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Armas de mujer

Siempre supe que el futuro depararía sorpresas agradables en relación con Yolanda María de la Fuente Robles (Linares, 1970), catedrática de Trabajo Social y Servicios Sociales de la Universidad de Jaén, la primera con esta categoría en nuestra comunidad autónoma, y desde hace unas semanas vicerrectora de la sede Antonio Machado de Baeza de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), donde ya era y sigue haciéndolo compatible, vicerrectora de Igualdad, Cultura y Cooperación al Desarrollo. En las responsabilidades que ha tenido hasta ahora, entre ellas la de decana de la Facultad de Trabajo Social, se ha ganado por su valía, el aprecio de compañeros, colaboradores y alumnos, por lo fácil que es relacionarse con esta docente tan vinculada con las necesidades sociales como en cierto modo es lógico por las materias en las que se ha especializado y en las que es una experta de categoría, como refleja su amplio currículum donde aparecen varios libros que son de obligada referencia.

Uno de esos libros es el de “Mujeres de Jaén”, que constituye un sentido homenaje a todas las mujeres de la provincia que gracias a su trabajo e implicación han contribuido a transformarla. Esta docente que es Máster en Dependencia e Igualdad en la Autonomía Personal ha abordado temáticas como la violencia social, el desarrollo de los servicios sociales en Jaén, el tratamiento de la delincuencia en la mujer y juventud, el papel de la mujer en el voluntariado, las situaciones de dependencia y derecho a la autonomía, entre otras, y se cuentan por decenas las aportaciones en congresos y publicaciones, que la identifican como una profesional formada y comprometida con los colectivos vulnerables y sus problemas cotidianos.

La que ha sido durante los últimos años una protagonista de primera fila en el crecimiento de la UJA, -llegó a ella con 23 años el mismo curso de su creación, en 1993- ha llegado a aportar aire fresco a la institución universitaria con sede en Baeza, que ha cumplido ya 36 años desde que en 1979 se iniciaron  los cursos de verano, las actividades vinculadas con la Universidad de Granada, nacidas en gran parte gracias a la inquietud de ese gran alcalde que fue José Luis Puche Pardo y que después han apoyado con entusiasmo Eusebio Ortega, Javier Calvente, Leocadio Marín y ahora Lola Marín. Estos cursos de verano con el tiempo derivaron en la UNIA que tan buena labor realiza en las distintas sedes y especialmente en la ciudad en la que fue profesor de francés Antonio Machado, donde ha tomado vida de esta manera el espíritu de la afamada, vieja e influyente Universidad baezana cuyo prestigio derivó en un célebre dicho: “Lo que no da la naturaleza, ni Salamanca ni Baeza”.

La presencia en la llamada ‘nido real de gavilanes’, como vicerrectora del campus, de Yolanda de la Fuente, es garantía absoluta de que a poco que pueda las actividades van a aumentar o van a tener un sello más cercano. El programa anual y en concreto el de verano es bastante completo, aunque hay aspectos que se pueden y se deben mejorar. Una mujer como Yolanda de la Fuente, por el hecho de serlo, pero además por su especial sensibilidad y por el orgullo de su condición de jienense  y además de linarense de pro, que forma parte de su personalidad, hará que ese escaparate sea visible aunque no se trate de una universidad convencional. Debo decir por último que Yolanda es una mujer empática y alegre hasta el contagio. Lo dijo muy bien Ernest Hemingway: “La gente buena, si se piensa un poco en ello, ha sido siempre gente alegre”.

 

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