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LA SOCIEDAD HA TOCADO LA FIBRA POLÍTICA. Pasó la visita de dos días a la provincia del presidente de la Junta, Juanma Moreno, y quedan los ecos, especialmente en Linares, donde acudió para apagar algunos fuegos e inyectar moral en la tropa coaligada ante el anuncio de la moción de censura impulsada por el PSOE y que tiene pinta de salir airosa, porque en política donde las dan las toman, y si el PP fue capaz de otorgar el plácet al cambio en Begíjar, el PSOE hará lo que pueda para recuperar Linares, aunque antes o después deberá hacer autocrítica y disculparse, se lo debe a los linarenses, también la dirección provincial y el propio Espadas que participa de la operación derribo del actual gobierno local.

Alrededor de este hecho central, simple y llanamente hacer política, Moreno Bonilla ha aprovechado, sabedor de que el patio está revuelto por tierras del Santo Reino, para tratar de vender la mercancía, que no es otra que su convencimiento de que la Junta que preside está cumpliendo con Jaén, y nos ha abrumado con una lluvia de millones, 1.700 concreta como inversión en la provincia para toda la legislatura que se encuentra en su recta final, las cuentas del gran capitán.

No tengo por qué dudar del presidente, aunque los políticos, este y los anteriores, siempre han venido a Jaén a descargar conciencias, muchas veces tratando de hacer lo blanco negro, con los colaboradores necesarios, que son los partidos. Se agradece cada paso que se avance, pero asegurar con firmeza que se cumple con Jaén ya me parece una cierta exageración y habrá que demostrar con hechos que lo que nos ofrecen es la vida en rosa, la cumbre de la felicidad.

Lo que sí está claro a estas alturas de la película es que los movimientos ciudadanos, la indignación social que se ha ido agrandando en los últimos años, precisamente a costa de los gobiernos, da sus frutos, quieran o no reconocerlo. La inquietud y la rebeldía ciudadana comprometida de miles de jienenses de a pie, y me van a permitir que los identifique como las personas sin adscripción política militante, porque la militancia, en términos generales, no ve más que con los ojos de su ideología, ha tocado la fibra de la política, tanto en los gobiernos como en la oposición, y en algunos casos ha modificado actuaciones y agendas. Esto no es la panacea, está casi todo por hacer, pero por algo se empieza, ya no estamos solo a la espera de los manás. Lástima que por desavenencias esta fortaleza de los movimientos ciudadanos se pudiera venir abajo, lo cual sería celebrado por los partidos de siempre que podrían volver a campar a sus anchas.

En cuanto al cargamento de compromisos con el que normalmente pasan por Jaén toda suerte de políticos, se debería inventar una máquina de la verdad, un polígrafo, que evite que unos y otros traten de sorprender nuestra buena fe.

En el caso de Juanma Moreno ha procurado no venir de vacío, ha llenado sus alforjas de propuestas, para mí la más importante dar vía libre a la licitación del que será primer edificio de la Ciudad Sanitaria, la obra que en unos años será la más ambiciosa para Jaén, con 450 millones de euros de presupuesto y una infraestructura al fin digna de la capital y de la tan deteriorada sanidad. En definitiva que mientras el presidente deshoja la margarita de la próxima cita electoral ha venido por la provincia que sabe de sobra que es la más descolgada de la comunidad y la que ha acumulado motivos para tener una pésima imagen de la Junta de Andalucía, por la herencia recibida, siendo como es depositaria del mayor nivel de competencias para dar el impulso que Jaén necesita.

Aquí no queremos regalos, ni que nos saquen millones a mansalva de la chistera, sino justicia distributiva, equilibrio territorial. De la misma manera que tampoco queremos declaraciones grandilocuentes que nos faltan al respeto cada vez que repiten machaconamente y sin rubor alguno la cantinela de “apuestas y compromisos”, me sublevan estas expresiones, que por lo general, sálvese quien pueda, forman parte de un discurso engañoso. Si los políticos, todos, tuvieran coraje y se sintieran espoleados por el clamor social y por su propia voluntad de ser útiles a esta tierra, no abusarían de esta manera. A veces tenemos la sensación de que hay quienes piensan calmar a Jaén con una especie de beneficencia política, que solo ha sido capaz de soportar ese carácter indolente que nos ha jugado tan malas pasadas.

DESAVENENCIAS ENTRE PLATAFORMAS. Continuando con lo ya comentado hace unos días sobre las tensas relaciones entre las plataformas Jaén Merece Más y Levanta Jaén, tras conocer el comunicado hecho público por la última, con bastantes reproches, también es visible, sobre todo en redes sociales, el sentir general sobre la importancia que tiene en este momento histórico en el que se ha dado opción a la vía política, de algo tan elemental para un proyecto de esta naturaleza, como es sumar en lugar de dividir. Si de verdad pretenden ser una alternativa más, e ir a las urnas en las elecciones andaluzas, lo que se les debe pedir es altura de miras, ver lo que les une en lugar de lo que les pueda separar. No caben ni la suficiencia capitalina ni la desconfianza provincial.

Una aventura de esta magnitud es obvio que exige renuncias y generosidad, sé que hay personas intentando hacer de puente, y sería imperdonable, y una gran masa social no lo entendería, que en la primera oportunidad que tienen de demostrarlo antepongan otros intereses, los que sea, en lugar de priorizar en sembrar futuro para esas cuatro letras que forman el nombre de J-A-É-N. Todavía tengo confianza en que se imponga el sentido común, si se quiere hay soluciones para todo.

GRACIAS A LA CAJA RURAL. Durante los últimos días se ha hablado y escrito mucho de la exclusión financiera, un asunto importante porque esto quiere decir que con el pretexto de las crisis el negocio bancario también se ha ido alejando de provincias como la nuestra buscando plazas más ventajosas y las que aún están han perpetuado como norma general, con muy escasas excepciones, una desconsideración a los clientes, especialmente a las personas mayores, que ha levantado la indignación unánime.

En Jaén hemos tenido mucha suerte de contar con una entidad propia, la Caja Rural, un modelo de negocio que lo hace singular porque ha hecho su apuesta en cubrir a todo el conjunto de la provincia, desde la ciudad más grande al último pueblo o aldea, pero con un hecho distintivo más, el trato a las personas, al territorio. Una entidad que para más inri opera en solitario en casi la mitad de nuestra geografía, aunque para ello haya tenido que renunciar a cuotas de rentabilidad, si bien le sobra solvencia.

No conozco a nadie que no valore su papel como motor insustituible de servicio a Jaén. Ya lo dice su reclamo publicitario, los demás son, la Caja Rural está. No debería haber ni un solo jienense sin una cuenta abierta en la única entidad financiera de referencia, la que siempre responde.

NO HAY SUEÑOS PEQUEÑOS. A vueltas con la Catedral. Los responsables de la Junta siguen insistiendo en vendernos a los jienenses los dos millones que se van a invertir en el entorno de la Catedral, de lo que ya nos hemos enterado, como ha sido también el ofrecimiento de un millón para la intervención en las vidrieras, esto ya anunciado por el propio presidente en su visita del pasado domingo a la seo. Hoy la delegada de Turismo de la Junta, Marián Adán, ha vuelto a visitar la zona alrededor del monumento para recordar la buena nueva, en tanto que el grupo de los populares en el Ayuntamiento subrayan la importancia del gesto de Juanma Moreno con las vidrieras. Que está muy bien, pero que no podemos darnos ya por satisfechos, es más, creo que lo que les corresponde es demandar más a la Junta, mejor es que actúen por exceso que por defecto. Por cierto que hace unos días en el PP invitaban al Gobierno de España a retratarse con la Catedral. Pues bien, las cubiertas se arreglan gracias a cuatro millones, prácticamente el total de la inversión necesaria para concluir este proyecto, después habrá otros. Es de las pocas cosas en las que la actual Administración central ha cumplido, pero también lo han hecho en mayor o menor medida todos los gobiernos tanto de PSOE como de PP. Aunque el mayor esfuerzo es el que se hace en estos momentos, al César lo que es del César.

Por cierto, al alcalde, Julio Millán, y a su guardia pretoriana, incluida María Orozco, la única edil de Ciudadanos, que parece su sombra (del alcalde), se les ve últimamente más optimistas, da la impresión de que ha pasado lo duro y que en la recta final se han alineado los astros de tal manera que van a poder presentar gestión porque varias obras serán coincidentes, es más les queda tiempo para soñar, y no tienen sueños pequeños, en ver a Jaén convertida en Ciudad del Atletismo y en Ciudad Creativa Gastronómica de la Unesco, están en eso con todas sus energías más que en gestión de andar por casa, unos buenos presupuestos y un Plan General de Ordenación Urbana. Si con la actuación en el ámbito de influencia del primer monumento jienense se mejora, habrá más opciones para pedir la declaración de Patrimonio de la Humanidad, y se lo han tomado sin prisa pero sin pausa, lo importante, ha dicho el concejal Higueras, es presentar un expediente incontestable. Si además llega el tranvía, al fin, 11 años después, aunque dudo que ocurra en el actual mandato municipal, por diversas razones técnicas y posiblemente alguna política, y se acometen los proyectos que están en línea de salida, a Millán se le habrá aparecido la virgen. En el PP dicen que todo es gracias a la Junta y a su presidente, pero hay que ser justos y repartir los honores. No pretendo que fracase el alcalde, solo aspiro a que avance Jaén.

 

 Foto: Sede central de Caja Rural de Jaén, en el Parque de Geolit.

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