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Que diría Cicerón, y como siempre se dice, “Los clásicos nunca mueren”. Empiezo este breve artículo con esta frase del gran orador romano después de escuchar las declaraciones de nuestro concejal de mantenimiento urbano: «El adoquín era fantástico en Roma pero va en contra de la circulación», sin duda no llegan a la altura de Cicerón pero sí se hacen dignas de un análisis un poco más detallado.

Escuchar esta frase de un concejal de nuestro Ayuntamiento ya sería preocupante, pero que lo haga el de Mantenimiento urbano, nos matiza muy bien la opinión de este equipo de gobierno respeto a la conservación del patrimonio giennense.
No le voy a argumentar que esa calle pertenece al Tipo Mixto, que según recoge el PEPRI vigente en su literalidad “Los tipos de firmes recomendados…  [..] de firmes varios como empedrados, baldosas u hormigones lo de tipo mixto” (Art 24.2) y que manifiestamente están incumpliendo.

No le voy a decir que las calzadas romanas han mantenido su uso por más de 2000 años y que alguna de la calles que hemos hecho en Jaén no han durado ni dos meses. Tampoco hablar de la nobleza de los materiales y la conservación de nuestro Casco Histórico para convertirlo en una fuente de riqueza y no es un estercolero, como está.
Le hablaré simplemente de coherencia. En una ciudad en pleno proceso de lo que han decidido llamar “peatonalización”, no muy acertadamente, no se puede hablar de priorizar la circulación de vehículos sobre las personas. Es de demostrar que en la cabeza tienen una cosa distinta a lo que nos cuentan.

Ciudades como Baeza y Úbeda mantiene sus adoquinados, y no solo conjugan perfectamente el uso mixto si no que hacen de sus rincones lugares bellos, con encanto, y Patrimonio de la Humanidad. La aberración urbanística no pude llevarse por delante el legado arquitectónico de nuestra ciudad como resultado de un pésimo mantenimiento, parcheo continuado, incumplimiento de normas e imposición continuada de chapuzas que, por otro lado, nos salen más caras. Tanto en Roma como aquí, señor Jódar;  “Prevenir es mejor que curar”.
 

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