Por ANTONIO GARRIDO / Jaén versus políticos, la espina clavada en el corazón mismo de una relación de abandono y de olvido. Este titular puede definir bien lo que seguimos padeciendo en Jaén, nada nuevo pero que se mantiene en el tiempo. Vivimos no de realidades, sino de expectativas, que en la mayoría de los casos no prosperan, es una permanente situación de provisionalidad, de esperar los manás que nos anuncian los políticos, que se repiten hasta la saciedad, pero lo cierto es que estamos a punto de decir adiós a otro año nefasto, en el que apenas se ha avanzado en los grandes compromisos adquiridos con esta tierra. He estado unos días necesariamente ausente por razones personales, pero a la vuelta, y eso que ha sido poco tiempo, la situación empeora, se cumple al pie de la letra la ley de murphy. Mucha política, excesiva, los partidos andan resolviendo sus situaciones internas y mientras tanto los problemas de los ciudadanos continúan en la interminable lista de espera, da igual el Gobierno de España que el de la Junta de Andalucía, es exasperante el panorama, y más comprobar que los políticos, con esa actitud altanera que por regla general les caracteriza, pretenden todos los días hacernos comulgar con ruedas de molino, o, dicho de otra forma más entendible, tomándonos el pelo e insultando a nuestra inteligencia de ciudadanos.
Voy a empezar por el diario del tren, del que me vengo ocupando desde hace muchos años, aunque en los últimos tiempos de un modo especial, porque la dejación, el abandono, han llegado a límites insospechados. La relación de Jaén con el tren es de olvido histórico, pero últimamente adquiere tintes más compatibles con el desprecio al territorio, malos servicios, retrasos constantes, averías en los trenes, habituales traslados en autobús hasta el punto de que últimamente en nuestras estaciones es más fácil encontrarse con autocares que con los vagones de tren. Todo tiene un límite y en este caso ya se ha llegado, es de juzgado de guardia, y observamos con incredulidad que las fuerzas políticas que deberían sentirse concernidas, en este caso el PSOE que ha ostentado y sigue con la acción de gobierno, por boca de sus representantes no escuchamos más que frases grandilocuentes, por ejemplo las que transmite el diputado instalado ahora en los aledaños del poder orgánico, Juan Francisco Serrano de vez en cuando, o este domingo en las páginas de Diario Jaén, en entrevista de la periodista Manuela Rosa, en la que afirma que habrá novedades para Jaén en los próximos cuatro años. El mismo mensaje de hace otros cuatro. Lo del Cetedex, dicho sea de paso, no es un regalo político, es una conquista ciudadana, que conste, el pago al robo del Colce y a los míseros 69 millones del presupuesto para este año, que colmaron el vaso de la paciencia histórica. Hasta este pueblo sumiso, siempre tan comprensivo con los poderes, es capaz de explotar. Y con respecto al tren, nos siguen engatusando con el AVE, ese que no se compra en un supermercado, pero que disfrutan muchas capitales, que no sabemos en qué sitio lo habrán adquirido. Que no nos vengan con cuentos chinos, en Jaén no hay AVE porque los gobiernos no han querido. El del PP porque permitió la cobra y el del PSOE porque no lo ha creído conveniente, tiempo ha tenido de sobra, tal vez estima que no lo merecemos y desde luego porque sus políticos provinciales no han tenido el suficiente peso para hacerse valer y exigir lo que nos corresponde. Los socialistas acusan al PP de haber sido el que permitiera el desmantelamiento ferroviario, pero en los últimos años que sepamos no han gobernado los populares y es cuando se ha llegado al límite. Ya no es posible maltratar más a una provincia. Hoy le han transferido las culpas a una incidencia en Atocha, pero no es hoy, es todos los días y en la generalidad de los servicios.
De un tiempo a esta parte los problemas con el tren son el pan nuestro de cada día, y hay muchos jienenses sufridores que manifiestan sus quejas en las redes sociales y en otros medios. En los últimos días el partido Jaén Merece Más, que siempre estuvo atento a esta reivindicación, se ha hecho eco del clamor y ha abierto un canal de comunicación para recoger sugerencias y tratar de llevarlas en mano en una entrevista que ha solicitado con el nuevo ministro de Transportes. Todo lo que se haga por este asunto es de agradecer, pero dudo que el PSOE vaya a dejar que otro partido diferente se meta por medio, no me entra en la cabeza, es de primero de política. Con este asunto hay que actuar con mucha más severidad y esto o lo hace el PSOE por vía de urgencia o lo tiene que hacer la sociedad. Lástima que en este momento en que se necesita no haya una plataforma ciudadana solvente para tratar de sacar a los jiennenses a la calle, a pesar de la dificultad que concurre en la ciudadanía, porque la mitad se resigna y la otra mitad está abducida por los respectivos partidos, este es el cáncer de Jaén, no sé que es peor si la política o la sociedad, aunque es a la primera a la que corresponde la responsabilidad. Esta mañana, y es un ejemplo más, porque el día anterior hubo un descarrilamiento, por fortuna sin consecuencias, y así sucesivamente, salió el servicio hacia Madrid a las 8,32 horas y se averió a su llegada a la estación de Linares-Baeza, o eso se transmitió a los viajeros, vaya usted a saber.
Más tarde se daba la versión de dificultades en las infraestructuras de Atocha, pero la verdad es que no me lo creo demasiado, por las circunstancias que han concurrido. El caso es que al poco rato retomó la marcha desde Linares-Baeza, pero acto seguido se vio obligado a regresar a la citada estación y se inició el procedimiento para trasladar a los viajeros en el socorrido autobús, que es el que en los últimos meses viene sacando de apuros, así hasta Aranjuez para después tomar cercanías. Esto supone que los autobuses con destino Madrid no pudieron salir antes de las once y media de la mañana, con lo cual la llegada a la capital de España sufría un retraso impresionante, pasadas las cuatro de la tarde, ocho largas horas. Lo peor es que esto ya forma parte de la normalidad, y lo peor del estilo Jaén es que nos hemos acostumbrado a él y pasamos por todo. Ya dije en una ocasión que los principales responsables públicos se han ganado a pulso que acudamos, ojalá fuéramos capaces de hacerlo, a medidas más drásticas, les hagamos el reproche general que se han ganado a pulso. Insisto, en este momento en que la política lo invade todo, ya me gustaría que surgiera una plataforma ciudadana sin ataduras, libre e independiente, que tome la calle para asumir el protagonismo del que la política no es capaz.
Tampoco Jaén Merece Más, que cada día tengo más claro que su papel debería trascender del escenario municipal, salvo para reivindicar y exigir mejoras ciudadanas. Veremos por dónde salen las enmiendas a los Presupuestos de la Junta, si consigue lo que ha demandado, y en cualquier caso hay un asunto muy importante en el que me parece que no entra, el de la financiación suficiente para la Universidad de Jaén. El consejero de Universidades nos había vendido que con el nuevo Modelo había acabado la difícil coyuntura de las vacas flacas, con el anterior Modelo Velasco, pero ahora resulta que el documento consensuado y del que tantos elogios se han hecho, incluidos los populares jienenses, es bueno, sí, pero se convierte en papel mojado porque no hay el dinero suficiente para atender las necesidades, en tanto que se está dando vía libre a universidades privadas en posiciones ventajosas con respecto a las imposiciones para las instituciones públicas. ¿Dónde están todos los que dicen que apoyan a la UJA? Muchos están más con la disciplina del poder que con la sociedad, y esto es lo que hay que denunciar y combatir. Jaén Merece Más pierde una oportunidad si no es capaz de presentar una moción en el pleno del Ayuntamiento de Jaén, ya que está en él y con mando, para pedir lo que nos corresponde. Y por cierto, los rectores han dejado con el culo al aire, si se me permite la expresión, al consejero Villamandos, que había dado a entender en sede parlamentaria, con la complicidad del presidente del PP, Erik Domínguez, que el problema era la rebelión de un rector, el de Jaén, Nicolás Ruiz, cuando han salido todos los rectores en tromba con el mismo discurso. Ha querido dividirlos, pero se ha encontrado con todo lo contrario, la unidad es férrea, todos los rectores y rectoras unidos por lo mismo, garantía de suficiencia financiera. Vamos a defender a la UJA con uñas y dientes si hace falta, que lo sepan los que tienen que saberlo. Si ellos se conforman, otros no lo haremos. Me refiero a la Plataforma Ciudadana en Defensa de la UJA. El que toque a Jaén y a su Universidad, nos va a encontrar.
A todo esto se vive una etapa de efervescencia política a flor de piel, todavía mandan las consecuencias de las elecciones del 23 de julio, sobre todo el enconamiento entre las dos principales fuerzas políticas, en ambos casos hacen piña, unos, los socialistas, para superar el duro trance que Sánchez ha hecho pasar a la militancia, y la jienense ha estado representada en el mitin madrileño para mayor gloria y honor de su líder. Feijóo, por su parte, prepara los cambios en su equipo de dirección y veremos el papel en el que queda Juan Bravo, porque el gallego anuncia nuevas incorporaciones y algunas tienen que ver con el área económica, de todas maneras el que durante un tiempo tuvimos en Sevilla como “cuota jienense” está bastante desaparecido en combate, igual lo tienen que rescatar, porque aquí sería bienvenido, supongo, aunque ahora el que hace de virrey es el presidente Domínguez, que además ejerce de parlamentario y de concejal, con permiso de Catalina García Carrasco, la consejera de Salud, aunque la pobre consejera, en este momento sin duda la más quemada del ejecutivo de Juanma Moreno, lleva meses soportando el peso de una sanidad pública venida a menos, con insoportables listas de espera, con una atención primaria debilitada, en fin, lo que algún día quiso ser la joya de la corona, el sueño de una noche de verano de Susana Díaz, otra Antoñita la fantástica, pasa por uno de sus peores momentos. La Junta se esfuerza en tratar de vendernos que desde que llegó el nuevo gobierno se ha aumentado el presupuesto, que se están haciendo esfuerzos ímprobos por mejorar, y en algunos casos puede ser cierto, por ejemplo en la adquisición de aparataje para nuestro hospital de referencia y mejora en los centros de salud, pero cualquiera que tenga contacto frecuente con la sanidad pública, y si es objetivo, sabe que la situación es manifiestamente mejorable. Los populares atizan con las mociones en los plenos con los efectos adversos para nuestro territorio de la ley de amnistía, y los socialistas atacan reprobando a la sanidad andaluza.
Aunque lo he dejado para el final, de lo más sonado de los últimos días es el órdago contra el PSOE a cuenta de casos que están siendo investigados por la Policía o que han llegado a los juzgados. Uno es la “Operación Pandilla”, relativo a la supuesta compra de votos denunciada en la noche electoral del 28 de mayo por el PSOE, de los comicios locales, contra dos miembros del PP y que se les ha vuelto en contra a los socialistas, porque hay dos detenidos y se establece relación, por él negada, entre alguno de ellos con el exalcalde, Julio Millán. Esto figura en los informes policiales, está escrito. Hasta ahora ha habido reproches mutuos, no hay pues elementos concluyentes para dar o quitar la razón a ninguna de las partes, aunque sí es chocante que el PSOE, que pudiera ser el perjudicado, insista en que siga el procedimiento hasta el esclarecimiento de la verdad. Los dos partidos han exhibido en estos días sus argumentos, el PP en la sede de la formación política, con presencia del alcalde, cada vez más entrado en harina partidista, defendiendo de manera contundente la inocencia de quienes fueron implicados el día de la jornada electoral, y lo mismo el PSOE, que ante las acusaciones y el informe policial se exime de culpabilidad alguna. Difícilmente puede ser razonable que los dos sean totalmente ajenos, aunque la última palabra la tiene el juzgado. Cuidado con este caso que pone mucho en juego, sobre todo de credibilidad y confianza, queremos ver cómo la Policía hace bien su trabajo y el juzgado instruye el caso para llegar hasta el final para que sepamos a qué atenernos. No somos quienes para dar un veredicto, pero en este asunto queremos que se aclaren todos los extremos, caiga quien caiga, en definitiva si se trata de un acto propio de unos vulgares delincuentes o hay otros intereses inconfesables. Lo que no conviene es que un tema trascendental, como así me lo parece, pueda correr la misma suerte que otros que se cerraron, con un más que dudoso trabajo policial, y nos privó a los jienenses de conocer toda la verdad, me refiero al caso Onda Jaén. Espero que nunca más.
Y como resulta que estamos en la fase del difama que algo queda, y dado que siempre se ha dicho que la mejor defensa es un ataque, el PP arremete contra el secretario general del PSOE y presidente de la Diputación, Francisco Reyes, por la relación de su esposa con una empresa, en un tema local de Bedmar, y que se quiere convertir en un “Jaéngate”, más que nada por la significación del personaje, el verdadero virrey heredero, aunque parece que el asunto, a simple vista al menos, no da para mucho, pero cuando la política está tan crispada y Jaén es un mal ejemplo, cualquier cosa se puede esperar, incluido que las denuncias nos lleguen vía medios de comunicación foráneos, no sé si para darle más tinte de veracidad, aunque es una forma un tanto extraña de actuación. Siempre digo lo mismo, todo el peso de la ley. Pero qué bueno sería y estoy mirando en todas las direcciones, si los esfuerzos de los políticos se dedicaran a resolver los problemas de los ciudadanos, en lugar de ver cómo se fastidian entre ellos. Por eso insisto con tanta frecuencia en que nos siguen demostrando que Jaén siempre puede esperar. Es normal que en un acto público reciente, en la Real Sociedad Económica de Amigos del País, el escritor jienense Juan Eslava Galán, se lamentara de que en Jaén seguimos estacionados en la cola y que tenemos razones para sentirnos inquietos y descontentos. Pero dijo algo más, que esto nos debería servir como revulsivo. Claro que, para que esto ocurra, la sociedad tiene que exhibir su fortaleza. ¿Dónde está?
Foto: Viajeros del tren Jaén-Madrid, con salida a los 8,32, esperando al autobús en la estación de Linares-Baeza.