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Hoy, en su visita a la ciudad de Jaén, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha abogado de nuevo porque cuanto antes esté funcionando el tranvía de la capital, cuyos vagones hace diez años que se encuentran en cocheras, precisamente desde el mismo momento, era el mes de junio de 2011, en que la empresa Castillo consiguió que un juez considerara que el nuevo medio de transporte era poco menos que una competencia desleal para la concesionaria del bus urbano. Diez años en los que ha habido cantidad de vicisitudes y distintas etapas en el gobierno municipal y también en la Junta, que promovió el sistema tranviario. El resultado a día de hoy es que los responsables políticos no han sido capaces de echar a andar el tranvía y hay que responsabilizarlos a todos, aunque cada cual tiene su cuota parte, lo que quiero decir es que han pasado diez años, que es mucho tiempo, entre declaraciones de unos y de otros, acercamientos y distanciamientos, y, como suele pasar, mucha política de por medio, que es la que finalmente ha ido colocando piedras en el camino.

La confrontación que desde hace muchos años ha presidido las relaciones entre Ayuntamiento y Junta ha tenido mucha culpa y en realidad esa actitud le ha venido bien a ambas partes porque unos por otros han ido justificando que Jaén no lograra sus objetivos. En mayor o menor medida los diferentes responsables públicos han entrado en este juego que en muchos años ha sido nefasto para los intereses de Jaén. Esta situación tan negativa ya es historia, dos no se pelean si uno no quiere, pero esta vez las dos personas que están al frente de las respectivas administraciones no están por la labor de confrontar. Ni el alcalde, Julio Millán, ni tampoco el presidente del gobierno andaluz, Juanma Moreno.

Uno de los ejemplos más visibles de los encontronazos institucionales en los últimos diez años, se han producido a costa del sistema tranviario. A su llegada al cargo el actual alcalde, Julio Millán, inauguró una etapa nueva de colaboración y entendimiento con otras administraciones del mismo o diferente color político. En este sentido su actitud ha sido modélica, ya nos hubiera gustado que este mismo espíritu le hubiera aparecido al regidor en algunos temas espinosos en los que se le fue la mano, como Onda Jaén, que me cuesta trabajo pensar que fuera una iniciativa propia. De hecho, con el asunto del tranvía, le vienen presionando desde su partido, el PSOE, quejándose de que la Junta no haya movido ficha a estas alturas, negando, eso sí, que el gobierno de Susana Díaz pudo hacerlo y no lo hizo.

Sin embargo, Millán, mantiene su mesura y lo más que ha hecho, al paso del tiempo, poniendo a prueba su paciencia, ha sido en estos días, elevar una carta al presidente Moreno instándole a agilizar la firma del convenio del tranvía, cuya puesta en marcha entiende que será un elemento dinamizador de la economía local. Ha llevado al extremo la lealtad institucional, yo diría que otro cualquiera en su caso hubiera explotado, pero el alcalde se ha mantenido en actitud de concordia y esto quiero resaltarlo porque es de justicia. Desde hace varios meses la Junta, por medio de la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, viene repitiendo hasta la saciedad, siempre que le preguntan, que no hay problema alguno, que existe el acuerdo y que se firmará, pero pasan los meses y la rúbrica no llega.

Hoy, en Jaén, preguntado por este asunto, Juanma Moreno ha manifestado que espera que este año esté el tranvía en la calle, y que hablará con la consejera para urgirle en este sentido. Lo de este año ya lo vienen diciendo por activa y por pasiva, pero si nos dejamos llevar por las declaraciones de los políticos, el tranvía debió de estar funcionando el año pasado, el anterior, y así sucesivamente. En Jaén los asuntos pendientes se eternizan en las administraciones. ¿Para este año? Teniendo en cuenta la situación de la pandemia, que amenaza con acompañarnos durante más tiempo, y también que no se trata de sacar los vagones a la calle, sino de poner a punto la infraestructura, sacar la licitación del servicio y su explotación, procesos que requieren un tiempo mínimo, no estaría seguro de que esto sea posible en este mismo año, ojalá sí, pero cuando se inicien los trámites es cuando el reloj marcará la cuenta atrás. El Ayuntamiento, lo ha dicho el propio alcalde, tiene comprometida su aportación del 25% para la explotación. Si hay acuerdo, si el convenio está listo, lo que no se entiende es que pasen los meses sin que se actúe con firmeza y decisión. No tiene mucha excusa seguir dilatando algo que habla muy mal de los políticos y de Jaén.

También de la vida municipal hay varias iniciativas en marcha que merecen atención. La más importante, sin duda, la candidatura para optar a ser la sede de la llamada superbase logística del Ejército. Hay cola para aspirar a ella, pero nos cabe el orgullo de haber elaborado desde el Consistorio, la Concejalía de Promoción Económica, el mejor expediente posible. Es agradable comprobar que ha calado en la ciudad este clamor y ahora estamos a merced de la decisión de las altas instancias del Gobierno de España. El trabajo municipal no es que haya concluido, porque se sigue impulsando el proyecto, pero ahora la atención recae sobre los políticos, y estamos pensando concretamente en los de Jaén, que se supone que estarán más que mentalizados para hacer valer los méritos de esta capital. Todos los partidos pueden mediar, pero por razones obvias las miradas se dirigen hacia los responsables provinciales del PSOE, su secretario general y los parlamentarios nacionales, que tienen la posibilidad con una sola decisión de hacer justicia a Jaén y saldar en alguna medida la deuda histórica de la Administración central y de todos los gobiernos de la democracia con esta capital.

En otro ámbito, el alcalde, como continuidad a un adelanto que ya hizo a principios de verano, ha presentado en los últimos días una propuesta encaminada a dar vida al casco antiguo, que tan necesitado está de atención. El objetivo es convertir Santo Domingo en un espacio cultural. Hace unos meses se dirigió al rector con el ánimo de que la antigua iglesia de Santo Domingo, una vez que terminen las obras de restauración, pudiera convertirse en Paraninfo de la institución universitaria. Ahora lo que el alcalde plantea es que el actual Archivo Histórico Provincial pase a un nuevo edificio y en su lugar el emblemático edificio albergue un centro cultural que sea un motor de proyección para el conjunto histórico de la zona. Merece considerarse seriamente por las diferentes instancias afectadas, es hora de ideas imaginativas y sacar rendimiento a edificios con los que se puede cambiar por completo el futuro de todo un barrio tan lleno de posibilidades como lamentablemente olvidado.

También el equipo de gobierno se congratula de las expectativas del Centro Comercial Jaén Plaza que el próximo año estará en pleno rendimiento y con todas las empresas instaladas. Quién iba a decir que un alcalde del PSOE sería el que en coalición con Ciudadanos, esté viviendo la aventura del gran parque comercial impulsado por Javier Márquez en su etapa de responsable de Urbanismo primero y como alcalde después. Nunca olvido que él fue el que contra viento y marea lideró este impulso. Y por cierto, sigue dando que hablar el conflicto del autobús urbano. El PSOE había denunciado que el PP estaba tan feliz porque Castillo ha logrado su objetivo, sea o no provisional, pero los populares le han respondido señalando que ningún gobierno socialista de la ciudad ha hecho nada, hasta ahora, desde la constitución de los ayuntamientos democráticos, por poner a Castillo en su sitio, por eso llaman al PSOE “aliado de Castillo”, es lo que tiene meterse en polémicas. Además, el portavoz del PP, Manuel Bonilla, al que tengo en alta consideración por su paso por la Concejalía de Hacienda, por las razones que tantas veces he explicado, señala ahora, donde las dan las toman, dirigiéndose a la que fue concejal del Consistorio, Mercedes Gámez, que también es santo de mi devoción, aunque no esté muy de acuerdo con algunas de las cosas que nos cuenta, convertida en su cargo de parlamentaria andaluza en azote de los populares, que debería criticar al actual gobierno municipal por pedir los anticipos de tesorería con cargo a la Participación en los Impuestos del Estado (PIE), que tan duramente criticaba cuando la iniciativa era del anterior gobierno del Partido Popular.  

Como antes indicaba, el presidente de la Junta ha estado hoy en Jaén visitando centros dependientes de la Consejería de Salud y Familias, en los que se ha actuado para adaptarlos a la situación de la Covid-19, como el Hospital Neurotraumatológico o el edificio Puerta de Andalucía. Aquí es donde Juanma Moreno ha respondido a críticas que se vienen haciendo en torno a la situación sanitaria y, entre otras cosas, ha comprometido diez millones para la apertura del Hospital de Cazorla, que lleva esperando mucho tiempo para poder ser más útil a una importante comarca de la provincia. El presidente ha hablado con preocupación del estado actual de la pandemia, para subrayar que quedan diez días muy difíciles y que se espera puedan autorizarse medidas como el adelanto del toque de queda o el confinamiento domiciliario en casos excepcionales. Pero, sobre todo, ha hecho un llamamiento para que nos quedemos en casa, el autoconfinamiento, para ayudar así a pasar cuanto antes y en las mejores condiciones posibles, esta complicadísima tercera ola. A su llegada le ha recibido el alcalde, Julio Millán. Más lealtad institucional no cabe.

Y no quiero terminar sin aludir a la viceconsejera de Salud y Familias, la jienense Catalina García, que fue parlamentaria andaluza y pasó a formar parte del nuevo equipo de la Junta en la Consejería de la que es responsable Jesús Aguirre. Pues bien, me cuentan que en toda esta situación de pandemia su responsabilidad es notable, muchas de las actuaciones que se llevan a cabo parten de su labor y aunque habitualmente está en un segundo plano porque el protagonismo lo tiene el consejero, en altas instancias se valora su cometido y que esté muy al tanto del día a día de la pandemia. Sin ir más lejos escuché elogios de boca tanto del ya exministro de Sanidad como de su sucesora, cuando hace unos días se celebró en Sevilla una reunión de la Comisión Interministerial. Al menos que quede constancia que Catalina García está en su puesto y dando la cara en un momento muy complicado. Ella está detrás, además, de iniciativas de mejora en la sanidad jienense, y, por supuesto, en el emblemático proyecto de la Ciudad Sanitaria que ella misma ha resucitado. A cada cual lo suyo.

Foto: El presidente de la Junta, Juanma Moreno, a su llegada a Jaén, saluda al alcalde de la ciudad, Julio Millán.

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