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El año empieza para el Ayuntamiento con no pocas interrogantes. El tiempo vuela y al alcalde, Javier Márquez le corre ya cierta prisa tratar de ver resultados, aunque se están haciendo de rogar, empezando por lo que parecía ser la joya de la corona, el centro comercial Jaén Plaza, que por unas razones o por otras es la historia de nunca acabar, y ni por asomo se pueden cumplir las previsiones. Está claro que al “hombre tranquilo” (no me gusta que le llamen ‘Cuqui’ salvo que tenga sentido en el guión), que me sigue pareciendo una buena persona y un enamorado de su ciudad, está claro que esta capacidad por sí sola no le abre puertas y al menos desde fuera lo veo algo perdido, me da la impresión de que ha fiado su continuidad y por tanto su futuro, a José Enrique Fernández de Moya, su querido amigo, el que le dejó el embolado porque quería hacer realidad sus sueños políticos, y la verdad es que está en ello.

Márquez necesita ilusionarse y ver algo, lo que sea, por eso, a falta de otras perspectivas, se acaba de sacar un conejo de la chistera, resucitando la estación intermodal que otros equipos anteriores habían dejado aparcada tras sucesivos anuncios demagógicos, porque palabrería no falta pero inversiones contantes y sonantes, no llegan ni por casualidad. Me parece bien que el alcalde también sueñe, pero antes debe llamar a las puertas del Ministerio de Fomento para asegurarse que no le van a dejar en la estacada. Quiero insistir en esta idea del sueño del alcalde, porque las ciudades que han dado pasos de gigante, pongo a Málaga como un ejemplo bien evidente, es porque sus alcaldes soñaron con un proyecto de ciudad y no cejaron en el empeño hasta alcanzarlo luchando contra todas las adversidades, y con un pueblo detrás, empezando por todo el pleno del Ayuntamiento. Esto es lo que cualquiera con sentido común desearía para esta ciudad. Una estación intermodal, el DUSI si llega y más cosas, porque tajo hay para dar y tomar.

El Ayuntamiento no tiene presupuesto y además parece que ni se le espera, se ha especulado con la posibilidad de que sigamos prorrogando para burlar la legalidad y seguir en la situación de asfixia. El Gobierno no ha dado señales de vida, nada concreta Fernández de Moya, secretario de Estado, pero si se trata de conceder más préstamos para “salvar” a Jaén, mejor es que no los concedan, porque “salvar” a Jaén es hundir más a los vecinos de la ciudad que ya estamos hipotecados de por vida. Dejemos al Gobierno de la nación y vayamos a la Junta. Esta administración, siempre de espaldas a los problemas de Jaén, se aferra a las cuentas del Consistorio para negarle el pan y la sal. Debería entender que si se le demanda un SOS al ente andaluz es porque el Ayuntamiento se encuentra en las últimas. Ni un gesto de generosidad, al contrario, da la sensación que por razones tal vez del juego político lo que se pretende es ver a Jaén con el agua al cuello, lamento decirlo así, pero es lo que pienso. Y el PSOE jienense, barriendo para la señora Susana, ni una palabra de crítica y por tanto de consuelo para la ciudad donde viven, al contrario se dirigen con menosprecio al gobierno municipal preguntando, menuda ironía, si Madrid les va a enviar a los “hombres de negro”. Difícil pronóstico el de esta ciudad, en concreto pronóstico muy grave y poco le ponemos, un equipo de gobierno incapaz, con un concejal de Hacienda que se repite incansablemente, un alcalde que quiere y no puede, y una oposición, sobre todo el PSOE, que pudiera ser mediador ante la Junta, más que eso, reivindicativo y exigente, no hace ese papel, por cierto el mismo que pide al PP que haga con el Gobierno de Madrid. Ni uno ni otro.

En estas condiciones sacar adelante los temas es muy complejo, y mira que en los últimos meses se han hecho llamados a la unidad, se han inventado comisiones, la hemeroteca está llena de buenos propósitos…pero la ciudad sigue igual, o peor, se nota una falta de liderazgo y una enorme atonía en el sentido de que no se avanza y lo que sale adelante es porque la propia inercia lo permite. Pero se están pagando muchos sueldos en el Ayuntamiento y no se les ve producir, no hay resultados. En una empresa privada la mayoría de los concejales estarían en la calle.

Ahora está en el ambiente un asunto de calado en el ámbito deportivo como es la necesidad que tiene Jaén de contar con un pabellón polideportivo digno como lo tienen el resto de capitales andaluzas y grandes ciudades. La pregunta es ¿qué ha impedido que se haga en Jaén? e inmediatamente hay que censurar a las sucesivas corporaciones que no lo han considerado una prioridad. Ya no cabe lamentarse, aunque debemos tomar nota. Ahora la actitud de la Junta, repito siempre cicatera cuando se trata de Jaén, pese a conocer de sobra la situación de las arcas municipales, quiere tratar a esta capital por el mismo rasero que lo ha hecho con otros municipios. Me parece bien, pero también debería tener en cuenta la deuda histórica que mantiene con esta capital, la cantidad de proyectos comprometidos que no ha hecho, desde la Ciudad de la Justicia, por ejemplo, a las responsabilidades en obras que asumía por las obras del tranvía, y que no se han visto por ningún lado. Alguna fórmula habrá para compensar todos los desaires a Jaén. Por cierto que me agrada que el grupo socialista sea tan solícito y demande la ayuda para esta obra de infraestructura deportiva al Consejo Superior de Deportes (CSD). Así debe ser y ya lo hemos dicho varias veces, que tiene que ser una inversión de todas las administraciones competentes, incluso la Diputación Provincial, pero me gustaría ver al PSOE local encabezando una moción de solicitud ante la Junta de Andalucía de una manera clara y rotunda, más que nada para que sepamos de qué lado están, si de la política con minúsculas o de la ciudad con mayúsculas.

Por otro lado hoy ha tenido lugar una reunión de coordinación del gobierno municipal del PP, primera desde la salida de Francisca Molina a la Subdelegación del Gobierno. Cuando se marchó esta edil, se filtraron los posibles cambios en el organigrama del equipo de gobierno, aunque según he leído la noticia salió del entorno de Fernández de Moya, sin que el alcalde, que estaba ausente, se pronunciara al respecto y se encontró con el delicado marrón. Ahora se verá si hay confirmaciones o desmentidos y, finalmente, quién manda en el Ayuntamiento, si es Márquez o es su jefe, tan propenso a tenerlo siempre todo atado y bien atado. Incluso es posible que conozcamos el posible historión que se ha podido montar en torno a las nuevas áreas. Hay quien dice que plante incluido y la amenaza de darle vidilla al grupo mixto. Así de animados estamos.

Por cierto el alcalde no sé si a estas alturas ha hecho algún avance en asegurarse la gobernabilidad ya que su grupo es la mayoría minoritaria y se ha visto en tesituras complicadas en los últimos meses. Gracias al grupo de los no inscritos ha podido salvar in extremis algunos asuntos polémicos. Ahora es que oficialmente ya no hay grupo de no inscritos, sino tres ediles que tienen esa condición, pero que han roto ramales, Santiago y Martínez van por un lado, al menos a día de hoy, creo, y Salud Anguita, va por otro, metida en la aventura de un nuevo partido, “Libres”, al que se acaba de incorporar. El trío terminó como el rosario de la aurora, este tipo de experimentos, por la experiencia que uno tiene, suelen terminar mal. En fin, está por ver la aportación a la gobernabilidad de algunos de estos ex Ciudadanos. No cabe duda de que la política municipal, desde este punto de vista, tiene su punto de interés y expectación, y ser la llave en un Ayuntamiento, aunque sea en un Ayuntamiento tan en apuros como el de Jaén, imprime cierto carácter.

Foto: Francisco Javier Márquez, alcalde de Jaén.

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