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Por ANTONIO GARRIDO / Los últimos acontecimientos, que creo no tengo que explicar cuáles son, ensancha las diferencias entre los dos grandes partidos, también en Jaén, faltaría más, en realidad siempre ha sido así, y los ciudadanos hemos estado pagando las consecuencias de que mientras estaban con sus peleas tan recurrentes dejaban de hacer sus deberes con los asuntos de Jaén. Ahora con los sólidos argumentos de la investidura y la amnistía, la tensión se ha acrecentado. El PP que preside Erik Domínguez está celebrando el indudable éxito que supuso el domingo reunir en la Plaza de Santa María y las calles aledañas a más de 10.000 personas, esta respuesta se suma al haber de la actual dirección de los populares y el nivel de interlocución con Sevilla y con Madrid. Los organizadores de la concentración del domingo hacen gala sobre todo de la normalidad con que se desarrolló el acto y el comportamiento cívico de la nutrida concurrencia. Ya todos dicen en el PP que “la calle es nuestra”, en plural, lo que cambian los tiempos, no como cuando Fraga, entonces ministro, por 1976, se atrevió a tomar la calle en primera persona: “la calle es mía”. Algo hemos cambiado. Por su parte el PSOE, también el de Jaén, lo está pasando solo regular, aunque de cara a la galería parezca exhibir fortaleza, pero con un mínimo de sensibilidad debe ser consciente de que una parte muy notable de la sociedad reprueba la hoja de ruta que ha seguido Sánchez para poder renovar en la Presidencia del Gobierno. Ni el fin justifica los medios, ni los medios justifican el fin, porque obliga a un país a aceptar lo que no solamente el orden establecido sino el simple sentido común no deberían tolerar. Pero ha habido muchos hechos en la historia de España en los que se ha forzado la legalidad al límite para favorecer apetencias personales, y como en el caso de ahora se han revestido de las frases más sonoras para tratar de convencer de la bondad última de los propósitos. No creo que lleguemos demasiado lejos con la aventura. País, paisaje y paisanaje, que diría Unamuno.

La mala relación entre los dos partidos, PP y PSOE, PSOE y PP, no es solo un hecho a nivel nacional, andaluz y provincial, es notorio en el caso de la ciudad de Jaén. Corregida y aumentada tras las últimas elecciones municipales en las que es verdad que los socialistas fueron la lista más votada, pero no es menos cierto que una alternativa formada por otros partidos, como ha sido la suma de Partido Popular y Jaén Merece Más posibilitaban un acuerdo para la gobernabilidad. En la ley electoral que nos hemos dado es posible la combinación aritmética, igualmente lo es en el ámbito nacional, nadie le niega a Sánchez, al menos quien esto escribe, que pacte con quien crea oportuno, el problema es cuando hay que pagar una hipoteca conforme a la ambición de un personaje como Puigdemont, que pretende humillar al Estado, y que, no les quepa duda, se pasará todo el tiempo siguiente tensando la cuerda, hasta que se rompa, porque ha encontrado in extremis, quién lo diría, en el líder socialista, la horma de su zapato, quién lo diría, los compañeros de cama que crea la política. Pues bien, sigamos con nuestro Ayuntamiento, donde hoy ha habido dos plenos extraordinarios. Uno, para desestimar el recurso planteado en su día por el PSOE al objeto de paralizar un crédito de 3,3 millones de euros, con el fin de pagar a proveedores, en el que el PSOE, por coherencia, ha votado en contra, Vox se ha abstenido y el equipo de gobierno lo ha apoyado y por tanto consigue su propósito.  

Foto: Pleno extraordinario de esta mañana con los bancos vacíos del grupo socialista.

Como ha explicado el alcalde con este acuerdo se va a permitir el pago de deudas a diferentes empresas. Al grupo socialista no le ha sentado bien que desde las filas del gobierno municipal se haya criticado su gestión y han decidido abandonar el salón de plenos, ya se han aprendido este camino y no parece que sea el adecuado, ya ha pasado el tiempo suficiente para asumir el papel que le corresponde en este mandato y esa actitud de dejar los escaños puede entenderse en grupos pequeños, pero no en partidos de gobierno. Tampoco debe extrañar al exalcalde que le saquen los colores, no debe olvidarse que en el pleno en el que tomaba posesión el actual regidor, Agustín González, el portavoz socialista Julio Millán, se explayó, en un tono muy desafortunado, qué digo, desacertado, inoportuno, impropio de un dirigente de la oposición que además había sido alcalde, y sin embargo en aquel momento no se le hizo ningún reproche. En política hay que estar a las duras y a las maduras. Millán ha defendido públicamente estos días que se aplique al Ayuntamiento de Jaén el mismo mecanismo de reducción de deuda que se acuerde con las comunidades. Con esto es fácil estar de acuerdo, pero ya que no presentó esa moción siendo alcalde, ahora debería usar los cauces que le permita su propio partido, para esta reivindicación que debería ser, llegado el caso, y llegará, un clamor de la Corporación y la ciudad, no por la deuda en sí, que ya he repetido decenas de veces que se debe a equipos de gobierno manirrotos e irresponsables, sino por los jienenses, que no tenemos derecho a que se nos castigue de por vida a causa de políticos que no supieron gestionar los intereses de Jaén.

Con respecto al pleno de las enmiendas a los Presupuestos de la Junta para el año 2024, después del malestar que causó en Jaén Merece Más el borrador de las cuentas en su referencia a Jaén, el PP se avino a presentar enmiendas con su socio y a defenderlas los populares en la Cámara andaluza. Han presentado iniciativas por importe de alrededor de 150 millones de euros, en la mayoría de los casos vinculadas al famoso Acuerdo por Jaén firmado por PP y JM+ para sellar el gobierno. La crisis entre los dos partidos parece que se ha rebajado, no se preocupen, habrá más, pero me cuesta creer que la Junta vaya a aceptar la totalidad de las propuestas, de ser así pasaría a ser un hecho histórico. Así que no me hago demasiadas ilusiones y mantengo el criterio de que la parte de la tarta destinada a Jaén, por mucho que lo intenten adornar con buenas palabras, es más de lo mismo, otra desconsideración hacia el territorio, por tanto quedamos a la espera, pero por mi parte ya adelanto como militante escéptico que soy, que lo de los 150 millones no me lo creo, aunque estoy deseando tener la posibilidad de desdecirme si es por el bien de Jaén. En cuanto al grupo socialista, que había pedido una treintena de iniciativas por un importe de 200 millones de euros, no se lo han tomado en consideración. Lo normal y pensando en la ciudad y en la provincia de todos, hubiera sido consensuar las prioridades, pero como esto es imposible, los grupos en el gobierno municipal sencillamente han negado su apoyo al planteamiento de los socialistas con marcado tinte político. Qué pena que esto mismo no lo hubieran hecho de forma enérgica cuando los gobiernos eran coincidentes, seguramente estaríamos en otra división. Pero no, lo normal, desde siempre, es que cada partido reclama a las administraciones donde gobierna el adversario, nunca el propio, no se atreven, y esto vale igual para unos que para otros. Lo de PP y Jaén Merece Más de ahora es inédito, pero insisto en que no le veo demasiada trayectoria. Si lograran el objetivo, otro punto más para Erik Domínguez y de paso para el alcalde. Dicen que los milagros existen.

Un ejemplo de que la Junta no parece estar por la labor de tirar la casa por la ventana es la financiación de la Universidad de Jaén. Desde que se firmó hace unas semanas el nuevo modelo de financiación para las universidades públicas, para el que en todo momento demandé prudencia en las valoraciones, porque a los responsables públicos lo que les gusta es vendernos si pueden el paraíso terrenal, ahora, con el borrador de presupuestos en la mano, empiezan a surgir las dudas. Ha sido el propio rector de la UJA, Nicolás Ruiz, el que ha informado hoy a su equipo de la distribución de la cantidad asignada a las universidades, y de entrada considera “insuficiente” el trato que se concede a Jaén. Según explica, para recuperar lo que se perdió con el dichoso Modelo Velasco se necesita en 2024 una partida de nivelación de al menos un 1% del total de la financiación que se destina a las universidades y una distribución similar a la de 2023, todo ello para que la Universidad de Jaén recupere el peso que ha tenido en los últimos años dentro del sistema universitario, porque con las previsiones hasta ahora, dice el rector, no se puede hacer frente a gastos establecidos por ley y que afectan fundamentalmente al capítulo de personal, pero no solo eso, existen dificultades para implantar nuevos títulos. Se vuelve al debate inicial en el sentido de que el modelo aprobado es bueno, aunque puede quedarse en agua de borrajas ni no se le dota de los recursos adecuados.

Como es conocida la guerra abierta entre Consejería de Universidades y Rectorado de la UJA, aunque sea dentro de los límites de la normalidad institucional, aunque en la inauguración del curso académico saltaron chispas, al momento de hacer sus declaraciones el rector, Nicolás Ruiz, le han contestado, esta vez Villamandos ha dado poderes a su director general de Coordinación Universitaria, Lorenzo Salas, que no se ha ido por las ramas. Le ha contestado al rector jienense que este asunto se aprobó por unanimidad en el reciente Consejo Andaluz de Universidades, con el voto favorable del rector de Jaén, al que insta a que “muestre sus impresiones en los órganos colegiados establecidos para ello”. Es más, le apunta que la UJA es la que más recursos públicos ha recibido de la Junta en 2023, teniendo en cuenta al personal docente e investigador (PDI), y la tercera, si se toma en consideración el número de alumnos, y muestra su extrañeza de que el rector tilde de “insuficiente” el trato a la UJA “cuando ni siquiera se han aprobado aún las cuentas de la Junta”. Suma y sigue.  

También hoy se ha presentado la memoria del Consejo Económico y Social de la Provincia (CES provincial) y el presidente de la Diputación, Francisco Reyes, ha elogiado su contenido y como suele repetir con frecuencia el documento sirve como “hoja de ruta” para el organismo provincial. Hay apuntes favorables como la recuperación de los niveles turísticos, la mejora de la tasa de paro masculina, no así en mujeres, o el incremento de las exportaciones, en tanto que el CES sigue trabajando en tres grandes retos como son el desafío demográfico, el empleo y el cambio climático. No nos cabe duda de la buena labor que realiza este organismo, pero con respecto a sus informes ya nos gustaría que fueran de obligado cumplimiento, pero lo cierto es que no siempre es así, en la provincia estamos muy diagnosticados, lo que falta es el tratamiento, es decir, la verdadera apuesta de las administraciones. Me basta con señalar, a título de ejemplo, el famoso informe que parió el CES provincial hace seis años en torno al ferrocarril, un magnífico documento sobre prioridades, que se presentó a bombo y platillo y que pasado este tiempo duerme el sueño de los justos. Un trabajazo del órgano consultivo que tuvo mucha publicidad pero que no ha servido para nada, todo lo contrario, ahora se tendría que actualizar porque van cambiando las circunstancias, aunque, eso sí, seguimos pintando bien poco en el mapa.     

Foto: Un detalle de la concentración del domingo promovida por el PP jienense.    

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