BUENOS DÍAS. Por ANTONIO GARRIDO / “Y una vez disipados los malos olores del pasado, quería ahora inundarlo de fragancias” (#PatrickSüskind, escritor alemán, en su ópera prima #ElPerfume). Viene bien para los momentos que hemos vivido y de alguna manera estamos viviendo, porque nos puede hacer pensar que cuando se superan episodios de adversidad, nos queda pensar en la esperanza de que lo bueno está por llegar, y ojalá que no tarde mucho para no seguir poniendo a prueba nuestra resistencia…Por lo demás un 18 de enero, de 1867, nacía el celebrado poeta nicaragüense #RubénDarío, máximo representante del modernismo literario en lengua española, también llamado “príncipe de las letras castellanas”. Suyos son estos textos: “Juventud, divino tesoro, ¡ya te vas para no volver! Cuando quiero llorar, no lloro, y a veces lloro sin querer…”, “Si pequeña es la patria, uno grande la sueña, mis ilusiones y mis deseos y mis esperanzas me dicen que no hay Patria pequeña” y “Sin la mujer, la vida es pura prosa”…También, tal día como hoy nació en Valladolid el poeta y crítico literario #JorgeGuillén, integrante de la Generación del 27 y Premio Cervantes. El autor de #Cántico, uno de los más altos poetas que ha tenido España, se ve retratado en estos versos: “Dormías, los brazos me tendiste y por sorpresa rodeaste mi insomnio” y “La esperanza es el flujo de la vida. Cuando no hay lugar para la esperanza, es cuando surge la muerte”…También en este día es oportuno recordar a otra figura literaria, el escritor y poeta británico #RudyardKipling, que falleció el 18 de enero de 1936. Se trata de un autor de relatos, cuentos infantiles, novelas y poesía, con obras como #ElLibroDeLaSelva, #Kim o #CapitanesIntrépidos. Obtuvo y aceptó el #PremioNobelDeLiteratura en 1917, pero antes había rechazado otras importantes distinciones. Estas frases son parte de su legado: “Siempre me he inclinado a pensar bien de todo el mundo; evita muchos problemas”, “La intuición de la mujer es más precisa que la certeza de un hombre” y “La victoria y el fracaso son dos impostores, y hay que recibirlos con idéntica serenidad y con saludable punto de desdén”…Una frase de #CarlRogers: “Cuando miro al mundo soy pesimista, pero cuando miro a la gente soy optimista”. Nos dice que el mundo puede ser un lugar hostil. Así que no pasa nada, porque todos, incluidos nosotros mismos, tenemos problemas. Es algo normal y lo importante es afrontar estas situaciones con ánimo positivo… El final de hoy, un bonito poema de #BobMarley: “Tú dices que amas la lluvia,/sin embargo usas un paraguas cuando llueve./Tú dices que amas el sol,/pero siempre buscas una sombra cuando el sol brilla./Tú dices que amas el viento,/pero cierras las ventanas cuando el viento sopla./Por eso tengo miedo,/cuando dices que me amas”.
SONATINA
Rubén Darío
(Sonatina forma parte de Prosas profanas y otros poemas (1896). Apelando al imaginario de los cuentos de hadas, donde las princesas sueñan con príncipes que las liberen del encierro, el poeta trasluce el espíritu ensoñador y evasivo frente al mundo concreto –propio del modernismo-, mundo incapaz de satisfacer los anhelos de trascendencia y vitalidad que solo el amor, o quizá la pasión, puede ofrecer).
La princesa está triste… ¿qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave de oro;
y en un vaso olvidado se desmaya una flor.
El jardín puebla el triunfo de los pavos-reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y, vestido de rojo, piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
¿Piensa acaso en el príncipe del Golconsa o de China,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz?
¿O en el rey de las Islas de las Rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?
¡Ay! La pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar,
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo,
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.
Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte;
los jazmines de Oriente, los nulumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.
¡Pobrecita princesa de los ojos azules!
Está presa en sus oros, está presa en sus tules,
en la jaula de mármol del palacio real,
el palacio soberbio que vigilan los guardas,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un dragón colosal.
¡Oh quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
La princesa está triste. La princesa está pálida…
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe
La princesa está pálida. La princesa está triste…
más brillante que el alba, más hermoso que abril!
¡Calla, calla, princesa dice el hada madrina,
en caballo con alas, hacia acá se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte los labios con su beso de amor!
CIMA DE LA DELICIA
Jorge Guillén
¡Cima de la delicia!
Todo en el aire es pájaro.
Se cierne lo inmediato
resuelto en lejanía.
¡Hueste de esbeltas fuerzas!
¡Qué alacridad de mozo
en el espacio airoso,
henchido de presencia!
El mundo tiene cándida
profundidad de espejo.
Las más claras distancias
sueñan lo verdadero.
¡Dulzura de los años
irreparables! ¡Bodas
tardías con la historia
que desamé a diario!
Más, todavía más.
Hacia el sol, en volandas
la plenitud se escapa.
¡Ya sólo sé cantar!