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Por ANTONIO GARRIDO / Las cosas como son, el alcalde de Jaén, Agustín González, no se pone límites, surge un deseo o un proyecto y a él que se pone con todos los sentidos, y desde que llegó a la Alcaldía está obsesionado con dedicar el edificio emblemático del Banco de España a lo que el gobierno municipal llama “El Banco”, es decir, un Distrito Tecnológico Digital llamado a convertirse en motor de la industria tecnológica y del videojuego. Digo que el alcalde, por su condición anterior de gestor público, de estos que no se mueven ni un milímetro de sus pretensiones hasta que logra alcanzarlas y en este caso concreto de “El Banco” incluso ha tenido que lidiar alguna que otra opinión en contra tanto dentro como fuera del Ayuntamiento. Normal que haya posiciones contrapuestas, siempre ocurre.

Es verdad que desde que dejó de ser entidad bancaria, para lo que fue creado el edificio, no solo se ha utilizado como una especie de comodín, lo mismo vale para un roto que para un descosido, que en torno a la obra de Moneo se han reivindicado en campañas electorales diferentes usos, entre los más señalados, Museo del Aceite o Centro de Turismo Interior de Andalucía. Igualmente lo podrían dejar como Archivo, porque es un lugar idóneo y que un edificio de corte moderno albergue la historia de una ciudad, como ocurre, a mi modo de ver es un buen destino. ¿Que puede ser un excelente espacio para albergar a ese Distrito Tecnológico con el que sueña el alcalde? Pues sí, siempre y cuando el Archivo vaya a un lugar digno. Hubo un tiempo, no hace tantos años, en que se habló de proyectos entre Ayuntamiento y Diputación para dignificarlo, pero poco se ha vuelto a saber después. En esto de los edificios la política debe ser no vestir un santo para desvestir otro, sino darle a cada uno su singular utilidad.

Dicho todo lo cual el alcalde, ni corto ni perezoso, se ha ido a Madrid a presentarle el proyecto nada menos que al autor del edificio, el arquitecto Rafael Moneo, al que también ha invitado a visitar la ciudad. Como gesto me parece plausible, pero por lo demás, aparte de hacerle partícipe del proyecto que persigue el gobierno municipal, no entiendo que Moneo, tantos años después, vaya a corregir la plana a los políticos, supongo que lo que le debe satisfacer es que su obra es considerada y que cualquiera que sea su función va a estar al servicio de la ciudad y de los ciudadanos, es decir, su servicio va a ser social. Supongo que Moneo, que es un señor inteligente, al que conocí en Granada en una amena charla que derivó en los asuntos de Jaén, tiene su propia opinión, pero ante el gesto cortés de la visita no caben más que aceptación y respeto al criterio municipal. No veo más allá, aunque insisto, en tantos años de polémica nadie que yo sepa se había planteado la posibilidad de contar con el padre de la criatura, y ahora ya ha pasado mucho tiempo y vamos a toro pasado, pero en su momento, cuando dejó de ser Banco de España y estuvo tantos años a la espera de la cesión a la ciudad, que fue otro parto largo, se hubiera agradecido la mediación y la voz de Rafael Moneo, a quien como arquitecto y como persona profeso una especial admiración.

De modo que vía expedita para que el Ayuntamiento asuma su compromiso. Este Distrito Tecnológico Digital, que puede venir muy bien para establecer sinergias con Cetedex, o así lo percibo, puede constituir un buen proyecto de futuro, estamos en el tiempo en que estamos, avanzando el siglo XXI y hay que dar respuestas a las demandas de la sociedad. Esta es una de ellas para enganchar a los jóvenes y atarlos al territorio, una de nuestras grandes preocupaciones. Así que ánimo y adelante.

Por lo que se refiere a la polémica sobre el Centro de Salud Alameda y las implicaciones que el proyecto tiene en relación con el tráfico así como las posiciones, algunas tan rígidas que se están percibiendo, como ciudadano lo que me irrita es que a un rincón tan sensible de la ciudad se le pretenda, aunque solo fuera provisionalmente, soportar tráfico, ni siquiera de ambulancias y vehículos sanitarios, porque estaríamos ahogando uno de los grandes pulmones con que cuenta la ciudad. Esto no va de política, esto va de sentido común y cualquier arquitecto que se precie, que valore el lugar y el entorno, pero desde luego también los responsables públicos, no pueden aceptar un atentado ecológico a este oasis que ha sido respetado en las últimas décadas y que creo que a una legión de jienenses no nos gustaría perder porque estaríamos mucho tiempo lamentándolo. Demasiadas atrocidades se dieron en el pasado, con el ejemplo más emblemático del Teatro Cervantes, para que por caprichos políticos o personales destrocemos este edén del que disfrutamos. Me parece muy bien que ante estos riesgos aflore la sensibilidad ciudadana para hacer llegar muy nítido a los políticos el mensaje de que ellos gobiernan en nuestro nombre, pero nosotros tenemos la obligación cívica de gobernarlos a ellos cuando están en el camino de cometer atropellos. Por favor, me dirijo a todos, sean respetuosos con las esencias de la ciudad.

Por lo que respecta al Cetedex, en los últimos días, cómo no, cualquier tema en Jaén está siempre sujeto al enfrentamiento entre las administraciones, se suscita la polémica y desde las filas socialistas se acusa a la Junta de no haberse implicado en el proyecto desde el punto de vista económico. El PSOE reclama “un mayor respaldo financiero” y pretende que se haga por la Junta y a través de la Universidad de Jaén. En este asunto le doy la razón sin paliativos al delegado del Gobierno de la Junta, Jesús Estrella, cuando afirma que el Gobierno de España no se ha dirigido oficialmente a la Junta para solicitar su participación. No sé bien cómo funcionan estas cuestiones protocolarias, pero me parece razonable que el Gobierno de España pida al andaluz colaboración económica e implicación para esta iniciativa, toda vez que en muchos de los asuntos del proceso es la Junta la que tiene competencias. Lleva razón Estrella al señalar que está al tanto de lo que pasa, al menos de lo que les quieren contar, al estar presentes en la Fundación Estrategias, donde la Junta participa, pues de lo contrario sería una convidada de piedra. Hacer las cosas bien y como corresponde sería que existiera esa comunicación, es obvio que la Junta debe estar ahí, tiene que estar ahí, pero han de seguirse los procedimientos oportunos. Por favor, que se dejen ya de tanta política, que nos tienen aburridos y hartos, y dediquen sus esfuerzos a hacer que Jaén avance. Y en esa tarea no sobra nadie, todo lo contrario. ¡Cuántas veces habrá que repetirlo!

A propósito de la Fundación Estrategias, que esta noche celebra su gala 25 aniversario, a la que se ha invitado al “todo Jaén”, precisamente la Junta de Andalucía y su delegado de Gobierno, Jesús Estrella, reunió a su equipo para sacar pecho y reivindicar que el gobierno andaluz, a través de sus diferentes consejerías se siente implicada y participa en el 82% de los proyectos contemplados en el Plan Estratégico de la Provincia. El delegado ofreció más datos, de 63 proyectos contemplados, la Junta participa en 52, de ahí el 82% al que se refiere, lo cual le lleva a decir que sin la Junta de Andalucía no hubiera sido posible el Plan Estratégico. Dice más el delegado, pero ya en un mensaje más críptico, menos entendible, por los términos que utiliza al referirse a los a su juicio más de 1.200 millones que a través de inversiones, políticas y proyectos “ha articulado (ojo al nuevo término) la administración andaluza”.

Parece cierto que la Junta ha inaugurado un tiempo nuevo que consiste en adelantarse a los acontecimientos, en sacar pecho y en reivindicarse, fuera complejos, sobre todo ante las críticas del PSOE, muy persistentes. Ahora bien, la Junta y todos los demás actores, nunca deberían olvidar sus competencias y, aún más, el dinero del que tan alegremente hablan, no es suyo, es de los andaluces y para los andaluces, de los jienenses y para los jienenses.

Debería dar igual quién o quiénes dedican más atención a Jaén porque se supone que estará relacionado con sus responsabilidades competenciales. La Junta no es una entidad al margen que da por obra y gracia del Espíritu Santo, simplemente es su obligación, como lo es para el resto de las administraciones. Cuestión diferente es que, como hace unos días ha señalado un informe del CES local, ninguna de las administraciones que operan en Jaén y la provincia han sido una solución ante las situaciones de dificultad por las que atraviesa el territorio, antes bien han sido y son el problema. Así que cuidado las unas y las otras con esas cuentas tan recurrentes del Gran Capitán, porque en tantas ocasiones son indicativas de que pretenden jugar al solitario, venderse y tratar de vendernos su mercancía. Aviso a navegantes. Y una cosa más, la responsabilidad les obliga a invertir hasta la extenuación y abandonar esta política tan conocida lamentablemente por aquí de regalarnos continuos y abultados brindis al sol.

Foto: El alcalde de Jaén, Agustíon González, en diálogo con el arquitecto autor del edificio del Banco de España en Jaén, Rafael Moneo, en su estudio de Madrid.

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