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Seguimos con el terremoto político y social que se está viviendo en Jaén y la provincia con motivo del aislamiento ferroviario. Hay un mapa que creo que ha llegado a la inmensa mayoría de los jienenses que nos hace pensar mal en el sentido de que parecía que hace veinte años estaba todo organizado para dejar a Jaén al margen de las nuevas infraestructuras ferroviarias y de los planes que en ese momento se estaban fraguando, pues bien ese mapa visibiliza muy bien, una imagen vale más que mil palabras, el desprecio de los gobiernos hacia el futuro de Jaén. Llevan razón los que opinan que el clamor que se está manifestando estos días llega demasiado tarde, con veinte años de retraso, poco más o menos, pero valga como justificación ante la histórica indolencia de esta tierra, de los políticos y de la sociedad en general, que en ese momento no había grupos organizados, ni colectivos, ni plataformas reivindicativas, si acaso algunas iniciativas de mesas que duraban poco porque lo normal era que los partidos, en vez de unirse en favor de Jaén, estaban, como siempre ha ocurrido, en sus intereses ajenos por completo a los grandes desafíos que en materia de comunicaciones como en tantas otras tenía la provincia. De modo que es así, esta queja se produce a destiempo, pero ya que estamos despertando de la siesta vale para tomar conciencia de que a partir de ahora ya no se podrá jugar con nuestro futuro. No obstante queda claro que el tiempo que se ha perdido ese ya es irrecuperable y se lo debemos, en gran medida, a todos los políticos que han estado en sus cargos en todos estos años, y también, en una autocrítica que tenemos que hacernos, a los propios jienenses que nunca nos hemos quejado hasta decir ¡¡¡basta!!!

Pues bien, lo que hoy hago es recordar a todos los políticos a los que tenemos que “agradecer” que Jaén y su provincia se encuentren en la situación de indignidad y totalmente de espaldas a las nuevas infraestructuras ferroviarias, es más, han consentido un desmantelamiento casi generalizado. Todos los que cito y muchos más de antes y de después del periodo acotado. El propio Consejo Económico y Social de la Provincia (CES) en un dictamen serio analiza las causas y reconoce que la política seguida con Jaén de hechos consumados ha causado un perjuicio letal al territorio. Se agradecen todos los dictámenes en este sentido, pero la situación tan especial de Jaén de espaldas al tren solo se arregla con el Boletín Oficial del Estado. De todas maneras debe quedar constancia de que ninguno de los gobiernos de Madrid, tanto del PSOE como del PP, se salvan de la responsabilidad de haber contribuido, cada uno en su cuota parte, en desmantelar el ferrocarril en Jaén, nadie alzó su voz en favor de esta provincia, ni tampoco los políticos de las distintas formaciones que decían representar los intereses de Jaén y que por lo ya visto mentían descaradamente..

Vamos a centrarnos por el momento en el AVE que acaba de llegar a Granada y que para unir la ciudad de la Alhambra con Madrid tiene que hacer muchos kilómetros de rodeo por Antequera, con lo que eso supone de tiempo, cuando la línea más corta para acceder a la capital de España era el paso por la provincia de Jaén. Las obras del AVE para Granada han tardado 16 años y se han invertido casi 1.700 millones de euros. La primera traviesa se colocó el 13 de febrero del año 2003, siendo presidente del Gobierno de España el popular José María Aznar y ministro de Fomento su gran amigo Francisco Álvarez Cascos. Bueno, pues aquí empezó todo lo que hoy lamenta Jaén. Ellos fueron los iniciadores del Plan de Infraestructuras y Transportes 2000-2007 y por tanto del AVE para Granada. En el año 2001 el Ministerio de Álvarez Cascos (2000-2004) sometía a información pública un estudio para unir Granada con Madrid en tres horas y en febrero de 2003 se colocaba la primera traviesa en el tramo de Tocón, al tiempo que se anunciaba la colaboración Junta de Andalucía-Gobierno de España para el presupuesto del AVE.

Ya hay unos primeros políticos a quienes pedir responsabilidades, aunque ya es bien tarde para hacerlo, pero al menos para tenerlos en la consideración que se merecen. José María Aznar, Francisco Álvarez Cascos, y el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves (1990-2009). De hecho tras arrancar las primeras obras los presupuestos andaluces impulsaron la doble vía a Granada. A partir de ahí creo que son conocidas las numerosas vicisitudes de este importante proyecto que ha acumulado un retraso de años y al que encima le tocaron los duros años de la crisis y los recortes. Por cierto fue el 22 de julio de 2002 cuando Montoro y Álvarez Cascos colocaron también la primera traviesa para la línea de Alta Velocidad Jaén-Madrid, que sigue al ritmo de cualquier obra que se anuncia para la provincia, la máxima lentitud y nadie apuesta siquiera por dar fechas para ilusionarnos, pero largo me lo fiáis.

En el curso de la obra del AVE a Granada y sus inconvenientes de todo tipo hubo otros ministros que sucedieron a Álvarez Cascos, como fueron Magdalena Álvarez, el ínclito José Blanco, Ana Pastor, Rafael Catalá e Íñigo de la Serna. Ninguno de ellos promovió modificaciones para beneficiar a la provincia de Jaén. En el año 2003, según he conocido en los archivos, el entonces secretario de organización del PSOE, José Blanco, que después sería ministro, dijo en Granada a propósito del AVE: “En 2007 volveré a Granada para estar con todos vosotros y vendré en un AVE en debidas condiciones, en el AVE que va a hacer José Luis Rodríguez Zapatero”. Pues nada de nada, Blanco fue el mismo que comprometió en 2011, en campaña electoral, una estación intermodal en Jaén de la que no hay ni papeles. A Aznar le sucedió Zapatero, que tampoco hizo nada por ordenar el trazado del AVE Granada-Madrid, ni parece que se planteara como exigencia en el famoso Plan Activa, que dejó algunas obras pero también abundante propaganda y decepciones, de todo hubo. De todas maneras justo es reconocer que en esta etapa hubo un mínimo compromiso de discriminación positiva. Pero no afectó, por supuesto, al recorrido del AVE.

Aznar tuvo en esta época de la vía libre del AVE a Granada como vicepresidente al líder del PP andaluz, Javier Arenas y los socialistas contaban con la Junta de Andalucía, en el caso de que hubieran querido dar mayor protagonismo a Jaén. Y por lo que respecta a la provincia, en ese momento inicial estaba el todopoderoso Gaspar Zarrías (1996-2009) en la Consejería de Presidencia de la Junta, el mayor factótum de la comunidad, que también lideraba el PSOE en la provincia como todo el mundo conoce (1994-2010), en tanto que el Partido Popular tenía al frente a José Enrique Fernández de Moya, que asimismo ha simultaneado responsabilidades institucionales. No recuerdo que ninguno de ellos levantara la voz con los respectivos gobiernos para barrer para casa por un problema de coherencia, porque es muy difícil de entender que para ir de Granada a Madrid tenga que darse una enorme vuelta parece con el solo pretexto de esquivar a un territorio que además se siente históricamente olvidado y maltratado por los políticos y las administraciones que han gobernado. En todo este tiempo lo más que conseguimos con el PSOE fue el intercambiador de Alcolea para agilizar la comunicación de Jaén con Sevilla y Cádiz, pero años más tarde sería suprimida por otro gobierno del Partido Popular.

Para mayor abundamiento les cito los parlamentarios elegidos por Jaén en marzo de 2000. Por el PP, Cristóbal Montoro, Gabino Puche y Javier Ignacio García Gómez. Por el PSOE, Micaela Navarro García, José Pliego Cubero y Sebastián Quirós. Los cuatro senadores fueron Cristóbal López Carvajal, Fidel Mesa Ciriza y María Dolores Pérez Anguita (PSOE y Ramón Palacios Rubio (PP). Cuatro año más tarde, en 2004, en el PSOE se elegían diputados a Micaela Navarro, José Pliego Cubero, María Dolores Pérez Anguita y Sebastián Quirós, y por parte del PP, Cristóbal Montoro y Gabino Puche. Para el Senado, Cristóbal López Carvajal, Adoración Quesada Bravo y Elena Víboras, por el PSOE, y de nuevo Ramón Palacios Rubio, por el PP.

He señalado a las personas más representativas. Indudablemente que la lista se puede completar con la Diputación, los ayuntamientos y las organizaciones empresariales, sindicales y de todo tipo, cuya lucha por el ferrocarril, si existió, fue escasa y no consiguió los resultados deseados. Para resumir, de aquellos polvos, estos lodos. No hay mucho de lo que lamentarse porque en definitiva se trata de que Jaén en su día no hizo sus deberes y los gobiernos nos obviaron. Ahora hay que apechugar con las consecuencias, que son las de habernos quedado atrás, aislada, olvidada, y por supuesto nos va a costar más subirnos al carro de la modernidad y el progreso. Eso queríamos decir cuando ayer señalábamos que Jaén se rebela contra los políticos. Y lo hace en las redes sociales, sí, y en la mayoría de los casos de manera razonable en los comentarios porque tenemos que ser conscientes de que casi todos hemos pecado, aunque sea de omisión. Ahora lo que toca, ya que hay una sociedad civil organizada, sobre todo la plataforma “Jaén Merece Más”, es tratar de recuperar en lo posible el tiempo perdido, pero para ello hay que contar con los políticos y tengo dudas de que ellos estén por la labor o peor aún, que sus aparatos les dejen siquiera abrir la boca en nombre del territorio que les ha votado.

Foto: Aznar y Álvarez Cascos, presentando el Plan de Infraestructuras 2000-2007 donde se incluía el AVE Granada-Madrid. Manuel Chaves fue testigo.

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