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Por ANTONIO GARRIDO / Este año no existe la posibilidad de establecer comparaciones, que tanto le gustan a PSOE y PP, y al revés, a propósito de los respectivvos presupuestos, los Generales y los de la Junta, y se debe a que no tenemos todavía gobierno de España, parece que la fumata blanca la tendremos gracias al Molto Honorable Puigdemont y a la voluntad de la cúpula socialista de hacer de la necesidad virtud, la próxima semana. El referente inmediato fueron los PGE de este año, con una consignación para la provincia de 69 ridículos millones de euros, la última provincia de España en inversión y un tanto forzada, es decir, un ejemplo palmario de olvido, que venía a sumarse a la histórica decisión política en la que por un dedazo una vicepresidenta del Gobierno impuso a Córdoba, su tierra, como sede para la base logística del Ejército. Pues de aquellos polvos estos lodos, todo hace indicar que el ninguneo llegó a su máxima expresión y el hoy presidente en funciones, Pedro Sánchez, se vio en la obligación de mirar hacia Jaén y es curioso que gracias a esa afrenta nació el Cetedex, de ahí que nos podamos acoger el dicho de que no hay mal que por bien no venga. Ha servido para alentar a la familia socialista que parecía rendida ante la evidencia, aunque le quedan muchos asuntos pendientes en lista de espera, y de paso, se ha activado la confianza en Sánchez, ya verán cuando se conozca el resultado de la encuesta a la militancia cómo se expresa el PSOE de Jaén. Ahora lo que toca es estar atentos al papel que se otorga a Jaén en el nuevo tiempo político en el que los socios de gobierno ya han hipotecado en gran medida el dinero que es “de todos” y habrá que alzar la voz con contundencia si las concesiones a otros territorios nos perjudican tanto a Andalucía como a Jaén.

Por tanto lo que cabe es centrarse en los Presupuestos de la Junta de Andalucía para la provincia y para su capital de cara al próximo año 2024, cuyo borrador se ha presentado por la consejera de Salud, la cuota jienense en el Consejo de Gobierno, Catalina García Carrasco, y el delegado del Gobierno en Jaén, Jesús Estrella, ante la atenta mirada del resto de delegados. Ya vengo advirtiendo que no había que esperar respuestas milagrosas por parte del Partido Popular, que gobierna en solitario en la Junta, o, dicho de otra manera, la atención preferente a Jaén, tan de moda, aunque este discurso es recurrente para otros territorios, también se deshace como azucarillo en un vaso de agua, de modo que hemos sentido muchas veces la caricia de los nuevos y renovados compromisos, tan importantes, porque otras capitales andaluzas y otras provincias han seguido creciendo en tanto que se mantiene, y espero que no se distancie más todavía, la convergencia o lo que ahora gustan de llamar confluencia, que parece más fácil. La pura verdad es que se mantienen los incumplimientos con Jaén, nos podrán venir a contar milongas, pero la hemeroteca, que la tengo siempre a mano, está repleta de declaraciones grandilocuentes, y lo que queda de ellas es más de lo mismo, decepción.

Tampoco este año va a llegar el maná andaluz para sacar a Jaén del pozo en que se encuentra, y creo que es oportuno recordar, aunque no le guste a los populares, que Juanma Moreno prometió a Jaén en las campañas días de vino y rosas, sugerente de una época de feliz despreocupación porque todo lo comprometido tendría que llegar. De hecho los reproches que se le puedan hacer a la Junta parten sola y exclusivamente de sus propios anuncios. Basta recordar, pero decenas, unas declaraciones del propio Juanma Moreno, hace cuatro años: “¿Hasta cuándo vais a aguantar los jienenses con esta situación de agravio y maltrato permanente?”, tras reconocer que Jaén “no tiene ni mucho menos el nivel de progreso y bienestar del resto de Andalucía y de España”. Es decir, sobresaliente en teoría.  

Analizados los presupuestos de la Junta para Jaén en 2024 desde una comparativa con el resto de las provincias se podrían establecer dónde están o no las prioridades, sin embargo lo que seguimos reivindicando son medidas de discriminación positiva, de las que el PSOE tanto alardeó, sin resultado positivo. En la misma actitud recurrente se posicionó Juanma Moreno al anunciar planes y más planes que se quedaron en el camino.

Aún así no se sostiene la misma actitud crítica hacia las dos administraciones, la estatal y la autonómica, porque sus niveles de competencias son diferentes, la Junta es la que tiene más, y la Administración central posee muchas posibilidades para invertir en Jaén, pero sencilla y rotundamente se ha negado a ello. Es curioso que para esconder unos malos datos nos quieran vender los presupuestos con variedad de adjetivos, hasta agotarlos, los mejores de la historia, los más sociales, los de mayor inversión por habitantes, etc.

El presupuesto que la Junta de Andalucía va a destinar a la provincia de Jaén en el próximo año, es de 320 millones de euros, 71 menos que el pasado año, pero a la hora de presentarlos prefieren compararlos a los de 2019, y de entrada ya nos preparan el cuerpo al distinguir que los números están centrados en las políticas sociales. El año pasado lo vendieron como el de la revitalización del Sistema Sanitario Público de Andaluz, pero parece que no cuajó, lo que sí se ha dicho en el caso de Jaén de cara al próximo ejercicio, y así lo indican los responsables, es darle sistemáticamente un mayor porcentaje de inversión provincializada que su peso poblacional y que el peso del PIB, al objeto de avanzar en los proyectos pendientes. La Junta lo que pretende que nos entre esta vez por los ojos es que el presupuesto para la Ciudad Sanitaria crece hasta los 510 millones y que las cuentas andaluzas contemplan para Jaén una inversión de 513 euros por habitante, casi 60 euros más que la media andaluza. En cada provincia se esfuerzan en ofrecer los argumentos que en mayor medida puedan redundar positivamente, los negativos prefieren ignorarlos. En la declaración de intenciones se subraya que la parte de la tarta que le corresponde a Jaén en los presupuestos del próximo año tiene como finalidad seguir impulsando a la provincia y avanzar en los proyectos “con el objetivo de situarla en el lugar que le corresponde”.

En lo concreto parece que hay algunas actuaciones en línea de salida, por ejemplo el tranvía, el Conservatorio Superior y la Ciudad Sanitaria, igual que el año pasado. Para la puesta a punto del sistema tranviario aparecen 3,8 millones en actuaciones que parece que ya están en marcha, aunque baste señalar que el año pasado se incluyó una partida de 5,2 millones y aunque ya dije que era insuficiente, lo cierto es que ha pasado in albis, por lo que está por ver el resultado en 2024, aunque si el funcionamiento del servicio se deja para 2025 me temo que hay margen para nuevas inversiones. De las obras del Conservatorio Superior es vergonzoso que al más puro estilo Jaén en el tratamiento de las instituciones a la provincia, la obra se esté demorando de esta manera. Y por lo que se refiere a la Ciudad Sanitaria es verdad que este gobierno la ha tomado como una realidad, pero todo hace indicar que tal vez por las circunstancias económicas y porque pretenderá acogerse a los fondos europeos, el proyecto se contempla a largo plazo. Lo más inmediato va a ser el inicio, al fin, de las obras del edificio de lavandería, el compromiso de nunca acabar, y 5,5 millones para las infraestructuras hidráulicas, que se llevarán un tiempo. Al final, 510 millones, que han dado a conocer a bombo y platillo, pero aun reconociendo que al menos existe la hoja de ruta y la decidida voluntad política, lo que no hubo en mandatos socialistas, a esta obra de envergadura no la veo inaugurada en un plazo de siete u ocho años. En la oposición la demandaban con urgencia y en el gobierno analizan los plazos, es entendible que todo no se puede hacer al mismo tiempo y que Andalucía es muy grande y hay que distribuir los recursos, solo pido que exista la sensibilidad suficiente para no eternizar esta aspiración de la ciudad.

No hay consignación en el presupuesto para la Ciudad de la Justicia, aunque publicado su estudio de viabilidad está pendiente de que se pueda llevar a cabo en colaboración público-privada y se está a la espera de que le llegue el socio oportuno. En cambio los presupuestos, teniendo en cuenta las competencias de la Junta en tan diferentes materias, presentan partidas en materia de Fomento, por ejemplo para la Autovía del Olivar, por supuesto en materia de Salud, Educación, Inclusión Social, etc., y hay una apuesta importante para acciones encaminadas a rejuvenecer el campo e impulsar su profesionalización, un asunto trascendental porque hay que dar respuesta lo más urgente posible al relevo generacional. Avances también en materia de digitalización, con apoyo expreso al proyecto del Ayuntamiento de Jaén para un clúster en el edificio del Banco de España para empresas y contenido digital. Hay una aportación de entre 3,5 y 4 millones para el Plan Museográfico del Museo Íbero, a financiar con fondos europeos, y con respecto a la Universidad aparecen consignados 2,1 millones para impulsar la investigación en los grupos científicos y se recoge la financiación de la UJA con un incremento global del 4%. Curioso que en el caso de Jaén se utilice el porcentaje y en las demás provincias aparezcan cantidades concretas. Algo más, la Junta recurre para algunas de las actuaciones en Jaén de los fondos europeos, es decir, no proceden de sus presupuestos ordinarios, igual que recoge la inversión entre los años 2022 y 2023 de un total de 194,8 millones de la ITI, que igualmente son fondos de Europa para “zonas desfavorecidas” y, dicho sea de paso, el total que la Junta estaba comprometida a gastar era de 223 millones, por lo que casi 30 no figuran en el balance. Claro que quien jamás presentó cuentas fue el Gobierno de Pedro Sánchez, al que correspondía la mitad y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se limitó a decir que su parte ya estaba ejecutada, argumento totalmente falso y menos que se correspondieran con actuaciones transformadoras del territorio. Desde este punto de vista la ITI ha sido un tremendo fracaso. Finalmente y por no entrar en más detalles, señalar que los presupuestos de la Junta para 2024 en la provincia de Jaén repiten otras partidas no ejecutadas en 2023.

Con todo, hay que reconocerle a la actual Junta, primero que se sigue atreviendo a presentar unos presupuestos provincializados, al contrario de lo que hizo el PSOE en sus últimos ejercicios, por temor a las críticas y para endulzar a su antojo la política dirigida a provincias, que en el caso de Jaén fue un fracaso, baste decir que en los últimos años la acción del gobierno se concretó en el Museo Íbero y el Centro de Salud del Bulevar, que necesitaron de una muy prolongada espera porque les costaba trabajo invertir en Jaén. Ahora, en estos últimos años con el cambio de gobierno, por lo menos hay ya signos más que evidentes de que la Ciudad Sanitaria ha dejado de ser un proyecto fantasma y que está en línea de salida, ahora lo que hay que urgir es que nada la detenga. También hay que poner en el haber del ejecutivo de Juanma Moreno, porque sin su disposición era imposible, el establecimiento del Grado de Medicina, otra reivindicación histórica, que el PSOE anunciaba en el año 2010 en una reunión en Jaén del Consejo Andaluz de Universidades, con Griñán a la cabeza, y que nunca llegó a alentar, fue un brindis al sol, y la insistencia del rector de la UJA y el plácet de Moreno Bonilla lo han logrado, algo muy importante para Jaén y su provincia, aunque ahora queda lo más importante, que la Consejería la dote de presupuesto propio y no sea a costa del ordinario de la UJA, porque de esta manera frenará su crecimiento y su demandada calidad. A propósito hay que señalar que la futura Ciudad Sanitaria, si el ritmo de su construcción es el debido, será de capital importancia para desarrollar las prácticas en las mejores condiciones, por tanto se trata de dos realidades que deben caminar en paralelo. Todavía diré algo más, donde realmente se la juega con la provincia la actual Junta es con el modelo de financiación de las universidades públicas y que se haga justicia con la UJA para que crezca, se le reconozcan sus enormes fortalezas y siga siendo faro de proyección, progreso y desarrollo de la provincia. Parece que es así, pero hay que verlo en el escenario real, no en la ficción ni en las buenas palabras. Si este gobierno es sensible con este tan decisivo asunto, habrá ganado muchos enteros en la consideración popular y política de los jienenses.

Decía antes que he tenido la curiosidad de analizar, en lo que permite la hemeroteca digital, el reparto del Presupuesto andaluz para el próximo año, provincia por provincia, y alabo ese gesto de valentía y transparencia en lo que nos beneficia y nos perjudica, pero me parece positivo. En esta ocasión parece que ha habido menos empalago en el uso de adjetivos, tal vez porque no es oro todo lo que reluce y porque la sociedad exige un lenguaje más real, aunque ya hemos visto que los titulares que la propia Junta prepara definen sus mensajes. En Córdoba, aparte del compromiso de la Junta con el Colce, y de una inversión por habitante de 494,3 euros, me detengo en la asignación expresa de 15,4 millones más para la Universidad, de la que el hoy consejero fue rector. Por lo que respecta a Granada, la Junta, que ha adjudicado el primer tramo de la ampliación del Metro por 27 millones de euros, conoce un presupuesto de 498 millones de euros, 47 más que el pasado año, y se contempla la compra para edificio de la Ciudad de la Justicia, por 20 millones, y se impulsan los grandes proyectos pendientes, en concreto figuran más de 43 millones para actuaciones ferroviarias, con fondos Next Generation, se nota que hay sintonía con la alcaldesa y exconsejera, Marifrán Carazo, que siempre se mostró esquiva con Jaén y ha barrido mucho para casa. Por lo que se refiere a Málaga aumenta la inversión hasta los 615 millones, y también se da prioridad al metro, en cambio no aparece consignación para el nuevo hospital, aunque al estar pendiente de los fondos europeos puede haber noticias en cualquier momento, seguro que se nos pone en cabeza. La Universidad de Málaga tiene consignada una partida de 25 millones. En cuanto a Sevilla se nota el interés por ciertas infraestructuras, como el avance del metro y 160 millones para el tranvía de Alcalá de Guadaíra, y en torno a 40 millones para su Universidad y otros casi 7 para la “Pablo de Olavide”. Fue en Sevilla donde la consejera de Hacienda y el portavoz del Gobierno declararon que es “mucho dinerio, no habrá otros años como 2024”. En Huelva la inversión por habitante es la más alta de las ocho provincias y destacan 24 millones para la compra de terrenos de alto valor en Doñana y 13 para la rehabilitación del edificio del Banco de España en el que se pretende albergar el Museo de Bellas Artes de Huelva. Por último se consignan más de 7 millones para la Universidad onubense. En Cádiz el presupuesto baja, no hay partida para el hospital regional y el montante total del dinero que se le destina es de 414 millones. El consejero Antonio Sanz, que no pudo transmitir demasiadas buenas noticias, anunció que hay partidas abiertas y que 2024 supondrá “un avance importante para la puesta en marcha de proyectos y demandas históricas”. En Almería, del total de 402 millones, se llevan una buena tajada agua y agricultura, pero también infraestructuras, nada menos que 71 millones para las ferroviarias y 36 para el intercambiador que permitirá a los trenes híbridos cambiar de eje para ir de Granada a Almería, y reducirá el tiempo de viaje a destinos como Madrid.

En cuanto a las reacciones no han tardado en producirse. Primero, y es coherente, fue Jaén Merece Más, considerando a todas luces insuficientes los números, y anunciar de inmediato la presentación de enmiendas, es más, mantuvo con toda urgencia una reunión con sus socios del Partido Popular y según manifestaban en un comunicado, no estuvo exenta de momentos de tensión. Defiende que Jaén es una provincia que en comparación con otras “necesita gestos y, sobre todo, más hechos”, porque, afirman, “aspiramos a más con Jaén porque es el compromiso que adquirimos, y es lo que vamos a exigir a Sevilla y a Madrid”. Por la proximidad que tienen en el Ayuntamiento de Jaén y en otros de la provincia, la crítica esta vez es suave, ni punto de comparación con lo que han sido en años pasados sus duros alegatos contra los presupuestos. El PSOE, por medio de su diputado Víctor Torres, como cabía esperar, ha rebuscado términos duros para cargar contra las cuentas, ha dicho que el presidente de la Junta “se ríe” de Jaén, que Jaén Merece Más evidencia su “docilidad”, que aparecen en el documento proyectos de otros años no ejecutados, al tiempo que se ha preguntado en qué queda el Acuerdo por Jaén firmado por los dos socios del gobierno local de la capital, qué ha sido del Fondo de Convergencia comprometido y también de las promesas en las visitas de los consejeros. Sin embargo el pronunciamiento más esperado era el del Partido Popular y en efecto han comparecido el presidente provincial, Erik Domínguez y la secretaria, Elena González. Uno de los argumentos de Domínguez es que no baja el montante sino que desaparece la ITI. El líder de los populares luego de valorar las líneas maestras del presupuesto para 2024 ha dicho no sentirse conforme y va a solicitar más respaldo a Jaén mediante enmiendas que presentará el propio PP y las que procedan de Jaén Merece Más y que ellos mismos negociarán y le darán el cauce oportuno. Eso sí, ha dejado claro que no van a permitir “lecciones de nadie”, supongo que con referencia al PSOE.  

En resumidas cuentas, sí, pero no, o no, pero sí. Se atisba un nuevo modo de hacer política y si bien es cierto que no responden en términos generales a las necesidades y a las expectativas de Jaén y su provincia, en un momento complicado, en el que más que nunca las administraciones públicas deben asumir responsabilidades, empezando por los territorios con más debilidades, por la vertebración, y Jaén está ahí, no bien situada mal que nos pese, porque la han dejado unos y otros en el olvido, no solo se ha mantenido la deuda histórica sino que se ha aumentado y la política y los políticos han dejado de asumir esta realidad. En su día nos pusimos a la cola y lamentablemente ahí seguimos y no nos va a sacar nadie de ella si no es con discriminación positiva.

Y ya sé que esto no les va a gustar, pero no se nos ha olvidado que un Consejo de Gobierno celebrado en Úbeda en plena luna de miel del ejecutivo tras su primera victoria, nos brindaba 810 millones de euros, que todo hace indicar que se sacaron de la manga, como si de pronto nos hubiera tocado la lotería, porque ese dinero parece que se esfumó entre los cerros de la hermosa ciudad Patrimonio de la Humanidad. Seamos realistas y no presumamos de lo que no tenemos, recuerdo cuando Juan Bravo, hoy desaparecido en combate, también en el panorama nacional, se atrevió a decir que con los presupuestos Jaén iba a ser un ejemplo ante toda España. Las palabras a veces hieren más que los hechos. Con realismo, ni vamos a recibir estas cuentas con la Novena Sinfonía de Beethoven, sería una exageración en toda regla, ni tampoco vamos a aprovechar, aunque lo propicien las fechas, el Réquien de Mozart. Un término medio, hay voluntad, no se pueden negar determinados avances, pero el objetivo sigue aún lejano y esta no es la mejor de las noticias para Jaén. El movimiento se demuestra andando.

Foto: Catalina García y Jesús Estrella presentan las cuentas de la Junta para la provincia de Jaén en 2024, ante la atenta mirada de los delegados y delegadas.

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