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La organización de la Feria de Turismo Tierra Adentro se ha mostrado satisfecha de la celebración de la misma durante el pasado fin de semana. Desde mi punto de vista con todos los eventos feriales que se desarrollan en la infraestructura del Ifeja, que por cierto sigue siendo visto con perspectiva un magnífico soporte para los intereses económicos de la provincia, se pone demasiado énfasis en las cifras de visitantes como si solo dependiera del número el éxito de cualquiera de los acontecimientos que se llevan a cabo durante el año.

Cualquier iniciativa, como es el caso de la última Feria de Turismo Tierra Adentro, es un éxito, sobre todo, si a una buena respuesta de los profesionales del sector y público en general, se le unen resultados objetivos que permitan hacer un balance satisfactorio.

Fue un gran logro que Jaén reivindicara y consiguiera del gobierno andaluz este evento, que ha cumplido ya quince ediciones, y todo hace indicar que se trata de un proyecto totalmente consolidado. En este año, en concreto, tras una crisis en el sector del turismo que en la provincia se ha hecho notar, aunque bien es cierto que en unos destinos y en unas zonas más que en otras, lo cierto es que se aprecia un repunte que señalan los datos estadísticos, con el empuje de las ciudades Patrimonio de la Humanidad de Úbeda y Baeza, el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas y otros lugares que se abren paso para el turismo nacional, porque el internacional se nos sigue resistiendo y ha ido bajando, sin duda porque mandan los intereses de las grandes operadoras que apuestan por pernoctaciones en las vecinas Córdoba o Granada. No podemos resignarnos, por tanto no se puede bajar la guardia.

La Feria Tierra Adentro, si pone algo de manera muy rotunda en el escaparate, es que esta provincia tiene unos recursos y unas potencialidades fuera de toda duda, una oferta además amplia y muy variada capaz de satisfacer al turista más exigente, porque hay prácticamente de todo lo que se busca para el ocio y el descanso. Casi de todo, cierto, menos comunicaciones fluidas que nos acerquen más a los posibles visitantes. Esta es la asignatura pendiente que depende de las administraciones, y que suelen echar balones fuera vendiendo otros argumentos cuando la infraestructura de comunicaciones es vital para atraer turismo.

Por estas razones si bien es cierto que el momento es bueno y la apuesta es considerable, en especial por la Diputación Provincial con la ayuda y la complicidad de la Junta, al menos en esta materia, y varios ayuntamientos que son conscientes del hecho turístico, entre ellos el de la capital jienense, que trata de recuperar una marca que la identifique con toda nitidez, no es menos verdad que el reto pendiente es invertir en carreteras, porque no hay otra fórmula que la de hacer que el turista tenga fácil acceso a Jaén, ya sea por vía aérea (parece que se van a crear nuevas líneas y muy apreciadas en el aeropuerto Federico García Lorca, con independencia de si es más granadino que jienense, etc.) que por tren (una pena como bien sabemos) y carretera (manifiestamente mejorable).

No es muy extraño, con el actual panorama que tenemos, que los empresarios de alojamientos de la provincia de Jaén hayan decidido premiar a la Consejería de Fomento de la Junta por la terminación de la Autovía del Olivar y lo que ha supuesto para desarrollar un eje turístico con el protagonismo principal de Baeza y Úbeda, pero que también afecta a la capital y acerca el propio Parque de Cazorla, Segura y Las Villas, donde hay una infraestructura turística cada vez más rica y competitiva.

El día que me enteré de la distinción de los hoteleros para reconocer a la Administración andaluza con su Estrella de Oro, la verdad es que al principio me eché las manos a la cabeza, porque no entendía el reconocimiento hacia una carretera que ha durado tantísimo tiempo y que ha puesto de los nervios tantas veces a quienes la hemos padecido. Pero del mismo modo creo que es de bien nacidos ser agradecidos y en la última etapa, con Felipe López como consejero y con Rafael Valdivielso como delegado, se ha hecho seguramente lo más difícil, tener la capacidad de respuesta suficiente no ya de forzar las últimas inversiones, sino de ser sensibles para atender las reivindicaciones del sector del turismo en relación con detalles como las señalizaciones de los principales focos turísticos, lo cual se ha hecho y además de manera satisfactoria, al más puro estilo del dinámico y eficiente Valdivielso, el delegado del dicho y hecho, con tal de facilitar la tarea de todo un sector. Al final obras son amores…

En fin, creo que el turismo en esta provincia sigue siendo una cuestión emergente, hay muchísimas posibilidades, se está haciendo un enorme esfuerzo en todos los sentidos, también en inversiones y en ideas, y el resultado no puede ser negativo, aunque cuidado con los ataques de triunfalismo, de creer que ya está todo hecho, en este ámbito por mucho que se avance siempre hará falta más. Podemos resumir diciendo que en materia turística Jaén progresa adecuadamente, pero hay que estar muy al tanto, porque la nota se puede mejorar a notable o sobresaliente, pero también es posible el suspenso si nos dormimos en los laureles.

 

 

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