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Por ANTONIO GARRIDO / En tiempo pasado las rémoras de Jaén las comentaba por una preocupación en primera persona, como obligación de mi responsabilidad ciudadana y profesional, pero en los últimos tiempos reconozco que pienso ya más en el futuro de Jaén que vayamos a dejarle en herencia a nuestros hijos y nietos, y me duele en el alma que no estemos evitando que quienes vendrán detrás, que ya nos pisan los talones, otras generaciones, se encuentren los deberes sin hacer y tengan motivos más que sobrados para no ser indulgentes ni misericordiosos con nosotros y nuestro atávico talante. La relación de tareas que el poder, los poderes, no han sido capaces de afrontar en las últimas décadas componen una amplia relación y concierne a las diferentes administraciones, así es que hay quejas para todos. En estos días, en general desde hace décadas no he dejado de clamar en desierto, que eso es lo que parece que es el panorama de la responsabilidad política en el que nadie parece sentirse concernido, porque de vez en cuando se asoman al debate para hacer ver que que están en la batalla, pero como los hechos son los que califican y valoran a las administraciones, bien sabemos que con respecto al ferrocarril en Jaén, a pesar de tantas promesas y tantas “apuestas y compromisos” la pura verdad, visible y por tanto imposible negar la evidencia, es que vamos de mal en peor.

Todavía recuerdo el famoso informe del CES Provincial en el año 2017 que iba a servir de base, decía la Diputación y también el PSOE, para negociar con el Gobierno las prioridades de Jaén, y no cabía ni renuncia ni rechazo. Han pasado de esto seis años, pero antes pasaron muchos más, y así fuimos haciéndonos a la idea de que por mucho que nos lamentáramos no nos iban a prestar atención. Aún recordamos alguna visita del ínclito Ábalos, que más que a traernos el tren vino a poner firme al PSOE jienense, por su reacción inicial con el Colce, pronto controlada, por la responsabilidad orgánica que tuvo. Era todo postureo, y se lo cargaron, normal porque esa responsabilidad le venía grande. Desde entonces me he preguntado dónde andan no ya los políticos, sino los agentes sociales de la provincia de Jaén, todos esos a los que el PSOE que ha gobernado en los últimos años y que ha promovido en la provincia esos observatorios para escrutar la realidad, sí, los que forman parte del CES Provincial, pero no los hemos visto jamás pronunciarse, sacar los pies del plato, por un mínimo sentido de la coherencia, defender el trabajo realizado para dar vida al tren, y movilizarse con todas sus consecuencias. Qué poderío tiene en Jaén el establishment, por eso hay que alejarse en lo posible de esta zona de confort que sencillamente no resuelve porque no tiene poder de determinación, de exigencia y de decir a quien corresponda «hasta aquí hemos llegado».

Es curioso que en ese órgano al que hago referencia, el CES, estén representados colectivos muy dados a la presión social en la calle, lo cual me parece magnífico, y sin embargo no se les vea la cara, ni la protesta, ni las reacciones, cuando se trata de servicios que afectan también al común de la gente como es el ferrocarril. Hablo naturalmente, entre otros, de sindicatos y empresarios, lo cual me parece decepcionante. Aunque esa guerra viene de atrás, aún recuerdo la Mesa por Jaén, en la que hace décadas se reivindicaba un ferrocarril digno, y los intereses políticos y sectarios impidieron siempre los acuerdos. Por no hablar de la protesta light promovida a su llegada en 2019 por el anterior alcalde socialista en una marcha, mejor una especie de picnic, para reclamar trenes, pero fue una mañana al sol, con un centenar de coches, un paseo autorizado por la subdelegada del gobierno y que tuvo como principal característica, lo he comentado alguna vez, que parecía no estar dirigido contra nadie. Fue un desahogo pero medido. El recuerdo de aquello, en lo que participé, me produce hasta risa.

En los últimos días y les remito a la hemeroteca y a este blog para que conozcan, si les interesa, la de veces que me he ocupado del tren, porque considero que resume perfectamente el maltrato de los gobiernos hacia Jaén, pero también, a la par, nuestra indolencia, la resignación y el conformismo que nos ha caracterizado siempre, ahora también, a lo que contribuye la división sociológica de una ciudad, también la provincia, de manera que el enfrentamiento de unos contra otros representa derecho de inacción a cada partido, según donde gobiernen, y en cierto modo les legitima para mientras se pelean entre ellos permitir que los temas importantes, y el tren lo es, continúan aplazados sine die. El pasado viernes, indignado, subí un post lamentando “la vergüenza diaria del tren de medianoche”, sí, el media distancia que sale de Madrid poco después de las siete de la tarde, de la estación de Chamartín, y suele llegar a la capital jienense pasada la medianoche, cinco largas horas de un viaje vergonzoso. Creo que ya es la hora de la sociedad civil.

Los políticos han tenido tiempo de actuar y no lo han hecho, las plataformas que se han creado en diferentes momentos se rindieron por hartazgo y al no ver resultados, no les vamos a reprochar encima que tuvieron una actitud rebelde. Ahí están la Plataforma en Defensa del Ferrocarril de Linares-Baeza y Jaén, los Amigos del Ferrocarril, y algunos otros colectivos que se han concentrado en diferentes momentos tanto en Jaén como en Linares-Baeza en protesta por el desmantelamiento ferroviario y para reivindicar servicios propios del siglo XXI. Siempre faltó apoyo social, este es el problema, cuando exista el suficiente respaldo la política no tendrá más remedio que mover hilos. El caso es que todos los jienenses tenemos el deber de velar por nuestra dignidad, porque tenemos los mismos deberes pero también los mismos derechos que el resto de ciudadanos de España, y posiblemente, porque estamos en un momento de mayor concienciación de la sociedad civil, aunque reconozco que en Jaén esta aventura tampoco es fácil, porque el legado nos pesa mucho, debería constituirse YA una plataforma seria y ambiciosa, que sea capaz de representar los legítimos intereses y dar la batalla ante una política ciega que va a lo suyo y que no ha luchado como se esperaba y urgía en torno al ferrocarril, que es un medio de transporte con mucho futuro, pero que corremos el riesgo, ya casi se divisa, de quedarnos también al margen. O nos enteramos de una vez por todas de que se trata de una prioridad o perderemos el tren por los siglos de los siglos. En fin, como he dicho esta mañana para felicitar a la periodista Manuela Rosa por su artículo “El tren de la indiferencia”, en Diario Jaén, todos los que cantan a coro el himno de la provincia, sí, ese que dice “Jaén, levántate brava” tienen la oportunidad de hacerlo. Nadie puede decir que los jienenses no hemos tenido capacidad de aguante.

Por lo demás estamos al inicio de una semana que va a deparar hechos de interés, entre ellos la solemne apertura del curso en la Universidad de Jaén, el jueves, día 21, dos días después de que mañana mismo el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía apruebe el Modelo de Financiación para las universidades públicas de Andalucía, que esta mañana, en Almería, ha valorado eufóricamente el presidente Juanma Moreno. Espero expectante la intervención del rector, Nicolás Ruiz. De entrada en la Plataforma Ciudadana en Defensa de la UJA tenemos que estar satisfechos por el reconocimiento que se le hizo en el Parlamento, con una intervención del diputado Antonio Ruiz valorando cómo la citada Plataforma puso en pie de guerra a la provincia hasta que se cargó el modelo Velasco, que defendían los populares, incluidos los jienenses, y que todo el mundo reconoce ya que era enormemente perjudicial para la Universidad de Jaén, de hecho se le llegó a aplicar el mismo y sus efectos negativos tendrán que ser reparados. Ahora hay que ver el  nuevo modelo Villamandos, su contenido y su aplicación.

Movimientos en el mundo cofrade, que toma del tiempo para prepararse ante el enorme trabajo que le espera en los próximos meses. La popular Cofradía de “El Abuelo” ha elegido hermana mayor a una mujer, con muchos años de servicio a la devoción a las imágenes de tan entrañable historia, tradición y leyenda. Se trata de Rosa María Garrido Cancio, en este caso la veteranía se ha impuesto, porque ha obtenido un respaldo masivo frente al otro aspirante, Francisco Carrillo, que era la alternativa joven y el intento de hermanos cofrades por favorecer el tránsito generacional. Por supuesto que la decisión es soberana e indiscutible y además se trata de una persona reconocida en el mundo cofrade y fuera de él. Ahora es momento de darse la paz, perdonar excesos y hacer propósito de curar heridas innecesarias. El siguiente capítulo será el día 26, cuando lo que se juega es la presidencia de la Agrupación de Cofradías y Hermandades, igualmente con dos aspirantes, el actual Francisco Sierra y quien lo fue antes que él, Francisco Latorre. Hay que trabajar más la fraternidad.

Se han acabado las fiestas de los barrios y es curioso que a pesar de la crisis en el movimiento vecinal en su conjunto las fiestas este año parece que han tenido mayor protagonismo o al menos eso me parece, se han prodigado los pregones, buenísimos en términos generales, y se ha dado una idea favorable en el sentido de que pese a las dificultades los barrios de la ciudad estaban y están vivos y en eso hay que seguir trabajando, que mantengan cada uno su personalidad y su esencia. En el ámbito municipal nos mantenemos expectantes porque con motivo de la próxima feria de San Lucas anuncian huelga los trabajadores de la empresa Alsa, la que tiene la concesión puente y por cierto expirando, del servicio de autobuses urbanos. Parece que la empresa no entra en razón con las pretensiones de sus empleados y no sé si tendrá algo que ver su fin de contrato por dos años, aunque en principio no debe beneficiarle esta actitud de falta de diálogo. Fui muy crítico con Castillo, es más, ya lo dije en su momento que se merecía con creces perder el servicio porque con los años se había acomodado y dejaba mucho que desear, su impopularidad era clamorosa, pero a ver si hacemos bueno el refrán de que “otro vendrá que bueno me hará”. Sería el colmo.

Y otro día trataré detenidamente de la sanidad en Jaén, del optimismo de la administración y de las quejas de los usuarios, también de las movilizaciones que ha habido en las diferentes provincias, entre ellas la nuestra. El principal problema, tanto en atención primaria como en especialistas y cirujía, radica en la falta de médicos, parece que la Consejería trata de combatir esta adversidad, pero depende asimismo de los profesionales y de las condiciones para su trabajo. Es una difícil asignatura, pero los gobiernos tienen que mojarse, no todo puede ser echar balones fuera o criticar al contrario, lo primero es cumplir las propias competencias. Hay mucho margen de mejora. Por cierto, una de cal y otra de arena. La de arena, en mi centro de salud, que es Virgen de la Capilla, desde hace varias semanas, la cita previa ha mejorado sensiblemente. En este momento que escribo me sale a cuatro días vista para que me visite el médico de familia, pero es que hasta no hace mucho se encontraba, con suerte, entre 13 y 15 días. Hay que seguir, las bases del estado de bienestar han de constituir la prioridad en una administración moderna y eficiente. La salud tiene que ser lo primero, pero no lo es.   

Foto: Las reiteradas protestas por el ferrocarril a través de los años no surtieron efecto. Tal vez sea la hora de plantearse una respuesta social más seria e incansable hasta lograr objetivos. ¿Es Jaén capaz de hacerlo? 

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