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Por ANTONIO GARRIDO / El consejero de Justicia de la Junta, José Antonio Nieto, es de sobra conocido que tiene un perfil político, ya tiene acumulada experiencia en cargos públicos, y no me extraña que hoy se haya despachado con una frase bien llamativa: “Mi obsesión es la Ciudad de la Justicia de Jaén”. Le ha faltado decir que este proyecto largamente acariciado en la capital del Santo Reino le quita el sueño, pero da la impresión de que no llega a tanto. Si es como dice lo tiene fácil, no cejar en el empeño hasta conseguirlo. Ya tiene hasta los terrenos y, por si esto fuera poco, un delegado en Jaén que fue cocinero antes que fraile, es decir, decano del Colegio de Abogados antes que político, y le tocó en su mandato reivindicar con mucha contundencia la necesidad de esta infraestructura. Me refiero a Javier Carazo, un magnífico profesional y mejor persona, metido a político desde la pasión que siente por su tierra, amplísimamente demostrada. Me agradó que al dejar el Ayuntamiento, donde ha sido un concejal ejerciente, comprometido, aunque fuera desde la oposición, se le haya despedido como merecía, a tal señor, tal honor.

Si es verdadera la “obsesión” del consejero, y teniendo como tiene a un gran delegado que sabe que su éxito depende de la consecución de esta vieja aspiración, no dudo que se dejará la piel en ello. Por lo demás no le quiero negar su papel de oposición al PSOE de Jaén, pero que salga el parlamentario Jacinto Viedma invitando al consejero, que acaba de llegar, a que “deje de marear la perdiz”, porque “se han perdido cuatro años”, cuando previamente con gobiernos socialistas los consejeros y consejeras miraron hacia otro lado y no pusieron el mínimo interés en la Ciudad de la Justicia para Jaén, mientras daban libre a las de otras capitales, es muy cantoso. Que hagan oposición, pero que no se olviden de la historia, porque muchos la conocemos muy bien y algunos cargos socialistas la interpretan a su estilo, forma y manera, a la carta, o simplemente padecen amnesia, aunque sea política.

Hoy ha habido más noticias de la Junta, porque se ha reunido la comisión de seguimiento del famoso y polémico tranvía, que recordamos está terminado desde 2011 y los vagones en cocheras, con una serie de vicisitudes que darían para escribir El Libro Gordo de Petete. Pues bien, se ha reunido, a propuesta del Ayuntamiento, la comisión de seguimiento, y se han ofrecido detalles sobre la actualización de los precios de materiales y servicios porque los que había estaban referidos a 2018 y han quedado obsoletos, sobre todo a causa de la crisis económica y la inflación subyacente. Según la Junta existen avances, y la propia teniente de alcalde, África Colomo, tengo entendido que ha valorado la información recibida. Esto es lo que ocurre a día de hoy, lo que pase a partir de mañana ya es otra historia. También creo que es bueno que como delegado de esta Consejería de Fomento esté Miguel Contreras, porque nadie mejor que él para inyectarle celeridad. Los políticos, en general, con el tranvía han quedado peor que Cagancho en Almagro. Al menos que en la recta final traten de compensar la pésima imagen que nos han ofrecido como gestores de lo público. Metamos a todos y sálvese quien pueda.

A todo esto, el presidente del PP, Erik Domínguez, sigue con el objetivo marcado en la hoja de ruta de conquistar la Diputación Provincial, que en toda la etapa democrática desde 1979 ha estado gobernada por el PSOE. Recuerdo que Fernández de Moya tuvo la misma fijación, bien es cierto que las circunstancias políticas han variado y hoy, al menos sobre el papel, se puede plantear la posibilidad, aunque esto solo depende en última instancia del voto de los ciudadanos. Creo entender que Domínguez con lo que sueña es con el Palacio Provincial para revestirse de poder, manteniendo a la vez la presidencia provincial del Partido Popular. Se ve de virrey, en el fondo, los populares siempre han sentido cierta envidia de la posición privilegiada primero de Zarrías y después de su sucesor natural, Reyes. En su campaña en esta dirección acaba de pedir a Francisco Reyes que se rebaje el sueldo para dedicarlo a atenciones sociales, y asegura que si él llega ganará menos que el presidente de la Junta y no los 76.684 euros que según informa recibe como salario al actual presidente Reyes. Esto de los sueldos forma parte del guion político de estas fechas en Madrid, en Andalucía y en Jaén, se van contagiando unos de otros, y unas veces sucede por iniciativas sinceras, pero hay casos en los que se despliega la demagogia, de todo hay en la viña del señor. En lo que no hay engaño es en la prioridad del presidente Erik, si ganaran la Diputación quedarían satisfechas todas sus expectativas. Lo sueñan cada día.

También se ha conocido la dimisión de Juan Manuel Rosas como vicerrector de Estrategia y Gestión de Cambio de la UJA, para poder optar a las elecciones a Rectorado, previstas para marzo de 2023. Se suma a la que ya presentó en su día el hasta entonces gerente, Nicolás Reyes Ruiz, el primero en anunciar que entraba en el proceso de la sucesión. Los demás, hasta media docena, están en ello, Adoración Mozas figura en esa carrera y a fondo por cierto, y se acaba de incorporar Ignacio Benítez. Hay alguno más en liza, pero todavía hay quien se lo piensa. No sé si todos llegarán al final o habrá uniones estratégicas, pero es un buen dato que el Rectorado de la UJA despierte el interés de valiosos docentes con ganas de coger sus riendas. Lo seguiremos muy de cerca.

Por último felicitar la iniciativa que ha hecho público el Grupo Popular en la Diputación para que el pleno corporativo decida otorgar los máximos honores de la Provincia al fallecido presidente de la Caja Rural de Jaén, José Luis García-Lomas. En concreto el título de Hijo Adoptivo y la Medalla de Oro de la Provincia. Hoy, en el obituario que le he dedicado al ilustre personaje, ya dejaba constancia de que era merecedor, a título póstumo, de justos reconocimientos a la medida de su compromiso con esta tierra. El resto depende de las instituciones y sus representantes. Honrar biografías de personas que han pasado haciendo el bien es también una noble responsabilidad.

Foto: El consejero de Justicia, José Antonio Nieto, en su reciente visita al Ayuntamiento, con el alcalde Julio Millán.

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