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El enconado enfrentamiento entre los dos sectores del PP jienense, el que ostenta la dirección provincial desde el congreso, que preside Juan Diego Requena, y los críticos, nucleados en torno al que fue aspirante a la presidencia, Miguel Moreno, lejos de cerrarse adquiere cada día que pasa una dimensión mayor, las posiciones son irreconciliables y tanto en los comunicados que hacen públicos, pero especialmente en los mensajes que se transmiten por las redes sociales, se dedican toda clase de improperios, de grueso calibre, que a los que estamos fuera de su película si algo nos produce es vergüenza ajena, porque se trata de quienes fueron compañeros de proyecto político y ahora están dando un espectáculo muy lamentable. Ellos son responsables de esta alta tensión, pero a quien de verdad hay que culpar de la situación tan delicada a la que se ha llegado, es a quienes lideran el partido, primero en el ámbito regional y también, por supuesto, en el nacional, que no han sido capaces de frenar un conflicto que no puede acabar bien, porque está haciendo mucho daño a las relaciones de las personas y, por supuesto a los intereses generales del Partido Popular.

Creo que en ambas partes se ha administrado mal este espectáculo del que están haciendo partícipe a la opinión pública. Todo el mundo conoce la historia. Un congreso con una lista ganadora supuestamente con una serie de irregularidades que son las que motivaron el recurso del sector crítico que lidera el alcalde de Porcuna, Miguel Moreno, que bajo el nombre de Jaén Adelante, ha conformado un grupo numeroso y combativo, que se considera a sí mismo el ganador del cónclave, y entienden que así hubiera sido de haberse tratado de un congreso limpio.

Este sector crítico es tajante en sus manifestaciones contra los miembros de la dirección, pero han declarado su enemigo número uno al anterior presidente y hoy presidente de honor (autoproclamado como tal), José Enrique Fernández de Moya. Esta mañana he escuchado en la emisora Radio Jaén unas declaraciones bastante duras de Miguel Moreno contra el secretario de Estado de Hacienda, al que ha llegado a llamarle “mala persona” y al que responsabiliza de estar detrás de todos los movimientos para desacreditarle a él y a quienes le acompañan, muchos de ellos alcaldes y cargos públicos del Partido Popular. No puede olvidarse los cientos de firmas recogidas por esta corriente para solicitar medidas disciplinarias para Fernández de Moya, que piensan es el gran muñidor de las actuaciones en su contra.

El penúltimo episodio de esta tensa situación se ha producido porque la dirección provincial hizo público hace unos días un comunicado acusando a los críticos de vulnerar la Ley de Financiación de Partidos Políticos. Se afirma haber tenido acceso a un audio difundido por Whatsapp que supuestamente recoge un mensaje del que fue candidato a la presidencia y alcalde de Porcuna, haciendo un “llamamiento para que se produzcan transferencias de dinero desde las propias juntas locales a una cuenta que serviría para financiar las acciones judiciales que mantienen contra el PP”. Esta información se ha puesto en conocimiento de las direcciones nacional y regional. Es fácil de imaginar lo que estarán pensando en esas instancias del caso de Jaén, bien es cierto que al menos públicamente no han movido un dedo.

Los críticos han recibido esta noticia como una nueva agresión y Moreno ha anunciado con urgencia acciones legales contra los miembros de la dirección provincial Juan Diego Requena, Francisco Palacios y Miguel Contreras,  por un posible delito de calumnias, “para que demuestren en vía judicial que sus afirmaciones son verídicas”. Moreno desmiente rotundamente las acusaciones de haberse servido de ninguna estructura local del PP para financiar ningún proceso judicial y explica que las aportaciones no se han hecho a ninguna estructura  local sino a una cuenta cuyo titular es una persona física, sin mediar organización política alguna. Considera que se trata de “una ofensa y ultraje” a su imagen pública. Aprovecha para añadir que “la honradez y la decencia presiden nuestro proyecto, de ahí carecer de estómagos agradecidos, tramposos semiprofesionales y figurones de escaparate”. Y señala algo más: “No somos nosotros quienes pueden usar una asignación para ser destinada a otro fin, nosotros no”.

Menudo problema que tiene entre manos el Partido Popular, algo inédito en la vida política jienense hasta el momento, por lo menos en las dimensiones en que se está produciendo este conflicto. Tiene dos posibles soluciones si se quiere poner remedio y que no pase facturas en unas elecciones que están cada vez más cerca. Una, que intervengan los órganos del partido, que se mojen con sentido estricto de la justicia. Otra, que nos parece la más acertada y a la larga más beneficiosa para el proyecto político, convocar nuevo congreso, con todas las garantías y transparencia para que cualquiera que sea la lista ganadora pueda desarrollar su tarea con normalidad. Es lo que pide el sector crítico desde el primer momento y para eso tiene recurrido el congreso ante el juzgado. Si los actuales dirigentes se creen con respaldo suficiente y no tienen nada que perder, deberían ser valientes y escoger esta vía, que es la misma que tendrían que exigir los órganos del partido en Andalucía y en España. Tal vez elegir una gestora encargada de celebrar un congreso y acordar entre todos la aceptación del resultado. No veo otra solución, y todo lo que no sea esta salida va a ser un perjuicio para las siglas y un mayor deterioro de las relaciones personales que han llegado a situaciones límite. Entiendo la «guerra» de los críticos que se creen con un derecho que quieren ver restituido. Y creo que los actuales dirigentes de la oficialidad, con Requena a la cabeza, que me parece que no ha llegado a ser líder de nada por las propias circunstancias, no lo deben estar pasando bien, porque las condiciones para trabajar no son las más adecuadas y seguramente ellos mismos han pensado en más de una ocasión en tirar la toalla. 

Me apena la situación porque la democracia en nuestra provincia demanda un Partido Popular fuerte y unido, y hoy en nada se le parece.

Foto: Juan Diego Requena y Miguel Moreno. A día de hoy, el conflicto del PP de Jaén no tiene más que una salida, un nuevo congreso.

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