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 “Hasta aquí hemos llegado”, me supongo que habrán dicho los populares jienenses que mandan, los de Fernández de Moya, y el propio secretario de Estado ha tenido que llamar a las puertas del Ministerio de Fomento, para pedir a su ministro responsable una reacción ante la ofensiva socialista, tanto de la provincia de Jaén como las próximas afectadas por el trazado de la autovía A-32, esa obra que lleva la tira de años, alrededor de dos décadas, y que va camino de convertirse en nuestro Escorial particular. A los populares y al Gobierno le han dolido mucho las protestas de las administraciones regidas por socialistas y más aún las movilizaciones de los colectivos que han ido surgiendo para pedir celeridad a los trabajos en los distintos tramos abiertos de este proyecto. Tanto ha sido el clamor que si el año pasado en los presupuestos estatales figuraron menos de dos millones de inversión, casi nada, en los de este año se han consignado casi 40, que ya es otra cosa, aunque la terminación de la obra necesita más dinero y aún puede durar lo suyo.

La principal queja de la ciudadanía, en especial de las personas que tienen que transitar por esta vía, es la lentitud de los trabajos y eso que siempre han tenido la consideración de prioritarios. Y esto vale para el actual Gobierno, que es al que se dirigen las críticas, pero no hay que olvidar que la mejora de la A-32 compete a los diferentes gobiernos que ha tenido España, por tanto cada cual tiene su parte de culpa. El actual, porque también se lo ha tomado con tranquilidad y ha decidido invertir en otros lugares, lo de los últimos años ha sido una evidencia. 

Pero ahora tanto Gobierno como el PP jienense están mentalizados y no hay nada más determinante que escuchar las protestas que vienen en todas las direcciones, no hay que olvidar que en el caso de los socialistas han pisado el acelerador de esta reivindicación y participado en todos los foros solicitando la reactivación de la ya famosa carretera, considerada una de las grandes prioridades estratégicas en las comunicaciones de Jaén y de Albacete. Cargos públicos, todo tipo de instituciones, agentes sociales, una plataforma muy activa, etc., han clamado en favor de la A-32 para que se inyecte el dinero que sea necesario para darle la urgencia que merece.

La respuesta, que no es que fuera inmediata, porque se ha hecho esperar, pero que finalmente se produjo ayer, fue la presencia del titular de Fomento, Íñigo de la Serna, acompañado de los responsables de su Ministerio, y de las autoridades provinciales y principales cargos del PP, incluido el secretario de Estado de Hacienda y presidente de honor del PP jienense, Fernández de Moya, que ha aprovechado en las redes para agradecer la sensibilidad, como a él siempre le gusta recalcar, de Mariano Rajoy, de Cristóbal Montoro y del ministro del ramo, para dar respuesta a las expectativas de Jaén.

Tampoco han faltado otros prohombres del PP como el propio senador Gabino Puche, todos ellos en traje de campaña, con el mono de trabajo puesto, haciendo de bomberos apagafuegos en el incendio permanente en el que la opinión pública de la zona considera se encuentra el estado de esta carretera tan esperada, no ya solo por el tiempo transcurrido, una eternidad, desde el inicio de los trabajos, sino por los numerosos accidentes que se han venido registrando, que son la razón principal por la que hoy se demanda la terminación de esta importante vía, la seguridad, junto a la justicia que supone dotar a las carreteras estatales de la provincia, y a esta especialmente por el tráfico que soporta y por tratarse de un acceso vital para comunicarnos con otras zonas de España, de la atención que necesitan.

De cualquier forma, aunque sea in extremis, aunque la foto que publicamos, sacada de las redes sociales, llegue tarde y pretenda desactivar el malestar que se vive en la zona afectada por los diferentes tramos de las obras, es de esperar que una vez que se ha despertado esta inquietud se mantenga el interés por acabar una obra que ha tenido ya plazo suficiente para ello, y que seguramente en otra zona del país ya se estaría disfrutando, porque los gobiernos siempre tienen más fácil castigar a territorios como el de Jaén, y esto no es un comentario sino una constatación de la realidad, solo hay que mirar los presupuestos año tras año.

Creo que a pesar de esta quedada de los populares en el corazón de la A-32 no van a remitir las movilizaciones y seguramente está bien que esto ocurra, porque hay que estar pendientes de que los compromisos se cumplan y de que la polémica y tan deseada autovía no tarde en concluir, a partir de este momento, más de lo estrictamente necesario. Y cuidado ahora con el mono de trabajo que se han puesto los populares, que igual se van un día de estos a exigir a la Junta la autovía para la A-36, de Jaén a Córdoba, que es menos urgente de la que comentamos, pero que haría un excelente servicio a las comunicaciones, en este caso a unir a dos capitales andaluzas que son las que quedan por conectarse.

En resumidas cuentas, y con referencia a la A-32, está claro que con la presión social todas las conquistas son más fáciles, y en Jaén parece que se ha iniciado un nuevo tiempo en el que además de las acciones políticas que tienen que seguir su curso, la ciudadanía ha empezado a coger protagonismo, y esto sí hace que las administraciones y los políticos se lo tomen en serio. La prueba la acabamos de ver y está recogida en la imagen.

 

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