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BUENOS DÍAS. Por ANTONIO GARRIDO / “Me gustan los amigos que tienen pensamientos independientes porque suelen hacerte ver los problemas desde todos los ángulos” (Nelson Mandela). Tal día como hoy nació en 1918 el llamado “Padre de la Nación Sudafricana”, una figura controvertida gran parte de su vida, preso durante 27 años, pero reconocido internacionalmente, entre otras distinciones con el Premio Nobel de la Paz. Suyas son estas frases: “Después de escalar una gran colina, uno se encuentra solo con que hay muchas más colinas que escalar”, “La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo” y “Una prensa crítica, independiente y de investigación es el elemento vital de cualquier democracia”. También me gusta mucho esta cita del igualmente conocido por Mandiba: “Que reine la libertad. El sol nunca se pone en tan glorioso logro humano”…En esta misma fecha, en 1811, vino al mundo el escritor británico William Makepeace Thackeray, el autor de la novela La feria de las vanidades, una sátira sobre la naturaleza humana, que sigue interesando al público. Este escritor tiene la consideración de segundo mejor novelista de la época victoriana, después de Charles Dickens. Nos dejó testimonios como estos: “El humor es una de las mejores prendas que se pueden vestir en sociedad”, “Una sonrisa es un rayo de luz en la cara” y “Una mala persona es como una ventana sucia, nunca dejan que la luz brille a través”…En este día registramos la muerte en 1817, a los 41 años, de la escritora británica Jane Austen, que retrató como nadie en sus libros el amor y las costumbres de su tiempo. Orgullo y prejuicio (Pride and prejudice), está considerada la mejor de sus novelas, cuya redacción emprendió el año 1796, aunque no se publicaría hasta 1813. En ella, Austen relata la historia de las cinco hermanas Bennet y las tribulaciones de sus respectivos amoríos. Otras obras destacadas suyas son, por ejemplo, Sentido y sensibilidad, Emma, Mansfiled Park o Persuasión. Sus historias han sido llevadas al cine en diferentes ocasiones y en su literatura se advierte la sutil ironía y critica de una sociedad donde la mujer estaba secuestrada por costumbres antiguas, mientras en el alma de sus heroínas vive la libertad. La recordamos con estas citas: “Si hay una facultad de nuestra naturaleza que puede considerarse maravillosa, esa es la memoria”, “No hay encanto igual a la dulzura del corazón” y “No es lo que decimos o pensamos lo que nos define, sino lo que hacemos”…Un recuerdo asimismo al poeta español José Ángel Valente, fallecido tal día como hoy en el año 2000, heredero de la tradición mística española, Premio Príncipe de Asturias de las Letras, que dejó escrito: “No separes la oscuridad de la luz que ella ha engendrado”…Una cita de Mariano José de Larra: “El sentimiento es una flor delicada, manosearla es marchitarla”…Hace poco nos dejaba también, a los 93 años, el escritor, guionista y dramaturgo italiano Andrea Camilleri, que en sus obras hizo célebre al comisario Montalbano. Uno de los máximos exponentes de la novela negra en el mundo y el autor más vendido y reconocido por los italianos. Camilleri había comentado en diferentes ocasiones cómo le hubiera gustado despedirse de su público: “Si pudiera, me gustaría terminar mi carrera sentado en una plaza contando historias, y al terminar pasar entre la audiencia con el sombrero en la mano”. Al preguntársele cómo le gustaría ser recordado, no tenía ninguna duda: “Como una buena persona”…Para terminar, y a propósito de las buenas personas, una cita muy sugerente de Voltaire: “Solo entre gente de bien puede existir la amistad, ya que la gente perversa solo tienen cómplices; la gente interesada, tiene socios; la gente política, tiene partidarios; la gente de la realeza tiene cortesanos; únicamente la gente buena tiene amigos”.

ODA A LA SOLEDAD
José Ángel Valente

Ah soledad,
Mi vieja y sola compañera,
Salud.
Escúchame tú ahora
Cuando el amor
Como por negra magia de la mano izquierda
Cayó desde su cielo,
Cada vez más radiante, igual que lluvia
De pájaros quemados, apaleado hasta el quebranto, y quebrantaron
Al fin todos sus huesos,
Por una diosa adversa y amarilla
Y tú, oh alma,
Considera o medita cuántas veces
Hemos pecado en vano contra nadie
Y una vez más aquí fuimos juzgados,
Una vez más, oh dios, en el banquillo
De la infidelidad y las irreverencias.
Así pues, considera,
Considérate, oh alma,
Para que un día seas perdonada,
Mientras ahora escuchas impasible
O desasida al cabo
De tu mortal miseria
La caída infinita
De la sonata opus
Ciento veintiséis
De Mozart
Que apaga en tan insólita
Suspensión de los tiempos
La sucesiva imagen de tu culpa
Ah soledad,
Mi soledad amiga, lávame,
como a quien nace, en tus aguas australes
y pueda yo encontrarte,
descender de tu mano,
bajar en esta noche,
en esta noche séptuple del llanto,
los mismos siete círculos que guardan
en el centro del aire
tu recinto sellado.

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