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BUENOS DÍAS. Por ANTONIO GARRIDO / No os preguntéis qué puede hacer el país por vosotros. Preguntaos qué podéis hacer vosotros por nuestro país” (J. F. Kennedy). Ha sido muy recurrente a lo largo de los años esta frase pronunciada por el entonces joven presidente de los EEUU de América, antes de morir asesinado en 1963. El considerado mito más trágico de aquel país, lo que decía es lo que podemos trasladar a la ciudad de Jaén o a cualquiera de nuestros pueblos y ciudades. Todo lo esperamos de las administraciones, de los políticos, de los manás del cielo, pero de vez en cuando hay que comprometerse y sumar iniciativas de la sociedad civil, como algunas de las que felizmente se dan en este momento en Jaén, para demostrar que hay quienes están dispuestos a dar y no solo a recibir. Por lo demás John Fitzgerald Kennedy fue un hombre extraordinariamente ocurrente que dejó bonitas frases para reflexionar como: “Si hubiera más políticos que supieran poesía y más poetas que entendieran de política, el mundo sería un lugar un poco mejor para vivir en él”, o esta otra: “Si una sociedad libre no puede ayudar a sus muchos pobres, tampoco podrá salvar a sus pocos ricos”. Y otra más: “El éxito tiene muchos padres, pero el fracaso es huérfano”. Nació Kennedy un día como hoy de hace 105 años (1917)… También se ha supuesto que la de hoy es la fecha de nacimiento, en 1265, del poeta italiano Dante Alighieri, el celebrado autor de La divina comedia, epopeya alegórica, una de las obras fundamentales de la transición del pensamiento medieval al renacentista y una de las cumbres de la literatura universal. Escribió otras muchas obras, como La vita nuova, 31 poemas líricos y 42 capítulos en prosa, con el amor platónico por su amada Beatriz como tema. De Dante recogemos estos testimonios: “Quien sabe de dolor, todo lo sabe”, “Hay un secreto para vivir feliz con la persona amada: no pretender modificarla” y “Los lugares más calientes del infierno están reservados para aquellos que en tiempos de crisis moral mantienen su neutralidad”…Igualmente recordamos, nacido en esta misma fecha, en 1874, a G.K. Chesterton, escritor y periodista británico de inicios del siglo XX, conocido también como El príncipe de las paradojas, autor de obras como El hombre que fue jueves, Ortodoxia o El hombre eterno, cuyo personaje más famoso es el Padre Brown, un sacerdote católico de apariencia ingenua, cuya agudeza lo vuelve un formidable detective. Hay una frase de este autor en la que contesta a una de sus propias preguntas de “por qué soy católico” y se responde: “El hombre no necesita una religión que tenga razón cuando él tiene razón. Lo que necesita es una religión que tenga razón cuando él esté equivocado”. Otras sentencias de Chesterton: “Si solo tuviera un sermón que predicar, sería un sermón contra el orgullo” y “Lo que da esplendor a cuanto existe es la ilusión de encontrar algo a la vuelta de la esquina”…Y un día como hoy, en 1892, nació la poeta y escritora argentina del modernismo Alfonsina Storni, sobre la que precisamente se escribió la canción Alfonsina y el mar, a propósito de su suicidio. Su poesía está impregnada de lucha, audacia, amor y una reivindicación del género femenino, desde La inquietud del rosal hasta Poemas de amor. Suyo es este breve poema: “Hoy me mira la luna blanca y desmesurada. Es la misma de anoche, la misma de mañana”…Por último, tal día como hoy en 1958 fallecía Juan Ramón Jiménez, Premio Nobel de Literatura en 1956, por el conjunto de su obra, entre la cual destaca Platero y yo. Nacido en Moguer, se trata de uno de los poetas más increíbles de la Generación del 27. Una frase de su autoría: “El hombre es libre, tiene que ser libre. Su primera virtud, su gran hermosura, su gran amor es la libertad”.

EL VIAJE DEFINITIVO
(Juan Ramón Jiménez)

Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando.
Y se quedará mi huerto con su verde árbol,
y con su pozo blanco.

Todas las tardes el cielo será azul y plácido,
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.

Se morirán aquellos que me amaron
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y lejos del bullicio distinto, sordo, raro
del domingo cerrado,
del coche de las cinco, de las siestas del baño,
en el rincón secreto de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu de hoy errará, nostálgico…

Y yo me iré, y seré otro, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido…
Y se quedarán los pájaros cantando.

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