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Por ANTONIO GARRIDO / En este Jaén de nuestras alegrías y nuestras penas, donde ya llueve, gracias a Dios, en la Junta y en la representación provincial del gobierno andaluz se han juramentado en decir que la Universidad de Jaén va a recibir la mayor financiación de su historia. Y el rector asiente, de hecho ha celebrado esta tarde una rueda de prensa en la que ha afirmado con rotundidad que con el 4,3 de subida “se garantiza la suficiencia financiera”. Allá cada cual con su papel en esta historia. El rector ha anunciado que el próximo viernes se van a reunir en Jaén, para iniciar los trabajos del nuevo modelo, los rectores andaluces, y recuerda que se va a empezar de cero. De todos modos la reunión de ayer del Consejo Andaluz de Universidades dejó claro, y figura en un comunicado, que el nuevo modelo debe estar aprobado durante el próximo año 2023, lo que quiere decir que se lo van a tomar con tranquilidad, dado que es un asunto complejo.

Gómez Ortega ha insistido en que, en efecto, cuando dio la voz de alarma en marzo fue porque “el modelo era un desastre” que condenaba a la UJA al doble cero de incremento, tanto para este año como para el próximo quinquenio. Y se ha referido al apoyo social con el que ha contado la UJA, pero que yo sepa sin referirse al papel de la Plataforma Ciudadana en Defensa de la UJA, que no solo frenó en la calle el “velascazo” sino que ha hecho posible que estos días se haya dedicado una atención preferente a Jaén por parte de la Consejería, ya saben que el consejero hizo parada el lunes en nuestra Universidad para templar los ánimos, por tanto no nos cabe duda de que nada es casual. Es más, el consejero perdió la oportunidad de reunirse con la Plataforma que solo quiere lo mejor para la UJA, no es enemiga de nadie, es pro-Jaén. Pero hasta ahí podíamos llegar. No saben ni quieren dialogar, a los discrepantes, aunque estén cargados de argumentos, tratan de castigarlos con la indiferencia. Pobres.

Ahora la dificultad está en repartir un presupuesto de 1.581 millones de euros entre las diez universidades públicas, para añadir que “no será una simple revisión” y el objetivo es que el modelo garantice de una vez por todas la suficiencia financiera del conjunto de las universidades públicas, que comprenda los contratos programa de cada universidad y permita el desarrollo de todas las instituciones.

Lo que dijo el consejero Villamandos en Jaén se contradice con sus declaraciones el domingo en El Mundo, aceptando la filosofía del heredado modelo anterior. Tengo la sana costumbre de no fiarme mucho de los políticos, hasta que, como Santo Tomás, compruebe que no me han engañado. Pero sí, el nuevo consejero y exrector de Córdoba, que ya en su día barrió para casa todo lo que pudo, y para mayor abundamiento, también sabe mucho del Plan Colce, de triste recuerdo en Jaén, es habilidoso, tiene el discurso conveniente para cada ocasión, dicen que se trata de una especie de encantador de serpientes con capacidad para ganar adeptos. Ayer lo volvió a hacer con el acuerdo, otro más considerado histórico, en el Consejo Andaluz de Universidades, donde su propuesta fue apoyada mediante consenso. Solo que lo aprobado no es lo comprometido, el consejero es capaz de decir una cosa y la contraria, sin despeinarse. Hay muchos jienenses, entre los que me cuento, que ajenos a los intereses políticos en cualquier dirección, solo aspiramos a que la UJA crezca y no siga siendo por acción u omisión de las últimas de la fila. Ojalá que las euforias de hoy no se vuelvan decepciones mañana.

Bien por el alcalde, Julio Millán, y el delegado del Gobierno, Jesús Estrella, que fueron capaces de reunirse para tratar asuntos pendientes en la relación de las dos administraciones. Hoy ha hecho lo propio en Linares. Esto se llama normalidad institucional, que Estrella practica, ajeno a posiciones sectarias. Cuestión diferente es la situación de los proyectos, uno a uno. Algunas obras no encuentran salida, por ejemplo Santo Domingo, pendiente de tanto tiempo. Y por lo que respecta al tranvía, Estrella lo ha dejado claro, en esta legislatura, es decir, hay margen hasta 2026, largo me lo fiais. Esto quiere decir que todos los tranvías andaluces se nos han adelantado, nada que ver con lo que nos vendieron en elecciones. Once años perdidos y lo que te rondaré…Qué pena me da de nuestro Jaén cuando la política que debería estar para dar soluciones, las obstaculiza, las aplaza, o las obvia. Este asunto del tranvía, junto con su homólogo, el tren, nos definen muy bien.

Estamos en la recta final del año y se acumulan los asuntos políticos. Tanto el PP como Jaén Merece Más, el partido provincialista a través de Teruel Existe, han presentado enmiendas a los Presupuestos Generales del Estado, pero correrán la misma suerte que el año pasado, no me cabe la menor duda. Y así hasta el año que viene, si Dios quiere, el devenir cíclico del olvido. Lástima que en Jaén no tengamos ni influencia política para entrar en el mercadeo al que se aferra el inquilino de la Moncloa, aunque sea a costa de palabras mayores, sedición o malversación. El todo por la patria lo hemos convertido en el todo por los votos. Y encima pretenden hacernos comulgar con ruedas de molino. En España y en Andalucía política y Jaén forman un binomio que históricamente se llama fracaso. Es lo que hay.

Foto: La Universidad de Jaén sigue de actualidad. El rector acepta el presupuesto para este año y afirma con rotundidad que «se garantiza la suficiencia financiera».

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