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Aprovechando el ecuador de la gestión municipal acabo de echar un vistazo a los programas de los diferentes partidos que concurrieron a las elecciones locales del 26 de mayo de 2019, y la primera impresión que se me ocurre es que, en efecto, se hace campaña en verso y se gobierna en prosa, porque he visto la cantidad de propuestas de las diferentes opciones, si bien me he detenido de un modo especial en los dos grupos que gobiernan, porque son ellos los obligados a rendir cuentas. Es cierto que como toda la sociedad les sorprendió cuando empezaban a despegar esta pandemia que ha frenado muchos impulsos, de todas maneras esa lista de propósitos, que era numerosa tanto en el PSOE como en Ciudadanos, se ha desarrollado escasamente y en algunos casos se han apuntado ideas y proyectos que habrá que ver en su momento. De todos modos recuerdo muy bien que en actos de campaña, el hoy alcalde Julio Millán, dejó muy claro, conocedor de la realidad económica del Ayuntamiento, que había que estar preparados y con las ideas claras en lo que él llamó Desafío 2030, es decir, proyectos para cuando pueda existir la financiación necesaria. Eso que está tan moda ahora y de lo que el alcalde fue un adelantado. 

Millán, antes de llegar a la Alcaldía, exculpó al PSOE de la situación de la deuda municipal, así, sin más, y situó al urbanismo como el motor de una ciudad, sin embargo Jaén no tiene PGOU, después de los problemas legales con los que se encontró el llamado Plan Márquez, y en esas estamos. De la misma manera que tampoco tenemos presupuesto municipal, que esto viene de herencia de la etapa del PP, pero se justifica como normal. Yo no puedo entender que sea muy corriente funcionar sin presupuesto y sin un Plan General de Ordenación Urbana, porque se supone que son instrumentos necesarios y garantía de una buena praxis, que para eso están, no parece que se deba regir una administración a base de modificaciones tanto de planeamiento como económicas, y, en fin, no se puede justificar lo injustificable, por comprensivas que sean las razones que lo motiven.

Recuerdo algunas propuestas que hizo Julio Millán para acceder a la Alcaldía: ubicar en el antiguo Banco de España el Museo del Aceite, para que Jaén sea de facto Capital Mundial del Aceite de Oliva; ya por entonces se quejaba de que no se hubiera firmado el convenio del tranvía y han llovido dos años más, y lo que te rondaré, aunque el alcalde sigue buscando apoyos, acudiendo, eso sí, a colectivos que sabe de antemano que están por la labor de la puesta en marcha del tranvía, como han sido hasta ahora el CES local, la asociación PROA y el colectivo Müy Jaén, de comerciantes del centro de la ciudad. También, en esto no ha habido engaño, tenía claro en su hoja de ruta que Jaén tenía el peor transporte urbano de Andalucía, y ya es conocido todo el proceso seguido hasta ahora y el frenazo al ímpetu municipal. Entre los compromisos figuraba el de trabajar en favor de la declaración de la Catedral como Patrimonio de la Humanidad y aunque ha habido alguna iniciativa en este sentido, destacada, todo hay que decirlo, sin embargo han pasado dos años y parece insuficiente. Sí se ha interesado el Consistorio por la puesta en valor del yacimiento de Marroquíes Bajos, pero su apuesta, que hay que valorar, se queda pequeña cuando lo que se debe conseguir cuanto antes, porque se siguen descubriendo importantes restos arqueológicos, es que la Junta de Andalucía convierta Marroquíes en un gran parque arqueológico que sea el referente de la antigüedad de Jaén, para lo cual hay que evitar que nuevas construcciones entierren restos, es decir, historia de Jaén.

Por otro lado, reivindicaba el PSOE y su hoy alcalde un Jaén con menos paro, con menos desgaste demográfico y más oportunidades para los jóvenes, y en este sentido los datos indican que no hemos mejorado, por el contrario el peor dato, el del paro, es hoy más preocupante que hace dos años (en 2019, 8.459 parados, y en la actualidad, 11.082). Otros objetivos tenían relación con la limpieza, para evitar que de nuevo Jaén fuera considerada la ciudad más sucia de España, pero mientras tanto han surgido dificultades con la concesionaria FCC y queda camino por recorrer. El alcalde prometió un plan especial de vivienda y también de rehabilitación de viviendas en el casco antiguo, la actuación en los barrios y en concreto en el de La Magdalena, prometió consenso para establecer el modelo de ciudad, puso mucho empeño en crear el Museo de la Ciudad de Jaén en el casco antiguo, para enseñar mejor nuestro patrimonio; prometió mejora de las infraestructuras deportivas; convertir a Jaén en ciudad para el ocio, marcando el objetivo de crear un Parque de Aventuras lo que en su día pudo ser parque acuático y fue un rotundo fracaso, una obra en la que se invirtieron millones y se dejó a medio hacer para vergüenza de Jaén…Por no ser más largo, solo añadiré que en la campaña de 2019 el alcalde se lamentó sobradamente de que a Jaén no lleguen trenes y se comprometió a plantear la exigencia “gobierne quien gobierne”…

En cuanto a María Cantos, su socia de gobierno, por Ciudadanos, recordamos que una referencia en sus intervenciones de campaña era la sobredimensión de la plantilla municipal. “No pensamos disminuir la plantilla, pero sí tomar medidas”, declaró y lo tengo recogido. En ese momento abogó por una distribución del personal de la mano de sindicatos y trabajadores y adelantó su propuesta de “dar dignidad a Onda Jaén”. El resto de esta historia ya es bien conocida. En aquellos momentos tenía claro que ni los servicios de limpieza, transporte público o agua, daban la respuesta adecuada. Cantos anunció que “Ciudadanos promoverá un proyecto de PGOU que dé respuesta a los problemas de la ciudad y que no saque servicios fuera del radio de Jaén”. Juzguen ustedes. Reivindicaba una gestión “responsable, sensata y transparente para evitar situaciones que se han dado en el Ayuntamiento”, así como un plan integral de reforma del casco antiguo; defendía el sistema tranviario como eje vertebrador de la ciudad; anunciaba actuaciones para revertir la situación de desempleo con apoyo expreso a los emprendedores y empresarios, con licencias ágiles, oficina para captar inversiones, etc., y haciendo posible el equilibrio entre las grandes superficies y el comercio de la ciudad.

Un aspecto sobresaliente del programa de Ciudadanos y de María Cantos al frente del grupo, era la participación ciudadana, pero que, curiosamente, viniendo de donde venían, no asumieron como competencia en el reparto de responsabilidades. La hoy portavoz de Ciudadanos había dicho: “La participación ciudadana la llevamos en el ADN”, y prometía crear mesas en las áreas municipales, retomar el anterior Reglamento de Participación Ciudadana, también la creación de microcomisarías de barrio, algunas de las cuales ya funcionan. Planteaba la necesidad de establecer una ciudad de mínimos, para ser generosos y sacar a Jaén hacia adelante, y proponía una retahíla de proyectos, como la Escuela de Idiomas, el centro social de Santa Isabel, el Conservatorio…”Con Ciudadanos en el Ayuntamiento cada proyecto tendrá fecha de inicio y de inauguración”. Con el Conservatorio sí se ha cumplido.

En el balance de estos años se advierte que queda mucho por hacer. Pienso que lo que mejor ha funcionado en este tiempo ha sido la micropolítica, una buena labor del responsable de Mantenimiento Urbano, Francisco Javier Padorno. Está claro que las necesidades de una ciudad son cuantiosas y siempre quedarán cosas por hacer, pero el esfuerzo es evidente y muy agradecido porque se ve, se percibe. Lo mismo ocurre con el área social, a cargo de Ángeles Díaz, más aún en tiempo difícil en el que se ha visto obligada a movilizar recursos para atender lo máximo posible a los jienenses más vulnerables, que son también los más reconocidos. La concejala responsable de Medio Ambiente, Sostenibilidad y Agricultura, María del Carmen Angulo, se ha propuesto, y lo está consiguiendo, embellecer los parques y jardines de la ciudad, y se le reconoce porque da una bonita imagen de la ciudad. José Manuel Higueras, desde sus responsabilidades de Cultura y Turismo, destaca por su capacidad de iniciativa de la que han surgido importantes proyectos, como ha sido la presencia en Fitur con un espléndido video promocional de la capital y, en general, su hoja de ruta en el conjunto de la programación, incluido el Festival de Otoño, los pasos antes citados en torno a la Catedral y la imagen de marca para posicionar a Jaén de cara al turismo. Son muchas actuaciones y muy diferentes unas de otras y se ven los resultados. Y, por supuesto, no puedo dejar de citar como de lo más destacado de estos dos años el trabajo del área de Promoción Económica, que lidera María Cantos, pues aunque la base logística del Ejército nos la han quitado de las manos, casi literalmente, el trabajo desarrollado ha sido muy bueno, y en esta misma responsabilidad se insertan otros proyectos que van dando sus frutos.

Por el contrario considero que lo más negativo de este tiempo ha sido el aumento del paro, que tiene que ser la máxima preocupación municipal, pero faltan iniciativas para combatirlo. Hay que añadir lo antes dicho de la falta de PGOU y de un presupuesto como Dios manda. Aunque con diferencia, lo más censurable en este ecuador de la gestión municipal ha sido la nefasta política de personal, con el lamentable caso Onda Jaén, y en este momento con la situación de los Bomberos, un mes en huelga sin que se haya producido diálogo alguno, y no digamos el limbo en el que parece encontrarse la Universidad Popular Municipal, en la que los responsables del Consistorio divulgan argumentos que nos recuerdan mucho al proceso de Onda Jaén, buscando razones en las que apoyarse para destruir empleo y encontrar por lo menos la comprensión de su militancia, cuando lo que hay que hacer siendo gobierno es gestionar para toda la ciudadanía y resolver problemas en lugar de crearlos. Muy progresista eso de ir aumentando las cifras de paro. Por cierto, en la misma política de personal, lo mismo que al principio hubo empleados municipales que no se cortaron en admitir en redes sociales que parecía que había llegado un nuevo tiempo, de mayor reconocimiento y valoración, la verdad es que duró poco, ya escribí en su momento, al principio del mandato, de una sensación de mesura en las actuaciones y en el trato del nuevo gobierno, en términos generales, empezando por su cabeza, aunque lamentablemente duró poco. Ahora, en cambio, las quejas del personal están a la orden del día, cada vez se cuenta menos con los empleados municipales y se acude a personal externo, esto es vox populi, no es nada que esté descubriendo en este momento. 

Y algo que también ha salido muy dañado en estos dos años ha sido el trato con el movimiento vecinal, no solo porque no se le han pagado las deudas que el Consistorio tiene con las asociaciones, sino porque hacia ellas no ha habido ninguna cercanía, y si no que le pregunten a una persona que me merece muchísimo crédito como es la presidenta de OCO, Pepi Alcántara, una mujer luchadora, que representa al asociacionismo vecinal con toda dignidad y que al mismo tiempo está en todos los movimientos en los que entiende puede ser útil para ayudar a su Jaén. No sé si se hace o no a propósito, eso no me consta, pero con su actuación el equipo de gobierno ha contribuido a hacer más pequeño el movimiento vecinal y ya empiezan a verse los resultados, lamentablemente. Este Ayuntamiento tiene aires de grandeza, se ha buscado sus interlocutores en tanto ha ido mermando la influencia y el protagonismo que legítimamente corresponde a otros.

Por hoy me parece que ya es suficiente. En estos dos años he tratado de ser objetivo, o todo lo objetivo que se puede ser cuando la ciudad de uno duele, quiero decir, destacar lo destacable y criticar lo que al menos entendía merecedor de ese juicio. Ha habido más sombras que luces, pero también ha habido luces, no quiero caer en el dramatismo, tampoco se trata de eso. Nada me gustaría más que poder dedicar cada día, cada semana o cada mes, un elogio encendido de la tarea municipal, porque lo merezca. Lo único que me interesa, como a muchísimos jienenses, es que esta capital progrese, dé un salto de modernidad y se quite tanto lastre. Quedan dos años para intentarlo, anímense.

 Foto: Esta imagen es bien expresiva de la preocupación de los trabajadores de la Universidad Popular Municipal, que han sacado sus protestas a la calle. (CSIF).

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