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El presidente de la Diputación Provincial de Jaén, Francisco Reyes Martínez, ya ha dicho con toda claridad que el organismo provincial no va a participar en el proyecto de construcción de un Palacio de Deportes para la  capital y lo justifica en que no está dentro de sus competencias que son las de prestar servicios sobre todo a los pequeños ayuntamientos. Y puede que lleve razón en lo que se refiere estrictamente a las competencias que están bien definidas para las diputaciones provinciales como ayuntamiento de ayuntamientos.

Lo que ocurre es que, si observamos con detenimiento el régimen competencial de las corporaciones provinciales, podíamos llevarnos alguna sorpresa, en el sentido de que al menos la de Jaén se excede en algunos aspectos. Esto no es una crítica, por el contrario es un halago, porque en la situación en la que se encuentra la provincia la Diputación se ha impuesto como un motor de gran potencia para movilizar actuaciones y recursos en favor de ella y de todos sus intereses.

No hay más que ver que, por supuesto gracias a la buena administración de sus recursos económicos, no solamente atiende a los municipios que son su verdadera razón de ser, especialmente los más pequeños, sino que es una tabla salvadora en todos los aspectos que tienen que ver con la promoción de los recursos de la provincia, y gracias a ella, se ha dado un salto cualitativo y cuantitativo en ámbitos como la cultura, los servicios sociales, el aceite de oliva, el patrimonio…en fin, tareas que si no hubiera abarcado la Diputación sencillamente no existirían.

Precisamente por su estabilidad económica y el cumplimiento de todos los principios de sostenibilidad financiera, es curioso que cada vez que hay un proyecto merecedor de apoyo se mira hacia la Diputación para contar con su apoyo, y normalmente siempre suelen estar las puertas abiertas a todo aquello que redunde en beneficio de Jaén, de toda la provincia y también la capital.

La Corporación Provincial insiste en que no tiene competencias para integrarse en el proyecto de un Palacio de Deportes para Jaén, y así debe ser. Pero nos ha acostumbrado a invertir con el Premio Jaén de Piano, con las actividades que constantemente realiza en el casco antiguo, con la iluminación especial navideña del Palacio Provincial y su entorno, con las exposiciones que realiza en sus magníficas salas, con las obras que se llevan a efecto en la ciudad dentro de los planes de cooperación, etc., etc., que es imposible hacerse a la idea de que en un nuevo gesto de solidaridad con la capital de la provincia, no sea capaz de ayudar a hacer realidad el sueño de un Palacio de Deportes que, entre otras cosas, tendría que servir para las competiciones del Jaén Paraíso Interior de Fútbol Sala, al que la Diputación viene prestando ayuda desde hace años.

Creo que esta vez no se trata de una afrenta política a Jaén, por lo menos no quiero pensarlo, porque Francisco Reyes y Javier Márquez son dos políticos que pueden y deben hablar como de hecho hacen con frecuencia, pero sinceramente me cuesta trabajo pensar que estén cerradas todas las posibilidades para que Diputación contribuya de alguna manera a hacer realidad una necesidad imperiosa en Jaén, un Palacio de Deportes de 6.000 localidades, que esta ciudad se merece y que la Junta de Andalucía le debe. No es tampoco el momento para que desde Diputación se echen cuentas al Ayuntamiento de las partidas en las que presuntamente gasta mal el dinero porque esto es seguir mareando la perdiz. Se hagan las cuentas que se hagan el Ayuntamiento únicamente puede ofrecer los terrenos y los proyectos, que son una parte importante. Ya quisiera poder poner el 50% del proyecto, pero esto es imposible porque los ayuntamientos anteriores les han dejado en la ruina. La parte municipal se la tienen que dividir de la manera que sea Diputación y el Consejo Superior de Deportes, esta es la solución racional. Si no es así posiblemente nos quedaremos sin pabellón, a pesar de que se trata de una infraestructura que es competencia de la Junta y ésta tiene una deuda tan grande con Jaén. Me da que una vez más por razones políticas podemos perder otro tren. Y la actual Corporación, todos, los 27, no tienen culpa de haberse encontrado un Ayuntamiento que tiene nula capacidad inversora y precisamente son ellos los primeros en sentir impotencia. ¿Los condenamos a ellos y al Ayuntamiento, pero antes que nada a la ciudad de Jaén, siempre en la cola?, ¿no seremos capaces de encontrar una solución en la que todos se involucren y todos se cuelguen la medalla, si es que eso es lo que buscan?

En el pleno municipal se aprobó con la abstención de los concejales socialistas el acuerdo de llamar a las puertas de Diputación. Los ediles del PSOE, con Manuel Fernández al frente, que planteó el tema tratando de tender puentes, quedaron un tanto desairados. Reyes, que tantas veces ha demostrado un plausible síndrome de alcalde, no puede dejar a Jaén en la estacada. Todos miran en su dirección y debe ser por algo, por lo que ha sembrado. En fin, no se haga de rogar y si lo hace ya sabe que ha de asumir las consecuencias, solo que quienes pagan son los que pasan en la ciudad por las urnas. En fin, hagan entre todos ese Palacio de Deportes…

 

Foto: Francisco Reyes y Javier Márquez han hablado en varias ocasiones de diferentes temas de la ciudad. Ahora Diputación está cerrada a colaborar para hacer realidad el Palacio de Deportes de Jaén.

 

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