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El Ayuntamiento está por agradar. Hemos dicho adiós a una exitosa feria, aunque pienso que demasiado larga, sobre todo cuando los que sufren son los bolsillos de los jienenses. Invitar a la feria es sugerir que se gaste, a veces lo que no se tiene. Pero la política es así, nadie se atreve a echar el freno, quien no asume la capacidad de tomar decisiones no corre el riesgo de equivocarse.

 

Esto mismo ha primado a la hora de decir la última palabra, al menos por ahora, en relación con la Carrera Internacional Urbana Noche de San Antón y las tradicionales lumbres. Ayer en una reunión con los grupos municipales, se tomó el acuerdo unánime de aceptar la propuesta de la plataforma pro San Antón en sábado, de tal manera que ya en 2017 ambas celebraciones tendrán lugar el sábado, día 14 de enero. No ha sido en un pleno, donde quizá debió plantearse, ha sido en la mesa de camilla, pero esta vez todos los munícipes han estado de acuerdo. San Antón los ha unido, ¡milagro!

 

El propio equipo de gobierno reconoce que esta fiesta y tradición es “de los jienenses”, de hecho el Ayuntamiento organiza la Carrera pero las lumbres son de las asociaciones y colectivos, patrimonio exclusivo del pueblo y en concreto de los barrios que se mojan con esta herencia de nuestros antepasados, la instancia municipal sólo las autoriza, por tanto su responsabilidad es limitada. Ahora sólo van a ser oídos los partidarios del sí, que acepto encantado que han hecho mucho ruido, más que nada porque en gran medida han defendido intereses propios, legítimos, aunque lo hayan envuelto ellos y sus benefactores en palabras amables: revalorizar la tradición y preservar nuestra cultura. Precioso detalle, con una propina, un tanto light, para que el día 16 no desaparezca del calendario local.

 

Creo honestamente, y puedo equivocarme, que se trata de una concesión a la demagogia. A evitar problemas con la que está cayendo, a pretender acercarse a una oleada de oportunidad y populismo. Y a todos sin excepción les ha ganado la causa, eso sí, en nombre del amor a Jaén. Colorín, colorado, San Antón está ya atado y bien atado. La tradición no da votos, la tradición puede esperar.

 

(Comentario emitido hoy en el espacio La Colmena, en Radio Jaén)

 

PD.-Añadir a lo ya señalado que he defendido la postura que pensaba era mejor para la ciudad y para respetar la tradición, entendiendo que se podían acercar las posiciones con un poco de imaginación y ambición. Veo, un poco sorprendido, que algunos de los agitadores del cambio están vendiendo el triunfo por las redes sociales. Me parece que en el fondo subyace una guerra entre agentes vecinales y otros colectivos, y en la que ha habido, me consta, intoxicación y presiones, como si se estuviera dilucidando la gran salvación de la ciudad. Por mi parte me siento satisfecho de haber mantenido la postura que entiendo es la correcta, aunque sea nadando contra corriente, haciendo uso de mi libertad, y agradezco que los cinco o seis comentarios que he colgado en mi Blog han sumado un nada despreciable número de visitas de 5.431. Lo que no se puede hacer en estos casos es pecar de omisión, hay que dar la cara. Yo lo he hecho con el único interés de preservar una tradición de nuestro Jaén. Punto final.  

 

 

 

 

 

 

 

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