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CAMBIO TRANQUILO. Pues sí, me ha gustado el discurso que esta mañana ha pronunciado en el Parlamento andaluz, con motivo de su investidura, Juanma Moreno Bonilla, que mañana mismo será elegido nuevo presidente de la Junta de Andalucía. Mentiría si dijera lo contrario. Ha exhibido un magnífico talante y rasgos de humildad y responsabilidad. Nada altanero e incluso conciliador con las fuerzas políticas que no están en el arco parlamentario que le va a apoyar, como es el caso del PSOE, al dirigirse a Susana Díaz para agradecerle, como andaluz, lo que ha hecho por esta tierra, reconociendo expresamente que en la larga etapa socialista, no solo de Díaz, ha habido aciertos y errores y que su tarea no va a ser la de demoler todo lo que de positivo hay en la comunidad. La intervención del que en horas va a ser el nuevo presidente andaluz ha sido muy medida, se ve que ha tenido tiempo para prepararla, y lo que más me ha gustado, cuando ha anunciado un cambio tranquilo o declarado su orgullo de ser andaluz, que por supuesto no es patrimonio de nadie, o, al hilo de este mismo argumento, ha enumerado a algunos de los grandes personajes que ha dado esta tierra. Al margen de la carga emocional y de peso por el papel que tiene que jugar a partir de este momento, Moreno Bonilla ha expuesto, por áreas, algunas de las propuestas más importantes que se plantea afrontar el nuevo gobierno una vez que esté formado. Y desde luego me ha llamado la atención el aviso a navegantes que seguro que para mucha gente no ha debido pasar inadvertido, y es cuando ha pedido paciencia, exactamente ha señalado que no todo se podrá hacer de la noche a la mañana, que hay cuatro años de legislatura para cumplir el programa. Normal que haga esta salvedad porque seguro que ya hay muchos responsables tanto públicos como privados en la cola para llamar a las puertas de la Junta y entonces se encontrarán con que una cosa es predicar y otra dar trigo, que en la oposición se plantean cuestiones que en la práctica de la responsabilidad de gobierno no resulta tan fácil.

Lo ha reconocido hasta el propio alcalde de Jaén, Javier Márquez, que semanas atrás en sus declaraciones se mostraba como si de pronto le hubiera tocado la lotería a Jaén, porque habrá, esto sin duda, un mejor nivel de interlocución, con lo que de golpe y porrazo desaparece un muro enorme de falta de diálogo, de enfrentamiento, de palos en las ruedas, de inconvenientes en definitiva para el progreso de esta ciudad, de hecho ha sido el principal problema que ha condenado a la capital a mantenerse en una posición que no le corresponde. Sería injusto que dijera que toda la culpa es de la Junta, porque no es así, dos no pelean si uno no quiere, el caso es que ha causado un enorme perjuicio. Ahora Javier Márquez, tan pegado al poder por razones del azar, lo va a tener más fácil, suponiendo que revalide su cargo como alcalde, aunque él mismo ya ha rebajado hoy sus pretensiones y confiesa que va a ser pragmático en las demandas para Jaén. Al menos debería conseguir antes de las elecciones municipales, de poder ser, un compromiso programado en las actuaciones, de manera que los jienenses sepamos a qué atenernos. El alcalde se hace cargo de que la Junta no tiene mucho dinero, aunque al parecer pensaba lo contrario cuando gobernaba el PSOE, ahora se ve obligado a hacerse cargo de la situación. Veremos cómo se salva políticamente este escollo, aunque fórmulas, si se quieren, claro que las hay.

¿QUÉ HAY DE LA ITI?. Siguiendo con los temas políticos, ayer nos hacíamos eco de la euforia socialista, un tanto exagerada, todo sea dicho, por el trato a Jaén en los Presupuestos Generales del Estado, en el caso de que salgan adelante, porque se está vendiendo la piel del oso antes de cazarlo. Es verdad que las cuentas mejoran los impresentables documentos que año tras año ha ofrecido a este territorio el gobierno de Mariano Rajoy, con el beneplácito de los diputados y dirigentes de su partido. Pero los socialistas no tienen razones para mostrarse tan felices porque en el caso de la capital, que es lo que más llama la atención, se incluyen en los PGE las actuaciones en la Catedral y en el Parador, que ya se presentaron el año pasado. Y lo que más choca es que a pesar de lo que no hace mucho declaraba la subdelegada del Gobierno, los Presupuestos no dedican ni un solo euro a los programas de la Inversión Territorial Integrada, la famosa y polémica ITI, para la que la Junta ya había anunciado el compromiso de 222 millones de euros, que entendemos se mantendrán a pesar del cambio, y en las negociaciones que en su día se llevaron a cabo entre Junta y Gobierno quedaba bastante claro que cada administración pondría sobre la mesa la misma cantidad de dinero, en consecuencia el Gobierno de Sánchez no se puede escaquear y ya puede estar ofreciendo a Jaén lo que en principio le ha negado, y no creo que se trate de un olvido, desde el primer momento con la llegada del ejecutivo socialista a La Moncloa, no han querido saber de este asunto. Ahora es el presidente de la Diputación, organismo muy implicado por cierto en este plan inversor, quien ha dicho que se está hablando con el Gobierno sobre estos recursos. Así debe ser, ese dinero es nuestro, nos pertenece, y hay que empezar a invertirlo, que no ocurra como el DUSI que también se eterniza. Hay que ver el tiempo que llevamos hablando de estos planes de acción especial para la provincia o para la capital, que sin embargo no acaban de aterrizar.

LA CATEDRAL Y LOS PARAJES DEL OLIVAR. Hoy ha estado en Jaén la presidenta de ICOMOS España, Alicia Castillo, que ha querido conocer por ella misma y no exclusivamente por el expediente que se está elaborando, los Paisajes del Olivar, en este caso de Jaén, que aspiran a ser Patrimonio Mundial. En este caso la Diputación ha realizado un trabajo excelente, ha buscado los mejores asesoramientos y aunque el referido expediente tiene que seguir rodando, porque una declaración así tampoco se hace de la noche a la mañana, la impresión de la representante del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios es bastante favorable y todo hace indicar que más pronto que tarde llegará la ansiada declaración, fruto de una apuesta muy sólida, perfectamente explicada y detallada en cuanto a los valores y méritos que distinguen a ese mar de olivos que para nosotros es una visión normal, porque estamos acostumbrados a ella, pero que en el mundo impresiona y es algo de lo que debemos sentirnos orgullosos. Estoy convencido de que en esta aventura se llegará a un final feliz. La propia Alicia Castillo, preguntada al respecto, ha dejado claro algo que en Jaén ya sabemos de sobra, que no se ha movido un solo dedo en relación con el clamor para que la Catedral sea Patrimonio de la Humanidad, que en cierto modo se ha ido apagando porque nadie ha mantenido el fuego de esta reivindicación, y han pasado casi cinco años desde que el Ayuntamiento decidiera retirar el expediente ante los informes negativos de los expertos, un pronunciamiento que Jaén y sus autoridades se tragaron sin rechistar y sin acudir de manera inmediata a una acción-reacción, como la que en su momento tuvieron en Úbeda y Baeza, hasta salirse con la suya.

Los Parajes del Olivar lo pueden conseguir y la deslumbrante Catedral, casi quince años después de que se planteara el reto por la entonces concejal de Cultura, Cristina Nestares, que sí le puso pasión y mucha voluntad, hay que reconocer que en su etapa fue cuando el sentir era compartido por la ciudadanía. Hoy la gente se ha distanciado de esta expectativa porque las fuerzas vivas, las que tienen que mover todo el proceso, no han estado a la altura de las circunstancias, y aquí metemos al Ayuntamiento, a la Junta y al Gobierno central, y únicamente se salva la Universidad de Jaén, por las aportaciones que ha hecho con los congresos celebrados, arrojando importantes conclusiones que deberían incluirse en un nuevo expediente si es que alguna vez se decide actuar en esta dirección. Personalmente ya me siento bastante escéptico en relación con este asunto, aun reconociendo que la Catedral tiene méritos más que sobrados para estar en el selecto club de monumentos distinguidos por la Unesco. Pero no se puede luchar contra los elementos, por desgracia no se ha considerado prioridad.

NO A LA CONSULTA POR SAN ANTÓN. Por lo demás, en relación con la Semana de San Antón que se viene celebrando, hoy el alcalde ha confirmado que no se va a celebrar la consulta popular anunciada para que los jienenses decidan entre la noche del 16 o el fin de semana más próximo. Las excusas son peregrinas, porque Javier Márquez ha reconocido que él está por la labor de mantener la situación tal como se está viviendo en los últimos años, incluido el actual, todo lo fuerte en sábado. Los socialistas han pedido explicaciones al regidor. Creo por una parte que los compromisos hay que cumplirlos, de lo contrario en su momento se debió decir con claridad cuál era la apuesta y ya sabríamos a qué atenernos. Se ha hecho por decreto y eso no está bien, sobre todo porque hay fórmulas que posibilitarían el entendimiento, tanto que se habla de participación y de diálogo con todo y con todos, como ha dicho el propio Juanma Moreno en su discurso de investidura. En Jaén no ha sido así, ha sido imposición. Ya digo que bastaría con que se autorizara en la noche tradicional del día 16 las lumbres que opten por este día y llevar al fin de semana todas las demás y la Carrera en sábado, que, siempre que acompañe el buen tiempo, será un éxito, sin duda, porque es un día más propicio. No ha habido ni siquiera intento de acuerdo, y lo que se ha conseguido es una cierta tensión porque determinados sectores y asociaciones han impuesto su ley y han dejado en evidencia a otras, entre las que hay asociaciones potentes que lucharon en su día por mantener viva la tradición de las lumbres. Un asunto mal gestionado en definitiva, en el que algunos alardean de su victoria y el Ayuntamiento ha hecho poco por pacificar. Dicho lo cual soy el primero, faltaría más, en desear que el sábado Jaén sea una gran fiesta, y que podamos celebrarlo. Como reza el slogan del alcalde: Jaén es lo primero.

Foto: El alcalde de Jaén, con Juanma Moreno, en un acto en Madrid. Las relaciones Ayuntamiento-Junta es lógico que se vean beneficiadas desde ahora.

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