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Las buenas relaciones políticas y personales que mantienen la presidenta de la Junta y secretaria general del PSOE de Andalucía, con el secretario provincial de los socialistas de Jaén y presidente de la Diputación Provincial, Francisco Reyes, siguen siendo visibles. Atrás quedaron, para el recuerdo, los duros momentos de aislamiento que sufrió el socialismo jienense cuando fue ninguneado por José Antonio Griñán, cuyos desaires, sobre todo de contenido político, fueron tan sonados. Se cerraron los canales de comunicación y para la ejecutiva regional Griñán se rodeó de personas que no tenían nada que ver en ese momento con la dirección capitaneada por Reyes. Era evidente la falta de comunicación y el distanciamiento. De aquella época lo más novedoso fue el gesto de autoridad del expresidente, cuando en el año 2010 se viene a la Universidad, para presidir una reunión del Consejo Andaluz de Universidades (CAU), y comprometer una Facultad de Medicina para Jaén, que por cierto pasó a la historia y puede quedar en los anales de las aspiraciones de esta tierra como uno más de los muchos brindis al sol que la política y también la soberbia se permitió con esta tierra cuya capacidad de aguante ha sido siempre ilimitada.

En el inicio de la era Díaz se mantuvieron las posiciones encontradas con Jaén, no hay que olvidar que la actual presidenta era la herencia de Griñán y que esta provincia, especialmente por sus pesos pesados en la política andaluza, especialmente Gaspar Zarrías, que llegó a acumular todo el poder, suscitaba envidias y recelos. Susana Díaz también participó de esa prevención sobre Jaén, pero Francisco Reyes tenía claro desde el principio del nuevo tiempo que se inauguraba, que debía poner toda la carne en el asador porque la situación política estaba afectando, y de qué manera, a los intereses de los ciudadanos de esta provincia. Fue desde esa óptica desde la que se inició una relación en la que el PSOE de Jaén ofrecía su respaldo al liderazgo de Díaz a cambio de que se levantara la veda a la que se nos había sometido durante años, porque el problema interno del partido obviamente trascendía a los ciudadanos.

Así se desarrollaron los acontecimientos y es bien visible que algo ha cambiado y mucho, en las relaciones entre el PSOE andaluz y el jienense, y, por extensión, entre la Junta de Andalucía con la Diputación Provincial, cuya relación sigue siendo de luna de miel. En la etapa anterior, la convivencia estaba muy deteriorada, no había la más mínima química entre la anterior delegada, Purificación Gálvez, y el líder de los socialistas jienenses. Formalmente tenían que encontrarse, pero Reyes no paró hasta conseguir la vía libre para hacer y deshacer en las delegaciones de la Junta, donde, ahora sí, las personas que se han integrado en ellas gozan de su plácet o directamente han sido propuestas por él. Lo cual no quiere decir que los de antes fueran malos y los de ahora sean mejor. Ahora hay unos cuantos buenos delegados y delegadas, lo reconozco, pero también hay una cuota un tanto política de personas que tiene poca justificación que ocupen los puestos que se le asignaron, pero estamos hartos de verlo, no siempre están los mejores, sino los mejor colocados en vaya usted a saber qué méritos.

Como consecuencia de la nueva relación Junta-Diputación, es muy habitual encontrarse en infinidad de actos juntos, muchas veces como únicos protagonistas, a Francisco Reyes, como presidente de la Diputación, y además secretario provincial del PSOE, y a la delegada del Gobierno andaluz, Ana Cobo Carmona, que simbolizan el pacto, el acuerdo y la estrecha relación política y personal entre Díaz y Reyes. Presidente y delegada acuden juntos a los actos que promueven las dos instituciones, hay una conexión innegable, y por lo que han dicho ahora han ido de la mano para trabajarse la famosa ITI. Se nota a la legua que existe una total sintonía y creo que esto es bueno para todos, lo que evidentemente no funcionaba era la falta de comunicación de años atrás. Ahora los consejeros de la Junta pasan por el ‘photocall’ del organismo provincial y hay materias como la promoción turística, donde están trabajando mucho y bien, de manera conjunta, Consejería de Turismo y Diputación, el consejero, Francisco Javier Fernández, y el diputado de promoción turística, Manuel Fernández Palomino, que lo está haciendo a satisfacción de todo el mundo. Falta todavía avanzar más porque hay consejerías, y algunos consejeros y consejeras con nombres y apellidos, por ejemplo la actual de Justicia, Rosa Aguilar, que se ha dejado ver muy poco con la cantidad de trabajo que le podría dar esta provincia si se tratara de una política accesible y dispuesta, aunque es verdad que su buena delegada en su anterior responsabilidad de Cultura, Pilar Salazar, supo guardarle muy bien las sonadas ausencias, a pesar de que se le pusieron en bandeja las ocasiones. Ignoro las causas de esta especie de alergia a Jaén.

En definitiva, la Junta sigue debiendo inversiones y explicaciones a la provincia de Jaén y bastantes asimismo en el caso de la capital, pero en muchos de los ámbitos de responsabilidad se detecta un cambio, y también en el discurso de la delegada, Ana Cobo, que aprende rápido a hacer política, no hay más que analizar sus primeros discursos y los últimos para darse cuenta del crecimiento. Este asunto de la actitud no tiene nada que ver con el fondo de la reivindicación permanente de los jienenses, que estamos en la parte andaluza en la que se nos exige que sigamos apretándonos el cinturón. Visto desde Jaén fue un error que la Junta suprimiera la provincialización de los presupuestos, porque era un ejercicio de transparencia para saber en todo momento a qué atenernos y cómo se mueven los agravios y los que los toleran.

Francisco Reyes mantiene intacto su poder y peso político y tiene mando en plazo, él si ha aprendido en tantos años de responsabilidad pública y se conoce muy bien todos los secretos. Junta y Diputación comparten más espacios, promueven actividades conjuntas, cada vez más, y se han acabado los conflictos. Creemos que este es un mejor panorama porque se produce más cercanía, más diálogo y comunicación, lo que nos interesa de este nuevo tiempo es que aprovechen para ponerse de acuerdo en sacar adelante tantos asuntos que están en la lista de espera, y que les ha refrescado por si acaso la plataforma “Jaén Merece Más”.  Reyes habla habitualmente con Susana Díaz, se le reconoce como integrante destacado de su guardia pretoriana, lo hemos visto cerca de ella en los momentos cruciales, incluso está saliendo al rescate de la Junta en situaciones en las que conviene echar una mano para orillar conflictos, por ejemplo con el proyecto del Palacio de Deportes, donde la Diputación interviene, o en el mismo asunto del tranvía, donde el organismo provincial está en disposición de participar con cargo a la promoción de la marca “Jaén, Paraíso Interior”. En fin, creo que de esta situación tienen que salir más beneficios, porque se lo deben a Jaén.

 

Foto: Francisco Reyes y Ana Cobo simbolizan la relación fluida entre Junta y Diputación, y también, por extensión, entre el PSOE regional y el provincial.

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