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La de hoy es jornada de resaca después de la manifestación de ayer en Madrid de la llamada Revuelta de la España Vaciada, que en términos generales cumplió sus objetivos porque de lo que se trataba era de llevar al centro de la capital de España el clamor de varias provincias que cada una de ellas tienen sus singularidades, pero también les unen unos problemas que tienen mucho que ver con el olvido y la indiferencia de las administraciones, como nos ocurre en el caso Jaén, que en realidad es una actitud con la que nos ha distinguido siempre el poder, sin diferencia de etapas ni de gobernantes, y además lo hemos padecido, para más inri, antes de Franco, con Franco, con la transición y en plena democracia hasta el día de hoy. Tal vez haya que hacerle un reproche a la organización y es que la jornada de protesta se haya hecho coincidir en plena campaña electoral, porque los políticos han aprovechado para colarse, aun cuando, por lo menos en el caso de Jaén, que es el que mejor conocemos, el llamamiento de las plataformas iba dirigido hacia todas las administraciones y todos los partidos políticos, y digo bien todos, en unos casos por activa y en otros por pasiva. Si hay algo de la manifestación del domingo que me haya hecho alucinar en colores, es ver a una buena nómina de políticos subidos al carro como si no fuera con ellos ni con sus partidos. Y me pregunto, ¿qué hacían allí? Sé que en algunos casos les ha llevado la mejor voluntad, pero esta era una oportunidad en la que los convocados tenían que ser la sociedad civil no política, y lo matizo porque los políticos también forman parte de esta sociedad.

En fin, esta es mi principal extrañeza, y, por supuesto, que leyendo declaraciones, nuevamente de los políticos, parece que había dos manifestaciones en una, la de verdad que tenía unos lemas y unas consignas bien claras, que por lo que se refiere a Jaén venían a exigir inversión e infraestructuras, en especial de comunicaciones, para que se pueda recuperar algo tan elemental como la esperanza y se abran expectativas para que el futuro de Jaén no sea incompatible con el porvenir de nuestros hijos y nietos que, si lo desean, puedan tener la oportunidad de quedarse en su tierra, en tanto que los políticos, que desentonaban clamorosamente en el cuadro, insisto, a pesar de que en determinados casos la intención fuera buena, que centraban el discurso, evidentemente maniqueo, en la problemática de la España rural y otros argumentos un tanto confusos con tal de llevar el agua a su molino. Se ha puesto también claro que todas las plataformas y colectivos, tanto de Jaén como de otros lugares, tienen sus grupos más o menos afines, como le ocurre a Linares con su plataforma a la que se ha sumado el alcalde rebelde, Juan Fernández, en tanto que con “Jaén Merece Más” se han adherido un buen número de miembros del partido Ciudadanos, que en algunos casos ya fueron antes componentes de la plataforma JMerece+. No critico, refiero, porque lo ha visto todo el mundo. En Jaén, por las plataformas que han liderado la movilización, lo teníamos claro casi todos, con las excepciones reseñadas, se trataba de elevar la voz ante el poder para decir ¡basta!, asumir la recomendación del poeta de “Jaén, levántate brava” y abandonar la resignación y el conformismo, aunque solo sea para que las nuevas generaciones nos traten a nosotros y a nuestro atávico talante con una cierta misericordia e indulgencia.

El tema importante para la jornada de mañana, día 2, son las elecciones para Rector de nuestra Universidad y el Claustro Universitario. Espero y deseo que haya una gran participación y que el candidato, Juan Gómez Ortega, obtenga el respaldo suficiente como para sentirse arropado y avalado por la comunidad universitaria. Elegir al timonel de la institución nunca debe convertirse en un trámite, a pesar de que nadie haya querido dar el paso para ser alternativa. Por lo que se refiere al posible complot que hace unas fechas denunciaba en un artículo en el Diario Jaén el profesor Francisco Feito, de quienes alientan el voto en blanco, ya expresé con claridad mi opinión al respecto. Votar en blanco es legítimo para quienes, a pesar de no haber optado al Rectorado en estas elecciones, porque no quisieran o no reunieran los requisitos que se exigen para ello, es una opción, por supuesto, lo que no lo es tanto es hacer campaña activa, porque no es entendible en este ámbito concreto y porque creo que hace daño a la UJA el que esto pudiera producirse. Ya dije hace varias fechas que se ha perdido una magnífica oportunidad para debatir sobre futuro, porque hay temas que se prestarían a ello y personas que en la institución plantean otro modelo distinto, aunque sea parcialmente, al de Juan Gómez, pero no se puede olvidar que se trata de un proceso democrático y que tiene sus reglas. Los que queremos a nuestra Universidad y hemos apostado siempre por ella, esperamos que el de mañana sea un día constructivo y la UJA salga fortalecida, tanto por la participación como con la ilusión que durante la campaña ha transmitido Juan Gómez, que en las coincidencias y en las discrepancias, en el caso de que las haya, ha hecho un buen papel en estos cuatro años y, como sus antecesores, tiene todo el derecho y legitimidad, a completar su gestión durante otros cuatro años.

A todo esto, felicito la decisión de la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía de poner en marcha un programa especial para ir reduciendo las listas de espera en toda la comunidad, por supuesto también en Jaén, lo que supone que los quirófanos van a funcionar en horarios en que hasta ahora no lo hacían para aminorar el problema y, por supuesto, que esto es lo realmente importante, resolver la angustia de cientos de jienenses. El caso es que de los más de 9.000 pacientes de la provincia en lista de espera, casi 6.500 se van a ver afectados por este plan de choque y el resto se va a asumir con la actividad habitual del sistema sanitario. Sin duda una buena medida que no fue capaz de afrontar la anterior presidenta Susana Díaz, a la que se le llenaba la boca llamando al sistema sanitario andaluz “la joya de la corona”, pese a unas listas insoportables y unos problemas específicos, como en el caso de Jaén, con las tres camas en numerosas habitaciones del Complejo Hospitalario, que retratan una situación tercermundista. A ver si este nuevo gobierno es capaz de solucionar esta imagen tan deplorable que estamos dando en pleno siglo XXI, y a pesar de que tantas veces desde hace décadas, se nos han ido haciendo promesas que jamás llegaron a cumplirse, como la que nos lanzó el ínclito Chaves al anunciar un hospital con camas individuales, que no se nos ha olvidado.

La delegada del Gobierno de la propia Junta, Maribel Lozano, que por cierto causa buena impresión, no la conozco de nada aunque me impongo la obligación de seguirle los pasos, me parece una mujer prudente, al menos por el momento, y cordial con el resto de las administraciones, creo que conoce bien el papel que tiene que asumir. Hoy se ha referido al asunto del tranvía, y sobre él parece que ya sobran las declaraciones y es hora de mover ficha porque no hay que empezar de nuevo sino retomar en el punto en el que se dejó cuando Ayuntamiento y Junta tiraron por la calle de en medio luego de haber vivido durante unas cuantas semanas una especie de luna de miel muy bien representada, que ya nos parecía extraña habida cuenta del historial de los últimos años. Ya digo, no hay que marear la perdiz y lo que hay que hacer es presentar documentos que sigan dando viabilidad al sistema tranviario, lo que no sé es si se hará antes o después de las elecciones del 26 de mayo.

En la precampaña surge de nuevo la polémica con respecto a la Noche de San Antón y se aprovecha para hacer un poquito de demagogia. Me parece excelente que Javier Márquez apueste por el sábado para hacer compatibles carrera y lumbres, ahora bien, el equipo de gobierno ha incumplido su compromiso de hacer una consulta y ha impuesto su criterio, que es el de muchos jienenses, sin duda, pero no el de todos. De paso el PP ha arremetido contra María Cantos, coordinadora local de Ciudadanos y ex dirigente vecinal, que suponemos que algún día será designada candidata a la Alcaldía por el partido naranja, a la que acusan de ir en contra de la economía de la ciudad. Es una exageración y un argumento endeble porque lo único que pide Cantos y también la federación OCO de la que fue responsable y que hoy preside Pepi Alcántara, es que en efecto el sábado haya carrera y lumbres si esa es la decisión, pero que se deje libertad a las asociaciones y colectivos que lo deseen para respetar la fecha tradicional de la noche del 16 de enero, víspera de San Antón. Muchos estamos convencidos absolutamente de que es bueno potenciar la noche del sábado y hacerla una gran fiesta jaenera, pero no entiendo la cerrazón de impedir expresamente que en un ámbito de libertad no se puedan encender lumbres en la noche del día 16, porque una ciudad tiene que ser abierta y plural y no se produce ningún perjuicio para nadie, en cambio se trata de dar esa opción y no imponer, entre otras cosas porque la carrera sí es responsabilidad exclusiva del Ayuntamiento, pero las lumbres son patrimonio del pueblo y parece que no se han enterado bien en la instancia municipal.

Por supuesto que todos queremos que haya muchas fechas en el calendario que favorezcan el desarrollo económico, pero fiarlo todo a esa noche tan especial del sábado es un poco presuntuoso. Creo que nos perdemos en algunos debates y tal vez conviene ampliar la perspectiva. Me parece injusto que se quiera acusar a María Cantos de ser enemiga del progreso de la ciudad, en realidad no creo que lo sea ninguno de los políticos de la primera fila de ninguno de los partidos, pero ella precisamente lleva muchos años demostrando todo lo contrario, no se merece este reproche, ni siquiera por estrategia electoralista. Sé que porque lleva tanto tiempo en el escaparate, María Cantos tiene sus detractores pero también mucha gente, más de lo que algunos piensan, que le sigue y le apoya. La conozco desde sus comienzos en el movimiento vecinal y jamás se ha rendido en su batalla permanente por un Jaén mejor. Por eso me parece injusto que se le ataque para defender posiciones que también pueden ser respetables siempre y cuando no se aproveche para descalificar otras formas de ver la ciudad.    

Por último, el PSOE ha hecho esta tarde, a lo grande, un homenaje a sus alcaldes de los 97 pueblos de la provincia en todo el trayecto democrático, desde 1979 hasta nuestros días. Hay que reconocer que este partido tan arraigado en toda la geografía jienense, sabe cómo hacer estas cosas, por un lado para dar importancia a la efemérides, pero, mucho más importante aún, para valorar la contribución de tantos hombres y mujeres en el servicio a sus municipios. En muchas ocasiones han trascendido problemas, escándalos y malos ejemplos de regidores de todas las opciones políticas, pero son más, muchísimos más, los alcaldes y alcaldesas, que se han dado por entero a sus localidades y en bastantes casos han dejado buenos recuerdos de su paso por las corporaciones y gozan del aprecio de sus vecinos. Han asistido muchos de los convocados, pero también ha habido ausencias, por diferentes causas, entre ellas las de personas que ya no están entre nosotros, o se encuentran enfermas, o simplemente han roto relaciones con el partido por alguna razón. Especialmente sonada ha sido la ausencia de representación de la capital, donde ha habido tres alcaldes con el sello PSOE, Emilio Arroyo, José María de la Torre y Carmen Peñalver. Es curioso pero todos los partidos políticos, y el PSOE el primero, porque es el más grande en Jaén, han dejado en el camino a muchos de quienes fueron sus activos. Sí han estado junto a Susana Díaz, veteranos dirigentes como Gaspar Zarrías o Fernando Calahorro, entre otros.

Esta política que se hace en la administración más cercana, el Ayuntamiento, es especialmente valorada porque la mayoría de quienes ostentan esta representación tienen el despacho en la calle, en contacto con la gente y es la mejor escuela para aprender la política real, de hecho una mayoría de quienes han llegado a altos cargos han pasado previamente por el escenario local y cuentan con esa significativa experiencia. Cuarenta años seguidos de democracia en los ayuntamientos bien merece pararse y rendir tributo a quienes, en este caso en nombre del socialismo, han sido impulsores, con sus compañeros y compañeras de otras opciones políticas, en el avance y el progreso de nuestros pueblos. Es verdad que hay muchas asignaturas pendientes, cualquier pueblo es un proyecto en permanente transformación, pero no se puede negar la evidencia, en cuarenta años todos han cambiado, la democracia les ha sentado a todos muy bien. Ahora hay que seguir, los retos tienen que ser imparables.    

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