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Por ANTONIO GARRIDO / ¿A dónde vas, Jaén?, es la pregunta que se me ocurre hacer en este momento expectante para la ciudad, su presente y su futuro, cuando se cumplen cien días desde la toma de posesión del nuevo Ayuntamiento surgido de las últimas elecciones locales. Cien días es un periodo de tiempo bastante corto, sobre todo para un equipo de gobierno en el que la mayoría de sus miembros son nuevos en el Consistorio, distinto hubiera sido que gobernara la continuidad, en consecuencia se pueden valorar más que hechos tangibles, aunque también los hay, actitudes, gestos, presencia, diálogo, y cómo se percibe desde la calle, en apreciación subjetiva porque no hemos hecho ningún sondeo, los primeros pasos que están dando las personas que han asumido responsabilidades para el gobierno de la capital. Quedan casi cuatro años para desarrollar la gestión, pero igual que han transcurrido ya los cien días, lo cierto es que los tiempos en la administración son lentos, entre otras razones porque hay que cumplir con los plazos estipulados en las normas legales vigentes, pero sí, sin tratar de ser muy prolijos, tenemos alguna opinión formada y, sobre todo, un criterio sobre los aspectos en los que parece que se trabaja con mayor celeridad y los que todo hace indicar que seguirán en lista de espera por algún tiempo, es harto improbable que la batería de propuestas que presentaron los partidos firmantes del pacto de gobierno, Partido Popular y Jaén Merece Más, prosperen en un año ni en cuatro, pero cuando nos preguntamos hacia dónde se encamina esta capital, Jaén, lo que queremos decir en suma es que hace falta notar que los asuntos que son prioridad 1 vayan apareciendo en el escenario municipal, y en algunos casos, como ahora veremos, da la impresión de que no es fácil que ocurra. Una advertencia, en una ciudad dividida sociológicamente casi mitad por mitad entra dentro de la normalidad que cada cual tenga su propio veredicto, este es el mío y respeto todos los demás.

Empiezo por las fortalezas de este primer tramo de gestión. Ha habido aciertos y errores, sobre todo al principio, la polémica con el Festival de Otoño fue un mal comienzo porque a pesar de que se negara la mayor, personalmente no me quedé satisfecho con las explicaciones dadas y se debió resolver incluso antes de que se hiciera público, me refiero a la actuación del espectáculo de Ana Belén, que ya es historia corregida. En descargo de la edil responsable de Cultura, Fiestas, Patrimonio, etc., María Espejo, de Jaén Merece Más, que además tenía como referente de comparación la etapa de Higueras, que fue buena sin paliativos, hay que anotar que desde el minuto 1 se encontró con la inexcusable responsabilidad de organizar eventos muy significativos para la ciudad con muy escaso margen, y ha podido sacar la cabeza con su equipo de colaboradores y además en algunos aspectos de manera notable, era un gran reto. La Feria de San Lucas, con un bonito cartel tras el intento fallido de una obra plagiada, posiblemente no vaya a ser la mejor de la historia, que es lo que siempre venden todos los políticos de turno, no he conocido a ninguna o ninguna que no lo hiciera, y con respecto al Festival de Otoño, que se inicia esta semana, tampoco creo que sea en conjunto el de la excelencia, pero observado objetivamente desde fuera, me parece que se ha elaborado un buen programa, sin perjuicio de que para futuras ediciones se trate de buscar mayor ambición, más que nada para prestigiar a Jaén con esta oferta. El Festival de Otoño, ya lo he dicho, jamás podrá ser como en sus orígenes, cuando Urbanismo era una un río de dinero y en parte financiaba lo que empezó siendo la joya de la corona. El Festival tiene su público fiel y en términos generales hay un deseo de atender a los distintos sectores de edad y de gustos. El programa ferial es digno, más teniendo en cuenta que los que hacen la feria de verdad son los jienenses y que la tarea municipal radica en crear las condiciones y están creadas. Otro negociado que va funcionando bien es la superconcejalía en manos de Antonio Losa Valvielso, responsable de Conservación e Infraestructuras, para resumirlo mucho, que ha pasado de ser en el anterior mandato el azote permanente de Julio Millán, a convertirse en el #concejalapiedecalle, con plena dedicación y dinamismo, eso sí, ahora es él quien se expone a la crítica, esto va por barrios, pero es un político de calle, en efecto, eficiente y eficaz, como lo fue, a su estilo, modo y manera el socialista Padorno.

Mónica Moreno, en el área de Presidencia, es la mano derecha del alcalde, por cuyas meticulosas manos pasa la vida del Ayuntamiento y de la ciudad. Buena labor de la concejal María Isabel López, responsable de Barrios y Participación, me parece un descubrimiento, como se ha visto con su presencia y con ella la del Ayuntamiento, en los barrios y en las fiestas, de alguna manera se han removido en estos últimos meses los cimientos del movimiento asociativo vecinal, últimamente en estado de cierto letargo, cuando hace mucha falta, es un elemento imprescindible para protagonizar un revulsivo. Erik Domínguez, el presidente del PP, supongo que en su responsabilidad de Relaciones Institucionales es el que ha propiciado que media Junta haya pasado ya por el Consistorio, con una relación de compromisos que ya veremos en lo que quedan. Carmen Colmenero se hace notar, aunque está discretamente dedicada a la tarea interna de agilizar trámites en Urbanismo, una asignatura pendiente casi desde siempre, en tanto que Carmen Rueda, además de otras responsabilidades, se ha propuesto, junto con el gerente de la Universidad Popular Municipal, Manuel Palomares, llegar a los 5.000 alumnos en este curso, con lo que quienes pronosticaban la catástrofe parece que esta vez se han equivocado. Vicente Oya Amate, aparte de Turismo, donde el anterior equipo de gobierno hizo bien los deberes, y hay que reconocerlo, hace su presentación en sociedad con motivo del Día del Turismo, también tiene el listón alto, pero es un todoterreno y ha asumido la responsabilidad, asimismo, de un hueso duro de roer como son las empresas concesionarias y en este momento hay al menos dos cuestiones urgentes, el fin de los dos años puente de la empresa Alsa y el conflicto, que dice el PSOE que se ha frenado, con Aqualia. Al tiempo hay quienes pronostican la vuelta de Castillo al servicio del bus urbano. Castillo se ganó a pulso la salida, se acomodó y a mi modo de ver el anterior gobierno obró bien al denunciar el contrato, cuestión diferente es si se pudo hacer de otra manera para no resultar tan gravoso a las arcas municipales, que todo hay que medirlo, pues a veces es peor el remedio que la enfermedad. Pero la aspiración ahora es conseguir una empresa solvente y un servicio eficaz. Alsa se ha quedado a mitad de camino, prometió más de lo que ha cumplido.  

José María Álvarez, entre otras ocupaciones dentro del Ayuntamiento, se ocupa de la gestión deportiva, no es nuevo y por tanto en el área es más fácil percibir resultados, por ejemplo el gran acontecimiento que ha sido para Jaén el encuentro entre las Selecciones de España Sub 21 y la de Suecia, con casi 10.000 personas en el Nuevo Estadio de La Victoria y la proyección de la ciudad, que debe seguir por esos derroteros, aunque en deportes hay también mucho por hacer, no se puede caer en la autocomplacencia. Francisco Joaquín Martínez, responsable de Hacienda, ha sido liberado para ocuparse a tiempo total a encontrar fórmulas para aligerar la deuda de un Ayuntamiento que como se sabe está hipotecado hasta el año 2050, en principio, es el más endeudado de España, y a elaborar un presupuesto, para lo que ha sido mandatado por el alcalde, porque una exigencia para este año es elaborar las cuentas del Consistorio y romper la obligada inercia de ir prorrogando, así se ha hecho, los presupuestos de 2017. Tiene faena. María Segovia, al frente de Igualdad y Familias, entre otras funciones, se ha encariñado con su cometido, sus interlocutores parecen satisfechos con su labor, pero pesan sobre ella dos pesadillas, la de la fotografía subida a redes en la que en una reunión de trabajo aparecía junto al rostro de los congregados un cartel con la adscripción política de cada cual, un hecho grave de solemnidad y poco democrático, a lo que se añaden sus polémicas y radicales declaraciones sobre la violencia de género, contrarias por cierto a las que públicamente defiende su partido, el PP. Se ha colocado en el ojo del huracán, y la van a estar observando, aunque ahora lo más importante para ella es su maternidad, así que hay que desearle lo mejor en esta etapa feliz.

Por lo que respecta a Manuel Carlos Vallejo, primer teniente de alcalde y portavoz de Jaén Merece Más, está en un plano más institucional, ya que tiene liberación por el Ayuntamiento, tratan de sacarlo en las fotos lo más posible y tiene responsabilidades en materia de Universidad, Centro Especial de Empleo y Convergencia Socioeconómica, de todas maneras ya dije al principio que no entendía que el primer teniente de alcalde no tuviera dedicación plena, y por lo que respecta al otro concejal de Jaén Merece Más, Luis García Millán, aparte de ser el más joven de la Corporación, es otro descubrimiento, le sobra energía para llevar a cabo sus tareas, especialmente en los ámbitos de Imefe, Ciudad Inteligente y Juventud. Lo vengo siguiendo, también sus vídeos a redes sociales, y esta gente que llega con frescura de ideas y de actitud me gustan.

He dejado para final al alcalde, Agustín González Romo, porque es la cara visible del Ayuntamiento y el alma máter del equipo al que acabo de hacer referencia. No defrauda, unas cosas las hará bien y otras tal vez no tanto, pero lo que transmite es capacidad, entusiasmo, pasión y liderazgo. En estos cien días ha estado siempre al pie del cañón, con la misma intensidad que se le vio en la campaña electoral, si meses antes de los comicios se decía de él que no era conocido, creo que ahora ha pegado un estirón considerable y esto es consecuencia de una decisión tan importante en un alcalde como tener su despacho en la calle más que en el Ayuntamiento, un estilo Alfonso Sánchez. No hay acto institucional o social donde el regidor no se haga presente, no ha tenido vacaciones y se ha dedicado a ordenar los asuntos que en mayor medida inquietan a la ciudad. No he hablado con él, pero sigo su día a día, y el de todos los responsables públicos de mi ciudad y provincia, y quiero pensar que lo que siente es que el modelo de ciudad que tiene en la cabeza no se corresponde con la materialización de los proyectos, porque las administraciones son maquinarias lentas y hay que bregar mucho y todos los días para sacar adelante los asuntos, por muy urgentes que sean.

Como buen gestor, que lo tiene avalado, lo creo capaz, y es buena prueba de ello que se haya propuesto por un lado sacar adelante un presupuesto, que probablemente no es tarea fácil, pero no debiera ser imposible, y porque ayer mismo, antes de llegar al día 100 ha anunciado, por fin, que se inicia el diálogo con la Junta de cara a elaborar el Plan General de Ordenación Urbana, una necesidad imperiosa, aunque haya quien diga lo contrario, porque nos estamos rigiendo por un planeamiento urbanístico de hace 27 años y esta capital ha cambiado y debe seguir haciéndolo, igual que lo hace la sociedad y las necesidades de Jaén. Por lo demás la Junta en pleno ha pasado por el Consistorio y ha avalado el “Acuerdo por Jaén”, pero merecerá capítulo aparte, para saber lo que hay de compromiso y lo que es brindis al sol; se acaba de presentar un plan extraordinario de limpieza, lo cual siempre es una iniciativa popular; se ha actuado con coherencia con el Jaén Plaza, para que no se abra sin las debidas garantías, tras el incendio de julio; el alcalde se ha reunido con todos los responsables de instituciones, y está claro que en su hoja de ruta uno de los proyectos emblemáticos será el Barrio de Las Letras; parece inmediata la firma del convenio para hacer realidad el Distrito Digital “El Banco”, y por descontado el alcalde también aspira a proyectar la capitalidad real de Jaén, que es tanto como reconocer que hay margen de maniobra.

Por cierto, en estos meses el alcalde ha hecho su propia metamorfosis, fue, como todo el PP, un rebelde negacionista del Cetedex, claro que como casi todo Jaén por tantos fracasos acumulados, y ahora es un converso, sabe leer la lealtad institucional y el hecho de que posiblemente estamos ante un proyecto que provoque la transformación y el nuevo horizonte que busca la ciudad. Para decirlo todo, hay algo que empieza a parecerme extraño en la persona y el personaje de nuestro alcalde, y es su perfil político partidista, en el que tal vez aspire a ser referente, lo ignoro. Es perfectamente entendible que asuma los postulados ideológicos y estratégicos del partido en el que milita, pero escribir artículos de opinión sobre cuestiones de debate en la sociedad, el primero polémico y el segundo para arrimar el hombro a propósito de la manifestación del domingo, me parece a mí que excede el papel institucional que le corresponde de ser el alcalde todos y para todos. Puede hacerlo Juanma Moreno, porque es presidente de la Junta y a la vez del partido. Yo no quiero un alcalde indiferente, claro que no, pero me gusta que todos los sentidos los tenga puestos en el Ayuntamiento y en la ciudad y que quienes asumen otras funciones, empezando por el presidente Erik Domínguez, aunque sea también concejal, hagan lo propio para mayor gloria de la organización a la que pertenecen. De hecho el propio Domínguez ha hecho campaña y la iniciativa de recogida de firmas en el caso de que el PSOE, si fracasa como es previsible la opción de Feijóo, pacte con los partidos catalanes la gobernabilidad y reciba aquella comunidad prebendas económicas, en tanto el Ayuntamiento de Jaén no encuentra auxilio al problema de su deuda y la provincia sigue pendiente de otras atenciones, por ejemplo las infraestructuras, y el ferrocarril.   

En cuanto al grupo municipal del PSOE, que en los últimos cuatro años ejerció el gobierno municipal, junto con Ciudadanos, en la segunda mitad con una única concejala en dicho grupo, es de sobra conocido que no aceptó con buen talante el cambio propiciado por el acuerdo entre Partido Popular y Jaén Merece Más, el poder de la aritmética aquí y allá, bien es cierto, todo hay que decirlo, que posiblemente el partido provincialista se dejó llevar por las encuestas que daban como ganador indiscutible de las elecciones generales al PP de Feijóo, buscando que los astros estuvieran alineados en Sevilla y Madrid. El discurso de Julio Millán en el acto de constitución del nuevo Ayuntamiento fue un error de bulto y en ese momento creo que perdió parte de su capital político porque en términos generales no se podrá decir que fue un mal alcalde, aunque como todos los que han pasado por el edificio de la Plaza de Santa María, con sus fortalezas y sus debilidades.

Él exalcalde y su grupo están criticando duramente al nuevo gobierno local, que por cierto están en su derecho y además es lo que hacían los populares cuando estaban en su misma situación, es su responsabilidad, pero no creo que haya que recordarle que también en sus cien primeros días no todo fue del color de rosa, la hemeroteca no miente, y ahora el gobierno municipal se queja de que al hacerse cargo de sus funciones se han encontrado con lo bueno, hay algunas obras en marcha que son la herencia recibida, pero también proyectos cogidos con alfileres y en algunos casos con dificultades reales para llevarse a cabo. Ni todos son tan buenos ni todos son tan malos como ese Jaén políticamente dividido nos trata de hacer ver de manera simplista.También es verdad que sólo se equivoca el que actúa, nunca el que se instala en la inacción. Esta ciudad necesita que el equipo de gobierno sea proactivo y no deje pasar ninguna oportunidad, pero también precisa de una oposición crítica, y al tiempo constructiva, porque el PSOE ha ejercido labor de gobierno, la mayoría de sus concejales están experimentados y pueden y deben ser escuchados. De hecho como ciudadano me gustaría verlos más juntos en acontecimientos relevantes para la ciudad. Y por cierto, lo mismo que he señalado antes que soy partidario de un perfil institucional para el alcalde, lo mismo pienso con respecto a África Colomo, concejal socialista, pero, no se olvide, diputada de Cultura y Deportes, vicepresidenta de la Diputación y de Ferias Jaén. No deja de ser una política, claro que sí, pero me chirría cuando la observo cuestionando asuntos locales con tinte partidista, obvio, cuando su actual función es la de relacionarse con todo el mundo y si no es así, al menos desde mi óptica, algo no va bien. En resumidas cuentas, sería lamentable perder las energías en el enfrentamiento cuando la ciudad los necesita a todos y a todas, 27 elegidos. Por el momento no me refiero a los otros concejales de la oposición porque no han dado que hablar, no son numéricamente visibles, aunque todos han de sumar por Jaén.

Mañana toca valorar el “Acuerdo por Jaén”, firmado por Partido Popular y Jaén Merece Más, con sus 100+1 puntos, donde aparecen algunas expectativas y también muchos largos me lo fiais, nos haremos varias preguntas, entre ellas el estado de salud de la relación de los socios de gobierno y el nivel de sus expectativas.

Foto de familia tras el pleno de constitución del actual Ayuntamiento de Jaén, el pasado 17 de junio.

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