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Por ANTONIO GARRIDO / El Programa UJA-CEP de la Universidad de Jaén (Universidad de Jaén-Compromiso con la Estrategia Provincial) ha celebrado hoy el último encuentro de la temporada, que ha resultado del máximo interés, como todos los anteriores, un total de 16, pero en esta ocasión ha girado en torno a la empresa familiar, tan singular en nuestra provincia. Exactamente el título elegido por la organización ha sido el de “La empresa familiar trabaja por y para mejorar la sociedad jienense post covid-19”. Tanto las dos ponencias presentadas como la mesa redonda con participación de representantes de empresas familiares muy conocidas en Jaén, han suscitado el máximo interés y justifica plenamente este Programa que hoy ha terminado en su segundo año.

EL 70-80 POR 100 DEL PESO EN JAÉN

El rector de la UJA, Juan Gómez Ortega, ha presidido la inauguración, junto con Juan Ramón Lanzas Molina, Delegado del Rector para la Fundación Universidad de Jaén-Empresa y Relaciones con la Sociedad, y Pedro Núñez-Cacho, profesor del Área de Organización de Empresas y de la Cátedra Ávolo de Empresa Familiar, que sustituía al catedrático y director de la citada Cátedra, Manuel Carlos Vallejo Martos. El rector ha reiterado el objetivo de esta actividad nacida para impulsar el debate sobre temas estratégicos para el desarrollo de la provincia y hacerlo desde la perspectiva del conocimiento, que es desde el que se puede expresar la institución universitaria, con la colaboración de expertos y profesionales, con conclusiones que están a disposición de quienes en última instancia tienen capacidad de tomar las decisiones en favor del desarrollo de la provincia.

Se ha referido a la importancia de la empresa familiar, columna vertebral en países desarrollados, también en España, y con respecto a Jaén ha concretado su peso en el 70 u 80 por 100 del tejido empresarial, por tanto con una enorme presencia social. Por su parte el profesor Núñez-Cacho ha destacado el patrocinio de la familia Arévalo a la Cátedra Ávolo de Empresa Familiar y ha concretado algunos de los trabajos realizados en la misma, integrada por nueve profesores, ya que en su seno se han llevado a efecto seis tesis doctorales, aparte de numerosos estudios e investigaciones, y uno de sus objetivos es estar muy cerca del tejido empresarial familiar jienense. También ha explicado el desarrollo de la jornada de trabajo el responsable del Programa, Juan Ramón Lanzas.

“CUANDO HABLAMOS DE EMPRESA FAMILIAR HABLAMOS DE VALORES”

La primera ponencia, sobre “Los valores de la empresa familiar como palanca de crecimiento económico”, ha estado a cargo de Juan Corona Ramón, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Abad Oliva CEU y consejero académico del Instituto de la Empresa Familiar, presentado por el profesor Núñez-Cacho como una de las autoridades académicas más relevantes en el conocimiento de la empresa familiar, y a fe que lo demostró en su amena intervención, en la que empezó señalando que “cuando hablamos de empresa familiar, hablamos de valores” y de modelos distintos de funcionamiento y de crecimiento, para añadir que las empresas familiares vencen a las que no lo son en cualquier indicador o variable, siempre que se sepan utilizar bien sus fortalezas. Igualmente ha puesto de manifiesto que las empresas españolas no tienen nada que envidiar a las del resto, son igual de productivas y competitivas que las de cualquier país, por ejemplo Alemania, que es un referente, si bien ha apuntado algunas singularidades, por ejemplo la necesidad en muchos casos de hacerse más grandes, cuando el “sistema” obliga tantas veces a los emprendedores a tener empresas pequeñas.

El profesor Corona ha invitado a utilizar los valores de la empresa familiar como palanca de crecimiento, tras señalar que la característica número 1 de la empresa familiar, su horizonte de planificación estratégica, es el largo plazo, siempre tratando de crecer de manera responsable, ya que las empresas familiares invierten más que las no familiares y además son más innovadoras. En su amena exposición ha hablado asimismo de la reputación de las empresas familiares, en torno al 84% según estudios realizados, y a la generación de valor de marca, añadiendo el dato de que en términos generales el 95% de los trabajadores de este tipo de empresas se encuentran vinculados y comprometidos con sus compañías.

Tras reconocer que ofrecen más garantía al consumidor, que es un intangible para utilizar como palanca de crecimiento, ha expresado que el reto es seguir sumando entre ellas para obtener empresas más grandes, porque estamos en un mercado globalizado y eso hace que el tamaño sí importe. También ha dicho que un país son sus empresas y en especial sus empresas familiares, pues 9 de cada 10 empresas lo son y 7 de cada 10 puestos de trabajo. Por último el ponente ha comentado que ser empresario supone arriesgar, si bien no se puede hacer “a lo loco” porque el objetivo siempre ha de ser el crecimiento, midiendo el riesgo y haciendo que las empresas sean sostenibles.

LAS CÁTEDRAS DE EMPRESA FAMILIAR

La siguiente ponencia ha estado a cargo de José Luis Martínez Lázaro, presidente de la Asociación Andaluza de la Empresa Familiar y ha tenido como temática “Innovación y formación en la empresa familiar”. Este profesional, responsable de una empresa de tercera generación, creada en 1915, ha defendido ardorosamente el papel de las empresas familiares y sus rasgos distintivos en nuestra propia comunidad y el esfuerzo constante para mantener vivo el legado. Ha alentado sobre la necesidad de crecer en innovación para competir mejor y se ha referido asimismo al tamaño para competir mejor en un mercado exigente y de cara a la exportación. Otro de los mensajes de la charla ha estado referido a la formación, para afrontar el nuevo modelo económico del futuro, la promoción de vocaciones empresariales y el propio relevo generacional. Se ha detenido en la importancia de las Cátedras de Empresa Familiar y lo que representan para la sociedad, felicitando el ejemplo en Jaén de la Familia Arévalo. “Estamos muy orgullosos de lo que suponen las empresas familiares para la sociedad”, ha finalizado.

EMPRESAS DE JAÉN PARA JAÉN Y EL MUNDO

A continuación se ha desarrollado la mesa redonda con la participación de representantes de empresas familiares jienenses, que ha resultado del máximo interés porque ha descendido a realidades concretas del territorio y se ha podido constatar la implicación de las compañías invitadas con los intereses de la provincia. Coordinada por el profesor Núñez-Cacho, han tomado parte Clara Gutiérrez Expósito, directora general de Patatas Santo Reino; Óscar Arévalo Chacón, director comercial del Grupo Ávolo; Maribel Gallardo Colmenero, directora gerente de Artesanía San José, y Maribel Bonachela Molina, directora general de Licores Riska.

La primera en intervenir ha sido Clara Gutiérrez (Patatas Santo Reino), que ha dibujado a la recién pasada como una época muy cambiante, afrontada con miedo y precaución, en la que han logrado salir adelante con el objetivo de mantener los empleos y con algunos logros, como la licitación con Paradores. En resumen ha defendido que ha habido y hay que luchar por la subida espectacular de precios de materias primas y que aunque el momento ha requerido un esfuerzo sobreañadido, sobre todo se consideran profetas en su tierra, se sienten muy recompensados, sus productos están asociados a gustos de Jaén, pero demandan más ayudas para el emprendimiento.

Óscar Arévalo (Grupo Ávolo, presente en Jaén, Granada y Córdoba), ha agradecido en primer lugar estar acompañado por señoras que dirigen sus empresas, y acto seguido ha explicado que la pandemia ha supuesto un cambio de paradigma, sobre todo en su sector, la automoción, que notó de manera alarmante los efectos de la crisis, que su empresa convirtió en oportunidad, “nos hizo ser más creativos y debimos adaptarnos”, de hecho han aumentado su capacidad de negocio, mantienen el empleo y están preparados para legar la empresa, que tiene 47 años de trayectoria, a la tercera generación cuando llegue su momento. Reivindica no ya la empresa familiar sino la familia empresaria, y del momento señala que ahora hay crisis de demanda más que de oferta, y ha concretado la mayor fortaleza de su grupo en la creatividad, el instinto de supervivencia, al tiempo que ha subrayado la unidad de los hermanos en los objetivos a cubrir y el reconocimiento al núcleo duro de la empresa, alrededor de medio centenar de empleados, “que han estado de 10”.

Maribel Gallardo (Artesanía San José) ha hablado de su experiencia, una empresa familiar de cuarta generación, que han tenido clara la idea de mantener una situación competitiva, resistir, y no plantearse en ningún momento la opción del cierre. Esta empresa exporta el 80% de su fabricación, y en momentos de dificultad creció la demanda nacional. Artesanía San José también ha mantenido su plantilla “que son parte de la familia”, para añadir que el clima laboral es muy importante y reporta grandes beneficios. También ella defiende que ha habido que plantear cambios, diseñar nuevos modelos, ante la queja de los clientes debido a la repercusión por la subida de precios, pero ha concluido que las dificultades unen y que no había otra salida que “trabajar, y trabajar bien”. Finalmente ha dejado constancia de que llevan 75 años en Jaén, llevan el nombre de Jaén por el mundo entero, y ha puesto a modo de ejemplos, entre muchos, que en Jaén ellos fabrican los bolsos de Loewe o que uno de sus principales clientes es El Corte Inglés.

Por último ha sido el turno de Maribel Bonachela (Licores Riska), quien ha empezado diciendo que por fortuna muy poco antes de que llegara la pandemia plantearon un giro de estrategia y marketing empresarial para los 65 productos que tienen en el mercado, antes exclusivamente en el canal Oreca y después utilizando los medios de la gran distribución, “y eso nos salvó”. También su objetivo ha sido el mantenimiento del empleo, incluso han podido aumentarlo, pero se lamenta de que “incluso peor que la pandemia ha sido la guerra”, porque la subida de los precios ha creado un difícil escenario. El resumen del éxito lo ha cifrado en la pasión por el trabajo y mantener la calidad de los productos. Asimismo ha valorado la ayuda que han tenido con la iniciativa Degusta Jaén, de la Diputación Provincial, y ha pedido un mayor apoyo de los consumidores jienenses con los productos de la tierra, porque en Jaén se produce mucho más que aceite, aunque sea nuestra tarjeta de presentación en el mundo, “y hay provincias como Sevilla y Granada donde no entran productos que no sean los suyos”, ha terminado.

UNIVERSIDAD-EMPRESA

En la clausura Juan Ramón Lanzas ha destacado el acierto de este nuevo encuentro del Programa UJA-CEP, ha subrayado la calidad de las ponencias y las enseñanzas de la mesa redonda con quienes viven la empresa familiar de primera mano. A estas empresas y a todas las de la provincia les ha brindado el apoyo permanente de nuestra Universidad. Buen servicio el que con este Programa UJA-CEP ofrece la institución académica al conjunto de la provincia, y como resumen final me quedo con las propias palabras del rector, que incitan a valorar la importancia de un tipo de empresas que por su singularidad y por su apego al territorio son fortalezas que debemos tener muy presentes: “La empresa familiar es el tejido productivo que cose la tela de nuestra sociedad”. En efecto, si las ayudamos a crecer, estamos haciendo más grande a Jaén.

Foto: Mesa redonda con representantes de empresas familiares de Jaén. De izquierda a derecha, Clara Gutiérrez, Óscar Arévalo, Pedro Núñez-Cacho, Maribel Gallardo y Maribel Bonachela.

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