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Por ANTONIO GARRIDO / Todos somos Ucracia. ¿Hasta dónde será capaz de llegar el peligroso Putin, y qué va a ser lo próximo con lo que nos sorprendan estos y otros países gobernados por personajes sin escrúpulos, el totalitarismo del siglo XXI, que constituye una seria amenaza para la paz? Basta de eufemismos, ¿qué significa el “no a la guerra” que abanderan partidos y colectivos que siempre han apoyado a esos regímenes? No a la guerra, para el sentido común, debe ser lo mismo que decir no al iluminado Putin, a su conducta criminal, a su repugnante modo de obrar. Estamos contemplando imágenes que nos llenan de vergüenza y de horror. Qué pena de mundo dirigido por estos psicópatas que no se arredran ni siquiera con el rechazo generalizado que producen cada una de sus decisiones. Punto y seguido, por desgracia esta guerra no ha terminado.

En nuestra comunidad hemos estado de fiesta. El día 28, en el acto central del Día de Andalucía en Sevilla, todo el mundo elogiaba el discurso de Juanma Moreno, por su talante y moderación, no es extraño que los sondeos le sean favorables, el presidente andaluz cada vez que habla suma. En esta ocasión la conmemoración del 28F, ha coincidido con los 42 años del referéndum en el que se decidía si los andaluces nos sumábamos al hecho autonómico. En esta provincia resultó más complicado de la cuenta, no fue un paseo militar, pero finalmente se logró. Se necesitaba al menos un respaldo de más del 50% de los votos favorables y nosotros nos quedamos en el 49,34%. Menos mal que varios partidos recurrieron y la Audiencia Territorial de Granada dictó una sentencia favorable con el resultado, ya definitivo, del 50,07%. A favor se posicionaron PSOE, PCA y PSA, y en contra estaba la UCD que muchos recordarán que se inventó una pregunta retorcida para aguarnos la fiesta, que provocó la salida del partido del profesor Clavero Arévalo, entre otras cosas. La Audiencia de Granada lo que hizo básicamente es admitir como válidos los votos emitidos en sobres con dos o tres papeletas del mismo signo, que habían sido computados como “noes” por la Junta Electoral Provincial. Por su parte, UCD había presentado un recurso en solicitud de que se excluyeran del censo electoral las personas fallecidas o incapacitadas entre el 1 de enero de 1979 y el 28 de febrero de 1980, que fue desestimado.

El comportamiento de Jaén hay que verlo ahora, con la suficiente distancia, desde el punto de vista de que nuestra tierra, hay que decirlo con toda claridad, para qué andarnos con rodeos, siempre se mostró leal a los poderes, el que fuera, lo fue a Franco, por no remontarnos a otros periodos históricos anteriores, que también, y lo fue a UCD, y como la UCD no quería la autonomía, nos costó trabajo sacarla. Recordarán la famosa pregunta que quedó para la historia a la que puso voz Lauren Postigo y que resumía en la frase de “Andaluz, este no es tu referéndum”.  A partir de ahí ya la adhesión cambió de escenario y se fue del lado del PSOE, partido histórico, que desde entonces, y ha pasado algún tiempo, es el mayor depositario del voto provincial. Pero bueno, lo importante es que superamos aquel trance complicado y esa etapa marcó un antes y un después en la provincia. Aún retengo en la memoria algunos episodios de aquellos tiempos en los que no faltaban convulsiones, pero resultaban ilusionantes, estábamos ante un nuevo escenario para la política y para la provincia.

Hoy el panorama en muchos aspectos es cambiante, no hay más que ver lo que dicen ahora las encuestas sobre la opinión de los andaluces respecto a las tendencias de voto y denota que de nuevo el poder, ahora ejercido por el espectro de la derecha, con PP y Cs, con la mirada atenta de Vox, tiende a consolidarse en el territorio, sobre todo el PP que aparece como fuerza mayoritaria, seguida de socialistas y con Vox que puede ser el tercer partido más votado, en tanto que el papel de Ciudadanos cotiza a la baja, todo ello salvo sorpresas, porque en política en una semana pueden cambiar los pronósticos. Nada nuevo bajo el sol, así fue y así es. No hay nada como el poder para revalidar, aunque también la historia nos advierte que lo mismo que hay un principio existe un fin, nada es eterno.  

Durante estos días estamos asistiendo a distintos actos conmemorativos, sobre todo para enfatizar que ya han pasado cuatro décadas colmadas de aquella conquista. Es agradable sobre todo que en los centros escolares desde una edad temprana nuestros chicos y chicas aprendan a entonar el himno y a reconocer las señas de nuestra cultura, que es tan rica, y que se entreguen banderas andaluzas a personas y colectivos que constituyen los mejores valores, ejemplos a seguir.

Con el tiempo y ha habido ocasiones para reflexionar sobre ello, la autonomía también ha sido injusta con Jaén, mejor dicho, no ha sido la autonomía sino los políticos que han gobernado las instituciones andaluzas, pese a que en ellas hubo tantos jienenses con mando en plaza. 

A propósito, un asunto de la semana, del mes y parece que ha llegado para quedarse, es el de la rebelión del campo jienense, en un momento en el que el olivar y el aceite tanto apoyo necesitan. No nos desanimemos, hay que seguir porque esta batalla es de largo recorrido. 

Por cierto, hace 42 años, cuando se votaba el referéndum para la autonomía andaluza, también el campo de Jaén estaba en pie de guerra. El olivar era fuente de preocupaciones, al inicio de la campaña se obtenía una subvención oficial de 7 pesetas por kilo pero el precio de nuestro oro líquido bajaba en los mercados. Tanto es así que en aquel momento de impotencia se extendió la idea de hacer del algodón el cultivo de futuro. Menos mal que los berrinches se pasan. Por eso en aquella época se repetía mucho que el olivar era un cultivo problema. Tiene muchas dependencias, hay que mirar al cielo, a los mercados, a los consumidores, a Madrid, a Bruselas, a Estados Unidos…Pero el olivar es nuestra vida, nuestro emblema, nuestra cultura…hoy no se entendería a Jaén sin su oro líquido y sus 66 millones de olivos. Por eso hay que defender este patrimonio con uñas y dientes.

Por otro lado supongo que conocen las últimas noticias sobre el tren, Atocha va a ser mejorada en la zona de espera para el media distancia Madrid-Jaén y lo mismo ocurrirá en Jaén con el entorno de la estación férrea. ¿Quién dice que no hay mejoras?, modo ironía. Lo que sea, menos trenes. En vez de protestar por los servicios ferroviarios, que lo hemos hecho hasta la extenuación, lo que tendríamos que hacer, si tuviéramos lo que hay que tener, es pedir que empiecen a producirse dimisiones de políticos. Visto lo visto, sobran casi todos.

Hoy el día nos ha deparado una pésima noticia, no por esperada menos dramática, y que nos despierta del leve sueño de los últimos meses. Se trata de que Jaén vuelve a encabezar la subida nacional del paro, pero en una cifra de casi 5.000 nuevos desempleados apuntados en los registros del antiguo INEM, en una inmensa mayoría correspondientes al sector agrario. Adiós optimismo, adiós euforia, qué poco dura la alegría en la casa del pobre.

Y parece que empieza el goteo de los fondos europeos, poca cosa aún, veremos en lo que quedan tan altas expectativas millonarias. Diputación festeja el anuncio de 29 millones para municipios jienenses del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, en tanto que el Grupo Popular en el Ayuntamiento de Jaén lamenta que el gobierno de Pedro Sánchez no se acuerde de que existimos y por ahora haya destinado una mínima partida de casi dos millones de euros para una vía peatonal y ciclista, así que con tanto proyecto como se quería abarcar estaremos a la expectativas. Lo advertí en el momento en que se presentaron tantas iniciativas que sumaban cientos de millones, y me parecía, conociendo el paño, es decir, el trato gubernamental tanto a la provincia como a la capital, que eso no podía ser para nosotros. Nada nuevo bajo el sol, me temo lo peor, mucho ruido y pocas nueces.

Este año el Carnaval de Jaén, ha estado a gran altura. Mucha participación, igual que en numerosos pueblos, grupos, ambiente, imaginación, tanto es así que ha proporcionado sesiones muy divertidas, y creo que se puede decir sin temor a equivocación que esta fiesta se ha rescatado gracias a la participación popular y al decidido apoyo municipal. En esta ciudad de tantas carencias es posible, porque ya lo fue en el pasado, celebrar los mejores carnavales, con las más agudas críticas políticas y sociales. Nada que objetar a que el carnaval inunde las calles con su explosión de belleza, porque produce un sereno desahogo, porque nos hace sencillamente más imaginativos, más simpáticos, más despiertos y más frívolos, más iguales, más agudos, más amigos de la sátira, más dados al desacato, porque es una guerra abierta sobre todo contra el aburrimiento. Ya lo dice una bonita canción de Celia Cruz, qué es la vida sino un carnaval.

Por último, sin solución de continuidad, llegamos al Miércoles de Ceniza, empieza la Cuaresma y en nuestra geografía jaenera este hecho tiene especial relevancia porque todo un mundo cofrade se pone en marcha para preparar la Semana Santa, que este año promete de nuevo sacar los pasos a las calles. Hoy la ceniza que se impone en los templos nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera: Memento, homo, quia pulvis est et in pulverem reverteris…Recuerda, hombre, que polvo eres y al polvo volverás. Es una cita del Génesis, pero también es una metáfora de la vida, que con frecuencia olvidamos. Como dice el poeta libanés Khalil Gibran y me aferro a esta hermosa idea: “Vivimos sólo para entrever la belleza, y todo lo demás es larga espera”.

Foto: Estación de tren, en Jaén.

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