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Por ANTONIO GARRIDO / En el marco de la Expoliva, en uno de los actos promovidos por la Fundación del Olivar, se ha dedicado un emotivo recuerdo a la figura del que fuera presidente de la Cámara Oficial de Comercio e Industria de la Provincia de Jaén hasta finales del año 1981, Julio de Aguilar Azañón. Sabía que se estaba preparando un emotivo recuerdo a su persona, pero no supe bien el día y la hora, porque me hubiera gustado asistir. Tuve en su tiempo una relación muy cercana y cordial con Julio de Aguilar, por razones profesionales de ambos, yo como periodista y él durante parte de la transición política y aún después, fue un personaje clarividente en la vida de Jaén y la provincia, un señor providencial en aquel tiempo y pasó por distintas responsabilidades y además dejando huella. Fue otro jienense adoptivo que vino a darnos ejemplo de servicio y para alumbrarnos el camino, puesto que había nacido en el municipio albaceteño de Robledo, aunque fuera accidentalmente, porque se sentía más jienense que la Catedral, y gracias a su talante, y porque pronto comprobó que esta tierra estaba dejada de la mano de Dios, eso es lo que hizo, ponerse manos a la obra e impulsar actuaciones. Siempre estará en mi recuerdo como uno de los grandes que abrieron futuro y pusieron luces largas a la ambición de esta provincia. El reconocimiento, más que merecido.

EXIGIÓ QUE VINIERA A JAÉN

Se le ha rendido homenaje a Julio de Aguilar Azañón en el marco de Expoliva, al cumplirse 40 años, ya que si bien él no era ya presidente de la Cámara en 1983, sin embargo durante su etapa fue cuando se empezaron a ultimar las gestiones para traer a Jaén la Feria del Aceite. Nadie como él supo lo que tuvo que bregar para impedir que otros territorios que llegaron los últimos se colocaran los primeros, apostó a caballo ganador, pero lo hizo de manera enérgica en una lucha de David contra Goliat, pero Julio, que no se rendía fácilmente, ganó esa batalla. Ya hemos dicho en alguna oportunidad que la petición de una Feria del Aceite había sido demandada desde las décadas del 40 al 70 del pasado siglo, en la propia Cámara, con muy escaso éxito, y en la etapa de Julio de Aguilar ya obtuvo el plácet de las autoridades competentes, por una sola razón, la insistencia y también la exigencia. Se marchó del cargo con la satisfacción del deber cumplido. Acto seguido llegó a la presidencia otro imprescindible, Hermenegildo Terrados del Cerro, y culminó la obra y con la colaboración del entonces ministro de Agricultura, Carlos Romero, y su gobernador civil en Jaén, Francisco Rodríguez Caracuel, y la ayuda y colaboración de instituciones y personas de Jaén, se pudo culminar el milagro de la primera edición en 1983. De aquella ilusionante experiencia nació un proyecto que ha sido tremendamente positivo y que ha enseñado al mundo entero la cara de la ambición de la tierra de Jaén en la defensa de su olivar y su aceite de oliva.

Julio de Aguilar fue casi todo en Jaén durante varios años, era normal en un tipo con mucha capacidad y una energía arrolladora, solo así se puede entender que desarrollara en unos años la antes citada presidencia de la Cámara Oficial de Comercio e Industria, pero es que fue presidente de la Federación Empresarial Jienense, vicepresidente de CEPYME, presidente nacional de Fabricantes de Aceite de Oliva, etc. También fue político, en el antiguo régimen dentro del tercio sindical estuvo como concejal y primer teniente de alcalde del Ayuntamiento, entre los años 1967 y 1973, y también en la Corporación Local fue un permanente impulsor de iniciativas. Después pasó a la política nacional, fue candidato por UCD al Congreso en los comicios de 1979 y estuvo representando a la provincia junto con Landelino Lavilla y José Sabalate. Aún recuerdo sus brillantes intervenciones en la Cámara sobre muy diferentes cuestiones, en especial sobre el aceite de oliva. Era uno de los jienenses encerrados en el Congreso en el tristemente célebre golpe de estado de Tejero.

SE ATREVIÓ A PEDIR UN AEROPUERTO

Siempre he escrito de Julio de Aguilar, porque tengo aún memoria histórica de su carácter proactivo, en su día en una tierra tan conservadora y en la que nadie osaba sacar los pies del plato, él tuvo el atrevimiento, y el poder no le hizo caso, de pedir un aeropuerto para Jaén, hasta ahí llegaba su sana ambición, hacer crecer Jaén como la provincia que más, soñaba con un Jaén mejor, pero eso nunca ha estado bien visto en una tierra de siempre resignada, ni antes ni ahora, ha sonado mejor el complaciente “ea” y todos contentos. Después de él únicamente se atrevió a pedir aeropuerto, otro “rara avis”, el recordado Alfonso Sánchez.

En la biografía de Julio de Aguilar figura que su empeño empresarial se acrecentó con motivo de la visita a Jaén en el año 1976 del entonces presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa, CEPYME, Agustín Rodríguez Sahagún, y fue a partir de entonces cuando el ilustre jienense se puso a la tarea de constituir organizaciones empresariales democráticas. Se dice de él: “Realmente Julio Aguilar Azañón, que un año más tarde se afiliaría a la UCD y sería diputado por Jaén, fue el hombre clave para que afloraran una serie de empresarios, muchos de ellos jóvenes y con iniciativas, y era, además, un empresario raro para entonces y más en esta provincia, ya que tenía dos carreras, sabía trabajar, hacía trabajar y con capacidad para ilusionar a su gente y encima, junto con su hermano Ramón, había creado una industria puntera de maquinaria de extracción de aceite”.

Foto: Yolanda de Aguilar Rosell, secretaria general de Turismo de la Junta de Andalucía e hija de Julio de Aguilar Azañón.

Pues bien, en el recuerdo emotivo que se le dedicó en Expoliva, en el primer día de su celebración, ha tenido mucho que ver su hija Yolanda de Aguilar Rosell, actual secretaria general de Turismo de la Junta de Andalucía y que le ha salido a su padre, tiene un currículum impresionante como lo que es, una autoridad en materia turística, y es de Jaén, y además, ejerciente. Baste decir que fue la primera mujer en dirigir una gran Feria Internacional de Turismo en España, como es Fitur, y un Palacio de Ferias y Congresos en España, FYCMA. El homenaje se lo ha querido dedicar a su madre, que acaba de cumplir 89 años, los mismos que tendría su padre si viviera. Yolanda recuerda a su padre como “uno de esos héroes que hicieron posible la transición en este país”. En el acto aludido estaba presente la consejera de Agricultura, Carmen Calvo, y Yolanda de Aguilar empezó recogiendo un texto publicado en su día en el diario Ideal y firmado por Juan de Oliva, era el comienzo de los años 80, y retrataba a Julio de Aguilar Azañón como “de esos hombres que sintonizan con las necesidades, con los problemas, con las exigencias de su tiempo”. Ese mismo mensaje añadía lo siguiente: “Es el mundo del olivar. Es su futuro ante la integración de España en la Comunidad Europea…Ojalá ese futuro del que Aguilar Azañón nos habla llegue a realizarse. Ojalá que también nosotros sepamos y queramos sintonizar con las necesidades del mundo en que vivimos”.

“EL RECONOCIMIENTO HA TARDADO EN LLEGAR”

Pero lo realmente emotivo, lo que nunca hubiera querido perderme, vino en la intervención de Yolanda, su hijo, que tuvo el privilegio de recoger el rcconocimiento a título póstumo. Me han emocionado sus palabras porque conozco el trabajo desarrollado por Julio y es justamente así como ella lo explica. Este es el contenido de su intervención:

“Aunque creo que este reconocimiento a mi padre ha tardado en llegar, la distancia histórica de 40 años hace que podamos tener perspectiva para afirmar que hubo hombres imprescindibles en la transición y uno de ellos lo tuvimos en Jaén y fue mi padre.

Concejal, diputado, creador de la Federación Empresarial de Jaén, presidente de la Cámara de Comercio. presidente del Patrimonio Comunal Olivarero, vicepresidente y fundador de la Cepyme, vicepresidente de la Asociación Nacional de Empresarios del Aceite…, Julio de Aguilar Azañón fue por encima de todas las cosas un empresario visionario y valiente que luchó por su tierra hasta la extenuación.

Y uno de los legados que nos dejó fue precisamente esta Feria, a la que puso nombre y que hoy le reconoce, Expoliva. He documentado en estos días testimonios de la hemeroteca que reflejan su lucha titánica por conseguir que esta feria naciera y se consolidara en Jaén.

Él supo ver que una Feria Internacional del Aceite de Oliva era una herramienta imprescindible para el posicionamiento de Jaén en el mercado del aceite… para conseguir este propósito tuvo que convencer, superar barreras importantes y lidiar con el intento de “apropiación” de esta iniciativa por parte de Sevilla que cuando la conoció, formalizó su propia candidatura para realizarla. Sevilla que contaba con innumerables ventajas competitivas, ya que formaba parte de la comisión nacional de aprobación de ferias comerciales, entonces dependiente del Ministerio de Comercio.

La movilización que de Aguilar lideró fue clave para que, siendo mi padre presidente de la Cámara de Comercio de Jaén, se aprobara la organización de Expoliva en nuestra tierra.

¡¡¡Él fue el encargado de anunciar que el gobierno de España aprobaba la celebración de la primera Expoliva en Jaén!!!! Estoy convencida, de que sin su fe, su convicción y su valor esta feria no estaría en nuestra tierra.

Agradezco el trabajo de todos los que le sucedieron, haciendo posible que hayamos llegado al día de hoy.

He tenido la oportunidad en el desempeño de la vicepresidencia de la Asociación de Ferias de España de poner mi granito de arena defendiendo Expoliva ante cuantas iniciativas han surgido para llevar la feria a otros lugares de Andalucía y de España y, desde mis actuales responsabilidades en la Junta de Andalucía os aseguro que velaré, en el marco de mis competencias, por impulsar esta Feria y poner en valor el aceite de Jaén como marca indiscutible de nuestra tierra en el ámbito de la promoción internacional.

Mi padre nos enseñó a querer el aceite y a sentirnos orgullosos de nuestras raíces de olivar. Recibe hoy el primer reconocimiento de esta tierra a su trabajo y yo pongo a disposición la hemeroteca para que la Historia se escriba con el rigor que los grandes hombres de la transición merecen.

Papá, Jaén hoy te da las gracias y tus hijas le damos las gracias en tu nombre a Expoliva y a Jaén”.

FOTO: Una imagen de archivo del jienense Julio de Aguilar Azañón.

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