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Por ANTONIO GARRIDO / En esta ocasión, sigamos tocando madera, los datos referidos a Jaén en la Encuesta de Población Activa (EPA), que hoy se han dado a conocer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) representan un alivio, 10.300 parados menos y 8.000 ocupados más, en el primer trimestre de este año y con relación al último de 2022. Según la EPA del anterior trimestre al hoy analizado pasamos de 47.700 a 37.400 parados. En esta línea llevamos ya una temporada, que no es para que nos hagamos la idea de que ha llegado el periodo de vacas gordas, pero sí permite analizar el panorama del desempleo con mayor tranquilidad. Bien es cierto que aunque corta, hemos tenido la campaña de la aceituna y a veces los registros pueden ser engañosos, por esa circunstancia me quedo mejor con la tendencia, y esa es la que permite una ventana al optimismo. Por lo pronto, la media de paro en Andalucía está en el 18,31% y en Jaén se encuentra en un 13,9, es decir, hay provincias que nos superan, ya no estamos en el papel de líderes, por lo que hay que hacer votos porque al menos, y ojalá dure mucho o todo el tiempo, desaparezca ese estigma. Pero insisto en la prudencia, en administrar la euforia, a la que son tan dados sobre todo los políticos, a aprovechar los momentos de bonanza para seguir trabajando en actuaciones estructurales, porque hay mucho que hacer y no existen soluciones milagrosas.

Lo percibo en el caso de Cádiz, que ha tenido en los últimos años el apoyo de una ITI que ha volcado importantes inversiones, pero no ha sido capaz ni el instrumento ni los responsables públicos de frenar la sangría del desempleo. Aviso a navegantes. Esto es lo que hay que impedir en Jaén a toda costa y ello exige el compromiso de todas las administraciones y que dejen a un lado la guerra de competencias, si hay algo en lo que todas deban poner de su parte, desde la Administración central hasta los ayuntamientos, es en trabajar juntos para favorecer el empleo y que desaparezca al fin, al menos en todo lo posible, el que durante décadas ha sido uno de los grandes dramas de la provincia, mejor dicho, el drama, porque ha actuado indiscriminadamente sobre el conjunto de la población y si toda ella merece atención, es especialmente sangrante en el caso de los jóvenes jienenses, muchos de los cuales han tenido que coger la maleta y marcharse en busca de lugares donde reside la esperanza. Lo que quiero decir es que no hagamos lecturas triunfalistas de los datos que nos ofrece al INE, más bien los expertos son los que tienen que analizarlos para decirnos a qué se deben, si es que se ha obrado el milagro o resulta que el amago de tempestad es engañoso porque tras él se esconda la encomiable labor de las cocinas que tantas veces tratan de hacer ver que lo negro es blanco. Prudencia pero también expectación, porque leemos los datos y hasta nos atrevemos a analizarlos, pero tenemos los ojos abiertos y estamos viendo el panorama del mercado de trabajo en la provincia y de este asunto habría mucho que hablar, pero hoy no quiero quitar protagonismo al cierto cambio de rumbo, lo importante es mantenerlo y, mejor aún, mejorarlo. Por pedir que no quede.

Los datos concretos referidos a la provincia indican que contamos con 230.000 personas ocupadas. Sigue habiendo además muchísimas familias en las que todos sus miembros están en el paro, que es el peor de los escenarios de este drama. Por lo que respecta a la capital, los datos ofrecen, referido a febrero pasado, un total de 9.163 parados, un 18,19 por 100 de una población de 111.669 habitantes. En la serie el peor resultado se obtuvo en 2012, con un 24,12% de desempleo, a la cabeza, y progresivamente se han ido aminorando las cifras, de hecho en los últimos años la más alta se registró en 2020, con un 17,55% de parados, bien es cierto que en paralelo hemos ido perdiendo población. En términos proporcionales es peor el panorama en Linares, donde también con datos de febrero el paro afectaba a 6.067 personas, o, lo que es lo mismo, el 24,61% de sus habitantes, un dato para preocupar, sin duda alguna.

Las administraciones y los políticos hacen, como siempre, sus lecturas interesadas. Esta vez los datos andaluces mejoran el panorama nacional, no para lanzar las campanas al vuelo, y en el caso de Jaén las perspectivas continúan tendiendo a una ligera recuperación, pero hasta qué punto es cierta es en este momento una interrogante. Más que políticas de campanario, lo que Jaén necesita son muchas actuaciones para impulsar al territorio, algo que ya sabemos que para comprometer a los poderes públicos, sálvese quien pueda, cuesta sangre, sudor y lágrimas. Lo que hacen es cruzarse acusaciones y salvar responsabilidades que son bien evidentes. La Confederación de Empresarios (CEJ), además de alegrarse de lo que el INE apunta para Jaén como mejoras, aprovecha para apelar a la responsabilidad de las administraciones, para traer proyectos tractores como el Cetedex, de manera que se produzca un salto en la modernización de nuestro tejido productivo, y, una vez más, su presidente, Bartolomé González, plantea la exigencia de impulsar de una vez por todas las infraestructuras de transporte que son imprescindibles para el desarrollo de muchos sectores económicos. Y todavía añade el clamor para que los fondos Next Generatión, para la regeneración de la economía, lleguen a las empresas, de manera que se propicien las reformas estructurales que precisa nuestra economía.

Precisamente los empresarios han conocido de primera mano las novedades del Cetedex. Los responsables de su gestión afirman que no ha habido ni un minuto de descanso y que en octubre se verán los primeros resultados, en tanto se han dado a conocer cuatro proyectos I+D con inversión de 36 millones de euros. La oposición no quiere saber nada del Centro Tecnológico de Desarrollo y Experimentación, me imagino el papel que les tocará desempeñar en el caso de que lleguen al poder municipal y tengan que gestionarlo. No sería la primera vez que se da una circunstancia parecida. El presidente de la CEJ ve con claridad que el proyecto del Cetedex atraerá inversión a la provincia, retendrá talento y creará oportunidades para las generaciones más jóvenes. En un acto ante el alcalde, Julio Millán, y la teniente de alcalde, África Colomo, el responsable empresarial ha llamado a impulsar una cooperación activa y estable entre la iniciativa pública y privada que amplifique las oportunidades que genere el nuevo centro. Una oportunidad como esta, en efecto, no se presenta todos los días, ni todos los años, hay que sacarle todo el rendimiento posible.

En cuanto a los asuntos recurrentes de la provincia, cual Guadiana vuelve, como todos los años, desde tiempo inmemorial, la memoria del TSJA, esta vez referida a 2022. Y ¿a que no saben lo que reclama? Incide en que es “absolutamente prioritario” que Jaén cuente con su Ciudad de la Justicia, con los razonamientos que nos hemos aprendido de memoria: para solucionar la dispersión de sedes judiciales y la situación de algunos juzgados. No dan datos, pero desde que se está hablando de la urgencia de este proyecto ya se podían haber creado varias Ciudades de la Justicia. Señala el alto tribunal andaluz que la inversión necesaria para esa infraestructura sería en torno a 200 millones de euros, que estarían amortizados en 26 años. El problema no es ese, el quid de la cuestión es que la Consejería de Justicia de la Junta quiera gastarse ese dinero y en Jaén. Hace unos meses vino muy ufano el consejero y poco menos vino a decir que este asunto le quitaba el sueño, pero se ve que después se ha vuelto a dormir. Difícil papeleta la que tiene el actual delegado de Justicia, Javier Carazo, que fue cocinero antes que fraile, es decir, fue decano de los abogados y tuvo que lidiar con esta reivindicación, como hizo en su día el prestigioso letrado José Calabrús y más reciente otro grande, Vicente Oya, a la sazón número 5 en la lista del Partido Popular de Jaén, al que dicho sea de paso yo le hubiera dado un puesto más alto, le da mucho caché a esa candidatura, como se suele decir, mejorando la presente. El caso es que hay personas y personajes concernidos y es el momento en que la Junta dé el paso para la Ciudad de la Justicia, en solitario o en colaboración pública-privada,  o van a dejar en mal lugar sobre todo a los ilustres abogados hoy en la arena política. No quisiera estar en su pellejo.

En cuanto a la vida municipal, aparte de la campaña de unos y de otros, la calle es un hervidero de comentarios. Les sugiero a los candidatos y a los partidos que sean permeables a la opinión pública además de a la opinión publicada. Hoy he estado paseando y más que hablar me he dedicado a escuchar, y hay de todo en la viña del Señor, sobre todo comentarios en torno a las listas, con la excepción de la del PSOE, que fue la primera en presentarse y sobre la que no ha habido reacción alguna o no me ha llegado. En una reunión de amigos, hoy mismo, se ha hecho la pregunta inocente, ¿quién va a ser el próximo alcalde de Jaén? Y, sin entrar en más disquisiciones, aunque las hay, porque posiblemente haya una gran dependencia de acuerdos, el resultado ha sido de empate, no digo más. Esto no tiene nada de científico, es claro, se trata de una simple muestra, pero sí es un indicio.

Ya sé que es difícil contentar a todo el mundo, pero no en una lista, en más, cuidado con la reacción del respetable. A Julio Millán le sigue sonriendo la suerte, es posible que la entrega de su bastón al Señor de Jaén haya obrado algún milagro, pero se le han juntado las inversiones de los fondos DUSI, el paseo desde Policía Local hasta Ifeja, un proyecto fenomenal que ya propuse hace unos pocos años como imprescindible, además de la recuperación de la muralla norte, a lo que hay que añadir otro regalo de Reyes, casi tres millones de los fondos Next Generation para peatonalizar el centro, es decir, hacer que calles como la Plaza de la Constitución, Virgen de la Capilla, Ignacio Figueroa y Tablerón, tengan parecido tratamiento al conseguido para Roldán y Marín. Y encima, la OCU saca a la ciudad del pozo en que la situó hace cuatro años, como la más sucia de España. No es para lanzar cohetes, pero según la encuesta de dicha organización de consumidores, el panorama ha mejorado. Los astros se han alineado. Más esfuerzo que le toca a Agustín González, muy buena gente, todo el mundo te habla de él, además, como un excelente gestor, sus esfuerzos son enormes, ahí le hemos visto con su equipo exigiendo el AVE para Jaén, aunque me da que la ciudadanía ya tiene hartazgo respecto al ferrocarril porque todos los gobiernos nos han mentido soberanamente. González ha dicho que si llega a alcalde en la primera semana escribirá al presidente de la Junta y al del Gobierno con esta exigencia, y el portavoz popular en el Ayuntamiento, Manuel Bonilla, a quien siempre que pude puse en un pedestal, por su valía, reconoció días atrás en el pleno que ojalá su gobierno hubiera apostado más por el tren. Estos gestos les honran, pero en campaña tienen la importancia justa. Hoy, Agustín González ha prometido rebajar el IBI rústico, esta vez se ha atenido a sus competencias, pero le cogió la vez el Gobierno con la rebaja de los módulos del IRPF a agricultores y ganaderos. Así está la batalla, pero no está dicha la última palabra, seguramente queda lo mejor.

Y por cierto, me ha llamado la atención, positivamente, la petición que se ha hecho desde el movimiento vecinal del Polígono del Valle, dirigida a los futuros responsables del Ayuntamiento para que se designen concejales de barrio. No solo suscribo esta petición, es que ya hubo concejales de barrio en los primeros años de los ayuntamientos democráticos. Ediles responsables políticamente de las circunscripciones de la ciudad, en contacto permanente con sus barrios, encargados de escuchar a los vecinos y atender sus necesidades. Es una figura con la que siempre simpaticé, al margen de que tengan asumidas otras responsabilidades, es más, como hizo Emilio Arroyo siendo alcalde, ni siquiera tienen que pertenecer al equipo de gobierno, las áreas se pueden repartir entre el conjunto de los 27 miembros de la Corporación. Es probable que haya quienes vean esta idea como un disparate, pero yo creo en la oportunidad de repartir juego y que todos los concejales y concejalas que elija el pueblo de Jaén tengan una encomienda, aunque la responsabilidad de gobernar tenga su propio estatus, como es lógico. Pero esta petición, emanada del pueblo, me parece oportuna y además apuntala la democracia municipal en tiempos complicados, dejémoslo ahí.

Imagen: Mapa de la situación del paro en Andalucía, según la EPA que hoy ha publicado el INE. ¡La provincia de Jaén se ve mejor posicionada. (Tomada de Diario de Sevilla).

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