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Se han cumplido los pronósticos y el político jienense del PP, José Enrique Fernández de Moya, ha sido nombrado hoy en el Consejo de Ministros, nuevo Secretario de Estado de Hacienda. Sigue por tanto su ascendente carrera política, por otro lado es joven y su futuro está aún por escribir. Este profesor de la Universidad, se inició muy pronto en la política, desde las NNGG de su partido, y ha sido además de presidente provincial, cargo que sigue ostentando en la actualidad, parlamentario andaluz, senador y diputado en el Congreso, además de alcalde de la ciudad de los años 2011 a 2015. El cargo de alcalde ha sido de todos los que ha tenido el único que se le ha resistido, hasta el punto de que tuvo que abandonarlo después de haberlo acariciado largamente, porque le fue imposible bregar con la dura situación económica del Consistorio, y es que en efecto la labor de regidor tiene un punto que lleva al legítimo orgullo, pero es una tarea bastante ingrata, sobre todo cuando por las circunstancias de todo el mundo conocidas, el panorama es tan negro por la ruina económica que han ido sumando los sucesivos gobiernos municipales hasta llegar a un insoportable límite.

Curiosamente ha sido el ministro Cristóbal Montoro el que ha decidido rescatar a Fernández de Moya. En Jaén se había dudado de que existieran buenas relaciones entre ambos, si bien se le ha visto en imágenes muy cordiales, pero ha chocado en los últimos años la prolongada ausencia del político de Cambil que prácticamente ha circunscrito su presencia al inicio del anterior mandato municipal, en 2011, en la capital, y en la última campaña para las municipales, creo recordar que en un acto en la ciudad de Baeza. Este fichaje permite pensar que cuando ha sido posible Montoro tira de Fernández de Moya, con el que no sólo va a tener de estrecho colaborador a un paisano, también a una persona de confianza, porque sabe de la preparación del actual líder de los populares jienenses.

Es de esperar que Fernández de Moya llegue al nuevo cargo de Secretario de Estado con una lección bien aprendida, porque él está acostumbrado a un estilo de hacer política agresivo y las nuevas circunstancias, especialmente que Rajoy no tiene mayoría en la Cámara, hacen absolutamente imprescindible hacer uso constante del diálogo y la negociación, armas con las que el hasta ahora diputado y portavoz de Hacienda en el Congreso no ha estado muy familiarizado.

Lo que sí es Fernández de Moya, sin ninguna duda, es un hombre del PP hasta la médula, tan es así que durante los años que fue alcalde ese fue su principal defecto, llevarse todos los días a la Alcaldía su condición de jefe del partido, porque eso le ha ocasionado la mayoría de los problemas que dejó a su paso por el Ayuntamiento. De todas maneras esa es agua pasada. En los últimos tiempos se le ha visto por diferentes platós de televisiones siendo la voz de los populares, especialmente en los temas de materia económica, que se los sabe como un papagayo. Es duro en la confrontación, esto lo saben bien las fuerzas políticas de la izquierda, con las que ha sido implacable, ahí está por ejemplo el caso de los ERE de Andalucía, o la fijación con Susana Díaz, a la que ha dirigido severas críticas llenas de metralla y visceralidad, si bien en algunos casos, cuando se trataba en concreto de aspiraciones legítimas de Jaén, encontraban su justificación, aunque hubiera sido deseable utilizar otro tono de mayor respeto y lealtad institucional.

Tiene un importante reto porque la Secretaría de Estado de Hacienda que asume, tiene muchas competencias y le va a exigir trabajo y ahora sí, actitud y talante, porque representa al Gobierno de la nación. Creo de entrada que puede hacerlo bien, al menos desde el punto de vista de la política que se le encargue hacer desde el ejecutivo y el propio Ministerio, pero si de algo no tengo duda es de su inteligencia y preparación. Lástima que su valía no la haya puesto por completo al servicio de los intereses de Jaén, al menos en mi opinión, ese es en todo caso el reproche más grande que se le puede hacer. Pero de la misma manera hay que hacer justicia en el sentido de que el trabajo, a la larga, es el mejor aliado para escalar posiciones, otra cosa tendrá pero es trabajador y disciplinado, tiene fortaleza política y por ello se ha ganado un puesto en la escena nacional donde se le esperaba en cualquier momento y sólo es un puesto de salida.

Finalmente no podemos dejar de lado que Fernández de Moya es jienense, que ha sido alcalde y que conoce como nadie la situación tan preocupante por la que atraviesa el Consistorio y la ciudad de Jaén. Tenemos motivos para ser escépticos porque han sido muchos los políticos que hemos tenido en primera fila en Madrid y en Sevilla y no siempre han cumplido con su tierra. El Ayuntamiento acaba de presentar un plan económico y financiero que en breve habrá que discutir. Fernández de Moya seguro que no tiene una varita mágica, pero es posible que sí posea ideas y mecanismos legales que permitan ayudar a Jaén a salir de una situación en la que se causen los menores daños posibles, al propio Consistorio, pero especialmente a las vecinas y vecinos que están temiendo por ser las víctimas de un despropósito tan grande, que no sólo es un lastre, sino que quedará para la historia.

Dicho todo lo cual, enhorabuena.  

Foto: Imagen del ministro Cristóbal Montoro con José Enrique Fernández de Moya.

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