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He dedicado la mayor parte del día a la reflexión serena. Reconozco sentirme un tanto desbordado por este Jaén que no avanza y que lleva tanto tiempo con los mismos temas recurrentes. Son muchos años ya en esta profesión y en esta ciudad, como cuento en mi libro “En Jaén donde resisto” y aunque ya fuera de una actividad laboral reglada, me siento tan identificado con lo que he hecho durante tanto tiempo que me cuesta trabajo abstraerme, aunque a lo mejor es lo que a algunos les gustaría.

En este momento he recordado dos frases que seguramente vienen al caso. Una es de Bill Cosby: “No conozco la llave del éxito, pero la llave del fracaso es tratar de agradar a todo el mundo”. De otro lado Einstein dejó dicho que “la vida es como una bicicleta. Para mantener el equilibrio tienes que seguir adelante”. Así que me temo lo peor…

El caso es que de vez en cuando me agobia que Jaén siga estancado, que nada se mueva. Que todas las semanas haya que repetir los asuntos porque aquí sencillamente se eternizan. Miren en cualquier medio los titulares de un día, de una semana, de un mes, de un año, de diez años. Ningún cambio. Hoy podía comentar la actualidad, pero da igual que lo haga mañana o pasado, porque será lo mismo, la actualidad se mantiene intacta, es duradera, no es efímera. 

El CES, informe independiente y demoledor

Hay hoy un nuevo pronunciamiento del CES local, un órgano que nos sigue sorprendiendo por su independencia, y que hace un informe demoledor del presupuesto que ha confeccionado el equipo de gobierno. Los presupuestos, y no solamente ahora por el PP, no crean, los hacen como churros, total si no van a cumplirse…Se espera como agua de mayo los reparos del Ministerio de Hacienda que se hacen de rogar, ya veremos qué deparan. Pero con respecto al CES, si los responsables municipales atendieran sus sugerencias, no hay que olvidar que se trata de un órgano meramente consultivo, tendrían que cerrar el Ayuntamiento. El informe habla de “situación concursal necesaria”, precariedad, carga financiera por las nubes e inclusión de aparcamientos fantasmas, elevadísimo endeudamiento, situación endémica que se acrecienta por días, huidas hacia adelante, orfandad inversora que se traduce en “insuficiente modernización de la misma y en una carencia o déficit en la prestación de importantes servicios municipales”…, al tiempo que urge a buscar soluciones con un proyecto “serio, verosímil”. Demanda el consenso con los grupos políticos y administraciones y alude a la deuda de 400 millones de euros que necesita, según el CES, “de un gran pacto” por entender que la quita es una quimera.

No sé si este mes, como ha comprometido el alcalde, habrá presupuesto, pero el panorama no puede ser más negro. El concejal Bonilla, que es el que tiene realmente el marrón, no sabe cómo salir de la que tiene entre manos, mira que el hombre parece creerse todo lo que dice, pero no le arriendo las ganancias. Ahora acaba de anunciar una nueva petición de socorro a la Junta, para que dé oxígeno a la situación económica y financiera del Ayuntamiento, tres cosas le ha pedido y tienen que ver con compromisos que están pendientes. Debería quedar claro que para que el  Ayuntamiento y la ciudad de Jaén salgan adelante el gobierno andaluz debe dar un paso al frente, su papel de mero espectador no es de recibo. También el grupo socialista debería saber de qué lado debe estar en una coyuntura tan complicada en la que no bastan las palabras. El PSOE ha pedido la retirada del presupuesto, que ya digo es poco presentable, pero debería ir más lejos y presentar unas cuentas alternativas, sólo de esta manera podría ganar credibilidad. Hay que avanzar y dejar a un lado la demagogia y la imagen.

Esta semana el PSOE inició otro enfrentamiento con una torpe denuncia sobre una rotonda chapucera. El PP se lo devolvió con intereses. Muy edificante y para ilusionar a la ciudadanía del grado de entusiasmo de sus políticos.

Otra vez el tranvía…que no me lo creo

Aparte de lo económico, que es con diferencia lo más grave, están todos y cada uno de los asuntos pendientes. Basta leer la prensa del día para comprobar que no salimos del círculo vicioso. Ahora se nos dice que el Consistorio saca a licitación por 60.000 euros la auditoría para conocer el estado real del tranvía que va para seis años parado, paso previo a procurar su explotación. Este trámite ya se ha hecho varias veces, veremos si esta es la definitiva o no. Pero no veo yo al tranvía circulando a corto plazo por la ciudad, lo que quiero decir es que no creo en que nuestros políticos sean capaces de conseguirlo. Confiaría en todo caso en Valdivielso, que es pragmático y busca las soluciones, pero se debe a una disciplina. Al alcalde no sé si le dejan o es capaz de mantenerse firme ante los recados que lleguen de San Clemente. En fin, estamos ante otra incógnita.

Que nos gusta una fantasía…

De la Ciudad de la Justicia qué les voy a decir. Ha tenido que llegar National Geographic para darnos vidilla y a costa de la leyenda y las fantasías que tanto nos gustan en este Jaén nuestro, han salido a la vez varios disparates con responsables a todos los niveles. A saber, unos restos de singular importancia abandonados, unas administraciones que parece que no va con ellas, para unas cosas se ponen de lado, para otras todas quieren estar en la foto. Unos terrenos donde no se ha construido y la licencia se ha dado por vencida, con lo que la Consejería de Justicia tendrá que apechugar con una nueva ubicación o comprar al Ayuntamiento al precio que corresponda. Me sorprendió ver el otro día en rueda de prensa a Miguel Contreras, Reyes Chamorro y Manuel Bonilla, en una serie de asuntos que pienso eran de calado para que los abordara el propio alcalde. No sé si es que Márquez está quemado, achicharrado, o simplemente que le ha tocado guardia en el partido ante el congreso regional.

Lo que sí se percibe con nitidez desde fuera, muy fuera porque interpreto de lo que veo y escucho, no les veo la cara directamente, es que se ha producido un nuevo repunte, ha habido un tiempo desde la llegada del bueno de Márquez, el hombre tranquilo, al Ayuntamiento, que parecía que tendía a preservar a la instancia municipal de las presiones del partido. Ahora no es así, se nota que el PP está de nuevo sobrevolando la estrategia política municipal, como en los mejores tiempos de Fernández de Moya, a través precisamente de su máximo colaborador, que le cuida el Ayuntamiento y al mismo tiempo hace lo propio en la Diputación, me refiero a Miguel Contreras.

Las relaciones del Ayuntamiento con la Junta vuelven a estar como en sus peores momentos, las visitas de delegados al Consistorio no han cuajado en cambio de actitudes, se ha dado un evidente paso atrás. Nada nuevo bajo el sol, no lo digo para salvar a la Junta de esta situación, las culpas están bastante repartidas, pero no se han dado cuenta de que esta falta de sintonía y lealtad, y de hacer de cualquier asunto una montaña de difícil escalada, lo que sigue provocando es hartazgo.

Carteles de dos centros comerciales

Temas hay para seguir un rato más porque basta darse una vuelta por la ciudad para ir sumando asuntos a la lista de espera. Qué pena de Las Protegidas, y de que no hayan sido capaces las administraciones de concluir una propuesta buena para todas las partes. Está pendiente la auditoría del transporte urbano que no es un asunto menor, porque estamos hablando de un Ayuntamiento en la ruina y hay que saber a qué se dedica cada euro. Por cierto, el concejal de Hacienda saca pecho de que ha recuperado 17 millones de euros para el presupuesto gracias a la política de refinanciaciones, en la casa del pobre se agradece cualquier mejora. Lo que sí es importante como resumen de lo ya señalado es que nos dejemos de fantasías y vayamos al fondo de los problemas, encarándolos.

Hace unos días me fijaba detenidamente en los dos carteles que anuncian sendos centros comerciales en la ciudad, el Santo Reino, que pretendía ser el Centro Comercial de Jaén, y el Jaén Plaza, que ha sido últimamente el favorito por razones varias. Según las previsiones los dos tendrían que estar a día de hoy en pleno funcionamiento. No están, ni se les espera, ni ellos ni por supuesto las empresas que decían tener comprometidas, que dieron la espantada, como es lógico. Pero quedan los carteles, a lo mejor por prudencia deberían quitarlos para no dar una imagen tan negativa.

En fin, de todo lo que veo ahora en la ciudad que tiene que ver con el Ayuntamiento, si me lo permiten me quedo con las ganas de la concejal de Turismo y Promoción Económica por dinamizar esta capital, de manera que parece ilusionada y además se le nota.

Pero es verdad que aquí cuesta más todo, que es complicado que algunas puertas se abran. En fin, hoy no pretendía hacer crónica como tal, y más bien quería dejar mi impresión de que a este ritmo no vamos a ninguna parte, pero las teclas del ordenador parecen ir solas. En algún momento del día he recordado a Groucho Marx y he estado a punto de escribir “que pare el mundo que yo me bajo”. Pero me lo voy a pensar mejor. Mañana será otro día. Mientras tanto me pregunto, pero ¿quién manda aquí? Y miro hacia todos lados, al Ayuntamiento, a la Junta, a la Diputación, me gustaría saber cómo se mueven los hilos que derivan en esta política tan nefasta para los intereses de esta capital llamada del Santo Reino.

Eso sí, para que vean que no voy muy descaminado en lo que digo, les dejo un artículo que escribí hace más de diez años y que se publicó en el anuario de Multipress. Prometo recoger otro día un artículo de hace veinte o más años para que vean que nuestra vocación es la de ir despacito y con buena letra. Y lo escribo con decepción y con pena.

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“El año 2006 que ha transcurrido acaso ha sido para Jaén capital otro año perdido. Las administraciones han vuelto a dar el espectáculo que a ellas no parece importunarles pero que a muchos ciudadanos nos abochorna, de no unir sus esfuerzos para hacer de Jaén una capital de provincia que con el impulso necesario se sitúe en un lugar diferente al que está, es decir, donde le ha instalado el autismo institucional, salvo excepciones muy contadas.

 

Los políticos, por lo general, venden unas mercancías caducadas, antiguas, perversas para los intereses de esta ciudad. Tienen sometida a Jaén, es rehén de los intereses partidistas, sálvese quien pueda, es, en el contexto de nuestra democracia y el desarrollo que se debe otorgar a todos los pueblos, en el aprovechamiento de sus potencialidades de todo tipo, como una cenicienta a la que se le relega, tal vez porque de buena es tonta, y siempre se ha dejado humillar. Es consustancial a su manera de ser, desde tiempo inmemorial.

 

El día que alguien salve a esta cenicienta y coja vuelo habrá llegado el momento de su liberación. Mientras, como tantas veces se ha reconocido, incluso por el propio Rey don Juan Carlos, sigue pendiente la deuda de la democracia con Jaén. Nadie la ha saldado. Ni Zapatero con su Siglo XXI ni todos los colaboradores del Plan Activa que ha dejado pasar un año con más pena que gloria, con más marketing que realidades, y en el caso concreto de la capital, con una ignorancia que tiene toda la pinta de haber sido amasada en las cocinas del poder, seguramente para fastidiar a los adversarios, pero como siempre ocurre en estos casos, quienes pagan el pato son los ciudadanos. Claro que esto ocurre porque a los perjudicados y al tiempo discriminados no se les ha ocurrido pagar con la misma moneda.

 

Tenemos en Jaén una especie de depresión democrática. ¿Ésta es la democracia por la que muchos hemos luchado y lo han hecho tantas personas decentes en la historia de nuestra tierra desde el ilusionante tránsito de la década de los setenta, no hablemos ahora de las rémoras de siglos? Porque si Jaén sigue ahí detrás es porque le ha fallado su clase política, en primer lugar. Y también porque no ha tenido una sociedad civil potente, organizada, severa, que haya pedido cuentas a los poderes de sus acciones. Por eso han campado a sus anchas. Porque aunque resulte fuerte decirlo y más aún reconocerlo, tenemos lo que nos hemos merecido. Ayer y hoy.

 

Un repaso por el 2006 nos trae, sobre todo, las apreturas de los partidos políticos por tratar de llegar indemnes a la meta electoral. A toda prisa, con candidatos naturales o a palos; en el gobierno municipal tratando de cortar todas las cintas de los proyectos que en solitario ha sido posible forjar haciendo juegos malabares con los números y con el patrimonio, ante la ausencia de mano tendida alguna, más bien de zancadillas, de obstáculos, de puertas cerradas con fuertes cerrojos.

 

Y en la principal oposición, la obsesión casi enfermiza por la vuelta al poder pero a base de leña al mono, venga o no a cuento, sin proyecto imaginativo al menos por el momento, es decir más de lo mismo pero desde el córner en una actitud más que crítica bastante hostil, tanto que casi le hace la mitad de la campaña a los gobernantes, a los que no les van a hacer falta sus errores, van a tener bastante con los de sus principales competidores de lista.

 

Ni en las infraestructuras, ni para las instalaciones deportivas, a regañadientes en las urbanizaciones de los ríos, y ni siquiera han sumado en lo que respecta a la Catedral, que pudiera parecer un asunto de consenso, en cambio cada cual hace su política, su propia guerra estratégica, no hay tregua, la Alcaldía vale esa distancia, esos modos, esa pelea.

 

Las vecinas y los vecinos hace tiempo que perdimos la capacidad para la sorpresa. En fin, ¿hay algo de lo que podamos sentirnos optimistas? Ni siquiera ha sido posible visualizar si el aeropuerto Granada-Jaén nos será finalmente útil, mientras el equipo de gobierno hace encaje de bolillos para sacar adelante un nuevo PGOU que nos levante la autoestima, pues el PP está interesado en hacerlo todo a lo grande, aunque sea milagrosamente, como en la escena bíblica de los panes y los peces, aunque se le agradece que lo intente. Ha sido un año donde los temas recurrentes se han repetido, en realidad así llevamos décadas y por cierto nada prodigiosas.

 

En fin, todavía estamos esperando que nuestra Universidad sea el revulsivo mental y material que Jaén necesita. Todavía nos queda un gramo de esperanza en que el Gobierno convenza a Renfe y nos pongan trenes dignos de un siglo XXI en lugar de servicios que se vuelven contra los que habían prometido, por fin, un tren de verdad para Jaén. Presidente, presidente… vamos por mala vía. Una cosa son los discursos políticos de hace un año y otra la cruda y a veces cruel realidad. Estamos esperando a que el mundo empresarial tome el protagonismo que le corresponde y no tenga el tradicional papel segundón en el que se mueve. Muchos esperamos que pase al fin el ‘mamoneo’ tan nocivo y peligroso para los intereses del desarrollo de Jaén. Si en esta ciudad y en esta provincia cada palo aguantara su vela, si hubiera menos sumisión y más responsabilidades individuales y compartidas, tal vez el paisaje sería diferente.

 

Y encima siguen muriendo mujeres por la violencia doméstica, y este año todos hemos sufrido por Rocío; nos agobia un problema social tan grave como el de la vivienda que pone al borde del abismo a cientos de jóvenes. Y en las estadísticas de casi todo estamos abonados, como siempre, al pelotón de lo menos favorable, qué se le va a hacer. Menos mal que progresamos adecuadamente en cultura y ésta es una manera de ilusionarse, porque es por la cultura y la educación por donde se puede cambiar, así o nada. De modo que mientras que esperamos que pase un año seguramente para quejarnos, ojalá que no, porque no están las cosas para perder mucho más tiempo, vamos a soñar ahora que empieza un nuevo año en otro Jaén. Soñar no cuesta nada. No tienen que ponerlo en ningún presupuesto, con lo que les cuesta…Soñar es gratis. Soñemos en nuestro Jaén, en esta cenicienta en edad de merecer”.

 

Fotos: Los dos centros comerciales que se anuncian en Jaén. De imagen andamos fatal.

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