo mismo que en el decreto del estado de alarma nacional, de once de la noche a seis de la mañana, razón por la cual los establecimientos de hostelería habrán de echar el cierre a las diez y media de la noche. El resto de restricciones son las conocidas, por ejemplo las reuniones no podrán exceder de seis personas. El presidente ha pedido asimismo a los andaluces que si no tienen necesidad no salgan y de igual forma ha señalado que ojalá la evolución sea positiva, pero si no es así y hay que tomar decisiones, todavía más difíciles “se tomarán”. Creo que lo mejor que hacemos es asumir la responsabilidad que nos traslada el jefe del gobierno andaluz, de lo contrario lo más probable es que a partir del 9 de noviembre nos tengamos que enfrentar a un confinamiento en toda regla. No hay más que ver lo que ha ocurrido en la vecina Francia, y cuando las barbas de tu vecino…  

Después de estas medidas lo que se espera de los líderes políticos y también de otros responsables públicos, entre ellos los medios de comunicación, es que traten de dar ejemplo en lugar de provocar la indignación de los ciudadanos con actos como el celebrado por el periódico El Español, de Pedro J. Ramírez, que ha tenido la ocurrencia, totalmente inoportuna, de festejar su aniversario congregando en un céntrico local de Madrid a un numeroso grupo de notables. Mal por los convocantes y peor aún por los convocados. Es vergonzoso que España entera esté inquieta por la deriva que adquiere la pandemia y unos cuantos privilegiados se salten a la torera las normas y nos dejen a los ciudadanos de a pie llevándonos las manos a la cabeza por estos gestos de irresponsabilidad e indignidad. Allí estaban, entre otros muchos, el ministro de Sanidad, señor Illa, el señor Casado, la señora Arrimadas…

Todos y todas se matan por las fotos, da igual el medio que sea, viven de la imagen y no renuncian ni en una situación tan adversa como la que atravesamos, peor aún, ponen su imagen por los suelos. Y encima se está comentando en las redes sociales pero me gustaría ver a los medios de comunicación dejar a un lado el corporativismo, por vergüenza, y criticar con dureza, como se merece, una cita perfectamente prescindible y organizada para mayor gloria y sin pensar en el sufrimiento que tiene ahora España. Más indignación no cabe. Los políticos hacen méritos cada día para lograr la total desafección del pueblo, que percibe que una cosa es lo que dicen y otra distinta lo que hacen.    

¿Que cómo está la situación en Jaén? Mal, sin paliativos, y si seguimos con la escalada de los últimos días, aún es posible empeorar. A fecha de hoy, la tasa de contagios por cada 100.000 habitantes está por encima de los 600 y un poco más en la capital que en la media provincial, hemos tenido casi 12.000 afectados de los que poco más de 4.000 se han curado, pero tenemos a más de 7.000 personas que se encuentras aisladas y siguiendo cuarentena. Tanto en la capital como en un buen número de pueblos de la geografía provincial los datos diarios son para preocuparse y crean angustia y psicosis. Cierto que pedimos auxilio a las autoridades sanitarias, nos ofrecen un cribado masivo y solo acude la mitad de los llamados, como ha ocurrido en la capital, con un resultado final de contagiados pequeño. Uno de los motivos de preocupación de ahora mismo es la existencia de brotes en varias residencias de mayores, en las que también se están cebando los contagios. Pero nada ni nadie está a salvo, por ejemplo la Universidad da cuenta de la existencia la semana pasada de 58 nuevos casos y el rector hace una llamada a la responsabilidad de la comunidad universitaria. El propio Ayuntamiento de Jaén se ha visto obligado hoy a anular una treintena de actividades, entre ellas algunas culturales y los cursos de la Universidad Popular por la delicada situación sanitaria

Lo peor de todo es el número de fallecidos, que ha subido en las dos últimas semanas considerablemente y ya son 287, y desde luego la presión asistencial hospitalaria, 232 ingresados, de ellos 29 en la UCI, con unos hospitales totalmente colapsados, con los profesionales de nuevo haciendo verdaderas heroicidades para salvar vidas y exponer las suyas. Son los mismos que meses atrás aplaudíamos cada día a las ocho de la tarde y ahora se encuentran solos ante la adversidad. Es más, ahora hemos cambiado las muestras de apoyo, solo en algunos casos, todo hay que decirlo, por agresiones y por pagarla con los que teníamos que considerar nuestros amigos y salvadores, a causa de la crispación social que nos está dejando esta horrible pesadilla.              

Fuera de este ámbito es la economía la que manda, empezando por los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) que vuelve a situar a la provincia de Jaén, y ya estamos más que acostumbrados, a la cabeza del paro en Andalucía y en  España, un 27,4 por 100 de desempleo, 77.200 personas en esta situación y una tasa de actividad a la cola en la región. Se trata de datos referidos al tercer trimestre del año y son la imagen real por la que atraviesa Jaén. No valen aquí las anestesias políticas, esto es cíclico y llevamos así toda la vida, pero nadie se inmuta, el futuro de esta tierra no puede estar a merced de políticos que se tapan los ojos cuando son incapaces de encontrar salidas a la difícil encrucijada en que se encuentra el mercado laboral, y no es por la pandemia, ya lo era antes, solo que ahora es posible que se visibilice más porque aumentan los estragos sociales, el drama en centenares de familias que son el testimonio más elocuente de un fracaso.

Lo peor es que mientras Jaén se desangra los responsables públicos siguen discutiendo sobre el sexo de los ángeles. Me indigna por ejemplo que no sean capaces, lo he dicho hasta la saciedad, de unirse en torno a una PAC beneficiosa para Jaén en lugar de defender cada cual las posiciones de sus partidos. Ahora mientras el PP denuncia que la PAC va a suponer la muerte del olivar, el PSOE provincial trata de convencernos de que el acuerdo con la UE deja en “buenas condiciones” a la provincia para una Política Agraria Común beneficiosa. Ayer, tras el Consejo Provincial del Aceite, Francisco Reyes aseguró que el objetivo es que la provincia juegue un papel importante en el reparto de las ayudas. No dudo que pueda ser así, pero ¿a quién creer? Menos mal que esto se sabrá y cada cual quedará retratado. Pero es una pena y califica a nuestros políticos que no sean capaces de unirse ni siquiera cuando se trata de las cosas de comer. Pero es lo que hay, a los unos y a los otros son a los que hemos votado. Si hubiera listas abiertas, que por eso le temen tanto los aparatos de los partidos y no las quieren, ya les digo que estas cosas no pasarían, las prioridades serían diferentes, primero los votantes y la provincia, se partirían la cara por Jaén. Ahora es al revés, primero el partido, después lo que venga bien.

Tiene que ser la Plataforma Jaén Merece Más la que exija a los políticos que se preocupen para que el tren que han reivindicado desde Granada sus fuerzas vivas entre Motril y la capital de la Alhambra, llegue a Jaén, por dos razones, porque sería bueno para apoyar el convenio firmado por el Ayuntamiento con la Autoridad Portuaria de Motril, y porque si no se hace así, una vez más Jaén quedaría incomunicada. De hecho siempre he defendido que si tenemos autovía Bailén-Granada no es por nuestros méritos ni la de nuestros políticos, sino por la presión de la sociedad y de la política granadina.

Tiene lo suyo que la plataforma ciudadana tenga que hacerle el trabajo a los políticos que cobran por representar nuestros intereses. También Jaén Merece Más defenderá mañana en el pleno municipal la petición para que los parques empresariales de la ciudad de Jaén se beneficien de acciones especiales, tipo Zona Franca, ZAE, ZAL… Que tenga que ser la sociedad civil la que esté atenta a cualquier resquicio del que Jaén pueda beneficiarse, ya dice mucho a su favor y en contra de quienes tienen la obligación y están, sobre todo, en el juego permanente de la política de enfrentamiento por todo. Lo menos que podemos hacer es agradecer estos servicios de las plataformas de la sociedad civil porque hoy constituyen la única esperanza a costa de inquietar constantemente a los poderes. Cuesta, es lógico, toda una vida haciendo y deshaciendo a su antojo, por eso estamos donde estamos. Pero hay que acabar con esta afrenta a Jaén y esto solo puede hacerlo la sociedad civil, eso sí, siempre que le ayudemos y no les pongamos palos en las ruedas por el simple hecho de que alzan en nombre de todos la voz de Jaén.    

Dicho esto ya es fácil advertir la creciente llegada de temporeros que pretenden encontrar trabajo en la próxima recolección de la aceituna. Tanto el Ayuntamiento con su Patronato de Asuntos Sociales, como las instituciones humanitarias, llevan tiempo coordinando actuaciones, y en las próximas semanas se espera una avalancha en la misma línea de años anteriores, por lo que se han adecuado los locales, adaptados a las nuevas circunstancias. La Junta, que se ha hecho esperar, ha informado hoy de que ya está en marcha la aplicación que permitirá hacer los test a los temporeros de la aceituna.

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