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UN RETO PARA LOS POLÍTICOS Y PARA LA CIUDAD. La estadística refleja claramente, y no es un signo optimista, que ha habido una importante pérdida poblacional en la provincia mientras que en la capital la situación sigue estancada y a la baja. En concreto, en los últimos ocho años la provincia ha perdido casi 20.000 vecinos, y el envejecimiento de la población supone el problema laboral, social, económico y político de mayor magnitud al que habrá que hacer frente en los próximos años, cuanto antes mejor. Jaén es, además, la provincia que sale peor parada en la comparación de los datos demográficos que se puedan consultar en el Instituto Nacional de Estadística (INE). Por otro lado somos la provincia española con un menor porcentaje de población extranjera, y la más envejecida.

La situación económica, es decir, la falta de perspectivas, y una crisis que por aquí al menos no acaba de desaparecer del todo, sigue haciendo que no se detenga el éxodo de los jóvenes hacia otras zonas con mejores perspectivas, incluso al extranjero. Este es el dramático panorama al que se enfrenta la provincia, una de las más castigadas por el paro, a pesar de la leve mejoría, pero es una realidad incontestable que el mercado de trabajo es muy pobre, y que las estadísticas nos siguen situando por detrás  de la realidad poblacional de Andalucía y de España, que en ambos casos han tenido un significativo crecimiento. La tasa que expresa la relación entre la cantidad de personas adultas mayores y la cantidad de niños y jóvenes, es de un 18,50%, en Jaén, frente al 16,30% de Andalucía, hecho que ofrece como lectura que queda seriamente condicionada la posibilidad de relevo generacional en el mercado laboral. Estos datos y otros que nos colocan en similares puestos ajenos al desarrollo, hacen creer que la crisis no es aún historia en Jaén, aunque sobran los cantos de sirena y las lecturas triunfalistas e interesadas, con lo que se llega a la conclusión de que no se genera empleo de calidad, hay fuga de capital humano y las tasas de paro juvenil, mujeres y parados de larga duración son totalmente insostenibles, como no hace mucho reconocía el sindicato CCOO.

Por lo que se refiere a la ciudad de Jaén, en los últimos años se ha producido un estancamiento poblacional, que pensamos no es algo improvisado, sino que posiblemente sea la consecuencia de políticas en las que, por la ausencia de proyectos atractivos de nuevas zonas residenciales, los pueblos de los alrededores, como bien se conoce, fueron acogiendo a una parte de la población que aspiraba a vivir al menos en las proximidades de la capital. De aquellos polvos vienen estos lodos, el hecho cierto es que en el último año se ha producido una nueva bajada, y con datos de 2017 ya estamos en 114.238 habitantes, 420 menos que el año anterior. Pero es que con registros provisionales de principios de 2018 la pérdida poblacional es casi el doble que el año anterior, cuando hace diez años el censo era de 116.790 jienenses. La estadística no engaña.

Esta realidad debe seguir preocupando por lo que supone de síntoma de ausencia de Jaén como foco de atracción real, con el peso que corresponde a una capitalidad.  A pesar de ello no queremos ser pesimistas, todo lo contrario, pensamos que Jaén es una ciudad de futuro porque es un lugar ideal para vivir, abarcable, con la dimensión adecuada, sólo que hay que poner a disposición de quienes se quieran quedar en ella todas las condiciones que plantea el ciudadano más exigente y esta es una de las asignaturas que esperamos resuelva algún día un Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), ya que por unas causas o por otras falta la política de planeamiento, ya saben que el PGOU se encuentra anulado, el caso es que entre las prioridades tiene que estar el asentamiento de la ciudad, el modelo exacto de lo que se pretende de ella, y para esto los políticos responsables no se pueden dormir en los laureles.

EL PUEBLO MÁS RICO, LA GUARDIA. El pueblo más rico de la provincia de Jaén sigue siendo La Guardia, a escasos kilómetros de la capital, gracias en gran medida a su importante núcleo residencial, donde viven durante todo el año, aunque se aumente la población en verano, cientos de familias que normalmente hacen vida laboral en Jaén. El dato ha aparecido en los últimos días, y se corresponde con la estadística de declaraciones del IRPF por población, que de nuevo da a conocer la Agencia Tributaria. El municipio de La Guardia aparece con la cifra de 26.374 euros por habitante, sobre una población de 4.931 vecinos. El dato corresponde a la renta de 2016, en tanto que en la de 2013 la renta fue de 24.862 euros. Le gana a la propia capital que en la renta de 2016 estaba en 25.460 euros, y en 2013 era aún menor, 24.005 euros.

Normalmente las localidades donde hay mayor riqueza concentrada se suelen relacionar con núcleos residenciales acomodados y en los aledaños de municipios más poblados.

El caso de La Guardia es un buen ejemplo de ello. Hay que reconocerle el mérito a los ayuntamientos que en su día supieron actuar con la suficiente perspectiva política, económica y sobre todo urbanística, para atraer la atención y el interés de tantas familias que buscaban en la mayoría de los casos vivir cómodamente en un ambiente de tranquilidad, mientras que otros aprovecharon la feliz oportunidad para hacerse en este lugar, con eje sobre todo en la antigua carretera N-323, de una segunda vivienda. De la misma manera sucede con la zona de Entrecaminos, el complejo residencial cercano al Puente Jontoya.

El Ayuntamiento de La Guardia obtiene una buena recaudación cada año por los diferentes servicios que presta, y la queja es que no redunda en la mejora de las zonas comunes. Por ejemplo lleva años prometiendo la mejora, incluyendo la iluminación de la travesía de la carretera, con inclusión de zonas de ocio, así como el establecimiento de nuevas rotondas, compromisos que no se han llevado a cabo.

De todas maneras el interés mostrado en su momento por el Ayuntamiento de La Guardia, que no vamos a discutir, que coincidió con el boom de la construcción y que hizo avanzar a un ritmo vertiginoso al municipio, es directamente proporcional a la inacción que ha caracterizado en casi todas sus etapas al Consistorio de Jaén capital, que no supo o no pudo ver esta realidad y perdió una ocasión de oro para poner a disposición de los jienenses que en ese momento querían invertir, terrenos suficientes en zonas atractivas para frenar el éxodo a otros lugares que supieron ‘vender’ sus recursos y hoy se mantienen en sus posiciones de privilegio. Lo peor del caso es que no se ha corregido esa deriva y esto no es más que otro factor que se suma a otros que retratan una posición que es todo lo que se quiera menos favorable.

CUENTA ATRÁS DE EXPOLIVA. Con una sesión en lo que se ha venido a denominar Primer Diálogo Expoliva 2019, se ha iniciado en la Institución Ferial la cuenta atrás para la cita de la Feria Internacional del Aceite de Oliva e Industrias Afines, que el próximo año tendrá lugar de los días 15 al 18 de mayo. De nuevo todo hace indicar que será otro éxito por cuanto el espacio disponible está vendido y asegurada la presencia nacional e internacional, como en todas las ediciones. En la jornada de trabajo de hoy se ha subrayado especialmente el buen momento para el aceite de oliva virgen extra, que hay que aprovechar para seguir ganando mercados.

Treinta y cinco años después de la primera experiencia de Expoliva, permiten valorar con la suficiente perspectiva que la cita que hace de Jaén la capitalidad mundial del producto cada dos años, haya sido un gran revulsivo para seguir avanzando en relación con las fortalezas de nuestro oro líquido, especialmente en el ámbito de la calidad. Tenemos que felicitarnos porque aun existiendo preocupaciones en torno al sector oleícola, por ejemplo la próxima PAC si finalmente se producen los recortes que ha anunciado Europa, el sector oleícola ha cambiado tanto que se pueden sortear mejor las dificultades, aunque es mejor el escenario de que las previsiones económicas no se rebajen.

De todas maneras participo de la opinión de que la provincia de Jaén tiene que ir preparándose porque nada garantiza que las ayudas al olivar vayan a ser eternas y si así sucediera habría que procurar que el impacto económico se supliera con imaginación, con calidad, con mercados y con eficiencia. Esto no va a ocurrir probablemente de la noche a la mañana, pero es mejor estar en alerta y tener preparada la alternativa. De lo contrario podría ser un drama. Por lo pronto hay que ir centrándose en la preparación de Expoliva 2019, que puede y debe marcar un nuevo hito luego de una trayectoria donde muchos esfuerzos, principalmente el propio sector, han puesto al olivar y al aceite en un escenario de privilegio, sobre todo por la apuesta de la excelencia y la relación del aceite con la salud. Por cierto que en la Expoliva última, de 2017, nos visitó la ministra de Agricultura, entonces la señora García Tejerina. Este próximo año no sabemos aún si puede haber cambios, pero lo más probable es que le toque al ministro Luis Planas, que ya tuvo su papel al frente de la Consejería de Agricultura.

ELOGIO DE DOS POLÍTICOS.-No suele ser muy común en los tiempos que corren que se hagan elogios de personas que se dedican a la actividad política. Lo digo con pena, porque la dedicación a la política debe ser una actividad noble y muchos malos ejemplos le han hecho un gran daño. En los últimos días y horas están siendo noticia en Jaén dos políticos que se han movido más en el ámbito local, pero que tienen impecable su hoja de servicios. Por un lado está Manuel Montejo, que hasta ahora ha sido el portavoz de Jaén en Común (JeC) en el Ayuntamiento jienense, donde ha hecho un papel muy digno, en este caso en la labor de oposición, pero que ha realizado con seriedad y llevando a la instancia municipal las preocupaciones de los vecinos. Ha sido una oposición contundente pero con respeto en las formas. A la hora de abandonar su labor de concejal solo ha recibido parabienes de compañeros de todos los grupos, de medios de comunicación y de los jienenses, especialmente en las redes sociales, que también han valorado lo que tendría que ser habitual en una institución democrática. Montejo ha dejado un buen recuerdo, se ha ido por la puerta grande.

El otro caso es el de Mercedes Gámez, concejal socialista, apartada temporalmente por un problema de salud, del que se recupera, y que en la noche del lunes fue la más votada en la asamblea del PSOE local de la ciudad para ir en la lista al Parlamento andaluz, cuya candidatura se ha de cerrar en breve. Desde fuera me he alegrado de que en redes sociales, que es lo que más puedo seguir, haya habido un clamor en favor de esta política, que ya tuvo una experiencia anterior como diputada en el Congreso. Conozco a Mercedes Gámez por su proyección pública, en tanto que sigo la actualidad, y porque en diferentes ocasiones la he seguido con interés cuando ha hecho la defensa de asuntos en nombre de su grupo en el pleno municipal. Y me ha gustado mucho su comportamiento político. Ya he dicho con anterioridad que esta mujer con carácter, que le pone pasión a su trabajo, con sus expresiones y sus gestos demuestra que dice lo que siente y siente lo que dice. Personas como Mercedes Gámez siempre hacen buena a la política. El propio portavoz socialista en el Ayuntamiento, Manuel Fernández Palomino, ha escrito de ella lo que sigue: “Las urnas dijeron algo que tod@s pensamos: que estamos orgullos@s de ella, de su inmenso trabajo, de su lucha, de su lealtad, de su valentía, de su prudencia, de su imaginación, de su rebeldía, de su bagaje…” Mucha suerte.

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