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Por fin parece, o por lo menos todo lo hace indicar así, que tendremos presupuestos para este año en el Ayuntamiento de Jaén, aunque sean para medio año, qué remedio. Aquí sí creo que Fernández de Moya ha tenido que echar una mano, al fin y al cabo es responsable subsidiario del solar en que se ha convertido a Jaén. El equipo de gobierno hizo en su día su trabajo, que debió ser complicado, y no me hubiera gustado estar en el pellejo de Manuel Bonilla, que creo que es un tipo que hace bien su trabajo, aunque nunca es sencillo administrar la miseria y actuar frente a la dificultad extrema.

Hizo un presupuesto posible, con mucha cocina, pero como ha ocurrido con todos los presupuestos del Ayuntamiento de Jaén en muchos años, porque cuando lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible, o se acude a la magia, a los malabarismos financieros, o sencillamente no hay presupuesto. Los anteriores responsables municipales de Hacienda tal vez deberían contar sus amargas experiencias para que sirva de consuelo. No es momento de extremar la crítica, sino de actuar con cierta benevolencia y tratar de reconocer que algunas actuaciones políticas tienen mérito.

Creo que Fernández de Moya ha salido al rescate por el propio hilo argumental de los acontecimientos. Tras el largo trámite de la elaboración del documento presupuestario y anuncio tras otro de su traslado a pleno, por fin el envío al Ministerio de Hacienda, que por la tutela que ejerce sobre el Ayuntamiento de Jaén, dada su peculiar situación de asfixia económica, era obligado que diera el plácet. Se lo piensan en Madrid, se toman su tiempo, pero tras una espera de semanas mandan un informe un tanto exigente para la Corporación jienense y en concreto para el equipo de gobierno, pero aunque pudiera ser duro en el fondo es cuidadoso en las formas, un enmascarado bote salvavidas. Pese a todo nos pareció que iba a costar trabajo al equipo del concejal Bonilla solventar las alegaciones del Ministerio. Pero, he aquí, oh sorpresa, que la Concejalía responde a cada uno de los planteamientos de las observaciones recibidas y Madrid lo da por válido. Magia otra vez, y ahí es donde creo haber visto la mano de Fernández de Moya, quien, en uno de sus encuentros con periodistas, dentro de su habitual locuacidad, había señalado que estaba seguro de llegar a un acuerdo sobre este asunto.

La oposición seguramente no lo verá lo mismo, en algunos casos ya se sabe que en política prima el criterio de “cuanto peor, mejor”, pero me alegro de que haya presupuesto y no me sorprende que se hayan tenido que hacer piruetas, ¿o de verdad algún corporativo cree que con la situación que existe, con la rémora que hay, se pueden hacer milagros pero de los de verdad? Hay veces en las que se critica injustamente al alcalde, Javier Márquez, por la situación de ruina municipal, por eso hay que recordar que él es simplemente el heredero, los problemas vienen de atrás y son propios y ajenos. Desde este punto de vista puedo comprender que a veces sienta la tentación de saltar para ponerse a la defensiva en los plenos y fuera de ellos, pero como alcalde debe tener, así lo pienso al menos, una actitud de prudencia, al fin y al cabo la ciudad sí sabe que las responsabilidades son compartidas y que la única culpa que corresponde al bueno de Márquez, le voy a seguir llamando así mientras pueda, es haber aceptado el reto de gobernar una situación tal vez irreversible por ingobernable. Pero se dice, y con razón, que casi todo tiene remedio, aunque hace falta echarle a este asunto muchísima voluntad política y un carro de horas de trabajo.

Me gustaría que la aprobación del presupuesto, que se debe producir en breve, dé paso a una situación de mayor confianza y se pueda pasar a actuar sobre los problemas de la ciudad, hay mucho abandono y creo que en parte es porque la inestabilidad política y económica impide centrarse en ver los temas, uno a uno. Hay que acotar los muchos asuntos pendientes de la ciudad, y en este momento me parece que se anda mucho por la periferia de la política partidista. Me gustaría ver al alcalde más solucionando problemas que metiéndose, incluso públicamente, en la refriega de la lucha por la presidencia provincial, a la que se han sumado algunos de sus concejales de manera activa, es decir haciendo campaña, en un grupo que todo el mundo sabe que está dividido, como casi siempre ocurrió, dicho sea de paso.

Esto me confirma en la idea de que Márquez, que en absoluto da un paso atrás para cambiar el rumbo, ha entrado en política, como señalé la pasada semana (ahora ha vuelto a salir a dar su apoyo al alcalde de Santisteban, que está en su derecho, pero no lo debería hacer desde el Ayuntamiento) y de la misma manera me queda claro que, aunque le moleste, Fernández de Moya, le tutela al cien por cien. Que por cierto si es para bien no tendría la menor dificultad en darlo por bueno, porque no le pido al ex alcalde y actual Secretario de Estado, que le regale nada a Jaén, simplemente que sea justo y aproveche todos los recursos posibles para echar una mano en la tarea de desenredar la madeja económica que amenaza con lastrar una larga etapa de futuro de esta capital.

El “NO” POR RESPUESTA

Ha sido una semana en la que por la resaca de la Semana Santa no ha habido muchos más asuntos. Colea la cera, ha habido no pocos accidentes y ello a causa de la falta de un servicio de limpieza efectivo y sobre todo rápido. Las críticas en este aspecto han sido numerosas en las redes y en los medios. Veremos si alguna se traduce en denuncias… Se ha vuelto a licitar, por razones de legalidad, el estado del sistema tranviario, que es el que determinará el futuro de este transporte. Por lo pronto se ha sabido que cinco empresas optaban a la licitación anterior que quedó anulada, lo cual parece que no es en principio un mal síntoma.

Seguimos además con las situaciones que se van cronificando, como las obras de la calle Cataluña, donde se encuentra el Centro de Salud del Bulevar, o uno más de los problemas enquistados por la nefasta relación entre administraciones que es, por si faltaba poco, un problema añadido al perezoso discurrir de los proyectos en esta ciudad. Ha estado también presente en esta semana el asunto de las 16 actas levantadas de infracciones a la práctica del botellón en el centro de la ciudad en Semana Santa, aunque por encima de esta actitud municipal lo que debería exigirse es una mayor firmeza en la defensa de la seguridad y en actuar con contundencia cuando hay situaciones que están prohibidas, así de simple.

Añadiré al respecto, a propósito de los botellones, un dato que me han dado hace unos días, la cantidad sorprendente, por elevada, de comas etílicos, sobre todo de menores, la tarde-noche que tuvo lugar el botellón en los olivos que colindan con la Institución Ferial. Mi pregunta es la siguiente: ¿cuál es la causa de que siempre se obvie este dato en los comunicados que hacen públicas las administraciones? Personalmente siento vergüenza de esta arbitraria actitud, no sé a quién pretenden engañar.

Por lo que respecta a la cantera de la Fuente de la Peña, donde Ayuntamiento y Junta también se cruzan acusaciones y se eximen de responsabilidades el uno y la otra, esta semana el asunto que tiene en vilo a un colectivo importante de ciudadanos jienenses, ha pasado por el Parlamento andaluz. La conclusión es que no todo está perdido, que al final acabará por imponerse la sensatez y las administraciones tendrán que ponerse del lado de la razón. Hay situaciones que están protegidas por la ley, pero algunas vienen de muy antiguo y a lo mejor es el momento de cambiarlas, solo le hace falta voluntad. Por eso hay que tener esperanza, a pesar de que algunos políticos jienenses se muestran muy alejados del sentido común y de dar importancia al interés general, que siempre debe ser lo más importante.

Por otro lado me parece bien que el gobierno local pida a la Junta que se moje con el proyecto de la estación intermodal, si realmente se consigue el compromiso de Madrid. El “no” por respuesta que siempre se recibe de Sevilla es un recurso que no se debe seguir aceptando. En el año 2011 la Junta se integraba en el proyecto lanzado con las campanas al vuelo, aunque fuera otro fiasco, ¿qué cambia ahora para que no lo haga, que hay otro gobierno, no es de recibo y que se lo piense el ejecutivo de la señora Díaz, todavía presidenta, porque todas estas cosas las puede valorar la ciudadanía en el momento en que haya elecciones. Esa máxima de “a Jaén, ni agua” me parece un grave error además de una clamorosa injusticia, por la que pagan los vecinos los comportamientos y los caprichos de los dirigentes, que discriminan con tal arbitrariedad y no pueden mirar a la cara de la gente. 

LO QUE VALEN LOS VOTOS…

En el próximo pleno del Ayuntamiento, al fin se sentarán divididos los antiguos ediles de Ciudadanos, hoy concejales no adscritos. Víctor Santiago e Iván Martínez, han conseguido que se les busque emplazamiento en el salón de sesiones, alejados de la que fue su compañera, Salud Anguita. Hacía tiempo que no se veía una situación tan pintoresca e infantil. Y que el alcalde lo permita. Para justificarlo no veo más que intereses. Santiago y Martínez están cerca del PP, incluso literalmente en la bancada. Lo que hay que hacer para sumar votos y sacar mayorías. Salud Anguita se queda en solitario, en terreno de nadie, parece que su posición es más neutral, lo que sea bueno para Jaén, será bueno para ella. Trata de mantenerse indemne. A Márquez, una vez que no ha podido pactar con la oposición un programa de mínimos, como se perseguía al principio del mandato y ha sido materialmente imposible, ya le queda el recurso de aceptar la solución que sea, con tal de asegurarse la gobernabilidad. La política se convierte así en el arte de lo posible. Que no tiene nada que ver con lo ideal. Tampoco lo critico con excesiva dureza, la democracia está basada en el juego de mayorías y minorías. ¿Alguien tiene que hacérselo ver?

Pues sí, creo que el propio Márquez no hace lo que le gustaría hacer, pero es posible que no se le haya dado otra salida. Los partidos en general juegan mucho a favor de sus  planteamientos, raramente se apartan de ellos, o asumen errores de estrategia, incluso pueden hacer lo blanco negro con tal de no despeinarse, y la situación de Jaén era y es para emplearse a fondo, pero nadie está dispuesto a olvidarse por un tiempo de los intereses de partido para dedicarse por entero a los intereses de la ciudad. Los que actúan así ¿qué legitimidad tienen para criticar?

Una cosa más. Ha hecho muy bien el Ayuntamiento en pedir a la Junta seguridad para lo que queda de la antigua nave de Dhull, lo que fue otro brindis al sol, un bluff de una época que quiso abrir expectativas y que terminó convirtiéndose en un gran fiasco. Lo que ocurre cuando se vende más humo que realidad. Una historia más de lo que pudo ser y nunca fue. Hay muchos ejemplos de este tipo de anuncios que estaban sustentados, entre otras cosas de más difícil concreción, en la pura fantasía.

Y para terminar destacar, que no siempre queda claro, que el Ayuntamiento de Jaén colabora, como todos los años, con el Premio Jaén de Piano. Es verdad que lo promueve la Diputación y que se debe llevar todos los honores, pero el Consistorio colabora desde siempre y hace todo lo posible para que Jaén se convierta de hecho y de derecho durante estos días como la capital mundial del piano, que es todo un lujo, un gran honor.

Imagen: Para evitar que se sienten juntos los tres ediles no inscritos ha habido que hacer una nueva distribución del espacio de asientos en el salón de plenos del Ayuntamiento.

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