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PREOCUPANTE INCIDENCIA DEL COVID-19. Estamos diciendo adiós a una semana muy especial para Jaén por la coincidencia de acontecimientos esperados, como son la firma del convenio que señala la cuenta atrás para el funcionamiento del sistema tranviario de la ciudad, que las circunstancias han hecho que venga a coincidir en el tiempo con la inauguración oficial del Palacio de Deportes Olivo Arena, una gran infraestructura deportiva, todo un lujo para la ciudad y la provincia, que a partir de este mismo momento se pone al servicio de grandes acontecimientos deportivos, pero también para eventos de cultura y ocio. Esta semana ha hecho balance de los dos años del actual mandato la Diputación Provincial y ha sido elegido un nuevo presidente en la Confederación de Empresarios. Asimismo se ha presentado una coordinadora de plataformas ciudadanas, “Levanta Jaén” para seguir luchando ante las administraciones por los proyectos que reclama la capital y provincia, y llegamos al viernes con mejores datos en las cifras del desempleo, aunque cuidado con el exceso de euforia, porque ya se sabe que poco dura la alegría en la casa del pobre.

Por lo que respecta al covid-19 hay buenas y malas noticias. Las primeras, que baja la presión hospitalaria y que va a un ritmo adecuado el proceso de vacunación. Las segundas, la tasa de incidencia que va disparada hacia arriba, especialmente la de Jaén capital que está hoy en 277,6 por cada 100.000 habitantes, y el número de contagiados igualmente es muy alto. Por lo tanto no se puede bajar la guardia porque hay factores de riesgo evidentes, empezando por los jóvenes, como bien es sabido, y nos arriesgamos a una situación complicada para el verano si no somos capaces de frenar esta ola.

EL ALIVIO DEL PARO. El paro nos ha dado en junio un alivio de 3.250 desempleados menos, que sería normal para esta época del año, pero de todas maneras la cifra es engañosa, porque hay que ver la evolución del mercado de trabajo y de la población. Hoy contamos con 55.452 parados registrados, uno de los mejores datos conocidos en años. En la provincia las últimas estadísticas nos dan una población de 631.381 habitantes, con una pérdida en los últimos diez años de más de 33.000 personas, en tanto que en la capital ya vamos por 112.757 habitantes cuando en 2010 teníamos 116.790. Lo cierto es que continúa la sangría permanente de jienenses que salen fuera y por fuerza tienen que bajar los registros de parados.

Al ritmo que vamos podremos aligerar nuestro nivel de paro, incluso dejar el primer puesto en el ranking, porque la despoblación se encargue de hacernos el trabajo, y habrá quien se crea que se ha producido un milagro, y no, es que vamos mal y se nos sigue yendo la gente, sobre todo los jóvenes, entre ellos los más preparados que nos propusimos retener en el territorio y poco o nada hemos conseguido.

La situación económica, es decir, la falta de perspectivas, que ha agravado la actual situación de pandemia, sigue haciendo que no se detenga el éxodo de los jóvenes hacia otras zonas con mejores perspectivas, incluso al extranjero. Este es el dramático panorama al que se enfrenta la provincia, una de las más castigadas por el paro, a pesar de la mejoría coyuntural de la temporada de verano, pero es una realidad incontestable que el mercado de trabajo es muy pobre, y que las estadísticas nos siguen situando por detrás de la realidad poblacional de Andalucía y de España.

Esta realidad debe seguir preocupando por lo que supone de síntoma de ausencia de Jaén como foco de atracción real, ahora que todo el mundo ha asumido el objetivo de potenciar la capitalidad y el Olivo Arena va a ayudar enb ese empeño. A pesar de ello no queremos sembrar alarma, todo lo contrario, pensamos que Jaén es una ciudad de futuro porque es un lugar ideal para vivir, abarcable, con la dimensión adecuada, solo que hay que poner a disposición de quienes se quieran quedar en ella todas las condiciones que plantea el ciudadano más exigente y esta es una de las asignaturas que esperamos resuelva, cuando lo haya, un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), pues entre las prioridades tiene que estar el asentamiento de la ciudad, el modelo exacto de lo que se pretende de ella, y para esto los políticos responsables no se pueden dormir en los laureles. El descenso de población es un mal dato, toca espabilar, y me da la impresión de que aún no se le ha dado la importancia que realmente tiene.

Por lo que respecta a las valoraciones del descenso del paro en junio, normalmente ya no nos sorprende la reacción de los agentes políticos y sociales. Cuando los datos son favorables todo el mundo se apunta, cuando son negativos, sobre todo los partidos o se esconden o hacen descansar la responsabilidad sobre el adversario. En el caso de hoy es el PSOE el que se jacta de que ha pasado lo peor de la pandemia y que “el proceso de vacunación impulsado por el Gobierno de España está permitiendo empezar a recuperar la normalidad”. Me parece que no terminan de enterarse. La CEJ se muestra con un diagnóstico más realista, y simplemente valora que los mejores datos solo se justifican por la campaña de verano. Como digo, y no precisamente con satisfacción, sino porque el paro en la provincia va por ciclos, ya vendrá el tío Paco con las rebajas.

DIPUTACIÓN, POR ENCIMA DE SUS COMPETENCIAS. También esta semana se ha hecho balance de los dos últimos años de gestión en la Diputación Provincial, donde Francisco Reyes, su presidente, se confesó de esta manera: “Nos podemos equivocar, pero nuestro afán es con la provincia de Jaén y en esa tarea hemos dejado todo nuestro tiempo”. Las coordenadas de actuación para este año son el impulso del empleo, donde ha hecho un esfuerzo considerable a pesar de que no son sus competencias específicas, invirtiendo más de 40 millones de su presupuesto en diferentes programas; otra tarea prioritaria es la de blindar el estado de bienestar, que tiene más sentido en estos momento difíciles en los que tanta gente en la provincia vive los efectos de la crisis; pero también afronta el reto demográfico, que es de vital importancia en el territorio, y, ante todo y sobre todo está su competencia específica de asistir a los ayuntamientos de la provincia en todas sus necesidades, esta es su principal misión y de la que en su caso hay que pedirle responsabilidades. Cuando se habla de la Diputación, en términos generales, hay que referirse a una administración bien gestionada política y económicamente, aunque como en el resto de instituciones, con objetivos mejorables.

Pero la Diputación no solo hace bien lo que se propone sino que actúa siempre muy por encima de sus competencias para colaborar al despegue de Jaén y su gran activo, incluso por el que más se le conoce, es la labor de promoción de todos los grandes recursos de la provincia, desde el olivar y el aceite hasta la gastronomía, pasando por todos los aspectos relacionados con el rico patrimonio. Otra frase de Reyes para enmarcar: “En esta situación, la más compleja del último siglo, la Diputación va a tener un papel más reivindicativo si cabe, para y por Jaén, ante todas las administraciones y gobiernos”. Manos a la obra. Uno de sus retos es dar respuesta a la provincia con el Plan Especial de Recuperación con cargo a los fondos europeos, donde junto con los ayuntamientos presentaron 402 proyectos por un importe de más de 5.000 millones de euros, pendientes de cuánto y cuándo nos toca.

ARREMETE CONTRA LAS PLATAFORMAS. Lo que a mi juicio pierde a Reyes es el discurso político en su calidad de secretario provincial del PSOE, porque se pone fuera de la razón. Por ejemplo, sigue insistiendo, erre que erre, sin querer enterarse, de que las plataformas ciudadanas no pudieron luchar en el año 2013 por la supresión del intercambiador de Alcolea, simplemente porque no existían y él continúa preguntando que dónde estaban. Cada uno en su casa. Sin embargo, aunque en ese momento el PSOE estaba en la oposición en España, no reclama responsabilidad a sus parlamentarios que no presentaron, desde luego no figuran en la hemeroteca, iniciativas al Gobierno de entonces, del Partito Popular, sobre este tema, ni tampoco se movilizaron los representantes de la sociedad civil presentes en distintos estamentos, entre ellos el Consejo Económico y Social de la Provincia (CES), ni por supuesto le exigió responsabilidades a su entonces buena amiga Susana Díaz, presidenta andaluza. Ni el PSOE salió en manifestación a reclamar lo que entendía era de justicia, así que no vale ese argumento. Es curioso echar la culpa a quienes ni existían cuando Reyes tendría que empezar haciendo una severa autocrítica de su propia casa, en lugar de señalar a esos colectivos como “agoreros”, que para nada lo son, porque agoreros son los que anuncian desgracias y todos estos colectivos por lo que claman es por un Jaén mejor y con mayor futuro.

Y está fuera de toda duda la bondad y el objetivo pro-Jaén de las plataformas ciudadanas que han ido surgiendo, entre ellas “Jaén Merece Más” y la coordinadora nacida esta misma semana, “Levanta Jaén”, pero además hay que partir de la base de que todos, cada uno por el camino escogido, se supone que buscan lo mejor para Jaén, y siempre es recomendable dialogar, aunque sea haciendo aflorar las diferencias, antes que negarle legitimidad y representatividad a una plataforma, como la de Jaén, que cuenta detrás de ella con numerosos colectivos y que con sus aciertos y sus errores lleva cuatro años dando la cara y, como es su obligación, tratando de ser incómoda para los poderes, que es una buena manera de demostrar que están haciendo bien su labor, aunque al poder no le gusta, y en Jaén menos, que nadie le controle ni le lleve cuentas de los incumplimientos.

Las plataformas son la mosca cojonera que necesitaba este Jaén olvidado y abandonado. Algún día puede que no tenga sentido que existan, pero hoy por hoy muchos jienenses celebramos que, eso sí, con sentido de la responsabilidad, con formas, con diálogo y con alternativas, estén en el escenario donde se dilucida la acción política, y sean vigía permanente, para denunciar lo que no responda bien a los intereses de Jaén, pero también para aplaudir lo que en cada caso corresponda. En la hemeroteca están recogidas las ocasiones en que “Jaén Merece Más” se sentó con los dirigentes socialistas, entre ellos Reyes y Millán, y harían bien en volverse a reunir, aunque tengan visión diferente de los asuntos, pero no se construye nada con la falta de comunicación, al contrario, parecen haberse convertido en adversarios y en casi enemigos cuando en buena lógica deberían estar luchando por lo mismo. A los políticos les gusta más que aplaudan sus razones, relacionarse solo, como ha ocurrido siempre en la provincia, con unos interlocutores seleccionados y con los que hay relación fluida, es lo que alguna vez he llamado una especie de ‘mamoneo’, perdónese la expresión, en la que unos por otros se han confundido las responsabilidades.

El de ahora es otro tiempo, reivindicar, exigir, reclamar justicia inversora para Jaén de todas las administraciones, no de una sola, la que menos simpática nos caiga, de TODAS y todo el tiempo. Por eso no tiene sentido que Francisco Reyes, cada vez que le ponen delante un micrófono, arremeta contra las plataformas, desacreditando a la sociedad civil en beneficio de una parte de la misma que es la que él justifica con el pretexto de que son elegidas democráticamente. Entender que la sociedad civil son solo los empresarios de la CEJ y los sindicatos es, a día de hoy, tener una visión muy deformada de la realidad. Conviene abrir los ojos y el horizonte…

RELEVO EN LA PRESIDENCIA DE LA CEJ. Precisamente esta misma semana se ha elegido nuevo presidente de la Confederación de Empresarios de Jaén, al decidir su hasta ahora responsable, Manuel Alfonso Torres, no continuar en el cargo, aunque se queda de vicepresidente. El nuevo jefe de la cúpula empresarial es el empresario ubetense Bartolomé González Ruiz, que lleva una veintena de años participando de las organizaciones empresariales y acaba de renovar también en la presidencia de la Asociación de Comerciantes e Industriales de Úbeda (Alciser). Me ha gustado la letra y la música de su primer discurso, ante los propios empresarios y las autoridades asistentes al acto. “Nuestra provincia corre el riesgo desde hace tiempo de vivir en la parálisis del análisis”. Así es, en efecto, lo ha dicho perfectamente y deberían tomar nota desde la parte política, porque el presidente de la CEJ lamenta que “llevamos mucho tiempo trabajando en el diagnóstico, en definir los vectores que deben guiar el progreso de Jaén”. Y añade: “La pandemia no ha hecho sino constatar las certidumbres sobre hacia dónde debemos dirigirnos. ¿Por qué no somos capaces, entonces, de salvar ese abismo que parece haber entre los dichos y los hechos?”. Plenamente reivindicativo y exigente, solo que lo hace con un discurso más institucional, seguramente el que le corresponde, pero a la postre está diciendo lo mismo que casi al unísono reclamamos desde todas las direcciones.   

PENDIENTES DEL AYUNTAMIENTO. También estamos muy pendientes del Ayuntamiento, en esta nueva etapa en la que se ve obligado a gobernar con minoría, porque los 11 concejales socialistas más María Orozco, la concejal de Ciudadanos, constituyen una minoría con solo 12 concejales de los 14 que conforman la mayoría absoluta en el Consistorio. Claro que los dos ediles de Adelante Jaén han visto el cielo abierto porque al fin van a poder sacar adelante propuestas que antes le fueron negadas, de hecho ya han apoyado al gobierno local en varias votaciones. El alcalde, Julio Millán, se ha multiplicado en los últimos días, ha tenido momentos dulces, la firma del tranvía y la inauguración del Olivo Arena, por ejemplo, sin dejar atrás la reunión que hoy se ha celebrado con la Junta para tratar de acelerar trámites sobre la cesión de terrenos para la Ciudad de la Justicia, otro asunto pendiente de la era socialista, y en estos días se supone que Millán habrá podido contrarrestar la gran adversidad de la ruptura del pacto, aunque ahora lo más probable es que por despecho crea que es lo mejor que ha podido suceder.

Ahora va a hacer dos años de su invento de marcha por el tren, que como tantas iniciativas en este Jaén nuestro quedaron en agua de borrajas. He rescatado de la hemeroteca algunos buenos propósitos del alcalde, por ejemplo cuando dijo que “hemos trabajado en generar confianza para la ciudadanía, los inversores, nuestros interlocutores”, aunque lo que más me ha llamado la atención es cuando se jactaba de existir ya, por fin, “una verdadera coordinación con el resto de administraciones”, y para mayor abundamiento: “También necesitamos coordinarnos con el Gobierno de España, además de en asuntos como la situación de la deuda, en el futuro del Museo Íbero o la puesta en marcha de inversiones logísticas en Jaén”. Opinen ustedes mismos.

Y EL LAGARTO DE LA MAGDALENA. Y por último tenemos que felicitarnos de los actos en los que vienen colaborando la Diputación, la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento y la asociación Iuventa, para conmemorar la célebre leyenda del Lagarto de La Magdalena, que precisamente fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de España con fecha 2 de julio de 2009, razón por la cual cada 2 de julio se conmemora el Día del Lagarto de Jaén, en torno al cual se han promovido visitas guiadas por el casco antiguo versando sobre mitos y leyendas, singularmente la leyenda del Lagarto, que es la más popular de la ciudad. Jaén con sus tradiciones.

Foto: El Lagarto de la Magdalena y su popular leyenda, Patrimonio Cultural Inmaterial de España.

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