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Por ANTONIO GARRIDO / Había que tomarse un poco de tiempo para asimilar un posible cambio tan drástico y en tiempo récord en el gobierno del Ayuntamiento de Jaén, pero todo hace indicar que el pacto firmado hace poco menos de nueve meses entre el Partido Popular y Jaén Merece Más se encuentra en este momento en la UCI, podría decirse que casi en fase terminal, sobre todo si fraguan las conversaciones que se están teniendo al más alto nivel, no solo en Jaén, sobre todo en Madrid, con la cúpula socialista en Ferraz, incluido su secretario de organización, Santos Cerdán y el muñidor jienense, Juan Francisco Serrano, uno de los fontaneros del partido en cuyo haber se anotó en su momento la conquista del Cetedex. El caso es que en el momento más crítico para el PSOE nacional, con todos los frentes abiertos, se producen las conversaciones del partido Jaén Merece Más, al que parece encantarle la letra y la música de los compromisos que para volver al gobierno municipal de Jaén le ofrece la dirección socialista, la salida a la mayor parte de los asuntos pendientes del ejecutivo de Pedro Sánchez con Jaén, casi el total de la deuda histórica tantas veces reivindicada, proyecto a proyecto, a muy corto plazo y en algunos casos con carácter inmediato, empezando por una solución al principal problema con el que se encuentra desde hace años el Ayuntamiento, la deuda de más de 600 millones de euros, que no solamente lo ahoga económicamente sino que le está impidiendo desde el año 2017 confeccionar unos presupuestos. Jaén Merece Más parece haber encontrado en este auxilio un alivio para la crisis municipal, aprovechando además que las tensiones con el socio mayoritario, el Partido Popular, son continuas y los jienenses las conocen porque de una u otra forma se están retransmitiendo.

Ha pasado muy poco tiempo desde el 16 de junio de 2023, cuando se formalizó el pacto de gobierno, ante notario, los 100 puntos más uno, que parecía ser la joya de la corona, y del que nunca se supo más, el fondo de equilibrio territorial, que se ha manifestado como la gran aspiración y de la que muchos, entre los que me cuento, siempre dudamos, porque poner de acuerdo a todas las administraciones en el compromiso de poner dinero para que Jaén y la provincia converjan con el resto de Andalucía y de España tenía toda la pinta de ser el sueño de una noche de verano, propio de políticos que saben lo que firman y que igualmente son conscientes de que los acuerdos también están para no cumplirse. Recuerdo la declaración tajante de aquella histórica fecha: “El acuerdo plasma el compromiso que JM+ espera para que desde las administraciones en las que está presente el PP se refleje la apuesta que motiva el acuerdo, ya que en él se da respuesta a las peticiones de JM+”. Me pregunto qué pensará, si se cumple el pronóstico que está sobre la mesa, el señor notario, que acudió a dar fe pública del Acuerdo por Jaén, y el resto de los componentes de la mesa, Antonio Repullo, Erik Domínguez, Juanma Camacho, Agustín González, Manuel Vallejo y Javier Marín (que a los pocos días salió de Jaén Merece Más). Quién sabe si ahora, en su caso, suscriben otro documento.

Pues sí, Jaén Merece Más negocia con el PSOE, ignoro si tiene arte y parte el socialismo local, pero lo que ha trascendido es que los contactos se están llevando a cabo en las alturas y que los dirigentes socialistas, en este preciso momento en que se debate en un mar de dificultades, está dispuesto a responder a territorios y a tratar de salir a flote del cúmulo de adversidades que se destapan tras el polémico “caso Koldo”, con todas sus consecuencias. Es decir, en el peor momento, es cuando el PSOE llama a las puertas de Jaén Merece Más y este se dispone al diálogo porque cree que de lograrse los compromisos que ofrece el partido que sustenta al gobierno de la nación, el cambio en Jaén se dejaría ver en esta misma legislatura. Como es lógico, y posiblemente aquí radique que el acuerdo se cierre antes o después, o que no cuaje, Jaén Merece Más quiere atar las garantías, saber que no va a ser engañado. Eso sí, también esta situación supondría olvidos de episodios pasados, desde la afrenta del Colce hasta las severas críticas expresadas contra el partido provincialista, especialmente en la propia ciudad. Cuesta, pero pelillos a la mar. Al fin y al cabo también en algún momento mediaron mensajes poco amigables de los populares.

Antes de continuar me surge una pregunta que seguro será compartida por muchos de los lectores. ¿Es normal que en este momento, cuando no han transcurrido nueve meses del pacto, del parto con cesárea, entre el PP y Jaén Merece Más, se produzca una situación de esta naturaleza, tan drástica? Es difícil digerirlo, los jienenses van a decir muy probablemente lo mismo que yo en este momento, en Jaén no tenemos remedio, siempre a merced de los políticos que no están a la altura de las circunstancias, y más todavía cuando algunos de esos políticos son novatos y se permiten veleidades que se salen de la lógica, si es que la política puede tener lógica. Nueve meses, insisto, es muy poco tiempo para todos. También para el gobierno municipal y el alcalde elegido el 17 de junio, el noveno de la democracia en Jaén, Agustín González, del que no se puede decir que haya sido un político ocioso, lo ha intentado de todas las formas posibles, bien es cierto que en campaña asumió unos compromisos que sus propios compañeros con experiencia municipal debieron aconsejarle que no podría cumplir, que solo con las ganas de trabajar, la ilusión y la buena voluntad no vale. Hay que reconocerle a Agustín González, pase lo que pase, que en un año prácticamente ha hecho un doctorado de jaenerismo y se ha creído que en efecto Jaén es un sentimiento, una manera de ser y un orgullo. La política ya es otra cosa, en ella todo cabe.

Tampoco ha ayudado mucho la relación tempestuosa con Jaén Merece Más desde el principio. Las coaliciones de gobierno exigen diálogo y mucha generosidad, y en el caso que nos ocupa ha estado plagada de una sucesión de desencuentros. Nos prometieron días de vino y rosas y lo que hemos encontrado ha sido una tensión permanente, a veces sobre asuntos banales que se resolvían con el simple cambio de cuatro palabras, no más. En una relación a dos ignoro porque se trata de sus interioridades, quién es culpable en mayor grado, pero desde luego tampoco ha ayudado el Partido Popular que como firmante del Acuerdo por Jaén, con el que redondeaba la Alcaldía en las ocho capitales andaluzas,  ahí es nada, quedaba responsabilizado de trasladar al ejecutivo andaluz el centenar de objetivos. Si este acuerdo hubiera fluido convenientemente el canal de comunicación con los socialistas tal vez no existiría, ha sido una sucesión de acontecimientos.

Hoy me pregunto y posiblemente lo hagan también muchos jienenses, qué es lo que en realidad quiere ser de mayor Jaén Merece Más. En su momento se inclinó por el Partido Popular por varias razones que entendió eran de peso. Por un lado porque se prestó a hablar de competencia local, provincial, regional y nacional, en tanto que el PSOE de Jaén, encabezado por Julio Millán, se limitaba a dialogar y asumir un pacto en base a responsabilidades propias, municipales, el resto pasaba por propiciar encuentros con el resto de administraciones. Cierto que en aquel momento las encuestas pronosticaban el triunfo en las urnas a nivel nacional del Partido Popular, y JM+ creyó que jugaba a caballo ganador y que de una tacada podría influir en aflorar proyectos para Jaén. Se equivocó por lo que sucedería poco más de un mes después, en las elecciones generales. Con el PP sin mandar en el gobierno de España la ambición del partido provincialista se veía truncada. Después la Junta ha ido manteniendo un discurso de compromiso, pero el tiempo pasa y Jaén Merece Más lo que demanda es celeridad, sabe que cuatro años son un suspiro y pretende llenar sus alforjas políticas para no acudir con las manos vacías al electorado, y también ignora de qué manera va a ser calificada su gestión, más que por las áreas que ocupa, en las que sobre todo María Espejo y Luis García cumplen sobradamente con su cometido, por el enrarecido clima político, la trascendencia de todos los debates, una relación marcada por la transparencia, pero en un grado excesivo, porque ha habido cuestionamientos internos cuya trascendencia les dejaba a las dos partes en muy mal lugar.

Ahora JM+ dialoga con el PSOE y puede ser que esté casi a punto un acuerdo. Insisto, como mínimo, bastante precipitado,  y a quien más interesa obviamente es a los socialistas que tienen verdadera urgencia, ante el actual tornado político, de recuperar plazas al costo que sea. Antes nos negaban sistemáticamente, éramos una provincia y una plaza de lealtad a prueba de bomba, ahora parecen en disposición de tirar la casa por la ventana, no hay nada como ver que la necesidad acucia. Basta con mirar el mapa político y establecer estrategias. La política consigue casi todo lo que se propone, hasta hacer extraños compañeros de cama, en frase que se atribuye a Manuel Fraga. De hecho hasta es posible que salgamos de guatemala y nos metamos en guatepeor, como en la ley de Murphy, pero es algo que corresponde decidir a las partes, serán responsables de sus errores pero también de sus aciertos.

Lo dije el mismo día de la toma de posesión de Agustín González, era el momento de esperar lo mejor, en beneficio de Jaén, pero conscientes de que el acuerdo entre dos y en una institución tan sensible como es un Ayuntamiento, más aún cuando uno es nuevo en política, no iba a ser un camino de rosas. Lamento haber acertado, también al pensar que los intereses generales unen y rompen todas las barreras y obstáculos. Sospecho que el asunto que puede doblegar la voluntad de Jaén Merece Más es que el Gobierno de Sánchez apoye decididamente una salida satisfactoria para resolver la deuda del Ayuntamiento, el verdadero caballo de batalla, que imposibilita el normal funcionamiento, como ya se han convencido los nuevos gestores.

Lo siento por Agustín González y su equipo, porque se trunca un proyecto y una ilusión. Hoy mismo el regidor reconoce diferencias, pero defiende la salud del pacto, nada anormal, me imagino lo que se tiene que estar viviendo entre bastidores, incluso me hablan de soluciones a medias, componendas, lo que suele ocurrir cuando un ciclo está en fase de expiración. Cuando hablas con concejales ya es otro cantar, se masca el ambiente, el diluvio que viene. La política es así de despiadada. El presidente provincial del PP y ya exconcejal, Erik Domínguez, abandonó hace unos días, imagino que estaba al tanto de los movimientos orquestales y tal vez huyó en estampida antes de ser atrapado por el huracán. El futuro dirá la última palabra. Hoy solo queda lamentar que por unas razones o por otras Jaén no avance y que esté frenada a causa de los devaneos políticos de todos los tiempos. Es verdad lo que declaró, siendo alcalde, Julio Millán, la Alcaldía de Jaén es una silla eléctrica. Supongo que esta misma sensación, a pesar de su optimismo militante, la ha debido sentir Agustín González, pese a lo cual no ha bajado el ánimo en ningún momento. La política, finalmente, es así, porque está dirigida por profesionales que conocen bien el terreno que pisan, y es que hoy estás y mañana es posible que ya no estés. Visto con ojos de ciudadano que siente que una ciudad viva en permanente inquietud, me viene a la memoria aquella frase del general De Gaulle, ese que vino a escribir sus memorias en el Parador de Jaén: “He llegado a la conclusión de que la política es demasiado seria para dejarla en manos de los políticos”. Ni te cuento si simplemente son aspirantes, por mucha voluntad que tengan o les haya tocado hacer un máster acelerado. Pese a mi escepticismo militante ojalá que lo mejor esté por venir. Jaén merece pero que mucho más.

Foto: Esta foto es para la historia, el 16 de junio de 2023, la firma del famoso Acuerdo por Jaén entre el Partido Popular y Jaén Merece Más.

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